En este momento, An Muyao estaba en el Aeropuerto Internacional de Ciudad Jin.
A diferencia de hace seis meses cuando fue expulsada en un estado lamentable, la actual An Muyao ya no era la misma persona desamparada y mísera. Ahora exudaba un aire de arrogancia y superioridad.
¡Ya no era la misma persona de antes!
Esta vez, había regresado para hacer que esa desdichada mujer, Nan Yan, pagara el precio!
Quitándose las gafas de sol, se pintó los labios de un rojo ardiente y elevó una sonrisa orgullosa y confiada mientras hablaba por teléfono con Lu Lehua, "Mamá, estoy en el aeropuerto. ¿Dónde estás? ¿Puedes enviar a alguien a recogerme?"
Desde que An Muyao fue abandonada por su familia y expulsada de Ciudad Jin hace medio año, había albergado un odio profundo.
Juró que un día volvería en mejor estado para demostrarles a aquellos que la habían abandonado y burlado que ella era muy superior a esa miserable Nan Yan.
