Una semana había pasado desde que Sirius adquirió su terreno, y durante ese tiempo, se dedicó por completo a la construcción de su cabaña. Con las herramientas modernas que había comprado en la tienda del sistema, se sintió como un verdadero artesano mientras trabajaba con madera, clavos y otros materiales. Cada día era una nueva oportunidad para aprender y mejorar sus habilidades.
El sonido del martillo golpeando los clavos resonaba en el aire fresco de la mañana, mientras el sol comenzaba a elevarse sobre el horizonte. Sirius se detuvo un momento para secarse el sudor de la frente y contemplar su progreso. La estructura básica de la cabaña ya estaba levantada, con paredes sólidas y un techo que prometía refugio contra las inclemencias del tiempo.
Durante esa semana de trabajo arduo, no solo había estado construyendo su hogar; también había estado desafiando sus propios límites. El esfuerzo físico constante le permitió subir de nivel dos veces, lo que resultó en una mejora notable en sus estadísticas.
Al revisar su estado nuevamente, sonrió al ver los cambios:
Estado de Nivel 3:
Nombre: Sirius Tenebris
Raza: Incubo (Último de su especie)
Nivel: 3
Mana: 20/100 (-5 mana por día)
Estadísticas:
Fuerza: 20
Agilidad: 8
Inteligencia: 10
Carisma: 50
Resistencia: 10
"Esto es increíble," pensó mientras observaba cómo sus esfuerzos estaban dando frutos. Cada punto extra en fuerza y resistencia significaba que podía trabajar más duro y durante más tiempo sin fatigarse tanto. Su inteligencia también había aumentado, lo que le permitiría aprender nuevas técnicas y estrategias más rápidamente.
Con renovada energía, Sirius volvió a concentrarse en su trabajo. Se movía con agilidad entre las herramientas, cortando tablas y ensamblando piezas con precisión. La cabaña comenzaba a tomar forma; las ventanas estaban colocadas y la puerta ya estaba casi lista para ser instalada.
Mientras trabajaba, no podía evitar imaginar cómo sería vivir allí una vez que todo estuviera terminado. Visualizaba momentos felices rodeado de personas especiales, riendo y compartiendo historias junto a una fogata en el exterior.
Al final del día, cuando el sol comenzaba a ponerse y pintaba el cielo con tonos anaranjados y púrpuras, Sirius se sentó en un tronco cercano para descansar. Miró hacia su cabaña en construcción con satisfacción; aún quedaban muchas cosas por hacer, pero ya había logrado mucho en tan poco tiempo.
"Si sigo así," reflexionó mientras contemplaba el paisaje que lo rodeaba, "pronto tendré un lugar al que realmente pueda llamar hogar."
Con esa idea en mente, decidió que al día siguiente continuaría trabajando en la cabaña. Pero antes de irse a dormir esa noche, se tomó un momento para revisar su sistema nuevamente.
¡Notificación!
Has ganado experiencia suficiente para subir de nivel.
Sirius sintió una oleada de emoción al leer eso. "¿Subiré a nivel 4?" pensó ansiosamente.
Estado de Nivel 4:
Nombre: Sirius Tenebris
Raza: Incubo (Último de su especie)
Nivel: 4
Mana: 40/100 (-5 mana por día)
Estadísticas:
Fuerza: 23
Agilidad: 11
Inteligencia: 11
Carisma: 50
Resistencia: 12
"¡Sí!" exclamó Sirius mientras se levantaba del tronco con entusiasmo. Había mejorado aún más; cada estadística aumentada representaba una ventaja significativa para él en este nuevo mundo.
Con una sonrisa amplia en el rostro y una sensación renovada de propósito, Sirius se dirigió hacia su improvisado lecho bajo las estrellas. Sabía que cada día traería nuevos desafíos y oportunidades para crecer aún más fuerte.
La construcción de su cabaña era solo el comienzo; estaba decidido a forjar su propio destino como rey incubo en este mundo lleno oportunidades.
