Parte 1 - Sentirse rechazado
Finalmente el día habia llegado, el camión de mudanza ya habia llevado todas las cosas, Emi estuvo haya junto a Kaede que decidió ayudarnos, de paso le pedí que la vigilara para que no hiciera ninguna estupidez, ya que, ella no puede hacer fuerza, y yo tampoco en realidad, con un puro día de mover las cosas que eran de Matsuo quede muy adolorido y estaba seguro que no hice fuerza.
Emi me pidió que me quedara para revisar que tuvieran cuidado con las cosas, asunto del cual no hubo ningun problema.
Aki me abrazo por al espalda mientras veía como se llevaban las ultimas cajas.
-Aki te dije que no estoy molesto por lo de la noche.
Eso es mentira, apenas me as dirigido la palabra desde eso.
Horas antes.
Aki y yo nos besábamos eufóricamente como lo hemos estado haciendo casi todas las noches desde que tengo el collar que me permite tocarla, aun no habíamos tenido nuestra primera vez, de hecho no me habia atrevido ni siquiera pedirle que me masturbara como lo habíamos hecho antes, me daba mucha vergüenza ahora que podíamos tocarnos.
Pero hoy quería cambiar eso, me arme de valor, y empecé a bajar mas la mano de donde la tenia agarrada, la metí por debajo de su ropa, y comencé a apretarle suavemente el trasero.
-Travieso.
Aki me decía cosas lindas susurrándomelas por el oído, donde de vez en cuando me mordisqueaba la oreja, algo que provocaba mucho placer en mi. Tome más la iniciativa, me gire y deje a Aki debajo mío, puse mi mano sobre su mejilla, acariciándola, mientras ella se apegaba a ella.
-Aki, puedes desnudarte, me gustaria... si tu quieres hacerlo contigo cariño, quiero tener mi primera vez contigo... quiero al fin poder darte placer, como tu lo has hecho conmigo.
Aki volvía a besarme intensamente, incluso su lenga se movía mucho más frenética cosa que me provoco hacer lo mismo, hasta que se detuvo.
-Hika... yo quiero hacerlo contigo, pero no quiero hacerlo aun, preferiría esperar un poco más...
Me sentí rechazado cosa que me dolió, pero si Aki no quería no podía hacer más.
-Si querida... esperemos.
No pude seguir con esto, le di un beso en la frente, me puse el polerón que estaba a los pies de la cama para poder aguantar el frio que emanaba Aki. Me di vuelta y me fui a dormir.
No se que cara puso mi novia por lo que acaba de hacer, pero al fin en cuenta era como me sentía.
-Hika no te molestes, podemos seguir besándonos, si quieres.
-Tranquila no estoy molesto, te entiendo, y mañana tenemos que levantarnos temprano, por la mudanza... cariño.
Aki me abrazo por la espalda, note como una lagrima cayo por mi cuello, eso me molesto más, yo habia sido al que rechazaron, yo soy el que quiere llorar. Pese a eso no hice ninguna estupidez y me puse a dormir.
-Te lo repito una vez más Aki, no estoy molesto, y necesito que me sueltes, los hombres de la mudanza me están mirando raro.
Aki me soltó desilusionada.
-Yo perdóname Hika... después de todo quiero que sea especial... no hemos tenido muchos momentos juntos que podamos disfrutar como pareja.
-Para mi Aki todos los momentos que he pasado contigo son especiales, buenos o malos, al final eso nos a traído hasta acá, ¿o me equivoco?
-No Hika, no quise decirlo de esa forma, me refiero a que... no te vayas déjame aclarar lo que dije... perdón no quise lastimarte.
-Pero aun así lo hiciste... mierda... Aki disculpa, no quise decir eso, dame un rato, necesito aclararme, eso es todo, se a lo que te referías, solo déjame... ¿Soy un tonto cierto?, me molesto porque no quisiste hacerlo conmigo, me dolió, de hecho me duele aun.
Aki se quedo en silencio, igual de dolida como estaba yo, decidí simplemente hacer lo que debía hacer, ver las ultimas cosas de la mudanza, hasta que dejara ir mi frustración y no desquitarme con Aki.
Segunda parte - La sorpresa.
Anton fue a dejarme con las ultimas cosas al departamento, aun no creía donde nos estábamos quedando, estaba a 20 minutos de la escuela caminando, y a 30 del centro comercial, incluso me iba a quedar cerca de donde iba a trabajar con Asuna.
Mire a Aki, ella estaba enfocada mirando el paisaje nevado, no habíamos hablado desde el pequeño altercado, pese a que ya me habia tranquilizado, aun me sentía dolido. Intente tocarla, pero me arrepentí cosa que ella no se dio cuenta o eso creí, yo no pude verlo, pero ella me estaba viendo por el reflejo, aun así decidió no hacer nada.
