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Chapter 2 - La calidad de un vino añejo

"No importa que tanto me esfuerce para mejorar mi calidad de vida, nunca podré abandonar mis labores". Eran las palabras que suelo usar para siempre estar centrada en mis responsabilidades como sirvienta de la familia Einzbern, es la única filosofía de vida que puedes tener en este castillo sí eres un producto defectuoso como yo. No soy especial, ninguna de mi especie lo es porque somos simples esclavos de nuestros amos artesanos quienes constantemente intentaban replicar una gloria pasada y como la mayoría fracasamos se nos relegó a ser servirles o son desechadas en la habitación que debo limpiar mas de una vez. Por ello acepté dichas palabras sin dudar, es la mejor manera de vivir en estos lares aunque suene cruel para aquellos mas afortunados.

 

Cada día seguía una rutina. Limpiar las habitaciones, cocinar y extraer la vitalidad mágica de las otras imitaciones, las tareas casi siempre eran las mismas y las únicas variantes comúnmente eran los espacios que se asignaban limpiar junto a los horarios de cocina en desayunos, comidas o cenas, solo pocas veces me seleccionaban para otros labores como entrenar a las demás con el fin de tanto refinar mis habilidades de combate como ayudar a mejorar las técnicas de las otras o servir como sirvienta, vigilante y/o guardaespaldas de miembros de la familia o externos. Admito que estas pocas oportunidades de variar eran mis actividades preferidas porque me permitían sentir que era un ser vivo y no una máquina mas.

 

En uno de los varios días de mi vida, uno de los miembros varones de pelo corto por encontrarse en el rango de edad donde el pelo ya no se producía a la misma velocidad ni en la misma cantidad se acercó a mi persona para informarme que la casa iba a recibir un nuevos invitados en tiempos distintos por lo que debía prepararme, mencionó el apellido MorningStar para advertirme que debía ser cuidadosa con aquella familia al ser relevantes por unas negociaciones entre ellos aun no finalizadas. Mientras que con el nombre de Kiritsugu Emiya fue menos denso conmigo. Después de concluir con esos temas él se marchó a su habitación mientras que yo me encargué de investigar.

 

-Los MorningStar, son una familia de magus establecida hace mil años atras. No pertenecen legalmente a las grandes familias de la asociación de hechicería pero aun así tienen el mismo peso que cualquiera de ellas al ser financieros y mediadores de otras familias-Leía un reporte interno sobre ellos-Nada nuevo, es una lastima que tenga que hacer un repaso a todas las hojas para poder encontrar algo útil-Pensé un poco irritada antes de retomar una lectura superficial al reporte sin actualizar hace tiempo hasta profundizar en un tema de mi interés-Leo MorningStar, fundador de dicha familia sigue siendo un enigma para nosotros, aun no descubrimos como ha logrado vivir tanto tiempo hasta ahora, dudamos que él sea portador del heaven's feel pero sí un día entendemos sus secretos tal vez podamos hacer mejores homúnculos-repetía las palabra escritas hasta que mi mente interrumpió con otras palabras-Se que Lord Leo parece un ser inmortal bajo los ojos de varios pero estoy segura que no es así, quiero suponer que quizás uso un Mystic Code, un artefacto que no conocemos para transferir su espíritu a otros cuerpos. Si ese fuera el caso lo mejor seria robarlo para que los mejores de mi especie duren mas-

 

Decidí retomar la lectura en otro momento, dejé el reporte en el archivero para luego retirarme a cumplir con mis tareas. Fui a la habitación de desechos de mis yo fallidos para asear correctamente, con mis dedos activé un aromatizante para rebajar levemente el olor a cadáveres en descomposición aunque el efecto era mínimo por obvias razones, solía intentar diferentes productos de ese estilo porque deseaba encontrar el mejor y ante tal cosa a veces deseaba intentar elaborar uno de mi marca personal. Tras presenciar la ineficacia de mi actuar simplemente continué con el aseo, primero me acerque a los cuerpos para separas los carentes de vida con las que sí presentan signos. Cargué a cada una hasta separar a todas correctamente, algo que me tomó todo el día y noche con pocos descansos de por medio cuando normalmente me demoraba días en concluir la clasificación y organización junto a las otras sirvientas en sus respectivos turnos. En ese día me esforcé mas de lo recomendado porque no dejé de pensar en la posibilidad de que unas pocas podrían vivir mas tiempo por lo que leí anteriormente aunque probablemente ninguna de las desechadas seria una candidata a la extensión.

