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Cuando Jiang Yu escuchó que la pronunciación de su madre era diferente a la suya, frunció el ceño y la corrigió con una expresión seria —Papá.
Hubo silencio otra vez. La cara de Jiang An recibió una bofetada. Li Mei se rió disimuladamente —Esta niña, no puede evitar presumir después de aprender un nombre.
Wen Li se rió entre dientes —Es raro que a un niño le guste él. Todos los niños mayores de las familias de sus hermanos le temen. No esperaba que Pequeña Pluma no tuviera miedo en absoluto. Zou Bai, ven, carga a tu hija.
A Wen Li le gustaba bromear y le encantaba fastidiar a su hijo menor, que siempre estaba serio.
Zou Bai miró a su madre sin poder hacer nada. Wen Li se levantó y llevó a Jiang Yu hacia Zou Bai.
A Zou Bai no le gustaban los niños. No quería preocuparse por las bromas de su madre, pero cuando vio los luminosos ojos negros de Jiang Yu y su expresión feliz al mirarlo, su corazón de repente dio un vuelco. Naturalmente sintió una sensación de cercanía.
