"Bueno, ¿cómo les explico? Hace cinco años, el Vaticano emitió un comunicado afirmando la existencia real de demonios, espectros y el infierno, y anunciando su inminente llegada para sembrar el caos en el mundo. Al principio, lo tomamos como una broma, pero después de unos años comenzó lo que llamaron la 'Grieta'. Un portal se abrió dejando una estela carmesí, desde donde varios demonios emergieron, desatando caos y destrucción que diezmó a casi el 60% de la población mundial."
"Pero no nos íbamos a quedar de brazos cruzados. La ONU creó la 'Armada de Aniquilación Demoníaca', reclutando a los mejores soldados para convertirlos en nefilims, híbridos de ambas razas, con el propósito de proteger a la humanidad. Como dicen, combate fuego con fuego."
Aunque, personalmente, creo que los demonios tienen su encanto..."
"Yun, ¿puedes concentrarte? Estamos 15 puntos abajo y sigues en las nubes", interrumpió una voz.
"Es cierto, casi lo olvido", respondió Yun riendo.
En la pantalla, un cartel gigante de derrota se alzaba en un juego similar a Call of Duty.
"Bueno, ¿qué se le va a hacer?", dijo Yun recostándose en la cama.
"Perdimos solo porque estabas distraído", insistió la voz de su compañero de equipo.
"Ya, ya, para la próxima ganaremos. Por cierto, ¿sabes cuándo será el próximo examen para nefilim?", preguntó Yun.
"¿En serio quieres ser uno de ellos? Con el nivel que tienes, puedes aspirar a cualquier otro trabajo o universidad , menos... no sé, mortal", respondió su amigo.
"Sí, sí quiero. Además, no creo que me envíen de primeras a una misión de subyugación", afirmó Yun.
"Vale, te creo, pero aun así es peligroso y, sobre todo, estresante, además todos sabemos que eres algo idiota", contestó la voz.
Mirando al techo, Yun respondió: "Quiero ver a un demonio en persona y saber qué se siente estar frente a ellos... Bueno, me dio hambre, voy a la tienda por algo. ¿Quieres que pase por tu casa y te deje algo como la otra vez?", dijo Yun.
"Ah, haz lo que quieras y sí, tráeme unas papas", dijo su amigo con resignación.
Mientras salía de la tienda en dirección a la casa de su amigo, Yun vio que la entrada de la cuadra estaba bloqueada.
"Tendrá que ser otra cuadra."
... También la otra, la otra, la otra y la otra...
"¿Es en serio? ¡Camino quince cuadras y todas están cerradas!", dijo furioso Yun.
Así, saltó la barrera de contención y se metió a la fuerza.
"Llegar, voy a llegar", pensó Yun con determinación, su corazón latiendo a mil por hora mientras esquivaba los obstáculos a su paso. Mientras caminaba, comenzó a entender por qué estaba bloqueada toda la manzana.
El caos y la destrucción eran evidentes en cada esquina. Casas destrozadas, vehículos volcados y un silencio sepulcral que solo era roto por el distante estruendo de una batalla.
"Ah, ahora entiendo por qué no se podía pasar...", murmuró Yun, dándose cuenta de la magnitud del desastre.
"En vez de poner una barrera inútil, hubieran puesto un cartel que dijera 'Cuidado, semi manzana destruida'", dijo con sarcasmo mientras contemplaba un paisaje de ruinas y un demonio de gran tamaño combatiendo contra un grupo de nefilims.
El ser infernal, con su piel escamosa y ojos brillantes, lanzaba rugidos que estremecían el suelo bajo sus pies.
Un rato antes...
"Zona N°5 despejada", reportó un soldado a través de su comunicador, su voz resonando en la frecuencia de radio.
"Zona N°6 despejada", respondió otro soldado, completando el protocolo de seguridad.
"Comandante, me parece que fue una llamada de broma, ¿no ah...?", dijo a medias uno de los soldados, sintiendo que la tensión empezaba a relajarse.
"Mansai, Mansai, ¡responde!", ordenó el comandante, su voz cargada de preocupación.
De inmediato, todos los soldados se replegaron hacia la zona donde se suponía que estaba el soldado Mansai.
Pero lo que encontraron fue a su compañero, muerto, colgando inerte en la boca del demonio.
"¡Hijo de perra, aplástenlo!", gritó el comandante, con una furia que desbordaba cada palabra.
"Co-Co-Comandante", se burló el demonio, pronunciando las palabras humanas con una repugnante distorsión. Los soldados comenzaron su ataque contra el demonio, pero el monstruo, con un rugido sordo, devastó la zona a su alrededor.
Fue en ese momento cuando Yun apareció, sin percatarse del peligro real.
