Hay veces en la vida en la que no nos detenemos a ver las pequeñas cosas que nos rodean, eso es algo que descubrí hasta que la conocí, normalmente ignoraba lo que me rodeaba, pero cuando ella llego, pude ver mas del hermoso mundo en el que habitaba.
Como si de un reloj detenido empezara de pronto a girar, por un instante todo parecía tan claro, tan real y cierto, pero ¿Por qué ahora todo parece tan raro?
nada parecía tener sentido, ni siquiera la lluvia que golpeaba mi rostro podía hacerme sentir alguna sensación.
Nada que viera parecía ser tangible, ni siquiera aquellas catarinas que volaban buscando refugio, y es que es extraño, solamente desde que llego le empecé a prestar atención a aquellas pequeñas criaturas que al mirarlas de alguna forma me recordaban a Catalina, aquella mujer que hizo grandes cambios en todo lo que me rodeaba y que ahora afectaba, solamente eran muchas cosas en mi mente, quizá pueda seguir adelante, aun no lo sé…
Ciudad de México Febrero año 2016
En alguna parte cercana al centro de la ciudad me encontraba mirando fijamente aquel edificio, que parecía ser tan inmenso a mis ojos, pero a la vez de un tamaño relativamente normal.
Y es que, en aquel lugar sin saberlo, empezarían una serie de acontecimientos que irían cambiando mi vida en una forma en la que jamás imagine.
Era temprano en la mañana cuando daba mis primeros pasos a un lugar conocido como "Radio amigo" en grandes letras que adornaban la entrada, se veía el nombre del lugar al cual ahora pertenecía y que pronto sentiría como mi familia.
Para responder a las incógnitas de por qué estoy aquí, debería de retroceder un poco hacia atrás en el pasado, hace una semana me encontraba alistándome para irme a trabajar justo como hacia todos los días, frente al espejo me recibió mi reflejo, frente a mi lucia un joven de 27 años, no tan alto de 1.72 con el cabello castaño oscuro, piel morena clara, delgado, ojos cafés oscuro y un rostro amable que aparentaba ser mas joven.
Ciertamente mi uniforme se encontraba completamente limpio y en orden, termine de colocarme mis zapatos y Sali de mi hogar.
Eran las 5:00 am cuando empecé mi trayecto, como siempre coloqué mis audífonos para escuchar algo de música, ya que el viaje sería un poco largo.
Normalmente tardaba una hora y media aproximadamente en poder llegar al lugar donde trabajaba.
Trabajaba como mesero en un restaurante del centro de la ciudad conocido como "La vida rica" aquel restaurante de tamaño mediano era bastante concurrido y me permitía poder hacer mis actividades y tener tiempo de cuidar de mi familia.
Ganando un sueldo de 10,000 pesos mensuales a veces más a veces menos, pero podía estar tranquilo.
Tenia la fortuna de poder trabajar ahí, pues salía a las 4 de la tarde. Gracias al señor Carlos quien me permitió poder estar ahí.
Mientras pensaba en que haría primero al llegar, sin darme cuenta estaba entrando por las puertas del lugar, 6:50 am siempre al menos 10 minutos antes de la hora de llegada, me jactaba de ser puntual y de tener eso como un valor inculcado.
Me aliste rápidamente guardando mis cosas, pues pronto empezaría la actividad, afortunadamente era un lugar prospero, que aun en tiempos malos daba lo suficiente para que ninguno de sus trabajadores tuviera que ser despedido.
Cosa que realmente podía notarse pues el ambiente siempre era tranquilo, conocido por su comida mexicana, el lugar contaba con clientes que lo frecuentaban bastante, debido a su deliciosa comida y precios accesibles.
Sali del área de trabajadores, y salude a mis compañeros, personas que llevaban años junto a mi pues dentro de 2 días cumpliría 4 años trabajando aquí.
El día transcurría con normalidad, pronto fue mi tiempo de comida y Cristian me saludo.
Hola Fernando, ¿qué tal, como ha ido todo?, pues relativamente bien conteste, mi hermano más joven ha estado enfermo estos días, mi mama lo a estado cuidando, pero papa aun no a regresado de su viaje, entonces tengo que hacerme cargo de algunos gastos extra.
Ya veo, bueno que puedan recuperarse pronto, y con eso una pequeña conversación entre Cristian y yo se había formado.
Normalmente no era de platicar mucho, realmente era mas del tipo introvertido, guardándome mis cosas para mí mismo, y bueno probablemente todo empezó desde el fallecimiento de paulina, rápidamente ignore los pensamientos intrusivos que me aquejaban.
Al terminar de comer note ciertas notificaciones en mi celular, algunos mensajes de amigos, y algunos otros más, en particular destacaban dos, uno de Isabela una chica con la que ciertamente había terminado muy mal, ignore su mensaje, ciertamente me había plantado el bloquearla, pero aún no me sentía decidido, fue relativamente hace poco que habíamos roto esa relación, pero aun recuerdo como en su furia azoto la puerta aplastándome el pie, ciertamente algo que había terminado de destrozar la relación.
Y el segundo de la editorial en la que quería publicar su libro. El mensaje decía:
[Estimado Fernando, su novela a pesar de cumplir con los criterios de serialización, a sido puesta en espera debido a que estamos priorizando cuentos infantiles, de momento esperamos su comprensión y cualquier novedad le será informada, que tenga excelente tarde.]
Genial, con eso ya van 7 veces que es negada de forma cortes puff, pero bueno solo últimamente parece que no va todo bien, solo es bueno que me haya alejado de ella a tiempo, quizá algo bueno entre tanta noticia.
Mientras continuaba trabajando y perdido entre divagaciones, note como un joven y un señor se sentaban, rápidamente me acerque para atenderlos, pronto pidieron la especialidad de la casa el cual era nuestro pozole.
Pronto la comida fue entregada, y me quede en las cercanías, era un día un tanto flojo lo cual me permitió escuchar gran parte de la conversación, usualmente podías escuchar cosas muy interesantes de los comensales.
Entre en medio de su comida podía escuchar parte de su platica, hasta que llegaron a un punto en donde no pude evitar prestar mucha mas atención,
Señor Gerardo, el motivo de esta comida es por que yo junto a Mariana hemos preparado un regalo para usted.
¿Un regalo dices? Pregunto Gerardo con un tono interrogativo y desconcertado en su voz.
¡si así es, un regalo para usted! Expreso aquel joven con un poco más de emoción en su voz.
Bueno, venga ya, no quiero estar a la espera por escuchar esa sorpresa de la que me hablas, ¿quizá podría tratarse de la llegada de un nieto? Pregunto Gerardo con un tono burlón en su voz.
Jajaja, aun no señor Gerardo, pero quizá pronto podría ser el caso, pero lo que quería decirle era que Mariana y yo hemos podido hacer realidad uno de sus grandes sueños, el poder tener su propia radio emisora.
¿Que, eso es verdad, en verdad escuche bien lo que acabas de decir? Pregunto Gerardo con genuina emoción en su voz.
Así es señor, a costado un esfuerzo considerable y mas en estos tiempos en donde ya no es tan popular como antes.
Pero mariana me aseguro que siempre fue uno de sus sueños el que pudiera trabajar ahí, desde su niñes.
Ay esa Mariana, que anécdotas cuenta ella, pero si, eso es algo que siempre me llamo la atención, pero vez al final termine dedicándome a la extracción de metales cuando en realidad yo quería parlotear y parlotear frente al micrófono.
Pero en verdad que hacen muy feliz a este viejo, con esa noticia tan encantadora.
No se preocupe señor Gerardo, solo quedan algunos detalles mas y en un par de semanas estaremos listos para comenzar, solo necesitamos un poco mas de personal, y queríamos su opinión en algunos detalles estéticos.
Claro que estaré inmerso en esos pequeños detalles, ayudare a que quede perfecto, con razón me trajiste a este lugar, no venia desde que mariana había nacido.
Muchas gracias por tan buen día, y tan buenas noticias Octavio, en verdad que mi hija encontró alguien muy bueno para ella.
Me colma de elogios señor Gerardo, pero pronto todo podrá ponerse en marcha para que podamos empezar a transmitir.
Esa parte de la conversación para Fernando fue como una pequeña bomba habiéndose graduado hace unos 2 años de la carrera de ingeniería en telecomunicaciones, aunque había estado tratando de encontrar trabajo, la mayoría se encontraban demasiado lejos, imposibilitándole el apoyar a su familia como lo había estado haciendo hasta ahora, por lo que pudo escuchar el edificio se encontraba a 20 minutos caminando de aquel restaurante.
Con un pequeño plan en mente, Fernando sentía que quizá era la oportunidad de su vida, confiando únicamente en esa palpable sensación que lo abrumaba espero a que terminaran de comer, aunque cada segundo parecía una eternidad, pudo preservar y con un poco de nerviosismo se acercó a aquellos sentados en la mesa, acercándose, pudo notar que el señor Gerardo, era un poco bajo de estatura, de complexión media, con un tono de piel moreno claro, un bigote recortado, un cabello cada vez mas escaso pero vestido con un traje negro que acentuaba su figura como alguien de autoridad.
Por su parte a su lado Octavio, quien vestía un traje color café, de piel un tanto más claro, sin vello facial. Cabello bien recortado y ojos color miel, con estatura similar a la de Fernando.
Pronto frente a ellos Fernando no pudo evitar dar un pequeño trago para sus adentros.
Bueno aquí va, no pierdo nada preguntando, quizá un regaño de Carlos, pero que va, puede salir algo muy bueno de aquí, normalmente mantengo la racionalidad, pero algo me grita que debo intentarlo.
Pensando para sus adentros en lo que no fue mas que un parpadeo, Fernando pronto comenzó a hablar, de el salieron palabras tranquilas, con un tono no tan grave, pero con un sentimiento juvenil en él.
