"Llegarán en 3 minutos, prepárense." Dijo Lord Kadian al sentir la presencia del primer grupo no muy lejos de nosotros.
Los tres teníamos unas prendas de color amarillento, similar a la arena que nos cubría desde la cabeza hasta los pies, ayudándonos como camuflaje.
Mientras revisaba mis cosas, vi cómo Lord Kadian agarraba su lanza de su espalda, y la clavaba en la arena mientras nos esperaba a nosotros.
Por mi parte, saqué la espada que me regaló Lord Kadian hace algunas décadas. Mi espada tenía una piedra mágica de fuego incrustada en medio del pomo, que prendía en llamas a cualquier ser vivo siempre y cuando el filo lograba tocar alguna de sus venas de maná.
Mi esposa solo sacó una gran vara que llevaba con ella desde que la conocí. Además de eso, me di cuenta de que tenía una varita en su cintura, al mirarla más detenidamente, me di cuenta de que era la misma que siempre usaba cuando tenía que hacer hechizos rápidos pero menos potentes.
Mie*da, estoy muy nervioso, necesito calmarme, si dejo que mi esposa me vea así, ella también se pondrá nerviosa y eso nos jugará en contra en la batalla. Pensé mientras sentía cada vez más cerca a los enemigos.
Una vez terminamos de prepararnos, empezamos a ver a las primeras personas aparecer sobre una gran duna de arena a lo lejos. Mejorando mi visión con maná, me di cuenta de que el primer grupo estaba conformado principalmente por demonios y unos cuantos más de otras razas.
"Kurt, Aria." Dijo Lord Kadian mientras mostraba una sonrisa. "Ganemos esta batalla por el bien de nuestras familias."
"¡Sí!" Respondimos ambos al unísono antes sus palabras.
Como lo teníamos planeado, Aria levantó rápidamente su gran vara al aire con una mano, mientras que con la otra empezó a juntar una gran cantidad de maná.
"¡Tempestad!" Gritó después de concentrar el maná requerido en la gema de su vara.
Al instante, espesas nubes empezaron a formarse por encima de todo el desierto, y en solo un momento, todo el ambiente se volvió apagado y oscuro. Lo único que alumbraba eran los relámpagos que se mostraban en las nubes de vez en cuando.
"¡Hazlo Aria!" Grité al ver cómo nuestros enemigos ya estaban empezando a sacar sus armas y escudos.
En un parpadeo, comenzaron a caer millones de agujas de hielo del cielo en forma de lluvia. Como cada una de ellas caía a una impresionante velocidad, lograron atravesar sin dificultad a varios de nuestros enemigos.
Ante el masivo ataque, algunos lograron cubrirse con diferentes hechizos, pero mi esposa, al darse cuenta, balanceó su vara de un lado a otro haciendo que cayeran varios rayos sobre ellos.
Gracias al hechizo de mi esposa, 40 de nuestros enemigos murieron en pocos segundos.
Mejoró el poder de su hechizo, ¡Bien hecho Aria! Pensé alegremente al ver el progreso de mi esposa.
"E-ese es mi límite, necesitaré unos minutos para recomponerme" Dijo mientras se apoyaba en su vara para no caerse.
Cuando dejó de fluir maná en su vara, las agujas de hielo dejaron de caer y fueron reemplazadas por una simple lluvia.
"Lo hiciste bien Aria, descansa, ahora es nuestro turno." Dijo Lord Kadian antes de cubrirse con una densa capa de maná sobre todo su cuerpo.
Es mucho maná para el inicio de la batalla ¿Qué planeas Lord Kadian? Pensé ante su extraño movimiento.
Agarrando con fuerza su lanza, empezó a juntar una gran cantidad de maná en ella, a tal grado que se podían ver rayos dorados desprendiéndose a su alrededor.
Que increíble poder. Pensé al sentir la presión que emitía el maná de Lord Kadian.
Respirando hondo, balanceó su cuerpo hacia atrás mientras elevaba la lanza con una mano, para después lanzarla a una impresionante velocidad hacia nuestros enemigos.
