Los aldeanos se reunieron en la plaza del pueblo, sus rostros iluminados por la luz del sol de la mañana. La atmósfera estaba llena de alivio y gratitud tras la reciente batalla. Hablaban animadamente sobre Sirius y su grupo, compartiendo historias sobre cómo habían salvado a Eldoria de los mercenarios y el temible ogro.
"¿Viste cómo se transformó?" exclamó un anciano con una voz temblorosa de emoción. "Nunca había visto algo así en mi vida. ¡Era como uno de esos honorables reys demonio de antaño!"
"Sí, pero no solo eso", respondió una mujer joven, su rostro radiante. "Su valentía fue increíble. A pesar de estar tan herido, luchó hasta el final para protegernos."
"Y las señoras Hinata y Lilit… ¡qué guerreras!" añadió otro aldeano. "No puedo creer lo rápido que derrotaron a esos mercenarios. Ellas también son heroínas."
Mientras los aldeanos continuaban hablando sobre las hazañas de Sirius dentro de su cabaña, se encontraba meditando en la cama mietras lo curaba su esencia oscura. Su cuerpo aún estaba adolorido por las secuelas de su transformación instantánea de íncubo menor a Príncipe íncubo. Las nuevas alas y cuernos que había adquirido eran pate de su poderosa evolución, pero también habían dejado su huella en él.
Sirius cerró los ojos y respiró profundamente, tratando de concentrarse en sanar tanto física como mentalmente. Sabía que debía aprender a controlar su nuevo poder si quería proteger su nuevo hogar y a las personas que amaba.
De repente, la puerta se abrió suavemente y entraron Hinata y Lilit, llevando bandejas con desayuno humeante. El aroma del pan recién horneado y el guiso caliente llenó la habitación.
"Buenos días, cariño", dijo Hinata con una sonrisa cálida mientras colocaba la bandeja frente a él. "Sabemos que necesitas reponer fuerzas."
Lilit se acercó también, sus ojos brillando con ternura. "Comerás bien hoy, Sirius. No puedes seguir así; necesitamos que estés fuerte para lo que venga pero sobretodo que nos llenes de amor~ fufufu." Expresó sus deseos la abstenida bruja oscura.
Sirius sonrió débilmente al verlas; su corazón se llenó de calidez al sentir el amor que irradiaban. "Gracias… ambas son una de las mejores cosas en mi vida", murmuró mientras comenzaba a comer lentamente.
Mientras disfrutaba del desayuno preparado con tanto cariño, sintió cómo la energía regresaba poco a poco a su cuerpo. Cada bocado era un recordatorio del apoyo incondicional que tenía a sus esposas.
Una vez que terminó de comer, Hinata y Lilit se acercaron más cerca, sentándose a cada lado de él. Sin previo aviso, ambas inclinaron sus cabezas hacia él y lo besaron suavemente en las mejillas.
"Te amamos", dijeron al unísono, sus voces llenas de sinceridad.
Sirius sintió una oleada de emoción recorrerlo; esas palabras significaban todo para alguen como el que vivio en la oscuridad ybsin amor verdadero desde la niñes. "Yo también las amo", respondió con sinceridad mientras miraba a cada una en los ojos.
Hinata acarició su mejilla suavemente. "Sabemos que has pasado por mucho últimamente, pero estamos aquí contigo en cada paso del camino."
Lilit asintió con firmeza. "Juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente amor, despues de todo mirate ya eres todo un señor incubo."
Con renovada vitalidad en su corazón, Sirius tomó una profunda respiración y se levantó lentamente. Aunque aún sentía el dolor residual en su cuerpo, sabía que no podía permitirse rendirse ni dejarse vencer por las dificultades.
"Debo aprender a controlar este nuevo poder", dijo Sirius mientras miraba por la ventana hacia el pueblo lleno de vida. "No solo por mí mismo, sino por todos ustedes."
Hinata y Lilit intercambiaron miradas cómplices antes de asentir firmemente. "Te ayudaremos en todo lo que necesites.... i-incluso en l...l-la cama", prometió Hinata.
"Sí," agregó Lilit con una sonrisa decidida y seductora. "Juntos seremos invencibles bebe."