Hola buenas tardes, disculpen, no pude evitar escuchar su conversación, y preste atención en la parte en la que decían que buscaban personal para laborar, bueno quería preguntar si podría preguntar acerca del empleo, y si había posibilidad de que pudiera presentarme para él.
Fernando, sabia que afortunadamente gracias a unas de las cualidades que mas le gustaban de si mismo, era el no sentirse intimidado y rápidamente estar tranquilo, pudo desenvolverse y preguntar sin atragantarse por la emoción.
Al ser tomados por sorpresa tanto Gerardo como Octavio, giraron sus rostros para ver parado frente a ellos al joven Fernando.
Octavio por un instante miro a Gerardo esperando alguna reacción de este, y en menos de lo que toma el parpadear Gerardo se levantó, rápidamente evaluó a Fernando, ya que siempre le han gustado los jóvenes con iniciativa, le ofreció un apretón de manos a Fernando. El cual rápidamente acepto, un apretón no tan fuerte ni tan ligero, solo un buen apretón de manos. Gerardo aprobó en secreto al joven frente a él.
Bueno joven, veo que eres algo temerario eh imprudente, no es que me desagrade por supuesto (A Gerardo, siempre le habían gustado las personas con iniciativa, que no temían ser escuchados y a veces lo contradecían.)
Preguntabas acerca de formar parte de este proyecto verdad, pero que te parece si primero te presentas correctamente. Cuando viniste antes solo escuche tu nombre cuando tomaste la orden.
Pero ahora mismo me gustaría mas hablar con la persona y no con el empleado así que toma asiento.
Fernando rápidamente se sentó junto a ellos, tomo un pequeño respiro para organizar sus ideas.
Me presentare como me lo pidió señor Gerardo.
"Soy Fernando, actualmente tengo 27 años, soy ingeniero en telecomunicaciones, se ingles a nivel intermedio y alemán a nivel básico, eh hecho algunas practicas en diferentes lugares y eh tenido algunos empleos diferentes, pero siempre eh sido continuo en mi deseo de mejorar, también tengo un proyecto para publicar una novela, pero aun no a avanzado tanto como me gustaría.
Creo que es una buena introducción pare presentarte, dime Fernando, ¿Cómo es tu relación con tu familia? ¿Y que tan bueno crees que eres para el empleo? (si había cosas que Gerardo valoraba más, serian la familia y la relación que uno tuviera con ellos, ya que creía que si alguien quisiera un puesto de trabajo siempre que tuviera las calificaciones mínimas podría ser enseñado y preparado, así que muchas veces admitía gente sin experiencia para empezar a laborar con él, dejando que los veteranos ayuden a capacitar al nuevo)
"Por un instante" me detuve a pensar, en lo que llevaba de experiencia en las entrevistas, nunca me habían preguntado algo así, fue desconcertante y a la vez refrescante que alguien mostrara interés por el trabajador, es inconscientemente mejoro la impresión de Fernando sobre Gerardo.
Creo que no estaría de mas hablar un poco de mi familia y de mí mismo, pensé.
Sin compartir algo realmente profundo solo conte como era mi núcleo familiar, somos 5 personas en mi familia, mis padres y dos hermanos, mi padre casi siempre se encuentra trabajando y mi madre vende en un pequeño negocio, mi hermano ya no vive con nosotros pues estudia fuera de la ciudad y mi hermano mas pequeño esta por entrar a la secundaria, vivimos de una manera tranquila pero amorosa, creo que eso podría resumir el como es mi familia, y en cuanto a la segunda pregunta, me siento capaz de hacerlo, eh tenido algunas experiencias como parte de mi servicio, y se que podre adaptarme porque tengo esa capacidad.
Transcurrieron unos segundos de silencio, en lo que Gerardo pensaba, dio un rápido asentimiento, de su bolsillo saco una tarjeta de presentación, y se la entregó a Fernando con una pequeña sonrisa, este es el numero de mi secretaria, mándale mensaje mañana por la mañana y ella te informara de los detalles, yo mismo aún tengo que confirmar algunas cosas, pero bien podría decir que bienvenido a bordo, ¿verdad Octavio?
Si esa es su decisión, creo que nos alegrara trabajar con usted señor Fernando, respondió Octavio con una ligera sonrisa.
Ambos estrecharon su mano, pagaron la cuenta y se retiraron del lugar, no sin antes escuchar de Gerardo un "nos vemos pronto".
Fernando se quedo aturdido por unos instantes, procesando los eventos que acababan de ocurrir, "Creo que así deben de sentirse aquellas personas que encuentran sus propias oportunidades ¿no?,"
Terminando con su pequeño monologo interior, poco a poco los hilos del destino empezaban a entrelazarse.
Tras unos minutos de quietud en el restaurante se pudo escuchar un llamado.
"Fernando ¿puedes venir a mi oficina por un momento?"
Rápidamente me moví hacia la oficina de Carlos, con un ligero toque *tok tok*
Pude escuchar un "adelante", y con eso procedí a entrar dentro de la oficina.
Buenas tardes señor Carlos, para que me llamaba, había visto el reloj y eran aproximadamente las 3:20 de la tarde, no faltaba tanto para que saliera de laborar.
Aunque tenia una idea de por qué Carlos me había hablado.
Fernando, siéntate por favor.
Con un ligero asentimiento tome asiento, aquella oficina era un espacio algo reducido de color café, con algunos recuadros y fotos de la familia de Carlos, fotos con amigos y con algunos de sus trabajadores, era una oficina que daba una cálida acogida a quien estuviera ahí.
Hola, bueno creo que tenemos que hablar un poco Fernando, creo que fuiste algo imprudente al acercarte a platicar con esas personas, afortunadamente pudiste esperar hasta que habían terminado de comer antes de acercarte para hablar con ellos, es bueno que no se hayan molestado.
Si señor Carlos, lo lamento, se que fui imprudente, pero algo me decía que tenia que hablar con ellos, respondí con un pequeño suspiro de disculpa.
Entiendo, está bien, ¿podrías por favor platicarme de que hablaron?
Para mi buena fortuna el señor Carlos siempre había sido una persona muy comprensiva.
SI, lo que sucedió fue que había escuchado acerca de una oferta laboral relacionada a mi carrera y en un lugar muy cercano a aquí, así que pensé en preguntar, y para mi buena suerte me ofrecieron una oportunidad.
Ya veo, es bueno que aquellas personas te pudieran dar esa oportunidad, sabes que siempre te eh incentivado para que puedas desarrollarte y avanzar, así que espero puedas hacerlo.
De cualquier forma, sabes que si no se logra aquí tienes las puertas abiertas.
Aquellas palabras de Carlos habían tocado un poco mi corazón pues, aunque llevaba 4 años trabajando con él, la verdad es que lo conocía desde hace 15 años pues era tío de mi mejor amigo desde la secundaria, una persona que me había ayudado bastante.
Bueno Fernando avísame que día necesitaras libre para ir a eso, también si te dan el empleo espero puedas avisarme.
También el otro motivo de mi llamada era para preguntarte, cual de las dos opciones vas a pedir, ya que pasado mañana cumples un año más trabajando aquí.
El señor Carlos tenia la costumbre de que a sus trabajadores el día que cumplieran años trabajando aquí, aparte de darles una semana de vacaciones, también podían pedir alguna de las 2 opciones, un incentivo económico de 1200 pesos o una comida para 5 personas con todo lo que puedan comer.
Naturalmente dependía de cada uno que escoger, y en esta ocasión elegí la comida para mi familia la cual podría programar para el día de mañana que era sábado.
Perfecto Fernando, nos vemos el día de mañana, me dará gusto ver a tu familia.
Así transcurrieron varios minutos mas en lo que el turno de Fernando terminaba, pronto iniciaría su camino a casa, "había muchas cosas por platicar con su familia".
Al llegar a su hogar, estaba parado frente a una casa de tamaño común de color azul cielo bien cuidado, con un portón de color blanco, frente al hogar había una jardinera decorada con varios arboles de muchos tipos, daba la bienvenida un ambiente acogedor en aquella calle tranquila.
Inserte la llave en el pomo de la puerta y rápidamente entre al patio de mi casa, en el interior de una puerta estaban sentados mi madre y mi hermano, mi madre se llama Fernanda, tiene 51 años, y es una madre muy amorosa, aunque también muy estricta, podría decirse que encaja mucho en el estereotipo de mamá mexicana, aunque siempre tiene algún buen consejo para darme.
Por otro lado, mi hermano Leonel tiene 12 años, aunque es un poco vago con la escuela es muy vivaz, me sorprende a veces su ingenio y la forma en la que se le facilita el expresarse, creo que le ira muy bien en la vida, al menos soy muy feliz de haber influido en que sea un niño tranquilo.
Ahora solo quedaban 2 sillas vacías, una para mi padre y otra para mi hermano, mi hermano Javier de 24 años, hace ya un tiempo se había ido a estudiar al estado de puebla, su pasión por los autos lo llevo a estudiar una ingeniería relacionada a eso, y aunque algunos fines de semana esta o en periodos vacacionales se encuentra aquí, la mayor parte del tiempo ver su cuarto vacío es a veces algo a lo que no termino de acostumbrarme, el es con quien eh pasado la mayor parte de mi vida, y siempre eh creído que lograra sus metas.
Y bueno al final esta mi papá, con él, eh tenido una relación un tanto extraña, al menos lo que fue mi juventud, antes de los 20 años no sabia ni por donde empezar a poner los pies, y eso ciertamente causo muchos conflictos con él, aunque siempre nos a apoyado y estado en momentos importantes la verdad es que se la pasa trabajando, realmente nunca esta en casa, y ahora que eh crecido comprendo que su forma de amarnos es distinta.
A veces realmente me hubiera gustado haberlo entendido hace muchos años atrás, quizá las cosas pudieron haber sido diferentes, y aunque siento que mi vida es buena, quizá pude haber tenido otros caminos muy distintos.
