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Chapter 62 - Capítulo 27: Tomar el mando  

Fons, Ash, Palacio Real - 14 de Abril - Año 526

 

—¿Entonces ya son novios oficialmente? —preguntó Rhys a Vlas, mientras ambos caminaban por el extenso pasillo que llevaba hacia la oficina del rey en el Palacio Real de Ash.

 —Algo así, todavía tenemos que hablar con ustedes, o sea, contigo y Lara, Leah insiste en que si vamos a vivir bajo su techo deben tener conocimiento de lo que pasa entre nosotros —explicó Vlas, intentando seguirle el paso a su hermano.

 —Yo no tengo problemas, eso lo sabes, y creo que Lara tampoco, pero admiro su madurez al priorizar nuestra opinión, no soy alguien que se base mucho en la importancia de la opinión de los responsables en ese tipo de relaciones, a mí me da igual si Leah sale contigo o con cualquier otro chico, de ti pienso lo mismo, aunque ella sea mi hija y tú mi hermano, de todas maneras, eso no quita que voy a estar atento a lo que hagan, siguen estando bajo mi responsabilidad después de todo, le dije a mamá que te mantendría a salvo, y ella me mataría si algo te llegara a suceder.

 —Por cierto, ahora que hablas de mamá, ¿Cómo está ella? —preguntó Vlas.

 Rhys, días antes, le había contado que en el correr de los nueve meses desde que abandonaron Remia él visitaba esporádicamente a su madre en la casa del clan Windsor en Crystel.

Clio había abandonado el hogar que compartía con Rygal en Ajax, Crystel en su momento, luego de que sus hijos tomaran la decisión de irse a Fons, y se fue a vivir a la residencia del clan junto a sus hermanos William y Archie, además de sus sobrinos y cuñadas. Esto como recomendación de Rhys, su hijo había insistido en que ella se fuera con él a Fons, pero ambos sabían que políticamente era imposible que Clio pudiera irse a vivir a otro país sin tener que abandonar todo, desde su puesto en el Parlamento hasta su título y beneficios de ser miembro de una casa real, además de influencia política, y eso les podría jugar en contra más tarde cuando tuvieran que regresar a enfrentar a Rygal, y Rhys necesitara de las alianzas del clan Windsor con otros clanes y familias importantes de Remia. Por esa razón, Clio se quedó en Remia, pero segura, siendo protegida por Rhys de vez en cuando, y fuera de las manos de Rygal. 

 —Ella está bien, me llamó luego de lo sucedido la semana pasada, le dije que ambos estábamos bien, y hablamos un poco sobre ti, Leah, Lara y bueno, tú sabes, la puse al día por así decirlo —respondió Rhys.

 —Claro, que bien... Al menos no la está pasando mal —dijo Vlas, casi en voz baja.

 —¿Sabes? Yo no te lo he preguntado, pero... ¿No quieres ir a visitarla? —preguntó Rhys.

 —¿Eh? O sea, ¿Ir a Remia dices? —Su hermano lo miró algo confundido, pero con el reflejo de sus ojos brillante, quizás también un poco ilusionado.

 —Mamá te extraña, y sé que aunque tú no hables mucho de ella, o no preguntes por ella tampoco, también la extrañas... Por eso digo, puede ser una grata sorpresa si ambos vamos la próxima vez —propuso Rhys. Vlas rápidamente bajó el rostro, aunque Rhys distinguió su comisura elevada apenas escuchó lo dicho por él—. ¿Te gustó la idea? —rio.

 —Quiero contarle sobre Leah... Estoy segura que ella se pondrá feliz —respondió su hermano, con su vista todavía sobre el suelo, pero con su voz emocionada.

 —Claro que lo hará, somos lo más importante de su vida, nuestra felicidad es la suya —comentó Rhys, desviando ligeramente su mirada al lado contrario de su hermano.

