Punto de vista de Angelica Yue
¿Soy una mala persona?
Alejándome lentamente de la casa de Drake, varias lágrimas empezaron a salir de mis ojos nuevamente, haciendo que mi conciencia vagara entre los recuerdos de las últimas semanas por el solitario camino por el que andaba.
Sintiéndome culpable, apenada y triste, caminé hasta que recordé el beso que le había dado a Drake, poco después de preguntarme si todo lo que había hecho estaba mal. Al recordarlo, cambió ligeramente mi expresión, porque mientras intentaba recordar la sensación de sus labios, una pequeña sonrisa se formó en mi rostro, que permaneció hasta llegar a la tumba de mi hermano, Paul.
Al ver la improvisada tumba que mis padres habían hecho para mi hermano mayor, me quebré, arrodillándome sobre el césped que lo rodeaba.
Paul… me pregunto en qué punto empecé a hacer mal las cosas, a ser rebelde, imprudente y tonta. Pensé, llorando mientras recordaba la última vez que lo vi.
"Tranquila Angie, todo estará bien." Fueron sus últimas palabras que me dio, mostrando una genuina sonrisa antes de que yo quedara inconsciente por haber agotado todo mi maná.
Pa-Paul… ¿Por qué te fuiste…? Llorando, apreté fuertemente los puños en busca de respuestas, sabiendo dentro de mí que todo era por mi culpa, haciendo que el sentimiento de miseria creciera.
Seguí llorando por un rato hasta que logré calmarme, para que después tomara fuerzas y me parara solamente para despedirme finalmente de mi hermano. "Adiós… Paul."
Regresando a casa me encontré con mis padres, Matthew Yue y Emma Yue, que terminaban de poner nuestras cosas sobre las carretas en las que viajaríamos a saber Dios dónde.
"Angelica, ayuda a tu madre." Ordenó mi padre en el idioma demoníaco, mientras evitaba mirarme directamente.
Él sigue molesto, a pesar de que ya pasó más de una semana, y a pesar de que le dije repetidamente que Drake no tenía nada que ver con la muerte de Paul. Pensé resignada. Seguramente me debe de odiar.
Mis padres habían tenido una discusión con la familia de Drake, o al menos eso me había dicho mi madre, por lo que al no tener nada que nos ate a Birton habían tomado la decisión de irse, llevándome con ellos por aún ser menor de edad dentro de nuestra raza.
Con todo listo, atamos las carretas a los Rucks, monstruos domésticos parecidos a lagartos, a pocos minutos antes de partir.
Al salir de nuestra casa pasamos por un lado de Birton, con la intención de conectarnos al camino principal que llevaba hacia el norte.
Qué extraño, hay más guardias resguardando la ciudad que lo normal. Pensé, viendo seguidamente a pares de guardias caminando por las cercanías de Birton. A lo mejor es por el incidente que mencionó Markus al despedirnos.
Cómo sabía que pronto partiría, hace unos días había decidido ir a la casa de mis amigos de la universidad a despedirme, con la intención de hablar con alguien aparte de mis padres para no deprimirme después del entierro de Paul.
Después de hablar finalmente con Markus, me pidió que tuviera cuidado en mi viaje, porque comentó que recientemente se había sentido un maná abrumador a las afueras de Birton. Este maná había causado muchos desmayos entre las personas, y por eso puso en alerta máxima a la ciudad, por si el monstruo que causó aquel incidente decidiera entrar.
"Entiendo, gracias por avisarme." Respondí, dándole un abrazo para despedirme de él, antes de alejarme en silencio a la salida.
"Es-espera Angelica." Susurró Markus, haciendo que me detuviera a pocos metros de él. "So-solo prométeme que me enviarás una carta para cuando estés en tu nueva casa." Dijo tímidamente.
Al escuchar sus palabras, le sonreí, antes de asentir levemente con la cabeza y de despedirme finalmente de él.
Markus es un gran amigo, espero que el próximo año logre graduarse exitosamente. Comenté dentro de mí, antes de que un amargo sentimiento recorriera mi garganta. Sí, espero que él sí pueda hacerlo….
Salimos finalmente de Birton, y después de medio día de viaje el camino se volvió un poco incómodo, porque el bosque característico de Birton se convertía cada vez más en un lugar desértico.