Solamente ahora es la vida que vivo, y tengo que seguir adelante.
Con una ligera sonrisa salude a mi mamá y a mi hermano.
"¿hola, buenas tardes, como están?"
Hola hijo, buenas tardes, ¿pues todo va bien, a ti como te ha ido? Mi madre me contesto con aquel tono gentil con el que casi siempre me hablaba.
Y aunque de reojo vi como mi hermano pequeño solo daba un ligero asentimiento sin soltar su vista del celular.
Solo suspire para mis adentros.
Bien ma, solo hay unas cosas que quiero platicar con ustedes.
¿De qué se trata Fernando?, vi a mi madre poniendo cara de curiosidad, mientras aquellos hoyuelos se le formaban, su cabello negro pintado de algunos rastros blancos y su sonrisa tranquila dejaban ver un vestigio de la belleza que tenía en su juventud y que ahora se había transformado en una apariencia de una madre muy bonita.
Lo que sucede es que, hoy creo que logre obtener una muy buena oportunidad, en mi trabajo llegaron unas personas, un joven y un señor un poco mayor, hablaban sobre lograr uno de los sueños del señor, que era tener su propia radio emisora, y bueno creo que logre meterme en la conversación y preguntar acerca del empleo, al final creo que salió mejor de lo esperado.
¡ay hijo! Creo que fue inoportuno, ¿no se enojo el señor Carlos? Pregunto mi madre viéndome extrañada.
No mamá, el señor Carlos siempre me a alentado a buscar nuevas oportunidades, pero fue extraño esta vez.
Solamente sentí que debía de preguntar, algo en mi interior se agito y simplemente cuando menos lo esperaba ya estaba platicando con ellos.
Por un instante la cara de mi madre se quedo en blanco, cuando de pronto solo la escuche decirme, creo que son solo elecciones que tomamos, si tu lo creíste correcto no importa lo demás.
Bueno en eso tienes razón ma.
En ese momento Leonel, me miro y dijo, y bien ¿cuándo empiezas a trabajar para el soñador?
Eso aun no lo sé, todavía tengo que hacer una cita y pasar algunas pruebas, pero creo que me ira bien.
Bueno, mucha suerte Fer, mi hermano menor tendía mucho a usar un tono muy sarcástico y burlón al hablar, aunque siempre notaba la empatía que había detrás, aun sigo sin resolver como su personalidad se hizo así.
Aunque también tengo otra noticia más, por motivo de cumplir años laborando en el restaurante, esta vez escogí la comida familiar, entonces mañana nos esperan, se que papá llegara mañana temprano, entonces podríamos ir por la tarde ya que no estoy obligado a ir ese día a trabajar.
Me parece bien hijo, yo le llamo para decirle que mañana toca cenar gratis.
Ya sabes que a tu papá le encanta la comida de ahí.
Es cierto Fernando, hace mucho tiempo que no comemos ahí, ya extrañaba su comida. Pude notar la alegría y la anticipación en las palabras de mi madre y de mu hermano.
Tras una comida con mi familia, me retire a mi habitación a seguir trabajando en mis proyectos, de momento solo quería enfocarme en eso y cuando al fin me había sentido satisfecho con el avance, ya eran pasadas las 10 de la noche.
Acomodé mis cosas y me fui a dormir, mañana y los días venideros serían muy agitados.
"Temprano por la mañana."
Como hacía en mis días de descanso, empezaba el día a las 9 am, desayunaba un pan con leche, tomaba un baño rápido en la regadera, y lavaba los trastes acumulados del día anterior.
Pronto así una hora y media había pasado eran las 10:30 de la mañana.
Creo que es buena hora para marcar, con un poco de nerviosísimo saque mi teléfono celular, pronto marque el numero en la tarjeta.
Tras unos segundos de espera pude escuchar un, "Buenos días, Está hablando al grupo Diamante, le atiende la señorita Helen, una voz agradable y de tono profesional me dio la bienvenida al otro lado del teléfono.
Hola buenos días, habla Fernando, el día de ayer el señor Gerardo me dio una tarjeta de presentación, que contenía este número, me comento que usted me daría la información acerca del empleo.
Si, el señor Gerardo me informo que marcaría el día de hoy, permítame unos instantes.
¿Este es su número telefónico verdad?
Si, así es señorita.
Esta bien, en unos momentos le enviare un mensaje a su número, con toda la información pertinente.
Que tenga un excelente día.
Gracias igualmente, y con ese pequeño intercambio me quede esperando a que la información llegara, y de igual modo ese sería mi primera interacción con Helen, una chica muy estoica pero una gran amiga que tuve.
Tras unos instantes más de espera había llegado la notificación de un numero desconocido el cual no agregue, pero abrí la bandeja, mande un mensaje agradeciendo la ayuda y leí el mensaje.
[Buenos días señor Fernando adjunto la información requerida en el mensaje de abajo.
Se le informa que deberá presentarse a las 10:00 am el día viernes 26 de febrero, en calle sésamo, colonia roble, en la delegación Cuauhtémoc código postal 01323, en el edificio que está ubicado en la esquina de las calles Venecia y rio azul, con el nombre "radio amigo", traer la documentación necesaria marcada en la siguiente imagen.
*recomendación: llegar 10 minutos antes de la hora señalada, llevar identificación oficial pues se le otorgara un gafete para el recorrido.]
Tras leer la información y ver ambas fotos con la documentación requerida y un pequeño croquis de como llegar, ya tenia fecha para ir a hacer mi prueba la siguiente semana y tenía confianza en mí mismo.
El día siguió con normalidad, avance con mi proyecto y toque un poco la guitarra, hacia tiempo que no lo hacía, pero por estas fechas me ponía algo nostálgico.
Hasta que llegaron las 6:00 pm mi padre entraba por la puerta, y yo alistaba el carro para irnos, en cuanto dejos sus cosas todos subieron abordo, esta vez manejaba yo porque él estaba muy cansado.
Rápidamente llegamos al restaurante, pues yo vivía en las cercanías a metro constitución, no era tanta la distancia que tenia que recorrer, cuando llegamos fuimos bien recibidos por mis compañeros y amigos.
Cada quien pidió el platico que mas le apetecía y empezamos a escuchar las historias que mi papá tenía para contar.
Mi padre es conductor de camiones, lleva todo tipo de cosas, a veces llega a pasar semanas enteras sin regresar a casa, sabemos que al final lo hace por nosotros, pero a sido mucho tiempo el que se ha perdido.
Aunque ciertamente cada que regresaba siempre traía regalos, o alguna cosa que se le haya hecho curiosa en el camino, lo que más me gustaba escuchar eran las historias que contaba, muchas de ellas a veces eran de algún relato espeluznante o de algún amigo que haya hecho en sus viajes,
Como siempre la mesa estuvo repleta de risas y preguntas que hacíamos, que a mi padre le resultaba divertido contestar, aunque entre platicas, me remontaba a cuando lo escuchaba de niño, pero ahora también entiendo que siempre nos cuenta la parte divertida, nunca contaba lo que había detrás, la soledad o el miedo que se puede llegar a sentir, aunque eso será algo que no debía externar, solo seguí disfrutando de la conversación.
Y así un día más se fue volando.
Pronto habían pasado los días había pedido un descanso con el señor Carlos, El cual me otorgó después de eso ya no tenía preocupaciones solamente preparé mis cosas y ya había llegado el día. Esa mañana empezó como cualquier otra, me desperté temprano, Toda mi rutina iba De acuerdo al plan solamente lo único que iba a cambiar el día de hoy era mi destino de llegada, pronto puse mi música y empecé a recordar un poco del pasado, perdido entre pensamientos rápidamente se fue el tiempo.
Cuanto menos me lo esperaba ya estaba frente al edificio, ese edificio que se convertiría en una fuente de historias para mi yo futuro.
Entre por aquellas puertas de cristal, una planta baja con un pequeño mostrador me daba la bienvenida y aunque parecía un espacio grande, daba la impresión de estar un tanto reducido, con su interior blanco, escaleras en la parte del fondo de la derecha, pequeños cubículos esparcidos en la planta baja, y algunas cuantas personas se podían ver yendo y viniendo.
Miré en mi teléfono la hora, eran actualmente las 9:52 am, había llegado a tiempo, pronto me dirigí a la recepción en donde fui bien recibido y tras una pequeña inspección se me otorgo un gafete de color azul, seguí las indicaciones que me dio la recepcionista, y me dirigí hacia el segundo piso.
Se me había indicado el dirigirme a la puerta con el número 103, así que rápidamente ubique la puerta, Con un ligero toc toc toque la puerta espere algunos segundos, Escuché un adelante, abrí la puerta y al entrar me recibió una oficina pintada de color café, se veía elegante, dentro estaba sentado un señor con una camisa de color amarillo con los zapatos bien boleados que tenía en sus manos unos documentos y frente a él una laptop, aunque tenía una barba bien recortada se le veían los ojos extremadamente cansados, al parecer era el de Recursos Humanos pronto me dio una mirada. ¿Hola buenos días, qué es lo que lo trae aquí el día de hoy?
Hola buenos días, soy Fernando, me dijeron que viniera a esta oficina, la recepcionista me indicó que usted me daría mis indicaciones.
¡oh, entiendo! ¿para que puesto aplica usted? Me pregunto el de recursos, con un tono curioso.
Aún no lo sé me dijeron que trajera toda mi documentación y bueno yo estoy certificado como un ingeniero en telecomunicaciones
Ah ya veo, con qué ese eres tú.
Sí había recibido el informe de que alguien se postularía el puesto de ingeniero en telecomunicaciones, te estaba esperando, deja termino de acomodar mis cosas y en un momento más estaré contigo.
Rápidamente acomodo lo importante y la pila de documentos la hizo a un lado, tomo una llave de su escritorio y me invito a salir de la oficina.