 —¿Recuerdas cuando dormía con nosotros cada vez que enfermábamos? ¿O cuando nos hacía gelatina con formas? ¿O cuando...? —Vlas comenzó a divagar.

 —Ey, Vlas... Sí, lo recuerdo... Yo estuve ahí también. —Rhys comenzó a reír en respuesta a la emoción de su hermano.

 —Perdón, es que cuando se trata de mamá todos los recuerdos comienzan a llegar y podría hablar de ella por horas y horas —dijo Vlas, con esa sensación a calidez que le recordaba los mejores momentos pasados con su madre... Tantos años atrás.

 —Cuando te pones sentimental no hay quien te paré —bromeó Rhys.

 —A veces está bien ponerse nostálgico, sabes... Y ahora vienes a decir que visitaremos a mamá, y sólo puedo pensar en eso —respondió el chico, con una sonrisa. Rhys replicó, y antes de que ambos pudieran seguir, pararon frente a la puerta de la oficina de Lee—. Cambiando de tema, ¿Qué hacemos aquí? —preguntó, con curiosidad.

 —Tengo una reunión con Lee, Ash y los consejeros, vengo en reemplazo de Lara, luego de Lee haber asumido le devolvió el puesto en el Consejo a su clan, y como ella no puede venir tuve que venir yo —respondió Rhys, golpeando la puerta.

Vlas asintió en conformidad a la respuesta de su hermano, y ambos se quedaron parados en la entrada, esperando a que les abrieran.

 —Los hermanos Windsor —dijo Ashley, con entusiasmo, apenas abrir la puerta y encontrárselos frente a ella.

 —¿Ash? ¿Acaso eres la princesa? —preguntó Vlas, sorprendido.

 —Oh, pero sí es el pequeño príncipe Vlas, ¿Qué haces aquí lindura? —preguntó ella, con simpatía.

Vlas sonrió, con modestia. Había olvidado que la última vez que ella lo había visto fue diez años atrás, cuando todavía era un niño de seis años, tal vez por eso su actitud era tan encantadora, y lo trataba de tal manera.

 —Luego de la reunión tenemos algunas cosas que hacer, así que vino a acompañarme —respondió Rhys, detrás de su hermano, apoyando su mano en el hombro de él.

 —Nunca me dijiste que Ash era parte de la Familia Real fonsesa, ¿Cuándo pasó esto? —Vlas siguió insistiendo.

—Es una larga historia, si quieres te la puedo contar otro día —respondió Ashley, permitiéndoles el paso hacia dentro de la oficina—. Lee, llegó Rhys —avisó, acercándose a la mesa donde se encontraban el rey y sus nuevos consejeros.

Rhys distinguió caras nuevas, comenzando por la más obvia, en lugar de Karl Froyd se encontraba su hija, Clara, representando a su familia, la única mujer en el Consejo, aparte de Ashley. Ella una chica joven, de unos veintidós o veintitrés años, agraciada, con el cabello marrón, por los hombros, ojos azules y su rostro manchado con varias pecas que iban desde debajo de sus ojos hasta la mitad de su mejilla. Si Rhys mal no recordaba ella venía de la misma familia la cual formaba parte Nikko Froyd, el esposo de Serina Harch, la tía de Lara.

Al lado de la chica nueva estaba el reemplazo de Ren York, su segundo hijo, Felix. Él tenía los rasgos típicos de los oriundos de Richmount, tal como toda su familia; cabello naranja oscuro, llegando al cobrizo, lo llevaba corto, y unos grandes ojos miel, él se veía intimidante, al parecer era alguien de pocos amigos, aunque se notaba muy joven, quizás de la edad de Lee, él se había convertido en heredero del clan luego de que su hermana mayor, Erika, se casara con el primer hijo de Gino Relty, Troy, y abandonara el clan. Recordando eso, notó que la silla perteneciente al clan Relty estaba vacía, al parecer nadie había asistido a la reunión, Rhys lo suponía, luego del incidente con su padre iba a ser casi imposible que alguno de ellos apareciera como si nada.

