—No te lo vas a creer, Marissa. Esos pasillos eran tan gigantescos y tan elegantes. Tomé toda la información que pude encontrar —Kate le estaba dando los emocionantes detalles.
Marissa escuchaba a Kate con una pequeña sonrisa en sus labios. Shang Chi y Peter asentían con la cabeza aprobando.
Sin embargo, Delinda era la única cuyo humor parecía agrio.
—¡Pero esas dos mujeres! —Shan Chi rodó los ojos hacia arriba—. No me había dado cuenta de que las mujeres de la familia Sinclair fueran tan mezquinas.
—Tienes razón —Peter estuvo de acuerdo con él—. Iban tras nuestra pobre Kate y estaban empeñadas en que Kate les dejara decidir.
Kate se rió de eso y levantó su mano para chocar un high-five con la mano de Peter —Tienes que admitir que obtuve el resto de la info después de poner mi vida en peligro.