Caminamos recto por el pasillo, rápidamente llegamos a otra habitación numerada con el número 115.
Vi como tocaba la puerta y de ahí saldría un hombre de edad avanzada que tenía un semblante muy amigable.
¿Qué pasó Sebastián, para que me necesitabas?
Hola Raúl, ah pues te traigo Fernando, me indicaron que lo trajera contigo para que le realizaras la prueba.
En ese momento vi a Sebastián girando su mirada hacia mí, bueno Fernando te dejo en las capaces manos de Raúl, él te indicara todo lo que necesitas hacer, espero verte en un rato, nos vemos y con una cálida sonrisa se despidió.
Fernando verdad, Raúl me dijo: tenemos que ir a la sala de grabación, puede que te fallen algunas cosas, pero yo te indicaré lo que tienes que hacer, rápidamente lo seguí, en lo que iba caminando con Raúl empezamos una ligera plática, me explicó que él era ingeniero en audio y sabía de telecomunicaciones ya qué llevaba trabajando más de 30 años con una edad de 58 años, por eso podía ver como su cabello estaba adornado por un blanco apagado.
Continuamos caminando durante un tiempo, y subimos al tercer piso, en el cual el numero de habitaciones se había reducido a 10, las cuales eran todas salas de grabación, nos dirigimos a la numero 9 la cual estaba en fases de prueba, quedando únicamente la numero 10 por revisar.
Raúl saco una llave de su bolsillo y abrió la puerta, dentro a primera vista se podía ver todo el equipo, un enorme cristal en el medio y una puerta que conducía hacia el interior de la habitación ya que estaba seccionado en dos partes, dentro habían ya 3 personas esperando, la sala de grabación estaba pintada con un azul cielo, con tintes blancos que acentuaban mas el color principal, todo se veía debidamente ordenado, Raúl saludo al personal, y ellos rápidamente entraron sentándose en unas sillas preparadas para ellos, con una mesa en el centro que contenía botellas de agua.
Bueno chico creo que es hora de empezar, ellos van a realizar un programa, un pequeño podcast sobre relatos de terror, probaremos primero con un canal aislado ya de ahí iremos encontrando el mejor camino para la comunicación, iremos regulando el sonido y afinando todos los pequeños detalles.
Nos aproximamos a la consola todo parecía tan nuevo lucia todo recién comprado, Raúl me dijo: bueno creo que deberías de mostrar un poco lo que sabes hacer, así que adelante empezaremos el programa a tu señal, todo ya viene preconfigurado, sólo tendrás que dar unos pequeños ajustes, si tienes alguna duda puedes decirme, sé que lo harás bien.
Raúl me hizo un gesto de pulgar hacia arriba, a pesar de que su voz sonaba algo golpeada, tenia mucho carisma y era algo extrovertido, me acerque a la consola, tras algunos segundos de inspección había notado los controles principales y ya tenia idea de la configuración que tenía.
Di un pequeño suspiro pronto Presione el botón del micrófono que daba hacia el interior de la sala les dije podemos empezar ahora ya tenía todo encendido y estaba escuchando a través del canal privado, rápidamente escuche las voces y me puse a configurar, ajustar y ecualizar todo, pasaron los minutos. La plática, la grabación y el sonido iban de maravilla, no fue tan complicado como creí, tras media hora el pequeño podcast había terminado, la prueba había salido excelente.
Muy bien Fernando con una pequeña carcajada Raúl me dijo: lo has hecho excelente, a pesar de que la consola viene en inglés, lo has hecho estupendo.
Bueno pues solo queda darte el visto bueno, ya que tu te encargaras de la sala 9 y 10 estarás cuidando de todo lo que sucede en esas salas, reportar y atender cualquier anormalidad, si el equipo necesita mantenimiento puedes darlo, aunque también tenemos gente para eso, pero este equipo y estas salas quedan a tu cuidado.
Raul se acerco a un pequeño estante del cual saco varios libros pequeños, camino en mi dirección y me los entrego, eran 7 manuales que tenia que leer, "con estos conocerás perfectamente a tus compañeros" ire a pasar mi reporte, puedes esperarme en esa silla, señalando la silla que estaba frente a la consola, familiarízate con tu entorno y conoce a la gente que estará contigo.
Iré a dar mi reporte, nos vemos en un rato vi a Raúl saliendo por la puerta mientras seguía escuchando un poco de la conversación que se desarrollaba en el interior de la sala.
*Oye, que buena onda que nos hayan dado la oportunidad de poder poner nuestro programa al aire.
Eso es verdad, que bueno que vi el comunicado en redes, la verdad no creía que fuera a una escala tan amplia.
Tienes razón,
Aunque no sabemos cuanto tiempo vaya a durar esto, ¿o ustedes que creen?
Eh, la verdad no lo sé, aunque estos días escuche algunos rumores.
¿Qué clase de rumores escuchaste?
Estaba hablando con los trabajadores, con algunos de los que vinieron a poner el equipo y a pintar.
Al parecer, todo esto empezó como un regalo de cumpleaños para un tal Gerardo, su hija y su yerno le quisieron cumplir un sueño que tenía el señor.
Aunque se me hace un bonito gesto, eso no nos da ninguna clase de seguridad,
Ya lo creo, aunque bien podríamos sacar el mayor provecho y darnos a conocer en las diferentes plataformas que hay, es un ¿ganar-ganar no?
Yo digo que sí, saquemos ventaja en lo que se le pasa el gustito al viejo.
Bueno, de cualquier forma ¿no creen que deberíamos de conocer al Inge?
Tienes razón, deberíamos ir a conocerlo, estaremos en este barco juntos al menos hasta que se hunda, deberíamos de llevarnos bien.
No seas tan pesimista, al menos piensa que va a durar un buen tiempo.
Vamos chicos, hay que salir a saludar.
"se ve que se llevan muy bien" eso pensé cuando estaba escuchando todo lo que estaban diciendo, aunque creo que ellos no se habían percatado de eso, pero bueno, no importa…
Pronto de la puerta salieron 3 jóvenes de aproximadamente la misma edad que yo, el de los comentarios pesimistas traía una camisa roja de cuadros, con una barba de chivo, y el cabello muy recortado, el que era chismoso usaba una camisa lisa azul sin nada de barba y el cabello largo, y por ultimo el de la iniciativa para saludarme tenia el cabello pintado de azul, con una barba de candado y una playera muy holgada.
Conforme fueron saliendo, me empezaron a saludar.
Hey, hola ¿qué tal? Me saludo primero el del cabello pintado, un gusto, soy javi.
Después me saludo el de la camisa azul, quien se llamaba samuel, y por último Pedro de la barba de chivo.
Hola un placer, soy Fernando el ingeniero a cargo de esta cabina (sinceramente se sintió muy bien el poder decir que estaba trabajando en algo para lo que estudie)
Los 3 eran similares en estatura a mí, siendo javi el mas alto, con una piel mas blanca, y en general un ambiente mas tranquilo y relajado, Samuel por su parte era un poco mas bajo que yo, con un semblante algo más sombrío, pero de pinta divertida, por último, Pedro parecía un poco más distante, quizá tenía una vibra diferente.
¿con que un podcast de relatos de terror eh? Pregunte con un tono dubitativo, de forma que pudiera seguir la conversación.
Aunque había escuchado la mayor parte de la narración, mi mente no había procesado por completo lo ocurrido, estaba mas concentrado en hacer un buen trabajo que en el contenido del equipo.
Si así es, ¿Qué tal te parecio?, si nos estabas poniendo atención ¿no? Me pregunto javi en un tono inquisitivo con los ojos entrecerrados y una ligera sonrisa burlona.
Estaba claro que el grupo se desenvolvía alrededor de él. Parecía ser fácil ser amigo de él.
Claro que lo hice, (aunque eso fue ya al final pensé para mí mismo)
Me gusto la parte en la que Samuel nos contaba acerca de los relatos que su abuelo le contaba de niño.
Me sentí muy identificado con él, ya que mi padre al ser conductor de tráiler tiene muchísimas historias,
Como contabas tú que tu abuelo fue velador y guardia nocturno, creo que tenemos algo en común.
Vi algo de nostalgia reflejarse en los ojos de samuel al mencionar esa parte, aunque vi formarse una ligera sonrisa que se dibujaba en sus labios, creo que empezamos bien esa fue la idea que me llego en ese momento.
De igual modo creo que pedro hizo un gran aporte al contar relatos raros de la antigüedad.
Me gustaron mas esas partes por que son las que más me identificaron.
Fernando verdad, pedro de repente dijo: creo que nos llevaremos bien, eres mas agradable de lo que esperaba.
Aunque el comentario de pedro fue algo desacertado no me disgustaban las personas que eran directas con lo que dicen y sienten, al contrario, creo que son mucho más fáciles de tratar y eso a su vez hizo que mi impresión de el aumentara.
Sabes, creo que si nos va bien podrías ser un invitado recurrente Fernando, aunque samuel daba la impresión de ser más tímido había comentado eso, y ciertamente era una idea que me agradaba.
Si se da la oportunidad ciertamente la tomare, le respondí a samuel con confianza en mi voz.
Después de eso tuvimos una ligera charla en la que platicábamos de cosas muy triviales, hasta que llego el punto en donde me preguntaron cómo había llegado al puesto, si me había enterado por redes como ellos, a lo que yo les conte la forma tan curiosa en la que había llegado a este momento.
¿crees en el destino Fernando?
De repente javi me pregunto.
¿Destino eh? Quizá cierta parte de mi quería creer en ello, aunque a lo largo de mi vida, la ambigüedad de algo así había hecho que no lo tomara en serio, y preguntas de ese tipo rondaban en lo más profundo de mi mente.
Creo que puede existir algo como tal, pero prefiero pensar que yo mismo soy quien conduce mi propio camino, aunque no me vaya bien, soy feliz con la idea de que solo yo hago lo que hago.