Si seguimos por este camino, terminaremos llegando al camino transcontinental que va al continente Central. Pensé, soltando un leve suspiro. Si es así, este será un largo viaje….
°°°
"Con cuidado Angie, esta parte es un poco peligrosa." Comentó mi hermano, sujetándome con sus manos para pasar por unas piedras del oscuro río que se había atravesado en nuestro camino.
"Gracias hermanito." Dije con mi voz aguda.
¿Paul? Pensé, viendo un recuerdo de hace varios años. "Ya falta poco, verás que cuando lleguemos a la cima todo este camino valdrá la pena."
Si mal no recuerdo, ahí solo tenía 10 años. Comenté para mí misma, viendo cómo subíamos por una colina un poco empinada. Sí, aquella vez todavía ambos éramos muy pequeños, pero recuerdo que aun así, Paul hizo todo lo posible para ayudarme a ver la lluvia de estrellas Oman, que aparecía cada 30 años por estas zonas.
"¡Sí! ¡Por fin llegamos!" Grité alegre, mientras daba brincos sobre el suave césped que había en la cima. "Jaja, sí que tienes mucha energía."
"Hermanito, ¿dónde están las estrellas?" Pregunté viéndolo a los ojos. "Tranquila, seguramente pronto aparecerán." Respondió sonriente, invitándome a sentarme sobre el pasto a un lado de él.
"Por cierto Angelica, recuerda no decirle a papá ni mamá que salimos de la casa, porque si no tendremos problemas."
Jajaja, es cierto, a la final mamá y papá terminaron descubriéndonos.
"Si si hermanito, tu tranquilo, verás que yo seré una tumba." Respondí sonriéndole, antes de que él me agarrara de la cabeza para luego frotarla.
"Gracias Angie, gracias por ser mi hermana… gracias por estar a salvo." Dijo, cambiando su tono de voz a uno que tenía en el momento que lo vi antes de desmayarme, cuando los bandidos me acorralaron.
"Gracias a Dios estás a salvo, porque no sé qué hubiera hecho sin ti, mi pequeña hermanita." Dijo, cargándome por los aires después de que me desplomara por usar mi mayor hechizo dos veces. "Tranquila Angie, todo estará bien."
…
Abriendo los ojos, las últimas palabras de Paul resonaron nuevamente en mi cabeza, haciendo que mis ojos se inundaran con lágrimas.
Paul, perdóname...
Ya había pasado más de un mes desde la muerte de Paul, y de vez en cuando durante el viaje empecé a tener sueños que me recordaban experiencias del pasado junto a él.
Después de calmarme, me levanté y salí afuera a pensar un poco, pero al hacerlo, noté en el horizonte que apenas empezaba a amanecer.
Acá afuera está haciendo un poco de frío. Pensé, antes de activar una leve capa de maná.
Mientras caminaba y reflexionaba por la irregular arena, empecé a pensar en cosas del futuro, en lo que haría hasta cumplir 40 años. Me gustaría saber qué pensarán mamá y papá cuando les diga que iré de viaje...
Pensativa, decidí regresar a las carretas gracias a un rayo de sol que me pegó en la cara, haciendo que me diera cuenta de que ya había pasado un tiempo.
Mientras volvía, observé que el desierto en el que estábamos seguía por un gran rato, porque no se podía ver nada más que dunas de arena por todos los horizontes.
Ya estando cerca una gran sombra me cubrió por completo, esta era una de las estacas del camino, que servían para que los viajeros no se perdieran por el camino, ya que a diferencia de los caminos hechos en tierra, uno en el desierto se perdería fácilmente por las comunes tormentas de arena que había.
"Hija, ¿a dónde fuiste?" Preguntó mi madre en el idioma demoníaco después de verme llegar. "A ningún lugar en específico, solo salí a estirarme un poco, para estar lista para el viaje." Respondí sonriente.
"Ahh… ya veo, por cierto, necesito que me hagas un favor." Dijo, agachándose para recoger algunas cosas y llevarlas cerca a la fogata que habíamos hecho ayer. "Claro, ¿qué sería?"
"Necesitaré un poco de leña para cocinar nuestro desayuno, ¿crees que puedas ir a por los alrededores a buscar algo?" Pidió, dejando las cosas y yendo a la carreta en la que yo dormía a buscar parte de nuestras provisiones.