Al amanecer del octavo día, Sirius se despertó con el canto de los pájaros y la luz del sol filtrándose a través de los árboles. Se sintió renovado y listo para terminar su cabaña que paresia una casa de 2 pisos. Después de un desayuno ligero, se puso manos a la obra, asegurándose de que cada detalle estuviera en su lugar. Con un último clavo golpeado y una capa de barniz aplicada, dio un paso atrás para admirar su trabajo.
La cabaña era acogedora y funcional, con ventanas amplias que dejaban entrar la luz natural y una chimenea con sitrma de calefacción que prometía calidez en las noches frías. "Listo," murmuró para sí mismo con satisfacción. "Ahora es hora de abastecerme."
Sirius se dirigió al pueblo, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo por lo que podría encontrar allí. Al llegar, notó que el mercado estaba lleno de vida; vendedores ofrecían sus productos mientras los aldeanos intercambiaban risas y charlas animadas.
Después de comprar algunos víveres básicos como pan, frutas y carne seca, Sirius decidió explorar un poco más tras guardar todo en su inventario. Fue entonces cuando vio un edificio grande con un letrero que decía "Gremio de Aventureros". La curiosidad lo llevó a entrar.
El interior del gremio era bullicioso; aventureros de todas las razas y clases discutían sobre misiones y recompensas. En la recepción, una hermosa mujer llamó su atención. Tenía largos cabellos rojisos que caían en ondas suaves sobre sus hombros, ojos brillantes llenos de sabiduría y pechos generosos que parecían desafiar la gravedad. Vestía una túnica elegante adornada con símbolos arcanos.
"¡Hola! ¿Eres nuevo aquí?" preguntó la mujer con una sonrisa encantadora y sensual mientras se acercaba a él.
"Sí," respondió Sirius, sintiéndose algo intimidado pero intrigado por su presencia. "Estoy interesado en inscribirme como aventurero."
"Perfecto," dijo ella mientras guiaba a Sirius hacia el mostrador de inscripción. "Soy Lilit, bruja del gremio. Te ayudaré a registrarte."
Mientras completaba el formulario, Lilit le hizo algunas preguntas sobre sus habilidades y experiencia previa. Sirius explicó brevemente sobre su origen como incubo al no poder ocultarlo y cómo había estado en uno que otro tabajo peligroso lo cual no era mentira al ser un planificafor y ejecutaor de una mafia o bueno lo era.
"Interesante," comentó Lilit mientras escribía en el formulario. "Parece que tienes potencial." Luego levantó la vista hacia él con una chispa traviesa en sus ojos. "Y parece que has estado entrenando duro; ya eres nivel 4."
Finalmente, después de unos minutos, Lirael le entregó una tarjeta brillante.
Tarjeta de Aventurero:
Nombre: Sirius Tenebris
Nivel: 4
Raza: Incubo
Clase: Aventurero
"Bienvenido al gremio," dijo Lirael con una sonrisa satisfecha. "Ahora puedes aceptar misiones y ganar experiencia adicional."
Sirius tomó la tarjeta con gratitud, sintiéndose emocionado por las nuevas oportunidades que se presentaban ante él. Pero antes de que pudiera dar las gracias adecuadamente, Lilit inclinó ligeramente la cabeza hacia él mientras mostraba su desarrollado escote.
"Pero hay algo más…" dijo ella en un tono seductor al no poder resistir el efecto de la aura combinada de adonis y la naturaleza sensual de un incubo. "Me gustaría pedirte algo a cambio."
Sirius levantó una ceja, intrigado por lo que iba a decirle.
"Promete visitarme esta noche y ayuarme con algunos asuntos," continuó Lilit con una sonrisa pícara. "Tengo algunas cosas interesantes que me gustaría mostrarte… cosas relacionadas con tus habilidades como incubo."