Creo que esa es una excelente respuesta Fernando javi respondió y al unisonó los 3 me dieron un pequeño aplauso, (aunque creo que era algo extraño, no era para nada desagradable el sentirse integrado a un grupo)
Aunque los 3 vieron mi cara algo extrañada, solo se rieron.
Samuel entonces dijo, no te preocupes, somos asi, vivimos la vida un poco mas tranquilamente que la mayoría. Y nos gusta ser mas libres, así que creo que será grato trabajar contigo.
Solo di un ligero asentimiento algo nervioso, (aunque a lo largo de mi vida había podido llevarme bien con todo tipo de personas, gente tan atentica como ellos me parecía rara de encontrar, quizá la gente solo fingía ser quien se mostraba)
Ya lo creo, esperemos podamos trabajar durante mucho tiempo juntos sonreí mientras respondía.
Eran pocas las oportunidades de trabajar con compañeros que también fueran tus amigos, y esos recuerdos me llenan la mente cada vez que pienso en el pasado.
Continuamos charlando por alrededor de unos 20 minutos más, cuando de pronto abrieron la puerta, era Raúl quien había regresado.
Bueno Fernando, veo que se llevan bien, escuche algunas risas, así que es bueno que puedan convivir, venia a decirte que pasaras a recursos humanos para firmar tu contrato, y no olvides llevarte tus manuales.
Eché los manuales que Raúl me había dado dentro de la mochila, y me despedí de los chicos y de Raúl, quien me había comentado que tenía que hacer pruebas en la sala número 10.
Sali de la sala y me dirigí al área de recursos humanos, pronto toqué la puerta, Sebastián me dijo que podía pasar, en el momento en el que entre Sebastián ya tenia listo algunos papeles, me dijo, adelante puedes leer el contrato, tomate el tiempo que necesites.
Me puse a leer detenidamente el contrato, aunque no era la primera vez que firmaba uno, si eran contratos muy distintos.
Pronto estuve satisfecho con el sueldo marcado y con las prestaciones que nos daban.
El señor Gerardo era algo mas generoso con sus trabajadores y les daba un sueldo digno, aunque iba a tener un poco más de responsabilidad ganaría bien,
Los días domingo descansaría, los sábados solo trabajaría de 10:00 am a 2:00 pm
Y entre semana de 8:00 am a 4:00 pm con una hora para comer.
16,000 pesos al mes era una gran cantidad que me permitirá hacer muchas mas cosas y posiblemente financiar mis proyectos.
Mientras estaba soñando despierto Sebastián me interrumpió.
Bien Fernando, con todo esto en orden, aquí esta este documento para que tramites tu tarjeta en donde se te depositara, y empiezas oficialmente desde el lunes a laborar con nosotros.
Por el momento los siguientes 11 días a partir de que empieces a trabajar con nosotros, se usarán para terminar de preparar todo lo necesario, tanto nuevas personas que harán pruebas para ver si se unen a nosotros o no, como el terminar de montar las secciones que presentaremos.
Todo tiene que estar listo para nuestro gran lanzamiento, el 11 de marzo radio amigo estará oficialmente al aire, al menos así coincidiremos con el cumpleaños del señor Gerardo.
De igual modo te informo que el señor Gerardo, tendrá una sección propia cada viernes en la sala número 10 de 10:00 a 12:00 pm, aunque esa noticia me ponía algo nervioso confiaba en que lo haría bien
Tras eso vi como Sebastián extendía su mano a lo que contesté con el mismo gesto estrechando su mano.
"bienvenido a radio amigo" y con esa frase empezaba otra etapa en mi vida.
Tras salir de aquel lugar me dirigía para hablar con Carlos, para mi buena fortuna estaban ambos sitios lo suficientemente cercanos, tras aproximadamente 20 minutos de caminata había llegado al restaurante "la vida rica", con un poco de nostalgia abrí la puerta, pronto fui recibido por mis compañeros, en especial Cristian quien me saludo enérgicamente.
Hola Fernando, ¿Cómo te fue? ¿Lograste conseguir el empleo?
Con una pequeña sonrisa le respondí afirmativamente.
Jajaja muy buen hombre, eso hay que celebrarlo con los amigos ¿no crees?
Hoy saliendo, del trabajo podemos ir a beber a nuestro bar favorito.
¿Qué te parece?
Seguro, eso suena como un buen plan para mí, respondí enérgicamente. (la verdad me sentía muy emocionado de contar las noticias, pero quería hablar primero con Carlos.)
Bueno Cristian, permíteme un momento, iré a hablar con Carlos.
Si, seguro, no hay problema.
Te deseo suerte.
Con esas palabras toque en la oficina de Carlos, cuando escuche el familiar "adelante" que lo caracterizaba.
Pronto me adentre en su oficina
La vista familiar de Carlos leyendo documentos en este punto ya era un recuerdo grabado para mí.
Carlos era una persona bastante admirable, aunque algunas veces testarudo pues le gustaba hacer las cosas por si mismo, como con el restaurante, que originalmente no tenia el tamaño ni la fama que tiene ahora, pues fue fruto del arduo esfuerzo que puso Carlos para lograr lo que era hoy en día.
Originalmente un negocio familiar, Carlos trabajo en su juventud junto a su padre en ese restaurante, mientras estudiaba, y se recibía como administrador, junto a su facilidad para las palabras y su habilidad para la cocina, junto a su gran terquedad dieron paso a que prosperara y se haya mantenido durante muchos años.
Por eso él era quien dirigía cada paso que daba el restaurante y al mismo tiempo se encargaba de muchas cosas por sí mismo.
Buenas tardes Fernando, escuchando a Carlos saludarme, pensé en que, aunque algo bajo de estatura tenia su forma de imponer autoridad en sus empleados.
-aleje mi mente de esos pensamientos triviales-
Buenas tardes Carlos, ya Sali de mi entrevista y quería venir a platicar contigo.
Si Fernando, cuéntame ¿qué tal te fue?
Pues veras, hoy en la mañana iba todo bien hasta que llegue a aquel edificio…
Y así fue como le Conte a Carlos lo que había sucedido a lo largo del día.
Ciertamente parecen un grupo divertido ese javi, Samuel y Pedro. Aunque ese javi aparte de llamarse igual que tu hermano, creo que se parecen un poco.
Verdad que sí yo también lo pienso, "ciertamente Carlos era un muy buen oyente y platicador".
Platicamos un poco mas antes de llegar al verdadero asunto que tenía rondando mi mente.
Carlos, lo llame con un tono un poco mas bajo de lo habitual.
Si, Fernando, puedes decirme.
Aunque Carlos era mi jefe, con los años de conocerlo, sentía que era parte de mi familia.
Bueno Carlos, te quiero agradecer por estos años que me has dado un lugar aquí en "la vida rica" gracias por los cumpleaños y el buen ambiente y trato que me diste al formar parte de esta gran y bonita familia.
Fuiste un muy buen mentor y consejero, a quien le debo mucho, (en ese momento un poco de sentimentalismo me había ganado, cuando recordé esa vez en la que se me dio la oportunidad de trabajar aquí)
Hace 4 años, cuando tenia 23 años, estaba pasando por un mal momento, tanto económico como emocional así que fui a visitar a mi mejor amigo José, mientras platicaba con él, justo cuando mencioné necesitar de un empleo, porque ya no podía solventar los gastos de la universidad, en ese momento Carlos estaba escuchando.
Si gustas puedes venir a pedir empleo en mi restaurante, ya encontrare alguna forma en la que puedas trabajar y terminar tus estudios.
En aquel momento, Carlos para mi era mas como un tío amigable, del tipo que le puede dar sus primeras cervezas a un par de amigos de 16 años, o del tipo que podría ir a ayudarte cuando tu neumático estaba pinchado.
Aunque esa me parecía una buena propuesta, no estaba del todo seguro, me tomo algunos días el tomar esa decisión que de cierta forma me habría llevado a hoy.
Por esa hospitalidad y apoyo me sentía muy en deuda con Carlos.
Vamos chico, no te preocupes.
Yo siempre supe que en cualquier momento ibas a avanzar más.
Y es bueno que aun seas muy joven, te esperan grandes cosas Fernando.
(Con esas palabras Carlos se levantó de su silla y me dio unas palmadas en la espalda, que me recordaron a la primera vez que lo hizo cuando se burlo de mi cabello cuando tenia 15 años y quería ser rebelde o al menos eso quería aparentar, fue a esa edad que empecé a interactuar un poco más con él.)
Gracias por todo Carlos.
No hay de que niño, jaja
Esa risa de Carlos, -la recuerdo aun a día de hoy-
Tras conversar un poco más con Carlos, de repente me dijo:
Has sido un buen trabajador, un excelente muchacho y aunque no pude darte nada el día en que te recibiste déjame darte un presente.
El domingo quisiera que vinieras aquí al restaurante, te tengo preparada una sorpresa.
Pero quiero que recuerdes que aquí siempre tendrás una casa si necesitas regresar.
Muchas gracias señor Carlos, con eso dicho, un poco de calor inundo mi corazón.
Sali de la oficina, me reuní con Cristian y le dije que regresaría en cuanto terminara su turno, iba a dar un ligero paseo por bellas artes, ir a comer algo y despejar mi mente antes de regresar.
Y así fue como lo hice, fui al metro y llegue a bellas artes, pase a comprar una torta de suadero, camine un poco más y fue cuando me fui a sentar, delante de mi la vista de diferentes parejas bailando lleno mis ojos.
Para mis adentros pensé que eso era algo muy lindo, por un instante no pude evitar pensar en mi anterior relación, algo que, aunque "seguía" había muerto ya hace mucho tiempo, aunque fue poco tiempo el que estuvimos, alrededor de unos 7 meses, rápidamente fue en picada todo el asunto cuando descubrí ciertos mensajes extraños, en ese momento la había confrontado y las cosas terminaron de ese modo.