Aunque otra persona que le sorprendía que asistiera era el mismísimo Sven Darma, el líder del clan Darma, un hombre alto, corpulento, cerca de sus treinta años, él era el esposo de la tercera hija de Gino Relty, Megan. A Rhys le causaba gracia que se pareciera mucho a él, con ese cabello castaño y ojos verdes, aunque sus rasgos eran más ásperos y alargados que los suyos, eso exponía su identidad como un ciudadano de las afueras de la nación, casi llegando al desierto de Infiana, en la ciudad de Sunrise. Donde él había asesinado a Michael Harch.

Por último, estaba el primer hijo de Bash Minuis, Rex, reemplazando a su padre. Quizás el más joven del Consejo, aparentaba unos diecinueve, casi veinte años, más que nada por su rostro fino y elegante, casi como el de un adolescente, el chico tenía el cabello corto, de color ceniza, casi rubio, acompañado de unos grandes ojos marrones que se encontraron con los de Rhys, estos lo miraban con curiosidad. 

—Rhys, llegaste, ya estábamos por comenzar —dijo Lee, él se encontraba sentado en su silla al fondo de la habitación, en la punta de la larga mesa de madera—. Te saludaría pero sigo en tratamiento como sabes, no puedo moverme mucho —agregó, con gracia—. Veo que trajiste a tu hermano, ¿Qué tal, Vlas? —lo saludó.

—Nos vemos de nuevo, Lee —respondió Vlas, siguiendo a su hermano, quien ya se había establecido en su lugar, la silla del clan Harch, en la esquina derecha al lado del rey, del otro lado tenía a Sven. El hombre no se había molestado en prestarle mucha atención.

—Ven aquí, pequeño —dijo Ashley, apoyando su mano en la espalda de Vlas—. Siéntate a mi lado. —Lo guio hacia unas sillas, alejadas de las mesas pero lo suficientemente cerca del lado de Lee, para que ella pudiera alcanzarle algunos documentos. 

Vlas le hizo caso y tomó asiento, en ese lugar podía ver muy bien a su hermano, él estaba serio, concentrado en el comienzo de la reunión. Él nunca había estado en algo parecido, no sabía cómo funcionaba la política interna de las naciones, incluso viniendo de una familia tan importante en Remia como lo era la Familia Real, y el clan Windsor. Iba a aprender mucho escuchando todo lo que ellos dijeran. O al menos eso pensaba.

—Si no entiendes lo que dicen no te preocupes, yo a veces no tengo idea de la mitad de cosas a las que se refieren, pero es divertido verlos pelear por tonterías, te vas a entretener —susurró Ashley, acercándose un poco a su oído.

«Su voz es muy dulce», pensó Vlas. Él no recordaba mucho de Ashley de joven, sólo su rostro, y que era muy encantadora con él. Pero lo que sí recordaba cada que oía su nombre era la fascinación que Demian tenía con ella, él siempre decía que cuando creciera y tuviera la edad suficiente, se iba a casar con ella. Tal vez no estaba enamorado, porque era muy pequeño, pero sí le parecía hermosa, y era una situación hilarante... Ashley siempre le seguía el juego y bromeaba con él... Ellos se llevaban muy bien.

—Eso espero —rio él, pero rápidamente el sonido de la silla de Lee acomodándose interrumpió su intercambio.

—Te tomaste tu tiempo para llamar a una reunión, Lee —Sven habló primero, para abrir la reunión.

—Apenas salí del hospital hace tres días, y tuve que ponerme a tono con todo lo que ha sucedido en el correr de la semana, Ashley y mi padre se han encargado de algunas cosas las cuales dejé en claro en escrito, pero eso no significa que todo esté resuelto, y por eso los convoqué aquí hoy —explicó Lee.