Al hacerlo, intenté seguir su ataque con la mirada, pero apenas pude ver una luz, incluso con mi vista mejorada con maná. La lanza fue tan rápida que en un parpadeo impactó contra la arena, matando a varios de los hombres de Boris.
Cuando mi mirada volvió a Lord Kadian, él ya estaba elevándose en el aire junto a una pared de piedra que conjuró detrás de él. Juntó sus piernas, y se impulsó en su propio hechizo, destruyendo la gruesa pared por la fuerza del salto. A pesar de la distancia en la que se encontraban nuestros enemigos, Lord Kadian llegó a ellos en un par de segundos.
Cada vez me sorprendes más, Lord Kadian, quisiera ver que tan fuerte te volviste desde la última vez…. Pensé nostálgico.
Una gran explosión con rayos dorados apareció en el lugar en donde impactó Lord Kadian. Una vez el polvo de la arena se disipó por los vientos de la lluvia, pude ver a mi amo masacrando a varios de nuestros enemigos con una increíble precisión.
Como no se podía escuchar muy bien por la tormenta, tuve que gritar a Aria a pesar de que estaba cerca de mí.
"¡Es tiempo de irme!" Grité mirándola a los ojos. "¡Descansa y recuerda seguir el plan!"
"Está bien... ¡Cuídate Kurt!" Gritó en respuesta. Ella, al ver que me iba alejando, se sentó sobre la arena, para meditar y recuperar su maná lo más rápido posible.
"Igualmente..." Susurré para mí mismo ya a varios metros de ella.
Sacudiendo la cabeza, logré despojarme de los nervios por la batalla que iba a tener. Una vez listo mentalmente, aumenté mi velocidad hacia el frente.
Mientras corría sobre la arena mojada vi como varios enemigos evitaron pelear contra Lord Kadian, y pasaron por los costados hacia donde nos encontramos nosotros, algunos de ellos intentaron atacarme con magia desde lo lejos, pero con un movimiento de piernas y manos pude esquivar o desviar sus ataques sin mucha dificultad.
Para cuando me di cuenta, enfrente mío ya había varios mercenarios con espadas, dagas y mazos.
Son demasiados. Pensé un poco temeroso, dejando de lado mis dudas. Nuevamente, introduje maná a la piedra mágica de mi espada, y empecé a apuñalar y cortar a mis enemigos con movimientos muy precisos. No era tan rápido como Lord Kadian, pero sabía que al menos era más rápido y fuerte que estos simples mercenarios.
"¡Bastardo!" Gritó una mujer joven a mi espalda, volteé para mirarla y vi que era una humana de mediana edad con una armadura oscura. Al verla bien, ella parecía estar muy enojada porque me atacó bien volteé a verla.
Parece que ella y el que maté hace unos segundos eran amigos o conocidos porque sus armaduras son muy similares. Pensé mientras observaba el diseño de su armadura antes de degollar a la humana. No importa de todas formas.
Algunos fueron lo suficientemente hábiles para esquivar o bloquear mis ataques, pero lo bueno era que si tan solo les hacía un roce, unas llamas carmesí crecían en la herida quemando una pequeña parte de su cuerpo. Gracias a eso como distracción, tenía tiempo más que suficiente para matarlos.
"¿A dónde creen que van?" Dije molesto al ver como un pequeño grupo de tres personas decidieron ignorarme y fueron a por Aria, choqué mis palmas con la arena del suelo y varías espinas de piedra salieron debajo de sus pies, atravesando a dos de ellos, el tercero me miró a lo lejos, pero antes de que pudiera reaccionar su cabeza se partió en dos ante mi daga de viento.
Estuve peleando por varios minutos, y antes de darme cuenta quedaban muy pocos, unas 14 personas exactamente. La mitad de ellos están heridos por mis ataques o los de Lord Kadian.
"Sí, con esto debería de ser suficiente." Dije para mí mismo antes de voltear mi mirada levemente a ver a mi esposa por última vez antes de la pelea.