Pero bueno quizá ya sea algo que habrá quedado en el pasado.
Me sumergí dentro de la contemplación viendo como el baile continuaba, seguía comiendo, y navegué en mis pensamientos.
Pronto todo eso que tenía acumulada parecio por fin poder irse tras buenas noticias que había recibido, aunque mi corazón cansado por fin pudo sentir que era regado, como si de alguien sediento en el desierto encontrara una botella de agua. Así pude liberar todo aquello que aquejaba mi mente.
Fueron algunas horas fructíferas, quizá hoy podría ser un día de liberación mental.
Regrese al restaurante, siendo ya las 4:30 pm decidimos ir a un bar cercano.
Éramos Cristian, Alejandro, Luis, Margarita y yo.
A Alejandro lo había invitado Cristian, quien a pesar de que era su día de descanso había venido a despedirme.
Ellos eran con quienes más convivía en mi día a día, aunque en verdad se podría decir que entre todos ellos con quien mejor me llevaba era con Cristian.
Fuimos al bar y empezamos a tomar un poco, entre platicas y recuerdos el tiempo se empezó a ir, hoy había sido un día algo triste y feliz, por que pude liberar ciertas emociones que me tenían encadenado, me estaba despidiendo de mi segundo hogar, y estaba feliz por el nuevo emprendimiento que venía a continuación.
Entre mas tomaba la nostalgia seguía llegando, entre risas y recuerdos seguíamos divirtiéndonos.
Eran ya la 1 de la mañana, cuando decidimos irnos.
Yo siempre había sido de controlar la bebida, aunque por la ocasión hoy decidí permitirme el beber un poco más.
Afuera del bar, Cristian, Alejandro, Luis y Margarita iban para el mismo rumbo.
Así que me despedí primero de ellos quienes se fueron juntos en un taxi, mientras yo esperaba, inadvertidamente mi mente me recordó que pronto llegaría el 6 de marzo, mientras veía el centro de la ciudad inundada por el frio de la noche, y una oscuridad que apenas era difuminada por la tenue iluminación, sentía que aquella fecha evocaba ciertos sentimientos agridulces.
Tome el taxi, y mientras pensaba en el pasado, llegue a mi casa, sin hacer mucho ruido me fui a dormir.
Mañana seria otro día, quizá menos nostálgico que hoy.
El día sábado lo pase con normalidad, mi familia me había felicitado por las buenas noticias.
Nuevamente un día más se había ido y había llegado el domingo, Cristian me había mandado un mensaje en el cual me decía que llegara al restaurante a las 5:00 pm, durante gran parte del día lo único que hice fue descansar mi mente.
Pronto me había arreglado un poco para ir al restaurante. (yo imaginaba que quizá se trataría de alguna comida grupal).
Sali de mi casa y aunque la sensación era diferente, tenía muchas ganas de llegar.
Con una gran sonrisa, entre al restaurante, quizá pasaría mucho tiempo antes de que regresara aquí pensé.
Fui bien recibido por mis compañeros.
Cuando de pronto Carlos me estaba esperando junto a mis compañeros de ambos turnos, y nuestros dos cocineros.
Frente a mi estaban, Carlos, Cristian, Margarita, Luis, Alejandro, Roxana, Perla, Issac, Erick, Alberto y Daniel.
Con todos ellos había interactuado muchísimo, de Alberto y Daniel había aprendido a cocinar diversos platillos, con Cristian podía platicar de trivialidades por horas sin llegar a nada ni aburrirme, con Luis y Alejandro me gustaba hablar de series y películas, con Roxana y Perla eran platicas interesantes, con Roxana sobre tecnología que le apasionaba y con perla sobre eventos paranormales que le gustaba oír,
Por último, Erick eh Isaac, ambos eran muy allegados al anime y podía platicar con ellos de eso ya que influyeron en que viera algunos.
Con todos había formado una sincera cordialidad y respeto, había logrado sentirme muy a gusto con todos.
Ese día habían cerrado el restaurante para darme una pequeña fiesta final, usualmente hacíamos algo así solo a final de año, pero me alegre mucho de que hicieran eso por mí.
Reímos, comimos, bailamos, cantamos, tomamos, Hubo muchas anécdotas que compartimos.
Fue un bonito cierre, para mí, ese día fue especial.
Eran aproximadamente las 10 de la noche, cuando ya estábamos por partir porque, aunque yo me iba, ellos aun tenían que regresar al día siguiente.
Ya estaba terminando de recoger sillas y ayudar con la limpieza, cuando Carlos me pidió un momento para pasar a su oficina.
Pronto lo acompañe.
Y ya sentado dentro de su oficina me dijo:
¿Cómo estuvo la sorpresa?
Espero te haya gustado.
A lo que yo le respondí que me había encantado.
Sinceramente fue un gesto que aprecie muchísimo.
Bueno Fernando, ya solo resta darte un finiquito de acuerdo a lo que trabajaste, y un extra que te quiero dar para apoyarte, pronto Carlos me extendió un sobre que tenia mi nombre escrito, en el cual dentro se encontraban 25:000 pesos.
Era una suma bastante considerable para terminar mi trabajo.
Señor, creo que esto es demasiado, le dije con un tono algo desconcertado y nervioso, (yo creía firmemente que no me iban a dar tanto, sinceramente pensé que era mucho).
Tómalo hijo, te lo mereces, y velo como una inversión en tu futuro.
Con un poco de aprehensión tome el dinero y solamente me quedaba agradecer una vez más al señor Carlos.
Ya que te di eso, creo que hoy debería de llevarte a tu casa, me daría pendiente que estuvieras cargando esa suma solo.
Tras eso espere al señor Carlos, y juntos nos dirigimos al estacionamiento privado que se encontraba a la esquina del lugar.
Era uno de los muchos que podían encontrarse en el centro de la ciudad.
Pero el mas accesible para el señor Carlos quien ya desde hace mucho conocía al dueño del lugar.
Nos subimos a su automóvil y el empezó a conducir, a esas horas el trafico era mínimo, y mientras íbamos viajando charlamos un poco más, escuche como se desahogaba un poco el señor Carlos acerca de su hijo Adair, quien no se estaba esforzando lo suficiente en la escuela, y se estaba rebelando.
Yo di algunos consejos, pero en mayoría prestaba atención a lo que el me platicaba, era muy cierto que ahora mismo su hijo le estaba dando dolores de cabeza.
Aunque no tenia mucho contacto con el hijo del señor Carlos, sí que lo había tratado mas cuando era mas joven pues ahora mismo, Adair tenia ya 22 años, siendo yo 5 años mayor, y cuando vivía junto a su padre Carlos recuerdo que cada que iba a casa de mi amigo José, aquel niño pequeño siempre quería que jugáramos a la pelota con él, aunque eso duro unos 5 años, antes de que se fuera de ahí con su madre.
Ciertamente es difícil, bien podría entender que era estar sin un guía o no saber a dónde ir.
Solamente podía dar pequeñas frases de aliento en lo que Carlos me platicaba, mas que nada por que el era su padre y las decisiones que tomara deberían ser en las que el creyera que eran correctas para apoyarlo.
En este momento Carlos me diría una de las frases que más repercutirían en mi vida,
Sabes Fernando, al final creo que es como me llego a decir mi padre alguna vez, "Nunca tomamos malas decisiones, por que si las tomamos creíamos que eran buenas y solo nos queda aprender de ellas."
En ese momento sentí que parte de eso tenia una validez muy grande.
Sin darme cuenta el tiempo había pasado y ya estaba frente a mi casa una vez más.
Cuídate Fernando, que te vaya muy bien, gracias por escucharme, te deseo un futuro muy exitoso, en ese momento me parecio escuchar un leve murmullo (si tan solo mi hijo se esforzara como tu). Yo solo pude suspirar un poco.
Simplemente me despedí de Carlos, muy agradecido con el y reflexionando sobre aquella frase que me había dicho.
Ciertamente yo también había pasado por muchas cosas.
Aparte parte del dinero que tenía como siempre hacía, y calcule mis gastos próximos, había aprendido de mi madre el habito de ahorrar, al día siguiente aprovecharía para ir al banco a primera hora para tramitar mi tarjeta.
Una semana había concluido nuevamente, justo iba a comenzar mi día descansando, habían sucedido un montón de cosas, pero hoy mi mente estaba divagando y pensando en algo más, 6 de marzo había llegado y con esto 6 años habrían pasado ya desde aquel día.
En este día en especifico tenia un pequeño ritual que hacía, de cualquier forma, sabia que ya era momento de avanzar, hoy sería la última vez que iría.
Me puse un conjunto de ropa que me agradaba.
Y salí de mi casa, ya había desayunado con mi familia.
Empecé a caminar y mientras me dirigía a aquel lugar no pude evitar pensar en el pasado, el día de hoy me afectaba de cierta manera que aún no podía superar.
"Todos tenemos un pasado, y todos somos alguien gracias a eso", era una frase que mi mejor amiga de aquel momento decía constantemente.
Para mi buena o mala fortuna parte de mi historia me lleva a escenarios que no me agradaban del todo, pero me dejaron ser quien soy ahora.
Probablemente todo empezó cuando tenía 17 años,
Ya iba muy mal en la escuela, y había incursionado en un camino que poco a poco me llevaría a la ruina si seguía en él.
Cosas de las que hoy en día me pregunto si fui muy afortunado en realidad.
Hubo mucha gente que me ayudo a salir de ello, como Francisco, quien con su buena vibra, sus salidas constantes conmigo a conocer la ciudad y su apoyo hicieron que me dieron ganas de continuar.
Una vida no puede resumirse en algunas cuantas palabras, pero parte de mi historia es esa,
Como podría uno imaginarse, había continuado mal y tuve que salirme de la preparatoria, quizá fue la primera vez que me sentí perdido de verdad, no sentía a nadie realmente conmigo, ningún apoyo en absoluto, por primera vez en mi vida me sentí solo.