Todos comenzaron a murmurar, lanzándose algunas miradas. Desde confusión hasta desconfianza.

—Antes que vayamos al tema principal, que creo que todos sabemos cuál es... ¿Cómo resolvieron la situación del desastre en la capital? Se ha buscado explicación toda la semana, desde los portales de noticias, hasta manifestaciones y la televisión, los habitantes quieren una respuesta, Lee. —Felix tomó la palabra. 

Felix conocía a Lee desde antes, habían ido juntos a la Academia Militar, y ambos formaban parte del mismo escuadrón liderado por Ashley cuando los Grupos Revolucionarios asediaron la capital seis años atrás. No es que considerara al rey un amigo, aunque sí le tenía algo de aprecio, además de respeto... Era un buen compañero.

—Eso iba a explicar... Como se los dije, Ashley y mi padre se encargaron de eso, fue lo primero que pedí que se resolviera... Y ya encontramos una solución, que no involucra para nada el hecho de revelar la verdad —respondió Lee.

Rhys rápidamente alzó su mirada.

—¿Qué decisión tomaron? —indagó él.

La habitación se silenció de repente, impacientes a esperar la respuesta de Lee. Quien se movió un poco en su silla, y extendió su brazo hacia su derecha, llamando a Ashley.

—El documento de la Dirección de Investigación —pidió. Ashley rápidamente sacó algunas papeles de su carpeta y los dejó en su mano—. Veamos... «Desastre natural» —leyó.

La confusión se hizo presente, nadie supo que decir, lo dicho por Lee no daba demasiada información, y limitar el informe de la destrucción de una ciudad entero a sólo esas palabras parecía casi inaudito.

—Lee, ¿Cómo funciona eso? ¿Cómo que: «Desastre natural»? —Rhys habló por todos.

—Hemos llegado a una conclusión, y la única manera de poder explicar todo lo sucedido en Ash la semana pasada ocultando el ataque de Yoh y todo lo que eso conllevó fue a través de un supuesto movimiento irregular de las placas tectónicas debajo de Fons que llevó a un terremoto a gran escala en la capital —explicó Lee, dejando el papel sobre la mesa—. No es algo desorganizado, nos encargamos de darle total detalle a la situación, desde explicaciones científicas, geográficas y geológicas, esto que les estoy diciendo sólo es algo por encima, no creo que ustedes quieran conocer todos los detalles de tal chivo expiatorio, con saber de qué se trata es suficiente.

—No hay placas tectónicas bajo Ash, sin ir más lejos, no hay placas tectónicas bajo la nación, nada de nada... ¿Crees que eso funcionará? No suena demasiado verisímil que digamos —cuestionó Sven.

—No quiero leer el documento entero, pero concuerdo con Sven... ¿Quiénes trabajaron en esto, Lee? Sólo para asegurarnos de que se pueda tomar como algo que no tiene fallas, y que no despertará sospechas más tarde —preguntó Felix.

—Quédense tranquilos, envíe las indicaciones a los altos mandos de la Dirección de Investigación, trabajaron días en ellos, incluyendo estudios, pruebas y una medición a escala del «terremoto», a menos que alguien sepa la verdad y quiera refutar nuestro informe, es imposible que sospechen —dijo Lee, intentando despejar dudas.

—¿Cuándo presentarán eso, Lee? —inquirió Rhys—. Eres el rey y has estado desaparecido por días, las sospechas ya existen, no es algo de lo que nos estemos previniendo después de todo.

—Lo sé, pero eso también forma parte del informe, según este, el palacio formó parte del epicentro, por lo tanto, explicaremos también los motivos de los derrumbes, la cancelación de la coronación y mi hospitalización como consecuencias de este hecho —respondió Lee.

—Lo presentaremos hoy luego de la reunión, Windsor... Ya dimos la orden a los Servicios de Inteligencia para que envíen el mismo documento a todos los medios de comunicación de la nación, saldrá en cadena nacional al mediodía, Lee dará una conferencia mañana en la mañana, donde también comunicará novedades, el proceso de restauración de Ash, los gastos, y todo lo que involucre —explicó Ashley, tomando la atención de Rhys.