Bien, es tiempo de la siguiente parte. Pensé mientras ignoraba a los que quedaban.
Rápidamente, me dirigí a donde se encontraba Lord Kadian. En el camino algunos enemigos intentaron atacarme, pero los esquivé, entonces Aria empezó a lanzar bolas de fuego llamando su atención, haciendo que me ignoraran.
Seguí avanzando, y a medida que me acercaba más, vi a decenas de cadáveres esparcidos por la arena y a Lord Kadian atravesado a un musculoso demonio con su impresionante lanza.
"¿Kurt cómo está la situación en el otro lado?" Dijo Lord Kadian un poco agitado por su pelea.
"Quedan unas 14 personas, no muy fuertes y casi la mitad de ellas heridas, no será un problema para Aria acabar con ellos." Respondí mientras me acercaba caminando a él.
"Bien." Asintió antes de guardar su lanza con magia y de sacar su espada semi larga.
Sin decir una palabra, Lord Kadian se sentó sobre la mojada arena y empezó a meditar con los ojos cerrados, para así recuperar maná lo más rápido posible. No entiendo, ¿por qué uso tanto maná con este primer grupo?
"Disculpe Lord Kadian, pero ¿Por qué gastó más maná de lo necesario al pelear contra estos simples mercenarios?" Pregunté curioso ante las decisiones de mi Lord.
"¿Qué? ¿No te diste cuenta?" Respondió con una expresión sorprendida qué luego borró. "¿Darme cuenta de qué?" Pregunté aún más confundido.
"Los del segundo grupo sintieron nuestra presencia y empezaron a moverse más rápido, uno de ellos estará aquí en cinco minutos y los otros en unos 15." Dijo antes de regresar a la meditación.
Me quedé congelado ante las palabras de Lord Kadian, después de volver a la realidad, rápidamente cerré los ojos concentrando al máximo mis sentidos, después de estar unos segundos así pude sentirlo, alguien muy fuerte se estaba acercando a una impresionante velocidad.
¡Mie*da! ¿¡Cómo no me di cuenta antes!? Estaba tan nervioso y concentrado en la batalla que no pensé en ello. Me dije a mí mismo.
Rápidamente, me puse meditar al igual que Lord Kadian para recuperar la mayor cantidad de maná antes de que llegaran.
Lord Kadian gastó todo ese maná para acabar lo más rápido posible con el primer grupo, si dejábamos que ambos grupos se juntarán en este lugar hubiera sido nuestra tumba. Ahora tiene más sentido sus acciones… Pensé un poco frustrado.
Seguimos meditando por unos pocos minutos hasta que una presencia muy amenazadora se sintió a un kilómetro de nosotros.
Me paré sin decir nada y rápidamente me asomé por encima de una duna para ver. Ocultando mi presencia y mejorando mi visión con maná, vi exactamente lo que se estaba acercando.
A lo lejos, la silueta de un hombre se podía distinguir sobre la mojada arena, al verlo a detalle, noté que todo su cuerpo era de color negro azabache, con unos ojos blancos y un corto cabello azul.
¡Mie*da! Maldije dentro de mí. ¿Por qué tenía que ser un demonio de la raza Afel? Esos demonios suelen poseer técnicas muy raras.
Soltando un fuerte suspiro, vi que mi próximo oponente se acercaba con la sonrisa de un lunático en su rostro.
Como no llevaba ninguna prenda en la parte superior de su cuerpo, se podían observar las distintas runas que tenía en toda su espalda y sus brazos.
Para esa cantidad de runas debe tener muchas técnicas, tengo que tener cuidado con él. Tanteé.
El demonio solo llevaba puesto un pantalón crema arrugado que le llegaba hasta sus tobillos, y un cinturón con una espada a un costado.
¿En serio es alguien de rango Semi-Dios? Me pregunté al ver su descuidada ropa. Bueno, eso no importa ahora. Debo ir a despedirme de Lord Kadian.