"Si mamá, mientras caminaba creí ver algunos cactus a lo lejos, exactamente por allá." Dije, señalando con el dedo hacia el oeste de donde estábamos.
"Excelente, gracias hija, le diré a tu papá que te ayude cuando se levante, ya que se quedó dormido en la madrugada haciendo guardia, y no me gustaría despertarlo por ahora." Comentó, antes de sacar las verduras, carne y otros utensilios necesarios para cocinar.
Volviendo por el camino que había recorrido antes, empecé a recolectar algunas ramas secas que encontraba, junto con los escasos cactus que había por el desierto, ya que estos, a pesar de no ser muy inflamables, aún servían para mantener el fuego en la fogata.
Recolectando todo lo que pude tardé una media hora, y al querer volver, vi no muy lejos de mí unos cuantos cactus más que me desviaron del camino de regreso. Me pregunto si papá todavía estará durmiendo, necesitaré su ayuda si quiero llevar estos más.
Al estar cerca, dejé sobre la arena los palos y cactus que llevaba, para después sacar la daga que llevaba conmigo para cortar y sacar las espinas de uno de ellos.
Mientras lo hacía, un repentino temblor en la tierra me desorientó, haciendo que mirara rápidamente a los alrededores para ver qué pasaba. Al no encontrar nada me sentí aún más confundida, hasta que fui levantada bruscamente del suelo para después ser golpeada por un pedazo de lo que parecía ser arena, pero con pelos.
¿Qué? ¿Qué es eso? Pensé mientras veía a la imponente bestia erigirse y salir de la arena que lo envolvía. No me digas que es un Sandstalker, pero… ¿Qué hace cerca a un camino?
Los Sandstalker eran monstruos acechadores del desierto, expertos en camuflarse para atacar por sorpresa a sus presas. Y ahora, ¿qué hago? Enfrentarme contra uno de ellos sola será muy peligroso.
Sintiéndome acorralada, empecé a conjurar algunos hechizos de agua, que en teoría eran la debilidad del monstruo, pero, después de lanzarle varias cuchillas y bolas de agua a su cabeza y cuerpo, no logré dañarlo, por el grueso pelaje que tenía.
Al ver que mis ataques no eran tan efectivos, el Sandstalker se abalanzó a por mí, atacándome repetidamente con sus largas manos, llegando incluso a golpearme en dos oportunidades.
¿Qué hago? En la condición en la que estoy ahora no creo poder escapar de él hasta que papá y mamá nos vean. Pensé herida y cansada, intentando curar una herida que me hizo el Sandstalker en la pierna.
"GRRUUUAAAARRR" Gritó ferozmente, feliz por su victoria antes, acercándose rápidamente a donde me había mandado a volar.
Si los ataques de agua de nivel avanzado no funcionan tendré que usar el de nivel experto, pero si hago, existe la posibilidad de que me desmaye por la falta de maná, al igual que aquella noche. Pensé ansiosa por la situación en la que me encontraba.
¿Qué hago? ¿Qué hago? Pensé, antes de tomar una decisión y de empezar a conjurar Hydroplosion, el mayor hechizo que sabía en ese momento. Bueno, creo que es mejor dar todo de mí en vez de simplemente rendirme.
Al tener al Sandstalker lo suficientemente cerca direccioné mi hechizo hacia él, logrando que se desviara hacia un lado, cayendo violentamente a unos metros de mí. Al voltear, vi cómo empezaba a salir una inmensa cantidad de agua por todo su cuerpo.
Al tenerlo inmóvil, rápidamente me puse de pie y continué con mi hechizo, alejándome lentamente para que no fuese afectada. Agua que acorta lo imposible, aire que suprime lo que no deseo, vengan y ayúdenme con este hechizo, Hydroplosion.
Al terminar de conjurar mi hechizo, el Sandstalker empezó a ser levantado del suelo, mientras el agua que lo rodeaba fue creciendo hasta que finalmente se formó una gran bola de agua a su alrededor, causándole mucho dolor por la increíble presión que iba aumentando.
El monstruo intentó liberarse, haciendo que su cuerpo temblara y su boca abriera, haciendo que mi hechizo tuviera un gran impacto contra él. Después de unos segundos, la presión de mi hechizo hizo que la gran bola de agua que había se comprimiera a una cuarta parte de su tamaño.