 

Caí agotada. Me quedé en el suelo con una sonrisa a la vez que los brazos de Morfeo me atrapaban para descansar. Sabía que en algún momento entré en un sueño pero no recordé todos los detalles con claridad, mis memorias menos borrosas se remontaban a la misma habitación la cual fue ocupada por todas las homúnculos que reconozco en un estado decente, era la única imagen clara sin conocer el contexto correctamente. Imagen mental que fue cambiada abruptamente cuando otra de las esclavas me despertó de golpe, mis ojos ahora observaban el rostro molesto de homúnculo, una sirviente sin nombre.

 

-¿Qué haces aquí? No te reportaste para el cambio de turno, Satella-

-Disculpe mi impertinencia. Me excedí mas de lo recomendado, me haré responsable de los problemas que haya causado" -Fue un error insignificante. Mantén los errores de esa forma sin abusar de ellos-

-Entiendo. Encargarte de la limpieza. Nos vemos mañana para hacer los preparativos de la llegada de los MorningStar-Le decía cuando me paraba. -Tengo entendido que una de los miembros de las MorningStar es de nuestra clase. No te emociones con ella, solo mantente en control como lo sueles hacer-

-No te preocupes por cosas innecesarias. Mis virtudes superan mis defectos de a veces ser emocional, ya te he demostrado que puedo suprimir ese lado molesto-

-Confió en ti. No quiero que nada te pase, eres una de las mejores sirvientas, el resto no tan buenas herramientas como tú así que asegúrate de no dejarme al mando de elementos incompetentes-

 

Entonces me dirigí a mi habitación donde en un mueble encontré un sobre con varios documentos en su interior. Saqué las hojas cuando me senté en la cama para echar un vistazo rápido, mi visión detecto que los textos trataban sobre Kiritsugu Emiya, un asesino de magos poco reconocido fuera de su nación por la gente común. No era un total desconocido para mi porque era relativamente conocido por arruinar su vida mas que por su trabajo. Me interesó aprender mas sobre aquel próximo visitante, sin embargo decliné proseguir para sumergirme bajo las sabanas, ya estaba agotada por lo que dormir era la mejor opción, cerré los ojos nuevamente para recuperar la energías. Al día posterior, me levanté de la cama en paz, no tardé en empezar mis labores. Cuando fui al pasillo donde está la lista de tareas asignadas cada dentro de un contenedor colocado en la pared miré mi nombre en el apartado de cocinar el desayuno, entonces mi trayecto cambió a la cocina donde algunas clones limpiaban y otras me esperaban para ser mis asistentes de cocina. Les indiqué que haríamos tortillas de papa en vez de algo mas extravagante para ahorrar tiempo que se usaría para la organización de la casa, cada una tomó una tabla de madera y papas mientras yo supervisé sus desempeños, analizaba cada una de sus acciones en busca de errores como la de una compañera quien tenia las manos ligeramente sucias, golpeé su mano sin aplicar una fuerza excesiva para detenerla, ella entendió y se fue. Después de dicho suceso me encargué de su sitio luego de limpiar mis manos correctamente, tomé una papa que dejé encima de una tabla de madera con el objetivo de que los restos caigan ahí en el momento de pelarla con un cuchillo, mi mano derecha apretó el alimento mientras la otra penetró la cascara con el filo, el utensilio usaba una dirección a la derecha en una sección la cual se mantuvo a lo largo se varias secciones hasta dejar una superficie desnuda, lo repetí mas de una ocasión dando vueltas al ingrediente para encargarme del resto aunque a veces cortaba mientras realizaba el cambio. Una vez terminado espere la llegada del reemplazo de la anterior mujer quien apareció cuando estaba destrozando el cuerpo de la patata con un rallador, le cedí el puesto y me reincorporé como jefa de esta preparación. Observé como seguían mis instrucciones al desgarrar cebollas verdes por el uso del rallador para luego repetir la misma actividad con queso, cada una separó los ingredientes partidos en diferentes envases. Como esto de trataba de un desayuno para varias personas usamos un par de cebollas y algunos gramos de queso, por ello había varios envases con el mismo ingrediente, pensé que tener la cantidad justa para que cada una preparé una tortilla era mas eficiente aunque el lado negativo era el espacio ocupado por los recipientes, la única razón de seguir con estas medidas fue porque la cocina era enorme y no éramos un restaurante lleno de clientes, teníamos la fortuna de contar con mas de un horno y un espacio extenso para colocar objetos y alimentos. Ellas rompían tres huevos de gallina por persona para dejarlos en un espacio donde fueron batidos tras vertir leche en ellos, las yemas ya no existían mas en aquella mezcla. Encendí las estufas en ese proceso, ya listas fueron usadas para calentar las mezclas en sartenes, se le agregó mantequilla con la idea de darle un sabor cremoso al disolverlo.