Con ese espíritu renovado y el apoyo inquebrantable de sus seres queridos, Sirius supo que estaba listo para enfrentar cualquier desafío futuro que pudiera amenazar....pero no espero que fuera ese tipo de desafío.
Una semana después de la batalla que había salvado a Eldoria, Sirius se encontraba en su cabaña, sumido en sus pensamientos. La noticia de su elección como líder del pueblo había llegado como un torrente inesperado. A pesar de su resistencia inicial, los aldeanos habían decidido que necesitaban a alguien fuerte y capaz para guiarlos tras el asesinato del antiguo líder.
"No puedo ser el líder", murmuró Sirius mientras miraba por la ventana. "No me apunte para eso."
En ese momento, Hinata y Lilit entraron en la habitación. Al ver la expresión preocupada de Sirius, Hinata se acercó y le tomó la mano. "Sirius, debes escuchar lo que dicen los aldeanos. Ellos confían en ti."
"Pero no quiero estar atrapado en un mar de papeleo y burocracia", respondió él con frustración. "No quiero terminar como esos Hokages de tu mundo que solo se preocupan por las formalidades y estan entre montañas depapeles que consumen su vida ."
Hinata sonrió suavemente, recordando a su viejo amor y amigo Naruto y su sueño de convertirse en Hokage, aunque dolia su corazon al recordar algo sonrio a sirus pata convencerlo. "Recuerdas a Naruto uzumaki. Él siempre soñó con ser Hokage no por el poder, sino para proteger a su pueblo, hacer una diferencia y demostrar quien es Naruto uzumaki. Tú tienes esa misma capacidad, Sirius."
Las palabras de Hinata resonaron en su mente. Recordó cómo Naruto había enfrentado innumerables desafíos y había logrado cambiar las cosas desde adentro, convirtiéndose en un verdadero líder para su aldea, pero tambien recordo la mierda de vida que le dio ser hokage en boruto.
"¿Y si hago esto de manera diferente?" preguntó Sirius, comenzando a considerar la idea. "Podría establecer un sistema donde todos tengan voz y no me convierta en un dictador atrapado entre papeles...maldito peleo ni e este mundo también me persige."
Lilit río para después asintir entusiastamente. "Exactamente. Puedes crear un consejo donde cada grupo del pueblo tenga representación. Así todos se sentirán incluidos y escuchados."
Con dos pares de ojos mirandolo con suplica y siendo un hombre que concentia a sus mujeres el suspiro resignado, Sirius finalmente aceptó el desafío que le presentaba el liderazgo. "Está bien… seré el líder del pueblo", dijo con firmeza.
La ceremonia de nombramiento fue sencilla pero significativa. Los aldeanos se reunieron alrededor de la plaza mientras Sirius asumía oficialmente su nuevo rol. Con Hinata y Lilit a su lado, se dirigió a la multitud.
"Prometo proteger este pueblo y guiarlo hacia un futuro mejor", comenzó Sirius con voz decidida. "No haré esto solo; contaré con cada uno de ustedes para construir juntos un lugar donde todos podamos vivir en paz."
A medida que pasaban los días, Sirius implementó su plan para evitar caer en la trampa del papeleo interminable. Organizó reuniones comunitarias donde los aldeanos podían expresar sus inquietudes y sugerencias directamente.
"Quiero escuchar sus voces", les dijo durante una reunión inicial. "Juntos podemos encontrar soluciones creativas para cualquier problema que enfrentemos."
Aunque hubo desafíos al principio, como la resistencia de algunos aldeanos a aceptar cambios, poco a poco comenzaron a ver el valor en su enfoque inclusivo.
Sirius continuó entrenando para dominar sus poderes como Príncipe Íncubo mientras lideraba Eldoria con determinación y amor por su comunidad. Cada día se sentía más seguro en su papel, recordando siempre las palabras de Hinata sobre el verdadero significado del liderazgo.
Con el apoyo inquebrantable de sus esposas y la creciente confianza del pueblo en él como líder, Sirius estaba listo para enfrentar cualquier desafío futuro con una nueva perspectiva sobre lo que significaba guiar a otros.