"Lord Kadian, seguiré el plan tal como quedamos, pero antes… me gustaría pedirle algo." Dije con un tono de preocupación. "Si no logro sobrevivir, quisiera que usted protegiera a mi esposa e hija."
"No será necesario Kurt, porque estarás ahí para ellos, solo no te confíes y aguanta lo más que puedas." Dijo mirándome con un ojo.
"Gracias por su confianza, mi Lord." Respondí con una sonrisa genuina en mi rostro.
"Pero miren que tenemos acá, a Papá Dragón y a su adorable mascota." Dijo una voz muy grave y burlona a varios metros de nosotros.
"¿Boris se quedó sin gente como para mandar a una cucaracha como tú?" Respondí con el mismo tono burlón.
El demonio solo sonrió desviando su mirada hacia Lord Kadian que aún seguía meditando con los ojos cerrados.
Sin decir nada, sacó su espada de su vaina mientras se cubría con una capa de maná, que apenas podía percibir.
Esa espada…. Pensé mientras la analizaba. Era un poco larga, de un color negro intenso y además tenía varias runas moradas grabadas en todo el metal y parte de su empuñadura.
Sin dudarlo, el demonio dio un fuerte salto a nuestra posición, mientras apuntaba con su mirada el cuello de mi Lord. ¿Qué? ¿Por qué solo lo mira a él? ¿No cree que soy una amenaza? Pensé molesto.
Moviendo rápidamente mis manos, junté maná en las puntas de mis dedos, lanzando varias púas de piedra afiladas a su cabeza y su pecho.
Aunque la velocidad de mi ataque era superior, de alguna forma logró esquivarlo y bloquear algunas de las púas con su espada. ¡Maldición!
Por mi ataque, el oscuro demonio se paró, para luego mirarme molesto antes de continuar su camino hacia nuestra posición.
Creando varias paredes de piedra enfrente suyo, logré bloquear su visión por un instante.
¡Ahora! Pensé antes de empezar a moverme rápidamente.
Antes de que cortara con facilidad mi último hechizo, logré posicionarme y conectar una fuerte patada, que lo mandó a volar hasta estrellarse con la arena a varios metros de nosotros.
"¿Mejor no deseas jugar conmigo?" Le dije mostrando una sonrisa burlona en mi rostro mientras le apuntaba con mi espada a lo lejos.
"Interesante, veo que esta mascota sí tiene garras" Dijo saliendo del pequeño agujero que se había creado detrás de él. "No me importaría matarte a ti primero y luego ir a por dueño, después de todo, yo, Murry Afel, será el que les quitará la vida a ambos."
"¿Hablas mucho para ser hombre muerto?" Dije burlándome de él en un intento para hacerlo enojar.
Él simplemente sonrió y empezó a correr en mi dirección. Al ver que se acercaba, rápidamente levanté mis manos y las junté, cerrándolas en forma de puño. Magia de nivel Leyenda, Atracción Gravitatoria.
Inmediatamente, la arena debajo del demonio y varias rocas que había se adhirieron al demonio Murry, enterrándolo y formando una mediana bola de arena y piedra en su lugar.
"Mejor mantente tranquilo." Dije en voz baja al escuchar los insultos del demonio desde el interior.
Haciendo caso omiso a los insultos, por un momento dejé que mi mirada se volviera hacia Lord Kadian.
"Adiós, mi Lord..." Dije con tristeza antes de lanzar una fuerte patada a la bola de tierra, mandándola a volar.
Cómo sabía cómo funcionaba mi hechizo, la patada que di no afectó la estructura del mismo, pero aun así, salté encima de la bola y con una mano mantuve el hechizo con la máxima presión posible para impedir que Murry escapara.
"¡¡Tú!! ¡Maldito! ¡Ya me cansé de tus juegos!" Gritó furiosamente Murry después de estar un minuto en el interior de la bola. Previendo el peligro, decidí saltar antes de que la bola impactara contra el suelo.
Después de alejarme, la bola de piedra y arena comenzó a brillar antes de explotar casi al instante, creando una gran nube de polvo en su lugar.