El corazón de Sirius latió más rápido ante la insinuación. "Claro," respondió finalmente, tratando de mantener la compostura mientras sentía cómo la tensión crecía entre ellos.
"Perfecto," dijo ella mientras le guiñaba un ojo antes de volver a su trabajo detrás del mostrador mientras balancea esas grandes caderas.
Con su nueva tarjeta en mano y el corazón acelerado por la promesa de esa noche, Sirius salió del gremio sintiéndose más seguro que nunca sobre su futuro como aventurero. Sabía que había mucho por descubrir tanto en el mundo exterior como dentro de sí mismo.
Mientras regresaba a su cabaña cargando mas provisiones necesarias para los próximos días, no podía dejar de pensar en Lilit lo que significaría esa visita nocturna. La idea lo llenaba tanto de emoción como de anticipación despues de todo ella le recordo a la sorceress del juego dragon's crown.
Sirius pasó el día trabajando en su cabaña, creando un perímetro de valla alrededor de su propiedad. Usó troncos y ramas que había recolectado del bosque cercano, asegurándose de que su nuevo hogar estuviera protegido de cualquier intruso y animales salvajes. Al caer la noche, se sintió satisfecho con su trabajo y listo para la promesa que había hecho a Lirael se vistio con su mejo traje.
Con el corazón latiendo con fuerza, salió hacia el gremio. La luna brillaba en lo alto, iluminando su camino mientras se adentraba en el pueblo. Al llegar al gremio, notó que estaba casi vacío; solo algunos aventureros estaban allí, dormidos sobre las mesas o acurrucados en los rincones, claramente exhaustos por un día de aventuras o tal vez por unas copas de más.
Sin embargo, Lilit no era difícil de encontrar. Ella estaba en una esquina del gremio, sentada elegantemente en una silla con una copa de vino en la mano al finalizar su trabajo. Su figura era cautivadora; vestía una túnica de maga ajustada que resaltaba sus curvas y dejaba entrever su piel suave y pálida. Su cabello rojo pasión caían como una cascada sobre sus hombros, y sus ojos verdes brillaban con un destello misterioso.
Al ver a Sirius entrar, Lilit sonrió seductoramente y levantó la mano para invitarlo a acercarse. "¡Ah! Por fin llegas," dijo con un tono suave y lleno de sensualidad. "Te estaba esperando."
Sirius sintió cómo la tensión en el aire aumentaba mientras se acercaba a ella. "Lo prometí," respondió con una sonrisa nerviosa .
"Ven," dijo Lilit mientras se levantaba y lo guiaba hacia una puerta trasera del gremio que conducía a sus aposentos privados. El ambiente cambió drásticamente; las luces eran tenues y el aire estaba impregnado de un aroma dulce y embriagador mientras el estaba hipnotizado por el jugoso culo de la bruja que no lo dejaba de banbolear al mover ella sus caderas al caminar.
Una vez dentro, Lilit cerró la puerta detrás de ellos y se volvió hacia Sirius con una mirada intensa. "He estado pensando en ti desde nuestra primera conversación," confesó mientras se acercaba lentamente a él.
Sirius sintió cómo su corazón latía más rápido al notar la cercanía de ella. "Yo también he pensado en ti," admitió, sintiendo que las palabras salían casi sin querer.
El inconsistenciente desde que vio a esta sensual mujer ha estado usando sus dos avilidades inatas y un atributo; "Encanto Infinito" (Nivel 5) Aumenta significativamente tu atractivo personal y te permite influir en las emociones de aquellos que te rodean durante breves períodos.
Seductor Natural (Nivel 5): Aumenta la probabilidad de éxito en interacciones sociales y atraer a potenciales parejas.
Adonis: Un papucho creado por los ángeles. Este estado otorga un estándar de belleza alto y aumenta tu atractivo ante el sexo femenino en un 50%. Además, mejora tus habilidades sociales y te permite influir en las emociones de quienes te rodean.