Pero para facilitar más todo empezó a planificar todo. Con el tiempo, el pueblo que antes se conocía como Eldoria adoptó un nuevo nombre: Pino Rojo. Este cambio no solo reflejaba la abundancia de pinos robustos que rodeaban la aldea, sino también un nuevo comienzo para sus habitantes. Los árboles altos y fuertes simbolizaban la resiliencia y la unidad del pueblo, y Sirius estaba decidido a hacer que ese espíritu se manifestara en su liderazgo.
Sirius sabía que para ser un líder efectivo, necesitaba un sistema organizativo que le permitiera gestionar las diversas necesidades del pueblo sin quedar atrapado en el papeleo. Recordando su experiencia previa con la mafia, donde había aprendido a estructurar equipos de manera eficiente, decidió implementar un modelo similar en Pino Rojo.
"Vamos a establecer una jerarquía clara", explicó Sirius durante una reunión con Hinata y Lilit. "Esto me permitirá distribuir responsabilidades y asegurar de que cada área funcione sin problemas."
El nuevo sistema se dividió en varias categorías:
Trabajadores: La base del sistema, aquellos que realizaban las tareas diarias necesarias para mantener el pueblo funcionando. Desde agricultores hasta artesanos, todos tenían un papel crucial.
Supervisores: Encargados de coordinar a los trabajadores y asegurarse de que las tareas se completaran eficientemente. Eran los enlaces entre los trabajadores y la administración.
Administrativo de Desarrollo: Este grupo se enfocaría en proyectos de infraestructura y mejoras en la comunidad, asegurándose de que Pino Rojo creciera de manera sostenible.
Contaduría y Tesorería: Encargados de manejar las finanzas del pueblo, asegurando que los recursos se distribuyeran adecuadamente y se mantuvieran registros claros.
Administrativo Médico y Servicios Médicos: Un equipo dedicado a garantizar la salud y el bienestar de los aldeanos, gestionando todo lo relacionado con la atención médica y los servicios sanitarios.
Administrativo de Educación: Responsable de establecer programas educativos para niños y adultos, fomentando el aprendizaje continuo dentro del pueblo.
Administrativo de Comercialización: Este grupo se encargaría de promover los productos locales y facilitar el comercio con otros pueblos cercanos.
Por último, estaba él mismo como Ejecutivo, quien supervisaría todo el sistema y tomaría decisiones estratégicas basadas en las recomendaciones de cada departamento y el consejo.
"Con este enfoque, podré liberarme de gran parte del trabajo diario", dijo Sirius con una sonrisa al ver cómo sus esposas asintieron con aprobación de mas tiempo de sirus para éllas. "Podré concentrarme en lo que realmente importa: proteger a nuestro pueblo , asegurarme de que el pueblo y todos tengan un dearollo comoleto y sobretodo estarmss tiempo con mis amdas esposas."
A medida que implementaban este nuevo sistema, los aldeanos comenzaron a adaptarse rápidamente a sus roles. Las reuniones semanales se volvieron más productivas; cada supervisor traía informes sobre el progreso en sus áreas respectivas, lo que permitía a Sirius tomar decisiones informadas sin tener que involucrarse en cada detalle.
La vida en Pino Rojo comenzó a florecer bajo esta nueva estructura organizativa. Los aldeanos sentían un renovado sentido de propósito al saber que sus contribuciones eran valoradas y reconocidas. Las iniciativas comunitarias prosperaron; desde festivales locales hasta proyectos de reforestación, todos trabajaban juntos hacia un objetivo común.
Sin embargo, mientras todo parecía ir bien en Pino Rojo, Sirius sabía que siempre había desafíos por delante. Con su mente centrada en el futuro del pueblo y recordando las enseñanzas de su viejo jeffe sobre liderazgo verdadero, estaba preparándose para cualquier obstáculo que pudiera surgir.
Sirius terminó su tanda diaria de papeleo, sintiéndose satisfecho por la organización que había logrado establecer en Pino Rojo. Con el sistema en marcha y los aldeanos trabajando juntos, finalmente tenía tiempo para concentrarse en su entrenamiento. Sin embargo, antes de sumergirse en sus prácticas, decidió revisar su estado actual como Príncipe Íncubo.