"Estás muerto." Dijo Murry desde el interior de la nube de polvo. Se enojó… supongo que ahora sí iniciará la verdadera pelea. Pensé mientras sentía cómo su maná crecía exponencialmente.
Después de un momento salió Murry de la nube de polvo, con una expresión de odio en su rostro.
Su aspecto cambió. Pensé al verlo. Su cabello azulado se había vuelto uno violeta, combinando con las runas violetas, que empezaron a brillar por todo su cuerpo.
"Por fin te lo tomarás en serio." Dije, imbuyendo maná a mi espada y poniéndome en posición de batalla.
Murry por su lado, solo me miró directamente a los ojos, haciendo que sienta un pequeño escalofrío por toda la espalda.
"Aún no." Respondió con una voz fría.
¿Qué? Pensé, mientras veía cómo empezaban a materializarse 5 espadas negras en su espalda y su cintura. No puede ser...
"Ahora sí." Dijo con una sonrisa en su rostro. Mie*da, este demonio tiene técnicas muy raras. Pensé preocupado.
Murry, al verme callado y quieto, corrió en mi dirección a una increíble velocidad, porque antes de darme cuenta él ya estaba a unos 10 metros de mí.
Recobrando la compostura, logré moverme a tiempo para esquivarlo. Pero como si el tiempo pasara lento, pude notar que su cuerpo siguió adelante por la inercia.
¡Sí! Si aprovecho este error para cortarle la cabeza, pondré fin a la batalla de una vez. Pensé mientras inyectaba maná en mi espada.
Rápidamente, posicioné mi cuerpo y, en menos de un parpadeo, mi espada ya estaba encima de su cuello con la intención de decapitarlo, aunque intentó esquivarlo y atacarme al mismo tiempo, no pudo hacerlo antes de que mi ataque lograra conectar primero.
Se acabó. Pensé con tranquilidad al ver cómo mi espada atravesaba su cuello.
¿¡Pero qué demonios!? Al no sentir el impacto, el sentimiento de paz fue desechado por uno de inquietud y desconcierto.
Con los ojos llenos de sorpresa vi cómo mi espada seguía su camino, atravesando su cuello sin causarle ningún daño. ¡Mie*da! ¡Debo alejarme de él lo más rápido posible!
Salté rápidamente hacia atrás con todas mis fuerzas, pero un ardor en mi brazo izquierdo me dijo que era demasiado tarde.
¡No! Mientras aún salía disparado atrás gracias al salto que di, vi cómo mi brazo izquierdo había sido cortado limpiamente desde el antebrazo.
"Es hora de dormir, dulce mascota." Dijo Murry, siguiéndome para darme el golpe final.
Aún sorprendido y adolorido, vi cómo su espada se acercaba rápidamente a mi cabeza.
¡Rápido! ¡Reacciona Kurt! Me dije a mi mismo al notar que no estaba haciendo nada.
Volviendo en mí, intenté conjurar un hechizo de piedra para al menos desviar su ataque, pero para cuando mi hechizo ya estaba listo para ser lanzado era demasiado tarde.
Maldición… que descuidado fui…. Resignado, cerré ambos ojos y simplemente esperé la muerte.
¡Espera! Este maná es…. Pensé antes de sentir una fuerte ráfaga de aire pasar por mi frente. Menos mal—
Abriendo los ojos con confianza, vi a Murry siendo brutalmente golpeado por un cañón de viento.
Menos mal que llegaste justo a tiempo... Pensé con alivio al sentir el maná de mi esposa a varios metros de mi.
Por el golpe, Murry salió volando hasta estrellarse con una duna de arena que estaba a lo lejos, después, una gran burbuja de agua lo envolvió, congelándose al instante junto con él.
"¡Kurt!" Grito Aria desde la cima de una duna de arena.
Sin decir nada, me acerqué a ella mientras intentaba calmar los amargos sentimientos que tenía por el dolor y la confusión.