Esto influyó en que Lilit fuera más atrevida al acercarse a Sirius no sólo por su naturaleza incubi, si no también por su aura oscura que poseía propiedades que no deveria tener un ser de oscuridad. Esto intrigó a la bruja oscura la cual no ha tenido casi ningún amate digno que no viera más allá de su cuerpo o que le atrajeron.
Regresando al presente, Lilit sonrió ampliamente antes de dar un paso más cerca, dejando que sus cuerpos casi se tocaran. "Quiero mostrarte algo especial esta noche," murmuró mientras levantaba una mano para acariciar suavemente el rostro mas bello que ella halla visto en su vida.
La conexión entre ellos era palpable; Sirius podía sentir la energía mágica de dos seres oscuros fluir entre ellos como si el aire mismo estuviera cargado de electricidad. Sin pensarlo dos veces, inclinó la cabeza hacia adelante y sus labios encontraron los de ella en un beso ardiente.
El beso comenzó suave pero rápidamente se intensificó; Lilit lo atrajo hacia ella con fuerza mientras sus manos exploraban su espalda. Sirius respondió instintivamente, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y acercándola aún más pata bajar mas sus brazos y amasar con sus manos ese jugoso trasero de melocotón suabe.
Lilit rompió el beso por un momento para mirarlo a los ojos, sus labios curvados en una sonrisa traviesa mientras aguataba gemir por esas carisias. "Eres más fuerte de lo que pareces," dijo con admiración antes de volver a besarlo y dejar de reprimir sus dulces gemidos.
Mientras continuaban compartiendo ese momento apasionado, Sirius sintió cómo cada caricia encendía algo dentro de él o mas buen su recuen mejorado miembro el caual se levato en pie de gerra en el estomago de Lilit. La bruja era experta en despertar deseos ocultos; cada roce de sus dedos parecía llevarlo a otro nivel de éxtasis y lo inevitable se hacerca para ambos.
"Déjame mostrarte mi magia amor," susurró Lilit mientras comenzaba a desabrocharse la túnica lentamente, revelando más piel suave y perfecta junto a esas grandes jarras de leche perfectas adornadas con pezones duros color rosa.
Él tragó saliva al contemplar su belleza; no había duda de que estaba frente a una mujer poderosa y seductora. Con cada prenda que ambos se quitaban, la atmósfera se volvía más intensa y cargada de deseo.
Sirius tomó la iniciativa esta vez; acercándose más a ella por la espalda, comenzó a explorar su cuerpo con manos firmes y decididas. Cada toque parecía hacerla gemir placenteramente a Lilit, lo que solo alimentaba su confianza.
Con una mano agaro desde la base asta las punta uno de sos jugosos pechos, el masajeaba los pecho firme y suave el cual se derretía en su áspera mano. Su otra mano frotaba suavemente su abdomen en sirculos para bajar lentamente a su coño suabe el cual goteaba más y más con cada rose.
"Mmmm amor tu si sabes tratar a una mujer" dijo Lilit ante el toque de su amante el cual no la dejaba de estimular. Con cada toque que el daba en sus pechos y coño, una honda de electrica de placer recorría todo su cuerpo y ella no podía parar de gemir ante el toque de su amante.
Pero ella también era recíproca y mietras la estimulan, ella movía sus caderas para frotar sus jugoso trasero el cual tenía en medio de el un gran bastón de carne de sirius. No paraba de palpitar y irradiar calor al frotarse entre esos jugoso gluteos.
Los juegos previos había acabado y tomando la iniciativa, Lilit se separa de sirius para acostarse en su suabe cama y al entrar lista levantó su jugoso trasero y con ambas manos invito a sirius a reclamara tras abrir su Chorreante coño.
"Mmm bamos bebe, jode a esta puta maga oscura con esa larga y jugosa polla". Rogando Lilit se sacudía en espera de su amante el cual no la desepsiono al introducir lentamente su polla mietras ella gemia fuerte y un chorro de sus jugos salpicaba la cama.