Al abrir el panel de estadísticas, se sorprendió al ver lo extenso que se había vuelto. Su nombre brillaba en la parte superior: Sirius Tenebris. A medida que leía cada línea, una mezcla de orgullo y asombro lo invadió.
Raza: Incubo de clase alta (Príncipe)
Rango: B++
Nivel: 66
Experiencia: 100,000/200,000 (100,000 para siguiente nivel)
Las estadísticas básicas mostraban un impresionante conjunto de habilidades:
Mana: 2000/2044
Vitalidad: 6988/7000
Fuerza: 148
Destreza: 100
Carisma: 110
Inteligencia: 180
Sabiduría: 118
Y luego estaban las estadísticas secundarias que reflejaban su capacidad en combate y magia:
Velocidad: 2.1% [vel] (super humano mejorado)
Poder de habilidad [ap]: 222 base (afecta cuánto daño hace una habilidad mágica)
Poder de ataque [ad]: 212 (afecta el daño cuerpo a cuerpo o de armamento)
Armadura: 100 [arm]
Protección mágica: 133 [pm]
Tenacidad: 19% [ten]
Penetración mágica [mp]: 30%
Penetración de armadura [pa]: 22%
Daño crítico [dc]: 30%
Enfriamiento de habilidad [ea]: 40%
Mientras revisaba sus habilidades especiales, Sirius no pudo evitar sonreír ante la variedad y potencial que poseía:
Caza Experta
Maestro del Sigilo
Conocimiento Mágico
Adonis
Seductor
Feromonas
Compatibilidad de especie
Gatillero Italiano
Estratega
Príncipe del Harem
Camaleón
Cuchilla de Energía
Fortalecimiento
Stampida
Invocación de Lobo Grim
Disparo Oscuro
Absorber, Copiar y Adaptar.
Cada habilidad representaba un aspecto diferente de su ser; desde su destreza en combate hasta su capacidad para atraer a otros a su lado.
Finalmente, revisó su inventario:
Dagas nudillo de plata santa (+22% de daño a criaturas oscuras)
Pociones curativas grado 1
Pociones de mana grado 1
Mochilas grandes (ocupando espacio pero útiles)
Barra compacta de comida (+10 saturación)
Arcas acumuladas: 330,229
Y lo más emocionante era el sorteo gacha que había completado recientemente.
"¡30 gachas disponibles!", pensó con entusiasmo mientras imaginaba las posibilidades que podrían surgir al abrir esos premios.
Con una sonrisa decidida, Sirius cerró el panel y se preparó para entrenar. Sabía que debía seguir mejorando si quería proteger a Pino Rojo y a aquellos que amaba.
Se dirigió al bosque cercano, donde los altos pinos ofrecían un ambiente perfecto para practicar sus habilidades sin ser interrumpido. Mientras se adentraba entre los árboles, comenzó a canalizar su mana y a ejecutar movimientos fluidos con sus dagas.
La combinación de sus habilidades mágicas y físicas le permitía realizar ataques rápidos y precisos, mientras que la técnica "Cuchilla de Energía" transformaba sus nudillos en armas letales cargadas con poder mágico.
A medida que practicaba, recordó las palabras de Hinata sobre la importancia del equilibrio entre liderazgo y fuerza personal. No solo necesitaba ser un líder eficaz; también debía ser un protector formidable.
Después de un largo día de trabajo en Pino Rojo, Sirius se sintió agotado pero satisfecho. Había logrado avanzar en sus entrenamientos y había supervisado el progreso de los aldeanos en sus respectivas tareas. Sin embargo, lo que más le emocionaba era la oportunidad de abrir algunas gachas que había acumulado.
Con una mezcla de curiosidad y esperanza, se sentó en su cabaña y comenzó a abrir las gachas una por una. La primera tanda fue decepcionante; cinco gachas revelaron artículos banales como un tubo de pasta de dientes, un cepillo, y otros objetos cotidianos que no parecían tener ningún valor especial. "¿En serio?", murmuró Sirius con desilusión mientras miraba los objetos comunes.
La siguiente tanda trajo un poco más de alegría: cinco despensas llenas de comida. Aunque útiles, no eran exactamente lo que esperaba. Con un suspiro resignado, decidió guardar los 20 restantes para más tarde y abrió otros cinco.