"Gracias" Dije una vez que estaba cerca. "Kurt, tu brazo..." Comentó con un tono de preocupación.
"Sí, lo sé, estaré bien, no te preocupes." Dije, intentando calmarla. "Está bien, al menos déjame curarte." "No, no hay tiempo." Dije cortando sus intenciones.
Sin dudarlo, comencé a conjurar unas pequeñas llamas en la palma de mi mano derecha, y aún adolorido, acerqué el fuego hacia el muñón de carne cortada que tenía por mano izquierda. Maldición, duele...
Sabía que mi esposa podía restablecer mi mano izquierda, pero no podía dejar que lo hiciera porque tomaría mucho tiempo, y eso era lo que menos teníamos ahora.
"Kurt, eso es..." Dijo suavemente Aria mientras me miraba con asombro. "E-escucha Aria, este demonio tiene un hechizo… un hechizo que hace que algunos ataques no le hagan daño, así que estate atenta, podría engañarte." Respondí jadeando por el dolor.
Una vez mi herida se terminó de sellar con ayuda del fuego, se escuchó una gran explosión a lo lejos, más en específico por donde Lord Kadian se encontraba.
Luego de la explosión, un gran vapor cubrió toda su zona, llegando incluso hasta donde nos encontrábamos.
Para que los rastros de su pelea lleguen hasta aquí… Pensé asombrado. Que poder.
"Parece que también Lord Kadian está dando lo mejor de sí." Comentó mi esposa. "Si… escucha Aria, aléjate y hazme de apoyo contra el demonio. Intentaré crear una apertura para que lo ataques con todo lo que tienes. Si mi teoría es cierta, lograremos herirlo lo suficiente hasta que llegue Lord Kadian"
Este demonio es muy peligroso, no puedo dejar que se acerque a Aria, por eso yo seré la carnada para ver que ataques no le afectan. Pensé un poco ansioso.
Dentro de mí sentía que tenía una oportunidad de ganar tiempo con ella a mi lado, pero a la vez, sentía que me arrepentiría si dejaba que se quedara conmigo. Maldición.
"Entiendo Kurt." Respondió dudosa. "Am—" Cuando abrí la boca para calmarla, un crujido vino de la bola de hielo robó por completo mi atención.
"¡Aquí viene!" Grité para alertar a Aria e indicarle que se aleje. "Ten cuidado cariño." Dijo antes de alejarse y de preparar su vara para el combate.
Aunque la lluvia y los vientos eran muy fuertes, empezó a salir vapor de la bola de hielo a tal grado que no se pudo ver rastro de Murry. Siguió así por unos segundos y al no recibir respuesta del demonio, decidí atacar para ver cómo reaccionaba.
Levanté mi única mano agarrando mi espada para después crear 5 cañones de piedra, haciéndolos girar con magia de viento, los potencié antes de lanzarlos.
Al hacerlo, claramente sonó cómo impactaron contra algo, y por un momento pensé que al menos había logrado lastimarlo un poco, pero no sirvió de nada.
"Veo que alguien más se nos unió, eso es excelente, así me ahorran el tiempo de buscarlos." Dijo el demonio con una sonrisa, mirando directamente a Aria.
"¡Cállate bastardo!" Grité furioso al ver las intenciones en los ojos de Murry. "Jajaja ¿Te enojas fácilmente cuando hablo de ella? ¿Acaso será alguien importante para ti?" Dijo Murry sacando dos de las espadas que tenía en su espalda.
Maldita sea, me inquieta algo de este demonio. Pensé molesto antes de que Murry empezara a moverse.
"Veamos si ahora puede hacer algo" Dijo antes de lanzar con fuerza las espadas que había agarrado hace poco.
Al verlas venir rápidamente, pegué mi única mano al suelo, conjurando una gran y densa pared de arena para frenarlas. ¿Qué? ¿Pero qué rayos hago? ¡Lo perdí de vista, maldita sea!
Maldiciendo a causa de mi hechizo, lo deshice rápidamente, pero para cuando lo hice, él ya había hecho movimientos.