—Ya veo —musitó Rhys—. Aunque... Todo eso tiene un precio, ¿Cierto?

Las miradas rápidamente se posaron en él. Abrió el tema que nadie quería llegar a tocar.

—Eso... ¿Cuánto dinero se estima en los gastos para la reconstrucción de la capital? —preguntó Felix.

—No es algo en lo que nos hayamos concentrado mucho, pero sacamos un presupuesto aproximado —respondió Lee, pidiéndole a Ashley algunos papeles más. Ella se los alcanzó.

—¿Y cuánto es? —consultó Sven.

—Entre veinte y veinticinco mil millones de Exs —respondió Lee.

Todos se acomodaron en sus sillas luego de escuchar tal número. Rhys notó una media sonrisa dibujada en el rostro de Sven, él sabía a qué se debía.

—¿Tanto? —preguntó Clara, confundida.

—Algo así, entre infraestructura, ingeniera, servicios, gastos del gobierno, y claramente las indemnizaciones a todas las personas que salieron afectadas por la situación, desde las familias de los guardias reales fallecidos hasta aquellas que perdieron su hogar y su empleo, será complicado, y se necesitan muchos fondos —se explayó Lee.

—¿Endeudarás la nación con el Banco Mundial? ¿O cómo harás para conseguir ese dinero? —preguntó Sven, de nuevo.

Lee notó que él estaba muy interesado en ese tema.

—Lee, antes de que digas nada. —Rhys se le anticipó—. Esa oferta todavía sigue en pie —recordó.

Lee le sostuvo la mirada, sin decir nada.

—¿Qué oferta? —pregunta esta vez Felix, con curiosidad.

—El clan Harch, más específicamente Lara Harch, se ofreció a otorgar una gran suma de dinero a la Corona como indemnización por las acciones de Michael Harch, que desembocaron en una gran ayuda para el ataque de Yoh. —Lee los puso al tanto.

—¿Michael Harch fue el culpable? ¿Entonces por qué el único que sufrió las consecuencias fue Gino Relty? —preguntó Rex Minuis, formando parte por primera vez en la reunión desde que había comenzado.

—En realidad... Michael Harch sólo otorgó información relevante en el sentido militar y de seguridad, así como la organización de la coronación, o cuándo y dónde atacar... Yoh tomó esto e hizo lo suyo —reveló Lee—. En cambio, Gino Relty estaba aliado con Rygal Di Rem, la otra persona que conspiró junto a Yoh, y además participó de un intento de asesinato hacia Ashley, enviándola a una lugar donde se encontraba plantada una bomba.

—Tendremos un gran problema con el clan Relty desde ahora, su padre y líder fue asesinado por orden de la mano derecha del rey y la nueva líder del clan Harch, ¿Cómo se lo tomarán? —preguntó Sven.

—Espera, no es así —lo interrumpió Ashley, intentando dar su opinión.

En respuesta, Sven le dio una fría mirada que la hizo volver a su lugar.

—Fui yo... Yo fui quien tomé esa decisión por mí mismo, mi esposa y mi hija estaban en peligro por la ambición y el orgullo de Gino Relty pretendiendo aliarse con Rygal, dime Sven... ¿Qué harías en mi lugar? —intervino Rhys. Había notado el accionar de Sven hacia lo que Ashley quiso decir, eso había sido muy intimidatorio de su parte y lo molestó un poco—. No creo que te hubieses quedado tranquilo, y menos si se hubiera tratado de tu esposa.

—Supones mucho, Rhys Windsor... No pretendas asumir cosas sobre mí, no somos amigos —respondió Sven, girando un poco su rostro hacia Rhys, este ya se encontraba apuntando a él, y con el movimiento de Sven quedaron enfrentados.