"¡UUUUHGGGMMMM ESTO ES LO QUE ESPERABA, DAME MAS BEBE, JODEME Y... ¿he?!". Lilit quedo confundida, vio su coño abierto por esa jugosa polla que ella deseaba, pero lo que vio no fue lo que espera siendo apenas una tercera parte de esta lo que entró el ella y fue suficiente para darle un orgasmo.
Ella miró a sirius el cual tenía una vista nublada y ante esa mirada ella supo lo que venía al sentir el temblor del semental frete a ella.
"....jejejeje... bebe que tal su lo tomamos con ¡UGHHFHFGMM!". Chorros de liberación cubriern la cama al ella ser empalada por la totalidad del miembro palpitante y caliente, Lilit quedo en un estado de extasis al tener todos sus puntos sensibles llenos y estimulads con la palpitante polla.
Como un vibrado dentro de ella Lilit no soporto la polla que estiró su estómago, su cuerpo quedó en una posición de con su culo en alto perfectamente acoplado con las caderas de sirius.
Este estaba descontrolado y vapor salia de sus fosos nacionales, una semana de abstinencia y sólo 5 puntos de mana lo convirtieron en un animal sin control ante esta indefensa hembra la cual temblaba incapaz de romper la prensa del semental necesitado.
"¡mas papi, mmmm me gusta ser tu puta, lo amo, lo amo, hahaha me gusta como martilles mi coño de bruja mala mmmm!".Lilit gritaba mientras los sonidos de su jugoso trasero mojado por sus jugos y lla rojo por los constantes golpes de sirius; junto a eso los incesantes gemidos y gritos de una ya sexualmente pérdida Lilit sonaron en la abitación. Sirius golpeaba sin sesar el ya inchado coño de Lilit el cual no paraba de salpicar un torrente de jugos cada cierto tiempo.
Las jugosas mamas eran sujetadas con fervor y dureza, salpicaban de leche la ya manchada sabana llena de jugos vaginales. Y tras el paso de minutos la primera carga se descargo dentro de Lilit.
Su estomago se hinchó, una marea de semen retenido por una semana salió de sirius y este pego mas su cuerpo a Lilit y dio toda su carga mientras jala las puntas de sus pesones. Lilit mientras tanto dio un grito de placer mientras torrentes de líquidos salían de ella junto al semen que la marcaba como hembra de este semental.
Y así fue, una marca en su bientre aparece, el sello de la familia incubo apareció por encima de su matris marcando la como la compañera y esposa de sirius tenebris.
Dentro del corazón de sirius un pequeño punto en forma apareció, uniéndonos con ella como su esposo y con eso poco a poco recobro el sentido de sí para dejar descansar a su amante que al pasar los minutos siguió con otra ronda más tranquila.
Ambos estaban atrapados en un torbellino de pasión; las paredes del cuarto parecían desvanecerse mientras se sumergían uno en el otro. Era como si todo lo demás hubiera desaparecido nuevamente: solo existían ellos dos y esa conexión mágica que compartían de haora a delante como.
Cuando finalmente terminaron, con un echizo de limpieza y secado, cayeron juntos sobre la cama, exhaustos pero felices, Sirius comprendió que esta noche marcaría el comienzo no solo de una nueva relación con su amante/esposa, sino también del descubrimiento profundo del ser incubo que realmente era y no planiaba parar asta ser el rey.
La luz del día comenzó a filtrarse por las ventanas de los aposentos de Lilit, iluminando la habitación con un suave resplandor dorado. Sirius se despertó lentamente, sintiendo el calor del sol en su piel y la suavidad de las sábanas alrededor de él. A su lado, Lilit aún dormía, su cabello rojo esparcido sobre la almohada como una cascada de rubis.
Recordó la noche anterior con una sonrisa; había sido intensa y llena de pasión, un encuentro que había despertado algo profundo dentro de él. Sin embargo, sabía que el tiempo no se detendría por ellos. Con un suspiro suave, decidió levantarse para no interrumpir su sueño.