Las espadas que había lanzado Murry al principio estaban encima de mí, y además había lanzado otras dos que, sin entender el porqué, estaban detrás de mí.
"Es tu fin" Dijo al verme rodeado de sus ataques.
Solo quiere distraerme. Pensé, antes de ignorar por completo las espadas que tenía arriba de mi y en mi espalda. Así que tengo que ser precavido en esto….
Con un calculado movimiento, desvíe su ataque principal con mi espada, para luego conjurar un Cañón de piedra que atravesó su cabeza sin causarle daño nuevamente. ¡Maldición! Su hechizo nuevamente.
Las espadas encima de mí y detrás ya estaban a punto de cortarme la cabeza y perforarme, pero antes de que lo hicieran, cuatro cañones de hielo, los desviaron, haciendo que no me tuviera que preocupar más por ellas.
Bien hecho Aria…. Pensé mientras conjuraba una explosión con magia de viento. Al lanzarlo, ambos salimos volando, logrando separarnos por un momento.
Seguidamente, Murry fue golpeado por un hechizo de agua con tal fuerza que salió volando a decenas de metros. Girando a mi derecha, vi a mi esposa con su vara levantada.
"¡Ahora!" Grité con fuerza antes de que mi esposa moviera su vara como si intentara cortar el aire con ella, en diferentes direcciones diagonales.
El oscuro cielo empezó a iluminarse arriba nuestro, y cada vez que la punta de su vara bajaba, caía un poderoso rayo a donde estaba Murry. Después de hacerlo varias veces, juntó maná en la punta de su vara y, junto con un grito, una gran bola de fuego salió disparada hacia el demonio.
Ella mejoró mucho…. Pensé asombrado después de ver sus consecutivos ataques.
Segundos después del impacto, se podía ver cómo la arena se había derretido a causa de los hechizos de Aria, y un gran vapor saliendo a causa de la lluvia que no paraba.
Como lo supuse, él puede hacer que los ataques físicos y mágicos atraviesen su cuerpo, impidiendo que le hagan daño, pero solo puede hacerlo por un instante, y antes de usarlo nuevamente necesita esperar un tiempo. Reflexioné.
Pero, lo que no entiendo es... ¿Cómo pudo hacer para que las espadas que me había lanzado aparecieran encima y detrás de mí? Pensé un poco confundido. Maldición, necesito estar atento e intentar descifrar su habilidad.
Volviendo a la pelea pude sentir el maná de Murry, pero a diferencia de antes, había disminuido en gran medida. Excelente, todos esos ataques le dieron directamente.
Con magia de viento deshice el vapor para ver más claramente el estado de Murry, y mejorando mi vista con maná, noté que estaba tendido sobre la arena con varias quemaduras por todo el cuerpo.
Recibió mucho daño, eso significa que al menos necesita esperar unos 5 segundos antes de usar su habilidad nuevamente. Analicé. ¡Excelente! Eso es mucho tiempo, y si uso sabiamente esta información, la victoria está asegurada.
Mis pensamientos de victoria fueron borrados ante la intención asesina que ahora emitía Murry, porque al verlo noté que él estaba muy molesto.
"Perra, esta vez si me hiciste enojar" Leí en sus labios mientras poco a poco era absorbido por una luz violeta situada en el suelo debajo de él. ¿¡Qué!? ¿Qué es eso?
Cuando casi todo su cuerpo había desaparecido y solo su cabeza estaba ahí, mejoré más mi visión y vi claramente cómo sus ojos furiosos estaban mirando directamente a Aria.
Pasó menos de un segundo antes de que todo hiciera clic en mi cabeza. ¡Mie*da! Él sabe magia espacial.
"¡¡¡CORRE ARIA!!!" Grité con todas mis fuerzas antes de quedarme totalmente mudo.
N-no… no puede ser posible… Pensé al ver cómo la mujer que amé y estuvo conmigo por varias décadas era brutalmente atravesada en ambos corazones por una espada morada.
"¡¡¡¡NOOOOO!!!!"