«Vaya, que tensión», pensó Vlas, demasiado tranquilo. Fuera quien fuera la otra persona, intentar intimidar a Rhys era una tontería que jamás funcionaría, por lo que no tenía sentido preocuparse por ese intercambio entre su hermano y ese hombre. 

—¿Asumir cosas sobre ti? Tranquilo, no es que quiera ser tu amigo después de todo, pero tampoco dejes llevarte por ese tipo de pensamientos que le faltan el respeto a mi esposa, y a Ashley, creo que dejé en claro algunas cosas ese día... ¿Lo recuerdas? —preguntó Rhys, su mordaz tono de voz resonó con intensidad en la sala, contrastando con el silencio que los presentes ofrecían, atentos al ida y vuelta entre él y Sven.

—¿Acaso me estás amenazando? Ni que viviéramos en una dictadura donde sólo se puede decir lo que tú quieres, Rhys Windsor... No asesinaste a Gino Relty sólo porque te molestaba, hay algo atrás de tu decisión, nadie sería capaz de hacer algo así sin medir las consecuencias, y menos tú, creo que eso es algo que todos tenemos en claro —respondió Sven.

—Realmente están discutiendo por una tontería. —Felix tomó partido de la discusión—. No importa quién ordenó el asesinato de Gino Relty, y no importa una mierda lo que el clan Relty piense tampoco, Troy no es estúpido, y sabe con quién se meterá si pretende revelarse ante la Corona o aquellos que apoyamos el reinado de Lee... Gino conspiró contra el rey, fue el autor intelectual del intento de asesinato hacia la princesa, y además participó directamente del ataque de Yoh Tales a Fons manteniendo lazos con Rygal Di Rem... ¿Acaso eso no es suficiente para demostrar que era un peligro que siguiera con vida?

—¿«Apoyamos el reinado de Lee»? —preguntó Sven, mirándolo con discordancia—. Yo no pretendo jugar a este juego estúpido, y no me importa quién haya matado al imbécil de Gino Relty, obviamente se lo merecía... Lo que me importan son las consecuencias que un hecho así acarrea, quizás ustedes estén preparados para enfrentarse al clan Relty, pero el clan Darma no, y eso es suficiente para que yo dé mi punto de vista ante esta decisión impremeditada de Rhys Windsor.

—No fue una decisión impremeditada —corrigió Rhys, acomodándose de nuevo en su lugar al notar que Sven ya no intentaba buscar una confrontación—. Sólo hice lo que nadie se hubiera animado a hacer, por la influencia y miedo que infundía Gino Relty en el Consejo, por eso todos los que estamos aquí hoy somos nuevos, porque no tenía sentido acabar con la raíz del problema para que luego fuera plantada en otro lugar, los anteriores consejeros se encontraban bajo la preponderancia política de Gino... Todo hubiera seguido igual si no me encargaba de él.

—Hiciste lo mismo que él hacía —soltó Clara. Rhys sabía todo lo que ella iba a decir, porque una chica joven con poca experiencia en ese tipo de situaciones era demasiado predecible, y básica hasta cierto punto—. Infundiste miedo en los demás consejeros para que cedieran sus puestos, y ahora mismo estás dejando en claro que harás lo que sea con tal de que no vuelva a suceder algo como lo que Gino hizo.

—Dime linda... ¿Qué te dijo tu padre antes de que vinieras? ¿Qué yo era «malo» por lo que hice con Gino? Deberías saber que tu padre formaba parte de la misma conspiración, pero para qué te lo digo, si tú estabas ahí, lo viste con tus propios ojos... Y con respecto a mi forma de afrontar la situación con Gino y sus partidarios, ¿Tú querías que eso siguiera pasando? Si me das una respuesta positiva permíteme que dude de tu inteligencia y de tus intenciones —respondió Rhys.