 

-Entonces hoy harán una entrada sencilla. Se un poco menos vaga y agrega tocino o salchichas para un plato mas fuerte-me recomendó la homúnculo sin nombre quien me visitó de improviso.

-Necesitamos el mejor uso del tiempo sí quedemos dejar la casa impecable para las visitas-Le respondí sin fijarme mucho en ella.

-Sí realmente buscaras eso en vez de alterar la receta original solo te limitarías en replicarla. Ya sabes, evitar la leche y usar uno o dos huevos por plato para la mezcla con la patata. Me haré responsable sí algo sale mal así que agrega salchicha si no te quieres esforzar lo suficiente, no necesitas intentar practicar una versión para los extranjeros, aun no conocemos quien será la líder de la cocina en ese día-

-Bien. Dile a las que se encargan del aseo se limpien las manos o usen los guantes desechables para las salchichas, yo seguiré vigilando a las cocineras-

 

Con la conclusión de ese intercambio de diálogos, las otras seguían las ordenes al cortar las salchichas para después mezclarlos con las papas y cebollas. Ya mezclado correctamente se dejó caer aquel trabajo en la otra ya preparada con anterioridad para nuevamente mezclar. Y con el pasar del tiempo las tortillas se formaba, veíamos como se inflaba. Cuando su elaboración finalizó decidí cortar pedazos en forma triangular de una bajo la idea de dar una mejor presentación.

 

-No es una mala presentación, Stella. La leche infla ciertos alimentos, pero debo proceder con el control de calidad-Declaró lo último cuando escogió sus utensilios, un cuchillo junto a un tenedor.

-Adelante, los Kartoffelpuffer extranjeros cumplirá con los estándares de calidades de la casa-Le hacía saber mientras ella partía un pedazo. -Parece que no olvidaste indicar la sal ni la pimienta. Se siente que combinaste bien los sabores-Mostró su aprobación al dar un bocado-¿Qué aceite usaste?-

-De Oliva. Los Einzbern poseen sus horarios de ejercicio así que quemaran las grasas, no representa un problema-

-Tres huevos me parece mucho. Con dos eran suficientes por unidad junto a otro platillo, pero quieres una entrada que sea todo en uno-

-Sabes, no me gusta cocinarlos así. Quiero dar un buen sazón para las próximas visitas, necesito la opinión de la casa no las de nuestras hermanas-

-Les dejo continuar con la producción. Mas tarde me comentas el peso usado de los ingredientes para ver sí puedo optimizar mejor los recursos-

-Nos vemos mas tarde-Me limité a responderle con esas palabras sin prestarle mucha atención por vigilar la cocina.