Mientras se vestía, Sirius miró hacia Lilit una vez más. Ella era hermosa incluso en el sueño, y no pudo evitar sentir una punzada de deseo al recordar cada momento compartido. Se acercó a ella y le dio un beso ligero en la frente.
"Nos veremos esta noche," susurró antes de salir silenciosamente de la habitación tras dejar una nota.
Al regresar al gremio, el bullicio del lugar era palpable; aventureros ya estaban reunidos en grupos, discutiendo sobre misiones y compartiendo historias de sus últimas hazañas. Sirius se sintió revitalizado por la energía que lo rodeaba mientras se dirigía al tablón de anuncios.
Al llegar al tablón, notó varias misiones disponibles. Una en particular llamó su atención: "Caza de Duendes". El cartel describía cómo un grupo de duendes había estado causando estragos en las granjas cercanas, robando provisiones y asustando a los aldeanos. La recompensa prometía ser generosa: oro y algunos objetos mágicos.
Sirius sonrió ante la idea de enfrentarse a esos pequeños traviesos. Era una buena oportunidad para probar sus habilidades recién adquiridas como aventurero y ganar experiencia adicional.
Con determinación, tomó el cartel y se dirigió hacia el mostrador donde un miembro del gremio estaba atendiendo a otros aventureros. "Quiero aceptar la misión de cazar duendes," anunció con confianza.
El hombre detrás del mostrador asintió y le entregó un pequeño mapa que indicaba la ubicación donde se habían visto por última vez a los duendes. "Ten cuidado," advirtió el hombre. "Son astutos y pueden ser más peligrosos de lo que parecen."
"Lo tendré en cuenta," respondió Sirius mientras guardaba el mapa en su mochila.
Antes de salir del gremio, sintió una oleada de emoción recorrerlo; esta sería su primera misión oficial como aventurero. Mientras caminaba hacia la salida, no pudo evitar pensar en Lilit y en cómo ella podría ayudarlo con sus conocimientos mágicos si alguna vez necesitara apoyo.
Con esa idea en mente, decidió que después de completar la misión regresaría a verla para compartir sus experiencias y quizás planear otra reunión nocturna llena de magia y pasión.
Sirius salió del gremio con paso firme, listo para enfrentar lo que viniera. El bosque que rodeaba el pueblo era denso pero familiar; había pasado tiempo explorándolo mientras construía su cabaña. Con el mapa en mano, comenzó su búsqueda por los traviesos duendes.
A medida que avanzaba entre los árboles altos y frondosos, escuchó ruidos extraños: risas burlonas y murmullos apenas audibles que parecían provenir más adelante. Su corazón latió con fuerza; sabía que estaba cerca.
Sigilosamente se acercó al origen del sonido hasta encontrar un claro donde varios duendes estaban reunidos alrededor de una fogata improvisada. Eran pequeños seres verdes con orejas puntiagudas y ojos brillantes llenos de picardía. Algunos estaban contando historias mientras otros jugaban con objetos robados.
Sirius tomó una respiración profunda; este sería un buen momento para actuar. Recordando las técnicas que había aprendido durante su entrenamiento físico con la mafia china a la que perteneció, se preparó para sorprenderlos.
Con un movimiento ágil, salió del escondite y lanzó un grito desafiante: "¡Duendes! ¡Devuelvan lo que han robado!"
Los duendes giraron rápidamente hacia él con expresiones sorprendidas antes de estallar en risas burlonas. Uno de ellos dio un paso adelante, cruzándose de brazos con desdén. "¿Y qué harás si no lo hacemos?" preguntó con tono provocador.
Sirius sonrió confiado; sabía que tenía ventaja en fuerza y resistencia ahora que había subido varios niveles desde su llegada a este mundo. "Haré lo necesario para detenerlos," respondió firmemente mientras se preparaba para entrar en acción al recordar al goblin slayer.
La caza había comenzado…