-Bien llegamos, hijo.
Nos bajamos, Emi y Kaede estaban esperando en la entrada del departamento, Kaede como siempre me saludo abrazándome, Emi en cambio me desordeno el pelo, muy sonriente, yo me devolví al auto y entre mis cosas al departamento luego volví a bajar, habia notado que Aki se habia quedado abajo, con mis hermanas, aunque ellas no podían verla, fui donde ellas.
-Bien eso seria todo, hijos.
-Gracias papá y Kaede, por ayudarnos.
-Si gracias a ustedes dos. - Dijo Emi.
-Si necesitan lo que sea, no olviden que estare para ustedes no importa la hora... se que es tarde, pero por algo se empieza... una cosa más niños, Emi toma los papeles firmados para el colegio, y para que seas su tutora de ahora en adelante. Hikaru tu contrato firmado, para que se lo entregues al papá de Asuna.
Agradecimos el gesto, estaba intentando arreglar las cosas, era tarde, pero tal vez en un futuro podríamos acercarnos, un poco, quien sabe en realidad.
Kaede también se despidió porque quería ir a ver a Sou y a Camilia que pasaba casi todo el tiempo en el hospital, por lo que oí, iban a llevarse a Sou a Tokyraiso, donde podrían darle una mejor atencion medica, todo pagado por los jefes de Sou, los dueño de la maldita empresa de viaje.
-Emi, ya que se fueron, te gustaria comprar algo en el Konbini de enfrente.
-¿Algo como qué Hikaru?
-Cosas para picar, y porque no una cerveza para ti.
Emi me agarro el hombro fuertemente.
-Enserio me dejaras tomar cerveza.
-Si, pero solo una... ¿me dejarías tomar una a mi?
-Ya tienes 16, si adelante, solo... no agarres mi mal habito como bebedora, llevo poco y a sido duro, no habia estado tan estresada como ahora... ¿a todo esto donde esta mi niña?
-Es cierto, ten toma.
Emi se coloco el collar.
-Ahí estas... ¿sucede algo Akari?, tienes una cara larga.
-No nada Emi, estaba en mi mundo descuida.
Emi me miro, era obvio que se dio cuneta que algo andaba mal, pero no dijo nada más.
Cruzamos la calle para ir a comprar, cuando íbamos a entrar, habia caído en algo de lo que recién me habia dicho Emi.
-Hermana no me digas que tu aumento de estrés, y cansancio se debió porque no estabas tomando cerveza.
Ella puso una expresión de como si la hubiera pillado en una mentira.
-Supongo que me atrapaste, si en parte se debe a eso, la cerveza siempre me relajaba, pero tenias razón, tenia que moderarme, hice una estupidez por emborracharme, y me puse muy sensible cuando deje de tomarla... bueno sigo sensible, que quieres que te diga.
-Eso no significa Emi, que tienes problemas de abstinencia. - Dijo Aki.
-No digas tonterías, es eso sumado a todo lo que hemos estado viviendo, tampoco es que sea Alcohólica. - Dije preocupado.
Entramos al Konbini, compramos un montón de comida chatarra, nachos con queso, distintas papas fritas con sabores, ramas de queso, palomitas de maíz par hacer en casa, bebida y cerveza, Emi compro de su cerveza favorita, y escogió una para mi, que dijo que no era tan fuerte, y que era dulce, que probablemente me gustaria, era de sabor de limón.
Volvimos a nuestro departamento, aun habian muchas cajas, que tenias que ordenar, pero Emi dijo que arreglaríamos esto ya mañana que teníamos que descansar ahora.
Emi me condujo a mi habitación con los ojos tapados con su mano, fue un poco incomodo, ya que sentía sus senos en mi cabeza.
-Bien puedes ver, espero que esto te guste.
Lo primero que vi fue la cama que era grande, mire más arriba y en el techo habia un proyector, para ver pelicular, frente a la cama en la pared una pantalla blanca que se podía enrollar fácilmente para que el proyector dirigiera la imagen ahí. Sobre mi escritorio habia una laptop algo nuevo para mi porque nunca habia tenido una.
Yo abrace a Emi.
-Gracias, esto es demasiado Emi, yo...
-No necesitas agradecerme, pero no se que paso entre ustedes, pero deberían arreglarlo, hay más cosas así que revisen, esta habitación es de ustedes dos, al igual que la laptop, siéntanse cómodos, Emi me puso el collar en el cuello, ahora arreglen el problema, yo preparare todo.
Emi se fue con una sonrisa en la boca, tal vez tuvo la reacción que ella esperaba.