—Clara, cariño... No puedes discutir con Rhys Windsor, esta vez tiene razón, y era la única solución —dijo Felix, haciendo un ademan con su mano, pidiéndole que parara... Ella era su prometida, lo último que quería era que se metiera en un problema con Rhys Windsor—. Mi padre no hizo las cosas bien, hacerle caso a Gino era cavar su propia tumba, y todos los que estábamos ese día en el bunker escuchamos lo que él dijo, la confirmación de la conspiración hacia el rey y el intento de asesinato de la princesa, sin contar sus planes para aliarse con Yoh Tales y Rygal Di Rem, o hasta pretender atentar contra Lara Harch si algo sucedía con Rhys Windsor... Su ambición era peligrosa para la nación, y su final era inevitable —aseguró, llevando su mirada hasta el rostro de Rhys.

Windsor lo miraba con interés, esa apariencia intimidante que había notado al principio sólo fue superficial, se había dado cuenta que el chico a pesar de ser su primera reunión había tenido intervenciones acertadas, había dejado en claro su postura, y tenía buenas ideas, y de la misma manera había dejado en claro que estaba del lado de Lee. Eso era una información muy valiosa.

—La discusión terminó escalando hacia un lugar demasiado alejado del inicio... ¿Podemos volver a lo que estábamos? —preguntó Lee, intentando organizar el desorden de opiniones que se había formado.

—Lee... Es tomar esa decisión, aceptar el dinero, o pedir un préstamo... Que sabemos que no le conviene a la nación en este momento —indicó Rhys—. Ashley, ¿Todavía siguen pagando la deuda que dejó Kenneth, cierto? La del dinero que usó para reconstruir Fons luego de la guerra —preguntó, dándole una mirada a Ashley, de reojo.

—Algo así, se ha pagado una gran parte, pero todavía falta mucho tiempo para que quede saldada en su totalidad —explicó ella.

—El clan Darma también quiere hacer una oferta... Estamos dispuestos a otorgar un 15% del total... Unos tres mil millones de Exs en este caso —reveló Sven, y una lluvia de miradas confundidas cayó sobre él.

Rhys esbozó una ligera sonrisa, orgulloso de sí mismo por darse cuenta de por dónde venía la situación, él estaba muy interesado en el tema del dinero, era de esperarse tal propuesta.

—Espera... ¿Por qué? El clan Darma no tiene nada que ver con lo sucedido —preguntó Lee.

—El clan Darma no, pero Megan sí... Ella sabe que su familia no se hará cargo, por lo que me pidió expresamente que lo haga por ella, ya que no puede involucrarse en las finanzas del clan Relty, ella ya no forma parte desde que se casó conmigo —explicó Sven.

—Ya veo —musitó Lee, llevándose su pulgar al labio, algo pensativo—. Rhys, ¿Cuánto está dispuesto a ofrecer el clan Harch? —inquirió.

—Un 10% de parte del clan, y otro 10% de parte de Lara... 20% en total, entre cuatro y cinco mil millones —respondió Rhys.

—Eso sería el 35% del total, entre el clan Harch y el clan Darma —señaló Lee—. Ashley, ¿Cuánto es el máximo que podemos obtener de las reservas de la nación?

—Un 25% si contamos el patrimonio de la Familia Real —informó ella.

—Es un 60% total... Todavía falta un poco más... Aunque de ser así podríamos pedir ese porcentaje en un préstamo, no es tanto, lo saldaríamos de aquí a dos o tres años... Deberé hablarlo con el director del Banco Fonsés... Debo convencerlo de que podemos usar bonos de la nación como garantía... O algo por el estilo, después de todo son aproximadamente ocho mil millones de Exs los que necesitamos —comentó Lee buscando las miradas de Sven y Rhys—. ¿Es seguro? —preguntó, refiriéndose a sus ofertas.