Al sentir mi visión borrosa completé finalmente mi hechizo, haciendo que el agua comprimida saliera disparada para todos lados, creando una increíble explosión de agua sobre el lugar.
Cr-creo que lo logré. Pensé, al ver al Sandstalker tendido sobre la arena con algunas deformaciones en su gran cuerpo.
Sintiéndome más tranquila, intenté regresar a donde la leña para volver, pero al dar unos pocos pasos caí de rodillas, por el mareo que empezaba a sentir.
Ese Hydroplosion fue la más grande que hice hasta ahora, con razón me quitó todo el maná que me quedaba. Pensé, decidiendo descansar un poco de mi anterior batalla, antes de que un leve sonido viniera del Sandstalker, haciendo que volteara hacia él con una mirada de miedo.
"GAAHHK… KHAAKK! ¡COUGH! ¡GHHHHUUH!"
El monstruo empezó a toser fuertemente, botando sobre la arena agua, tanto por la boca como la nariz que tenía.
No…. Sintiéndome aterrada, empecé a rogar por ayuda dentro de mí, mientras veía cómo el Sandstalker se ponía de pie lentamente. Alguien… ayúdeme, por favor.
Para cuando el monstruo se paró por completo, empezó a cojear torpemente hacia donde estaba sentada, intentando alejarme de él con las pocas fuerzas que me quedaban.
"Magia de nivel Experto, Windcleave"
Varias cuchillas transparentes aparecieron a un lado del Sandstalker, atravesándolo y cortándolo repetidamente, haciendo que su cuerpo se dividiera en varias partes antes de caer muerto sobre la arena, bañándola con su sangre morada.
Volteando la mirada en dirección de la conocida voz que conjuró el hechizo, el sentimiento de terror que sentía fue reemplazado por uno de felicidad.
Llegaste, papá.
Mi padre, Matthew, había llegado justo a tiempo para salvarme, antes de que el acechador monstruo se acercara lo suficiente como para matarme.
Al verme tendida sobre el suelo, mi padre se apresuró a acercarse a donde estaba, mientras mostraba una cara de genuina preocupación.
Pero, ¿por qué se le ve así? ¿Acaso él no me odiaba por lo de Paul? Estando sensible, empecé a llorar como una niña antes de que él finalmente llegara y me diera un abrazo, consolándome.
"¡Papá! ¡Papá!" Lloré, abrazándolo fuertemente. "Tranquila hija, ya estás a salvo."
Después de unos minutos de estar así, me cargó suavemente sobre sus brazos, llevándome de nuevo al campamento.
Al llegar, mamá se sorprendió de vernos así, pero al notar que mi ropa estaba sucia y que tenía algunas heridas, supuso que algo malo había pasado, así que preparó unas mantas sobre la arena para mí.
Después me preguntaron qué había pasado mientras terminaban de curarme, haciendo que sus expresiones cambiaran repetidamente al escuchar mi historia. No entiendo. ¿Por qué después de que les conté lo que pasó se veían tan preocupados? ¿Por qué?
Ya más calmada que antes, reuní el valor necesario para preguntar algo que quería desde hace tiempo, algo que hacía que mi corazón se hincaba de dolor cada vez que pensaba en una respuesta.
"Papá, mamá, ustedes…" Dije con temor, sintiendo cómo un nudo empezaba a formarse en mi garganta. "¿Ustedes aún me aman?"
La cara de mis padres cambió nuevamente al escuchar mi repentina pregunta, haciendo que esta vez mi madre me abrazara al notar la cara de tristeza que puse al no escuchar una respuesta inmediata.
"Claro que te amamos hija, ¡Te amamos mucho! ¿Por qué preguntas algo como eso?" Contestó tiernamente mi madre.
"Tiene razón tu mamá, ambos te amamos." Continuó mi padre, antes de agarrarme firmemente de las manos una vez mamá me soltó. "Si pensabas que no lo hacíamos, es por mi culpa hija, perdóname, he sido muy duro e irracional contigo."
"… Yo-yo, también los amo." Dije con una voz quebrada, antes de ponerme a llorar nuevamente.
°°°
Los días, semanas y meses fueron pasando, hasta que logramos llegar al reino de Dunumese, después de estar viajando por más de 4 meses.