El primer objeto que apareció fue una katana llamada "kuwanagi", que brillaba con un aura oscura y poderosa. "Esto es interesante", pensó Sirius mientras examinaba la hoja afilada.
El segundo artículo fue del popular juego Devil May Cry. Ebony & Ivory son las pistolas semi-automaticas de Dante modificadas personalmente, diseñadas para disparar rápidamente balas cargadas de poder demoníaco y con munición infinita mientras el usuaro tubiera energia en el, capaces de realizar disparos cargados ."¡Perfecto para mis avilidades con armas!", exclamó emocionado.
El tercer objeto fue piezas malvadas de ajedrez de High School DxD. basado en el juego del ajedrez, son un total de dieciséis piezas:1 rey, 1 Reina, 2 Alfiles, 2 Caballos, 2 Torres y 8 Peones, son otorgados a los Demonios de Clase Alta con un Título Nobiliario que es el Rey. Estas piezas se utilizan para reencarnar a otros seres en demonios y hacerlos siervos de los demonios de clase alta."tal vez Hinata y Lilit podran fortalecerse más con esto".
El cuarto artículo fue una tarjeta de invocación de amante de Saya Takagi de High School of the Dead. "Esto podría ser comolicado....esa mujer es problemática", reflexionó Sirius.
Con cada nuevo objeto, su ánimo mejoraba. Aunque había comenzado con expectativas bajas, ahora se sentía emocionado por las posibilidades que estos nuevos elementos traían consigo.
Con el corazón aún acelerado por la emoción de abrir las gachas, Sirius decidió que era hora de compartir sus hallazgos con Hinata y Lilit. Se levantó de su asiento, guardó los nuevos objetos en su inventario y se dirigió hacia la sala común donde sabía que las encontraría.
Al entrar, vio a Hinata y Lilit sentadas juntas, conversando animadamente sobre los últimos avances en el pueblo. Sin embargo, al notar su llegada, ambas se volvieron hacia él con sonrisas curiosas.
"¿Qué tal tu día, Sirius?", preguntó Hinata, mientras Lilit lo miraba expectante.
"¡Increíble! Abrí algunas gachas y obtuve cosas interesantes", respondió Sirius con entusiasmo. "Pero hay una invocación como tu hinata realmente quiero mostrarles como funciona."
Sin esperar más, sacó la tarjeta de invocación de Saya Takagi y la sostuvo frente a él. Con un gesto decidido, activó la tarjeta. Un destello brillante llenó la habitación y, en un instante, una figura apareció ante ellos.
Cuando el resplandor se desvaneció, todos quedaron atónitos al ver a Saya Takagi frente a ellos. Sin embargo, lo que no esperaban era que ella estuviera en posición fetal, llorando y gritando: "¡No me coman! ¡Por favor! ¡No me coman!"
Hinata frunció el ceño mientras observaba a Saya temblar visiblemente. "¿Qué… qué está pasando?", murmuró sorprendida.
Hinata y Lilit intercambiaron miradas preocupadas. "Parece que fue teletransportada justo cuando su grupo fue atacado por zombis", sugirió sirius con voz suave. "Probablemente está en estado de shock."
Saya continuaba gritando incoherencias sobre ser rodeada por zombis y su miedo palpable llenaba la habitación. Sirius se acercó lentamente a ella, intentando calmarla.
"¡Hey! ¡Tranquila! No estamos aquí para hacerte daño", dijo Sirius con voz firme pero amable. "Eres segura aquí."
A medida que las palabras de Sirius penetraban en la confusión de Saya, ella comenzó a mirar alrededor, reconociendo poco a poco el entorno. Las lágrimas aún corrían por sus mejillas mientras trataba de procesar lo que había sucedido.
Lentamente, el ambiente tenso comenzó a relajarse un poco. Hinata se agachó junto a Saya y le ofreció una mano reconfortante. "Estamos aquí para ayudarte", le dijo suavemente.
Sirius estaba tratando de consolar a una asustada Saya Takagi mientras Hinata y Lilit ofrecían apoyo emocional. En ese momento, el destino del pueblo Pino Rojo parecía entrelazarse con el mundo caótico del apocalipsis zombi del que provenía Saya.