"¿Y cómo salgo yo de esta?", pensó Yun, su cuerpo temblando con una mezcla de temor y emoción. Las explosiones y los gritos resonaban en sus oídos, mientras la adrenalina lo mantenía en pie.
"¡Hay un civil!", gritó uno de los soldados al ver a Yun, lanzándose a sacarlo de la zona de combate. El soldado trató de sacar a Yun, pero un coletazo del demonio lo partió en dos en un instante aterrador.
Yun, paralizado por el horror, intentaba mover su cuerpo que se negaba a obedecer. "Q-Qué carajos, muévete, muévete, vamos, muévete cuerpo", pensó Yun, luchando contra el shock y el miedo.
El demonio fijó su mirada en Yun, y justo cuando estaba a punto de lanzarse al ataque, el estruendo de una gran explosión resonó y la parte trasera del demonio desapareció en una nube de polvo y sangre.
"Ellos... ellos son la Unidad de Eliminación de Amenazas", dijo un soldado, señalando hacia una posición elevada donde se encontraban los francotiradores.
"Buen tiro", elogió el capitán de la unidad de amenazas, observando el resultado de su intervención.
"¿Qué haces aquí, niño? ¿No ves que esta zona estaba bloqueada?", dijo el capitán dirigiéndose a Yun con severidad. "Bueno, no importa, sáquenlo y que las autoridades lo lleven a su casa", ordenó mientras se daba la vuelta para supervisar la situación.
Sin embargo, el demonio no estaba completamente derrotado. De las ruinas surgió una figura tambaleante y, para horror de todos, el demonio comenzó a regenerarse, su carne retorciéndose y volviendo a unirse."¡No puede ser, sigue vivo!", gritó uno de los soldados, su voz cargada de desesperación.
El capitán de la unidad de amenazas no perdió tiempo. "¡Todos los francotiradores, preparen una nueva ronda! ¡Soldados de infantería, protejan el perímetro y mantengan a ese demonio contenido!"Los francotiradores recargaron sus rifles y apuntaron de nuevo.
Desde su posición elevada, las balas comenzaron a volar, impactando en el demonio con precisión milimétrica. Sin embargo, la criatura parecía haber aprendido de su error y empezó a moverse de forma errática, haciendo más difícil acertarle.
"Pareciera que siempre tengo que hacerlo yo, eh?" Dijo el capitán del escuadrón mientras tomaba uno de los rifles y apuntaba a la cabeza del demonio.
Esquivando el primer disparo el demonio se movió mientras seguía arrmetiendo contra los soldados
"!tch¡, falle" dijo el capitán que seguía al mounstro con la mira para darle
"Esa cosa está dando problemas" pensó Yun mientras miraba la escena " quiero ayudar, no quiero solo ver, pero que puedo hacer yo" pensó mieras miraba todo el panorama.
Fijándose en un rifle en el suelo " ya se, podría distraerlo con eso, pero como funciona?" Penso mientras corría a tomar el rifle.
Al tomarlo y apuntar a los pies del demonio pensó " espero que sea igual que en el COD" para seguidamente quitar el seguro y apretar el gatillo "Bang!" Dijo siendo empujado por el retroceso del arma.
"Eso me gusta, niño" dijo el capitán al ver que el demonio se distrajo y le dió un tiro seguro.
"Bang!" Dijo el capitán luego de apretar el gatillo y borrar la cabeza del demonio de un disparo.
Sin sacar la vista del demonio dijo " ves niño por cosas como estás es que no debes meterte donde no te llaman"
Mientras retiraban a Yun de la zona y lo regañaban por su imprudencia, él solo podía pensar: "Quiero ser como él, lo tengo más que decidido me voy a unir a su escuadrón y lo voy a superar. La imagen del capitán, firme y valiente, se grabó en su mente.
Una vez que la patrulla lo dejó en su casa, Yun bajó del vehículo, aún con la adrenalina recorriendo su cuerpo. Se quedó parado en la entrada, mirando hacia la distancia.
Su familia y su amigo lo estaban esperando en la casa y luego del regaño por parte de su familia debido a su imprudencia, su amigo le dijo "contento?, dime a hora sabes lo qué se siente al estar enfrente de una de esas cosas"
A lo que contesto "si, el miedo, tensión y la emoción de estar al frente de un demonio es horrible pero emocionante"
"Ya está decidido, quiero, no, seré un nefilim", dijo decidido Yun.
Así pasaron los meses hasta que llegó el día del examen de ingreso para la Armada de Aniquilación Demoníaca.
"Estoy listo", dijo Yun mientras pensaba: "Después de ese día, la primera vez que vi un demonio, no tenía fuerzas para hacer algo y el miedo me gobernó, pero ya no. Hoy no tendré miedo y pasaré esta prueba a la primera"
"No pienso quedarme atrás" dijo Yun mirando la entrada del edificio.