—¿Desde cuándo empezó esto? —La voz de Nan Yan era calmada, pero su tono era gélido.
Lin Zhiyan se mordió el labio, miró la frialdad en los ojos de Nan Yan y bajó la cabeza.
—Hace aproximadamente una semana...
Nan Yan sacó una silla y se sentó al lado del escritorio del ordenador, instando a Lin Zhiyan a que le contara toda la historia.
Con un suspiro, Lin Zhiyan comenzó a explicarlo todo. No podía entender por qué ella, que simplemente compartía su arte y su vida diaria en Weibo, se había convertido en el blanco de acusaciones. La artista que la acusaba de plagio decía ser miembro formal de una asociación de arte. No solo esta artista tenía diez veces más seguidores en Weibo, sino que también poseía numerosos títulos.
En teoría, no deberían haber tenido ninguna interacción, ya que parecían estar en caminos separados. Sin embargo, las publicaciones de Weibo de esa miembro de la asociación de arte contenían muchas obras de arte que se asemejaban al estilo de Lin Zhiyan.
