En conversaciones privadas, todas sospechaban que Shen Junqing tenía algunos problemas en cierta área y deliberadamente salía con una novia tras otra solo para salvar la cara de su hombre. Para ocultar la verdad de su insuficiencia. Pero dada su generosidad y buena apariencia, es comprensible que ellas le ayudaran a ocultar esta verdad. Simplemente hablaban entre sí y lo molestaban al respecto. Si Shen Junqing supiera que su reputación de por vida era inexistente entre estas mujeres, quién sabe cómo se sentiría. Después de que finalmente se marcharon, Shen Junqing suspiró aliviado. Luego miró a Nan Yan con expectación —Yan Yan, ¿lograste crear esa medicina?
Después de pasar un día en el hospital, Shen Junqing se estaba volviendo loco. Siempre disfrutó ser social y no podía quedarse quieto. Ahora, debido a sus huesos rotos, solo podía yacer en cama, y este tormento era indescriptible.