 

No miré su retirada para enfocarme en elaborar tortillas de patatas. Cada unidad fue cortada en varios pedazos en forma triangular así construyendo una mejor presentación visual donde la carne era visible, fueron colocadas en los platos de cerámicas de diseños profesionales sobre líneas que creaban figuras sencillas. A pesar de completar la tarea aun faltaba mas trabajo como las bebidas, procedí a seleccionar las mejores naranjas a nuestra preposición con la intención que una parte de mi equipo ayude a producir los litros suficientes mientras también pedí que otra parte buscarán las mejores uvas como postre. Las encargadas de las naranjas simplemente cortaban las frutas a la mitad para exprimirlas, era sencillo y lento porque no era para una familia de tres o cuatro personas ya que los Einzbern eran numerosos, ya exprimidas abandonaban sus líquidos para mudarse a las jarras de agua. una cucharada de azúcar fue su último acompañante.

 

-¿Crees que ese tal Kiritsugu le guste esto? Él es asiático, no conozco paladar de Nippon-Me preguntó una ayudante de cocina.

-¿Nipón? ¿Hablas de Japan?-Pregunté para confirmar.

-Sí, Nippon es el nombre en su lengua original. Me imagino que este nuevo desayuno es para la lengua de los MorningStar, ¿no deberíamos preparar un plato de su nación para él?-

-No es necesario, se lo comerá quiera o no. Kiritsugu no es alguien importante- -Ninguna de nosotras tampoco-

-Sí, la única de nuestra especie importante es la señorita llyasviel. Supongo que es la norma en todas las familias menos en la MorningStar, las personas dicen que una es considerada de la familia, espero que nos visite-

-Jeannette, ¿no?. Creo que el padre la llamo así por Jean D'arc-

-Siempre conoces muchas cosas. Eres la mas curiosa de nosotras, pero aunque me guste debes tener cuidado, mantente al margen y no sobrepases tus limites a causa de tu curiosidad-

 

Nuestra charla cesó en ese punto. Me quedé en la cocina y observé como una cantidad pequeñas de ayudantes cargaban charolas con el desayuno en dirección a la puerta que dirigía a la mesa donde los Einberzn se encontraban sentados en teoría, no me fijé lo suficiente en el exterior por estar ocupada hasta que una de ellas regresó para comentarme que el hombre que me dio informes ayer pedía mi presencia en el comedor. Sin mas demoras me moví al comedor donde aquel señor me sonreía a lado de un plato cubierto de pocos restos de tortilla de papa, antes de entablar una nueva conversación eché un vistazo a los demás miembros los cuales algunos aun no terminaban de comer mientras unos pocos de aquellos con platos vacíos pedían mas raciones a las meseras.

 

-No me disgusta esta presentación. Es una lastima que la leche solo infle los huevos pero no de su sabor, nada es perfecto-Mencionó alegremente.

-No me gusta cocinarlo así porque solo es un efecto visual que no agrega nada de valor en la alimentación-Le seguí la conversación lejos de un habla vivido.

-Discrepo, somos seres visuales después de todo-Me hacía saber con un tono rebajado de la misma energía del principio.

-Eso lo comprendo. Sin embargo, no estamos en un restaurante, conseguir aprobación visual es innecesario cuando no hay clientes de ese tipo de locales-

-Aun así prefiero que uses leche para inflar o esponjar mas alimentos-

-Entendido señor. Me aseguraré de agregarlo en los estándares de la cocina-Acepté en un tono de voz carente de vida.

-Creo que a los MorningStar les gustará, estarás a cargo de la cocina en su visita. A partir de hoy estas al mando en los siguientes dos días-

-Gracias por la oportunidad, señor- -De nada, Stella. Continua haciendo buenos trabajos sí no quieres acabar como las otras pronto-Me advirtió con una voz agresiva y el ceño fruncido.

-No es como si me quedará mucho tiempo. De todas maneras no tengo opciones- -Eso es todo. Puedes retirarte-Se limitó a responder bajo molestia.

-¡La comida estuvo deliciosa!-Exclamo satisfecha la joven Illyasvel mientras me regresaba a la cocina.