Las cosas habían empeorado cuando discutí con mis padres por ello y casi terminaba expulsado de mi casa, pronto tuve que encontrar un empleo, en el que me sentía mas muerto que vivo yendo a trabajar cada día simplemente para generar dinero, de alguna manera no me sentía vivo repitiendo constantemente ese ciclo.
De alguna forma todo mejoro cuando de casualidad me encontré con Francisco, un día de esos en los que tenía que pasar por aquella escuela que me recordaba constantemente que no podía hacerlo.
Aunque todo estaba en mi mente por aquella época con tan solo 18 años no entendía muchas cosas.
Ese día, tenia algunas cosas que comprar cerca de ahí, aunque ver la escuela me desanimaba cada vez que pasaba por ahí, intente de alguna forma seguir adelante, fue en ese momento que, perdido entre divagaciones, alguien me saludo.
Hola que tal, eres Fernando verdad.
Por el ruido de los carros y el sol alto en el cielo en primera instancia no había podido reconocerlo.
Hasta que pude enfocar mi visión mejor, me di cuenta de que aquel que me saludaba era un antiguo compañero de salón.
Recordé que aquel chico era un poco más solitario.
Aunque tenia su grupo de amigos, no habíamos tenido la oportunidad de interactuar mucho entre nosotros.
Por lo que sabia mi antiguo salón ya se encontraba graduándose, algo de lo que no me pude sentir parte.
Nuevamente a penas me estaba cayendo el peso de mis acciones.
Quizá había salido a tiempo de aquel camino de autodestrucción por el que iba encaminado, o quizá fue muy tarde, dependiendo de como lo veo ahora, creo que estuve a tiempo.
Pero ya no estoy seguro de que pensaba en aquellos momentos, probablemente desearía estar sedado por el alcohol.
Pues solo hasta que caes a un punto bajo puedes empezar a ver la subida.
Y eso lo comprobé, cuando en la última fiesta si se pudiera llamar de ese modo, cuando un grupo de adolescentes con mas libertad de la que pueden controlar, con nada mas que ganas de perderse en sí mismos se reúnen.
Es una receta segura para el caos, aunque solo conocía a dos o tres personas, usualmente íbamos los mismos cada día, esa repetición constante de perderse sin saber que ocurría, con la única meta de llegar a casa lo más ido posible.
Me pudo caer un poco el peso de mis acciones cuando, en una gasolinera en una zona que no sabia ni en que parte de la ciudad estaba, me encontraba mirándome al espejo.
Un rostro mucho mas joven que el que tenía actualmente me devolvía la mirada.
-aunque debatía internamente-
Sabía que en algún punto me deje llevar demasiado.
Sabía que estaba mal, pero, no sabia como recomponerme, una mirada desenfocada y pasos tambaleantes, me sentía como un asco por fallarme a mi mismo de muchas maneras.
Quizá para mi buena suerte mi subconsciente nunca me dejo incursionar en sustancias más nocivas que el alcohol y el tabaco.
Pero casi diario llevaba a mi cuerpo al límite.
Arrastrando mi pesado cuerpo, quite la mirada de aquel espejo.
Trate de mojarme el rostro para sentir, aunque fuese el frio del agua para reavivar mi conciencia, aunque fuese un poco.
Sentí un poco de pánico al notar que casi no podía percibir nada, no me reconocía en el espejo, tambaleándome trate de aventar aun mas agua a mi rostro, la ansiedad empezaba a ganarme.
Sentí una completa desconexión con mi cuerpo, sin más simplemente parpadeé.
Cuando volví a abrir los ojos ya estaba en casa nuevamente.
Mis sabanas calientes me saludaban, y aunque no había un dolor de cabeza sí que había una enorme laguna en mi mente.
¿Cómo había llegado a casa?
Sinceramente a día de hoy no tengo respuesta a esa pregunta.
Ese día sin saberlo había corrido con suerte.
El grupo con el que iba se iba fragmentando de a poco en lo que cada quien se iba a su casa.
De las ultimas personas que estaban conmigo, uno que no conocía mucho, pero que si veía habitualmente estaba quizá en peor estado que el mío.
Todo lo que sucedió tras salir de aquella gasolinera, será un enigma.
Lo único que me queda claro es que aquel chico que bebía conmigo, nunca llego a su hogar.
Nadie sabia nada, pues apenas y estábamos lo suficientemente funcionales para hacer un intento de caminar.
Tristemente nadie podrá dar respuesta a eso.
Fue esa situación y la alarmante falta de autocontrol lo que me hizo reflexionar.
Ya estaba por tocar fondo.
Quería salir adelante, pero pensé que ya era muy tarde, pronto ocurrió todo lo que pase, mi pensamiento mas honesto fue que a partir de ese momento solo viviría para trabajar.
Y aunque en este instante aquel excompañero me saludaba, solo un pequeño gesto de saludo fue lo único que pude hacer.
Aunque en lo que reflexionaba, se me acerco me hizo un gesto con el puño y me pregunto.
¿Qué te paso Fernando, yo solo supe que no pudiste inscribirte, regresaras a terminar no?
Esas palabras fueron como ponerle sal a la herida, solo pude suspirar,
No francisco, la verdad es que ahora estoy trabajando.
No creo volver a la escuela.
Probablemente Francisco vio como mi rostro se ensombrecía cuando dije eso.
Creo que pregunte algo que no debía, perdona Fernando.
No te preocupes, no a sido culpa tuya, no hay ningún problema, mientras lo decía trataba de poner una sonrisa.
Aunque solo fue un intento en vano.
Mira que te parece si vamos a comer algo, y platicamos en el camino, francisco me ofreció con un tono amable.
Sin ningún inconveniente, opte por tomarle la palabra, era mi día de descanso, y necesitaba un respiro urgentemente.
Con esa ida a comer había nacido una gran amistad que mantuve con francisco durante algunos años, antes de que se tuviera que ir a vivir a otro estado, así habían pasado volando año y medio, cuando entre a mi segundo empleo.
Donde conocí a quien pienso que era la descripción de una estrella agonizante.
Todo este tiempo perdido en mis pensamientos me llevo de nuevo a donde estaba la lápida de mi amiga.
Aunque era algo difícil de decir, quizá si las personas estuvieran más atentas, quizá si hubiera estado más atento, eso podría no haber pasado.
Nunca entendí la decisión que tomo, aunque sabia que vivir era difícil, también debió de haber sido increíblemente difícil hacer lo que hizo.
Ya ahora realmente ya no importaba mucho lo que pudiera pensar, al fin y al cabo, ella ya no estaba para escuchar mis quejas.
Y es que, marco una etapa de avance muy significativa para mí.
Coloque el pequeño ramo de flores que había comprado.
Siempre en este punto, mi cabeza daba vueltas y pensaba en que podía contarle.
Me quede parado ahí aturdido durante varios segundos.
Hasta que empecé a hablar…
Hola paulina, a sido un tiempo ¿no?
Con todo lo que me ha pasado últimamente, podrías estar riéndote un poco de mí y diciéndome, ¿vez? ¡te lo dije!
Y es que por fin vamos avanzando, de alguna forma eh podido sentir esos pequeños empujones que de vez en cuando me dabas para decidirme.
Nunca fuiste de las que se preocuparan por las repercusiones.
Siempre estabas mas que dispuesta a dar el primer paso.
Y era sorprendente verte tomando acción siempre.
Y algo de eso pude aprenderte para estar aquí el día de hoy.
No sé si será coincidencia, pero el día parecía tan triste como yo,
Esas nubes oscuras que auguraban una lluvia torrencial, y ese sentir tan frio, junto a la maleza que se veía en la zona, daban una sensación de desolación que parecía acompañarme el día de hoy.
Si me escucharas en este momento, ¿dirías que lo eh hecho bien?
Tan solo eh estado haciendo mi mejor esfuerzo, pero tras muchos años de sentirme estancado, realmente siento que eh podido avanzar.
Pareciera que, de alguna forma, los eventos sucedieron para que te los pudiera platicar, ¿no lo crees?
Podría ser que ya estes cansada de estar allá arriba en tanta calma.
Eras muy inquieta en realidad.
No se si alguna vez te lo dije, pero al inicio me caías mal, horas y horas hablando, no me dejabas concentrarme, pero esos chistes que hacías, me hacían reír.
Claro que nunca te lo confese, usualmente te decía que parecían chistes muy rancios, pero la verdad es que tenían su propio encanto.
Me pregunto si ahora mismo te verías como hace años, "siempre decías que te querías quedar atrapada en el tiempo", nunca envejecer y creo que de alguna forma lo lograste.
Estoy seguro de que si me vieras ahora me reconocerías de un vistazo, mi rostro aún no ha cambiado mucho.
Aunque ya han sido 6 años, aun tengo frescas esas memorias que hay en mí.
De alguna manera diría que mucho de lo que soy ahora te lo debo a ti.
Es gracioso pensando que siempre me llamabas "bobo, ingenuo y crédulo."
Siempre tendrá la duda de si lo creías en verdad.
Pero sabes, ahora solo importa que aun eh podido seguir viniendo a verte un año más.
Han pasado muchas cosas, por fin pude conseguir un empleo que me deje crecer en lo que estudie.
Pude hacer una introspección de mí, pude emplear tus famosos consejos "para ser un caballero"
Los animes que esperabas con ansias, han terminado.
Si pudieras probablemente te arrastrarías y golpearías al autor.
Eh logrado terminar de escribir una novela más, pero aun sigo sin poder publicarla.
Pero espero pronto pueda, con algunos ahorros y esfuerzo sé que podre.
Si… todo empezó por una novela.
Tras algunos años de estar desmotivado y en depresión y con mucha ayuda de Francisco, por fin podía empezar a sentirme vivo.
