Sofia observaba a la pareja, viendo diferentes expresiones aparecer en sus rostros.
Marissa tenía una mirada descompuesta y Sophie sentía que su amiga podría morir de vergüenza.
Por otro lado, Rafael estaba radiante. No había señal de culpa alguna por lo que le estaba haciendo a Marissa en la cocina.
Estaban sentados en el suelo tomando cerveza, que Sophie acababa de traerles.
Hablar de intimidad y novios con tu mejor amiga, que era más que una hermana para ti, era una cosa, y presenciar cómo un chico guapo la devoraba era otra.
—Podrías haber usado tu habitación —murmuró Sophie a nadie en particular, evitando el contacto visual con ambos. Marissa era la única de las tres que solo sostenía la lata de cerveza y no mostraba interés en beber de ella.
Sophie terminó la suya y casi la lanzó a un lado. Cayó al suelo con un sonido metálico.
Marissa, que era bastante posesiva con su cocina, le lanzó una mirada severa a su amiga. Sophie le devolvió una mirada de advertencia que decía,