Jiang An se volvió a mirar a Jiang Yi y acarició la cabeza de su hijo con una sonrisa—. Está bien.
Luego Jiang An le dijo a la Tía Fang:
— Saca el caballito de madera.
Jiang Yi inmediatamente sonrió. Jiang Yu recogió la pelota y se la entregó a Jiang An.
Uno de los dos niños estaba montando a caballo y el otro iba a buscar una pelota. La atmósfera era armoniosa. Jiang An se calmó de nuevo y sintió que tal vez estaba pensando demasiado. Quizás Jiang Yu solo estaba aprendiendo la palabra 'papá'. Era tan joven, ¿cómo podría entender lo que significaba un padre?
Al menos por ahora, Jiang An podía sentir que los dos niños, sin un padre, eran igual de felices.
Las piernas de Jiang Yi eran largas, y sus pies estaban apoyados en el caballo, apenas lo suficientemente largos para tocar los pies del caballito de madera. Ejerció fuerza con la punta de los dedos de los pies, y su pequeño cuerpo se balanceaba junto con el caballito de madera.