 

De vuelta a mi equipo, nos enfocábamos en preparar las raciones pendientes. Cuando se concluyó revise el inventario para actualizar a mano la cantidad de naranjas disponibles en la lista, debía cuidar aquellas frutas porque no se producían en el país aunque la familia Einzbern poseía el suficiente capital para gastar. Con una contabilidad terminada empezaba otra con el alcohol como foco central, Pilsner, una Lager favoritas de los visitantes extranjeros necesitaban reponer unidades sí se querían rendir en el día de la llegada de los MorningStar y por otro lado la Kölsch, una Ale que requería mas botellas no por estar a punto de agotarse pero pensé que la compra de este producto no era mala opción sí se iban a hacer compras de la otra marca, era mejor comprar ambos productos en una única salida, a parte también era una de las favoritas de aquel señor de mi anterior encuentro de nombre Adal, el resto de bebidas alcohólicas tenían las suficientes cantidades. Lo único que comprobé en ese momento fueron los vinos que por su composición se guardaban en otro espacio especialmente delicado en su fermentación.

 

-Stella, ¿de qué hablaron el señor Adal y tú?-

-Nada importante. Concéntrate en limpiar los trastes- -Bien. Pero, lo haré mientras me escuchas. Tienes que aprender un poco del idioma de Nippon para ese tal Kititsugu, no soy una experta así que no cuentes conmigo como profesora aunque te puedo enseñar unas palabras perfectas para ti, baka y aho, dos formas de decir idiota, la primera es mas amistosa mientras que la segunda es la ofensiva-

-¿Me estas llamando idiota?-Saqué esas palabras de mi ser bajo mi ceño fruncido.

-No. Solo digo que si le insultas hazlo en su idioma para que lo entienda, digo, Kiritsugu parece ser un desastre, no creo que no tenga tus regaños-

-Aho, eres una aho-

-Seria mas efectivo en Deutsch-

-Dummerchen-Expresó molestia a la par que su mirada se enfocaban a los trastes.

-Esperaba un insulto mas fuerte que nuestra versión de baka. Consideraré usar esas palabras pero ahora limpia, tenemos un horario que seguir-

 

Tras la limpieza a los trastes y utensilios que fueron usados, abandoné la cocina para revisar los vinos de su sótano designado, un espacio donde únicamente se permite almacenar variedades de vinos en barricas de madera en su mayoría a excepción de unas botellas de marcas. La familia Einzbern eran dueños de una reconocida fábrica de vino nacional y en el extranjero, en la casa poseíamos este espacio de uso personal, producir el nuestro fuera de la fábrica fue un lujo que siempre nos podíamos permitir. La razón de compartir el sótano con otras marcas era porque algunos miembros de la familia compraban en subastas. Los vinos podían ser longevos a diferencia de mi especie, esas bebidas mejoraban su calidad cada día mientras nosotras nos degradábamos. Cada marca propia y externa posee mas valor que cada una quiera o no, eso suena fatal.

 

Pero sí fuera tan valiosa como una de ellas no sabría que hacer con mi vida, no conocía mas cosas a aparte de cumplir ordenes, quizás me animaría a intentar crear aromatizantes aunque ese deseo provenía de mejorar mi ambiente de trabajo y no de algo mas profundo de mi ser, lo único que me quedaba era seguir igual hasta que muera. Creo que en el fondo no quiero ser libre de esta casa de magus, lo que realmente deseaba era conseguir el mismo valor para sentirme viva, esperaba que los MorningStar me otorgaran ese sentimiento por el tema de Jeannette.