Había dejado mi anterior empleo que era tan desgastante y pude encontrar otro, en un lugar mas cercano a mi casa, y con un horario un poco más flexible.
Aun terminaba cansado pero la tensión que sentía ahora era mucho menor.
Ya tenia 20 años de edad, estaba algo mas motivado de trabajar, aunque aún seguía sin saber que rumbo debería de tomar, estaba seguro de que lo encontraría pronto.
Así había pasado un tiempo, una semana había transcurrido, cuando escuche los cotilleos, de los empleados, en donde yo fungía principalmente como un ayudante en general.
Recorría los pasillos de la pequeña fabrica que producía cajas y bolsas.
Escuche de algunas personas hablar algo sobre una empleada que regresaba de sus vacaciones.
No tome mucha importancia de eso,
Hasta que llego el día en el que regreso.
Cuando la vi por primera vez me dio una impresión singular, pues tenia el cabello muy negro como la noche, con una piel blanca, pero pálida, quizá pareciera un poco enfermiza, era muy delgada, y con unos dientes muy blancos, era de alguna manera bonita, aunque su atuendo siempre era un desastre.
Con el tiempo mientras pasaba o tenia que hacer cosas en el área en la que ella se encontraba, no podía evitar luego intentar solo apagar mis oídos, como cada área estaba separa, los empleados que estaban juntos podían platicar todo lo que quisieran sin repercusiones mientras cumplieran con su trabajo, así es como me había hecho amigo de algunos de los empleados, revisando la maquinaria.
Llevando material o haciendo diferentes actividades, me había llevado bien con la mayoría de ellos, excepto por ella.
De alguna forma era mas escandalosa de lo que eran los otros empleados, pero de alguna forma sus platicas podían hacer que te perdieras en lo que estaba diciendo.
Tenia un talento para llevar el ritmo de la conversación, eso tenía que admitirlo.
Durante algunos meses yo no fui de acercarme a hablar con ella, hasta que un día con la curiosidad que la caracterizaba me pregunto qué ¿que estaba haciendo?
Yo había adquirido el pasatiempo de la lectura, pues prefería enredar mi mente en escenarios ficticios, que me llevaran a vivir historias que no me hicieran pensar en la realidad, de cierta manera algo que había sido un escaparate se había convertido en un gusto, una pasión, pues usaba la mayor parte de mi tiempo libre enfrascándome en la lectura, mi dispositivo móvil se había transformado en una puerta a diversos mundos de imaginación y a su vez una salvación para una mente cansada.
Y en ese momento en el que me encontraba, particularmente, trataba yo mismo de darle vida a uno de esos mundos, cosa que no era para nada fácil, mis cientos de ideas se llegaban a esfumar tras unos párrafos.
Todo era bastante complicado, necesitaba practicar más, y eso hacía.
Durante parte de mi día, escribía pequeñas historias que al final borraba, no me sentía cómodo con ellas.
En ese momento me encontraba en mi horario de comida, aunque muchas veces me encontraba con ella, nunca habíamos intercambiado palabras.
Tras escucharla hablándome, y mirando en su dirección vi genuina curiosidad en su rostro, quizá me vio como estaba tan enfocado, escribiendo y borrando cosas en mi teléfono que le entro la duda.
Tenia un tono de voz algo agudo, pero cálido.
Solo nos encontrábamos los dos en el comedor, y como no quería ser grosero conteste,
-Solo estoy escribiendo algo-
Aunque no quería verme tajante, no me sentía lo suficientemente cómodo como para hablar con alguien que en ese momento me era desconocida.
"Ya veo", la escuche decirme.
Durante unos segundos no dijo nada más y yo seguía haciendo lo mío.
De pronto escuche una pregunta inesperada, ¿te caigo mal o tienes algún problema conmigo?
Ciertamente no me caía bien, pero tampoco mal. Solo era algo ambiguo. Nunca la había tratado, entonces no tenía respuesta alguna a esa pregunta.
Levante mi vista del teléfono y la mire, realmente no sé, no te eh tratado, entonces no se como me caes, pronuncie con un tono algo mas bajo de lo habitual.
-Me miro durante algunos segundos-
Y lo siguiente que dijo, marcaria otro momento importante en mi vida.
Eres raro, ¿te lo han dicho Fernando?, pero no te preocupes, yo también soy rara, así que aprovechemos y conozcámonos.
Nunca había esperado que alguien directamente me lo dijera en la cara, pero antes de que terminara de procesar todo, llegaron una avalancha de preguntas.
Quizá era el aburrimiento, pero empecé a contestar cada una de ellas.
Solo recuerdo que siempre fuiste de vivir la vida a tu propio ritmo, eras brillante en ello.
Sin darme cuenta ya estábamos hablando, con normalidad.
Me pediste mi contacto, y así había terminado ese día.
Eras mayor que yo por 3 años, poco a poco sentía que tenia una hermana mayor, las conversaciones se volvieron salidas, aprendizajes, momentos agradables, el como te referías a mi como tú "joven pupilo".
Cuando una salida a platicar, podía llevarnos a los videojuegos, a que compráramos cosas sin sentido.
Siempre decías, la vida es tan joven como queramos que sea.
Te burlabas de mí, diciendo "jamás te enamores de mi eh, pequeño aprendiz" era cómico pensar en ello pues tan solo llegabas a mis hombros.
Aunque nunca sentí eso, sí que te veía como una hermana.
Me enseñaste tantas cosas, tu singular forma de decir, "las mujeres somos seres tan complicados que eh…" que te estaba diciendo, aunque era recurrente ese mal chiste, las risas siempre estaban.
Al menos ese año fue un año lleno de aprendizaje.
Lo que más me remarco contigo fueron dos momentos en específico, no sé si recuerdes alguna vez, me dijiste.
¿Cuáles son tus sueños Fernando?
Aunque en ese instante no tenia claro nada, solo te respondí, quizá una casa una familia vivir en tranquilidad.
Si, seria bueno ¿no? Me miraste muy seriamente, y me dijiste con una voz más fuerte de lo habitual.
¡adelante hazlo! Mi joven aprendiz, tienes mas para dar que solo estar aquí, estudia algo que te guste, vive, enamórate, y si te rompen el corazón yo la romperé a ella.
Escribe tu libro, yo seré la primera en leerlo.
Pero hazme un favor, ¡siempre avanza hacia adelante!
Por primera vez tras escucharte decir eso, confirme nuevamente que había todo un mundo en tu mente.
No pude evitar bromear diciendo que ya eras toda una Sabia por la edad.
A lo que reíste y aventaste una bola de papel.
Pero, quizá había mas peso del que creía, normalmente pedias saber sobre mis problemas, pero casi nunca contabas los tuyos.
Nunca sabre como te abras sentido.
Siempre atesorare esos consejos que dabas a mis primeros escritos.
Aunque ahora mas que nada, vengo a despedirme.
No sé si estarás refunfuñando allá arriba, llamándome "idiota" debiste de haberlo hecho desde hace mucho mientras hacías tu característico gesto de ahuyentar el aire.
O probablemente ya hayas reencarnado y ahora estes viviendo mucho mejor que yo.
De cualquier forma, donde quiera que estes te agradezco.
Nunca olvidare esa noche, donde nuestros últimos mensajes fueron:
[F: ¿Iremos la siguiente semana a ver la película que queríamos ver?
P: Creo que sí, solo tengo algunas cosas que resolver en casa.
F: Me parece bien, de cualquier forma, hablamos mañana ya es algo tarde.
P: Es verdad pequeña, tienes que irte a dormir.
F: solo por que ya es la hora, no por que me lo hayas dicho.
P: Mientras no sueñes conmigo "jaja", cuídate Fernando.
F: Descansa también Paulina, mañana celebramos tu cumpleaños, 24 años ya
P: ¡cállate! No digas eso, yo siempre seré joven.
F: Si como tu digas, nos vemos mañana.]
No sabia con que estabas lidiando.
Después de 3 días sin que fueras al trabajo fui a buscarte, no contestabas ningún mensaje ni ninguna llamada.
Solo sabia aproximadamente en donde vivías, aunque me perdí buscando tu hogar, pude encontrarlo.
No me saco de la mente el rostro de tu madre, quien llorando me agradeció por haberte buscado.
Me conto que ya no estabas con nosotros.
Quizá mi impresión siempre fue así, creía que tenias muchos amigos, pero al parecer solo fui el único que te había buscado.
Para mi fue un shock completo saber que habías partido.
Busque y busque respuestas.
Y cuando descubrí la verdad entendí que no te conocía de nada.
¿Qué te había llevado a eso?
Sin saberlo, la palidez de tu cuerpo era un síntoma del daño causado por cosas que eran muy nocivas, quizá como yo ahogabas tus penas con cosas que te hicieran sentir mejor.
Tu madre me conto que hiciste un esfuerzo por dejarlo, pero al final quizá el dolor en tu corazón era más grande.
Y ahora aquí, creo que es momento de decir adiós.
Esta semana logre llegar y encaminar un poco más mi vida.
Cada vez mas cerca de publicar mi novela, aunque no estarás para leerla.
Aun no me eh casado, pero aun no tengo prisa, espero no te sientas tan aislada, se que odiabas comer sola, por eso perdóname, pero no vendré de nuevo.
Así como has partido tengo que avanzar.
Y creo que ahora es momento de dejarte ir, mi querida maestra y hermana.
Nunca dejare de llevarte en el corazón.
Por un momento mi visión se nublo, quizá llovía tanto por dentro como en el exterior.
Llovía en mis ojos, y a su vez sentí ese ligero empujón que solías darme, pensé que el viento te había ayudado a mandarme un mensaje.
Y aunque ya no viniera a este lugar, te recordaría, sí que recordaría.
Ese día llegue empapado, la lluvia de alguna manera me ayudo a dejar ir todo aquello que me hacía sentir pesado.
Por fin pude tomar un segundo aire.