Después de unas semanas del incidente del Sandstalker mis padres finalmente me habían revelado a donde iríamos, y ese lugar era la ciudad costera de Swaford, en el reino de Alum.
Recuerdo ponerme feliz al saber que estaría en el mismo reino que me encontraría con Drake en un futuro, y algo que me alegró aún más fue cuando llegamos al Reino de Dunumese, en especial cuando pasamos por las orillas del lago Crafle, porque al pasar por aquel lago pude ver el gran árbol del principio.
Wow, es verdaderamente gigantesco. Pensé, maravillándome ante su imponencia, sabiendo que estaba a dos meses de viaje en carruaje de donde estaba.
Es verdad, la promesa que hice con Drake de ver juntos ese árbol aún sigue en pie. ¡Así que será un lugar al que visitar en un futuro! Pensé alegremente, recordando aquella vieja promesa.
En el resto del viaje, el dolor de perder a Paul había disminuido en mi familia, haciendo que la esperanza de empezar de nuevo creciera dentro de nosotros.
Del lago Crafle hasta Swaford, en el reino de Alum, estuvimos viajando por un largo mes más, hasta que después del largo viaje por fin llegamos, asentándonos cerca al mar.
Mi padre tenía un antiguo amigo que trabajaba para una familia noble de la capital de Alum, con el que consiguió trabajo una vez llegamos a Swaford.
Por mi parte, me puse a dar algunas clases particulares a un par de jóvenes nobles, sabiendo que necesitaría dinero para el viaje que tomaría una vez fuera mayor de edad. Además, aprovechaba mis tiempos libres para seguir entrenando, porque quería volverme fuerte, para no depender de alguien para protegerme.
El tiempo fue pasando, y no pasaron muchos años hasta que mis padres anunciaron algo que hasta mí me sorprendió, algo que me hizo dudar de viajar en unos años.
"Matthew, Angelica, estoy embarazada." Dijo sonriendo de felicidad mi madre, antes de que nos uniéramos a ella en un festejo por la gran noticia.
Después de celebrar en familia, esa noche me puse a reflexionar en mi cama, preguntándome nuevamente si debería de escribirle a Drake o no, porque desde que llegué a Swaford he querido escribirle, pero no me he atrevido a hacerlo porque prometimos vernos nuevamente en Slorah.
En verdad me gustaría escribirle una carta, decirle que nos reunamos unos años después, ya que deseo estar junto a mi nuevo hermano o hermana en sus primeros años. Pensé, sintiéndome indecisa por los conflictos internos que tenía, antes de tomar una decisión. No, no puedo hacer eso, me prometí cuando llegué acá que no le escribiría ni una sola carta hasta vernos en persona en Slorah.
Regañándome por lo indecisa que era decidí no escribirle, porque sabía que mis padres estarían bien con mi nuevo hermano o hermana, así que planeé que después de reunirme con él pasaría a visitar a mi familia una vez cada 5 años.
Con una actitud más firme, me puse a pensar en las cosas que haría en los próximos días, ahora que sabía que sería una hermana mayor.
Bueno, con mis sentimientos aclarados, ahora tengo que pensar en el examen que le haré a Gean y Angel. Pensé, poniéndome a crear una prueba para mis dos estudiantes, antes de ver la carta de mis amigos sobre la mesa.
Es verdad, también tengo que responder la carta que me envió Markus, y además enviar una a Sila, ahora que llegó a Nolicia, en el Reino de Mitian.
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Joshua_Goose: Hola de nuevo! Tengo muchas cosas que contarles, pero creo que lo primero y , más importante es: ¡Perdonen por subir este capitulo tan tarde! >.<
La verdad, intento darle un enfoque más original y detallado a esta fabulosa novela, así que espero que comprendan.
Además de centrarme en la calidad de mi historia estuve trabajando en la nueva página web que les comenté antes, así que en los siguientes capítulos les estaré pasando el fabuloso link, para que ir a leerlo ahí, ya que en esa página web se subirá un capitulo antes que en estas. (Por si se lo preguntaban la página es gratis y sin anuncios, además de ser muy intuitiva.) Además, ahí estaré contestando algunas preguntas que tengan, así que estén atentos.
Nos vemos en dos semanas!! :3