 

Ya sin perder mas tiempo en mis pensamientos pasé a hacer registros de unidades. El conteo de botellas no presentó problemas, la misma cantidad de haces unos días permanecían igual así que no había signos de robo, no era necesario catearlas. Sin embargo, ese no era el caso de las barricas, vertí el liquido de una en una copa para analizar su color al inclinar el objeto en el ángulo perfecto donde el contenido no se derramaba, un tono amarillento nada claro y lo suficiente fuerte para ser comparada con uno dorado, una muestra de que se trataba un vino blanco viejo ya que en presentaciones de tonos mas claros seria una muestra de uno joven, mi mano izquierda que sostenía la copa cambio la posición al ángulo contrario para que mi fosas nasales detecte la composición superficialmente, logré reconocer la clase de uva usada, Riesling, una especial que la casa posee en extensos cultivos al desarrollarse en climas fríos, también detectaba otros olores cítricos, mas tarde mis labios presionaban en el recipiente mientras el liquido entraba en mi garganta, degustaba un poco sin llegar a consumir todo de golpe, fue un sorbo donde el contenido se movía como un remolino con el objetivo de saborear de cada parte de mi lengua logré un mejor análisis por el uso correcto de mis papilas gustativas así sintiendo su alta acidez por la uva. Era un vino bien añejado, su calidad no se dudaba y mas al ser consumida en frio para potenciar su frescor, ya se encontraba en un buen punto como para ser compartido en las visitas aunque se podría usar un barril menos añejo para potenciar mas este aunque no creía que el material se agotaría en las visitas confirmadas. Sin mas que hacer en ese lugar pensé en irme aunque me quedé observando las botellas otra vez, volví a compararme con aquello.

 

No todos los vinos mejoraban con el tiempo, dudaba que cuidarme de la misma forma que se cuidan estas bebidas seria inútil, incluso con un Mystic Code que logrará alagar mi vida seria un fracaso porque mi cuerpo no se podía añejar bien. No seria una excepción a pesar de que existían magos como Brishisan, seres que parecían inmortales dignos de añejarse mientras que en los otros casos como yo nos encontramos con la posibilidad de quebrarnos sí lo intentáramos.

 

-¿Otra vez te comparas con los vinos? Stella-Mi hermana sin nombre lanzó esa pregunta bajo una mirada seria

-Quizás. Si vienes por el tema de cuantos gramos use por unidad en la tortilla de papas te lo puedo comentar de una vez-

-Stella. Ninguna de nosotras tendrá la longevidad de Brishisan-Presentó su comentario con una voz agresiva.

-Lo se. Somos creaciones fallidas diseñadas para ser el cuerpo del Santo Grial-

-Ya veo, pensaba que tus ideas eran otras-Su tono se relajó al decir eso.

-No busco ser mas, solo porque me compare y piense ciertas cosas a veces no significa que debes ser agresiva conmigo, no represento un problema en la casa-

-Sabes que soy agresiva con todas sin excepción. Es parte de mi trabajo-

-Eres un fastidio a veces-Contesté irritada bajo deseos suprimidos de atacarla.

-Y tú serás un fastidio para Kiritsugu. Te asignaron en la cocina para los MorningStar así que no serás una sirvienta personal de algún integrante, tal vez me asignen ese rol ese día y a ti te encarguen a Kiritsugu. Realiza un buen trabajo para que no te desechen antes de tu fecha de caducidad-

-¿Este hombre será nuestro aliado en la guerra del Santo Grial? Es un asesino de magos-Expresé mi duda con el fin de rebajar la actitud negativa de mi hermana.

-Sí, no se que rol le darán exactamente- -¿Será una opción adecuada? Él se encuentra encerrado en la prisión de su nación-

-Ya revisaste sus datos-Cortó abruptamente la conversación con aquellas palabras previamente a retirarse.

 

Esperé su salida mientras terminé consumir todo el contenido de la copa por la mala experiencia, permanecí en el sótano durante unos minutos aun cuando ella ya se había abandonado este espacio porque quería evitarme otro encuentro con ella. En el momento que consideré adecuado para irme limpié la copa y luego dejé el lugar al usar las escaleras, el sonido de mis pasos eran los únicos sonidos ambientales que me incomodaban por encontrarme sensible. El entorno se mantenía sin aparentes cambios en mi trayecto en los pasillos por lo que perderme en mis pensamientos fue inevitable. No me quedaba mucho tiempo en estándares humanos, deseaba que mis últimos momentos fueran agradables así que suponía que debía ser amable con el tal Kiritsugu al tal vez ser la última visita que reciba.