—Sin duda... Podría otorgar el dinero en el correr de la semana, sólo debo hacer unos trámites, y discutirlo con la Junta Directiva de mi empresa, pero no habrá problemas, estará sumado a las reservas de la nación antes del viernes —aseguró Sven.

—Lara tiene preparado todo, sólo debe firmar el documento de transferencia y este llegara en un instante —adhirió Rhys.

—Bien... Creo que eso es suficiente. —Lee dejó caer su espalda en el respaldo de la silla, un poco aliviado de haber podido arreglar la situación, aunque a medias.

—Por cierto... Yo me encargaré del resto, el 40% restante llegará de mi parte —soltó Rhys, cuando la mesa entera quedó en silencio. El ambiente se debatió entre sorpresa y confusión con su declaración tan abrupta.

—¿En serio lo hará? —preguntó Vlas, en voz baja.

Ashley lo oyó y dirigió su mirada hacia él.

—¿Lo sabías? —preguntó ella. 

—Digamos que tenía algo de conocimiento, quiere hacerse cargo de lo que Rygal hizo, por eso lo hace. —Vlas dejó en claro.

—Vaya, no me lo esperaba. —Ashley volvió su mirada hacia la mesa, distinguió la atónita mirada de Lee.

—Espera, Windsor... ¿Sabes cuánto es eso? ¿Y por qué lo harás? Lara ya se encargó de su parte, y tú ni siquiera eres de Fons como para encargarte de algo así. —Lee no podía comprenderlo.

—Es fácil, en parte soy culpable de muchas de las acciones de Rygal Di Rem, también existe la situación de que soy el representante de Remia en el mundo, aunque haya abandonado mis responsabilidades hace muchos años... Pero sin duda son responsabilidades que todavía siguen vigentes, así que debo hacerlo, más que nada por mi nombre, el resto no importa mucho... Y es un poco de dinero, nada más —respondió Rhys, con cierta soltura, demasiado despreocupado de su propio orgullo, aquel que lo había arrinconado a tomar esa decisión en primer lugar—. Tampoco me gusta estar en deuda con nadie, así que... Tómalo como una indemnización por el daño que causé en la guerra también —agregó, cerrando su explicación, al mismo tiempo en el cual le dio una mirada su reloj.

«Carajo, ya es tarde», pensó. Miró a Vlas, quien tenía sus ojos clavados en él, y señaló su muñeca... Vlas encontró su celular en su bolsillo y luego de echarle un vistazo alzó su mirada y asintió.

—Rhys —Lee comenzó.

—Lee, ¿Puedes decírmelo luego? Debo retirarme, hay algunas cosas que debo hacer y se me hizo tarde —avisó, poniéndose de pie. Luego de pararse acercó su silla a la mesa de nuevo, y se recostó con sus codos sobre el respaldar—. Hay algo más que debo decir. —Miró alrededor de la mesa, con la atención de todos los presentes sobre él, impacientes de su declaración—. Yo me encargaré de acabar con Rygal Di Rem... Para siempre —sentenció.

 

Más tarde...

 

Fons, Pines, Distrito Residencial - 14 de Abril - Año 526

 

 Vlas no podía quitarse de la cabeza esa frase de Rhys: «Me encargaré de acabar con Rygal Di Rem... Para siempre». Como si eso fuera lo único que debía hacer, entre todo de lo que siempre se encargaba.

Mientras estuvieron en Ash reconstruyeron la casa en su totalidad, podrían mudarse la siguiente semana, y rápidamente volvieron a Pines antes de que la tarde cayera. Rhys estaba algo impaciente de volver a ver a Lara, cuando ambos estaban en Ash recibió un mensaje de su parte diciendo que tenía algo importante que debía hablar con él. Y no podía esperar.

 Caminando por el centro de Pines antes de llegar al edificio, Vlas iba detrás de su hermano a paso tranquilo, apreciando su extraña calma, incluso luego de todo lo dicho por él en la reunión. Tenía una duda sobre ese tema, pero no quería agobiarlo con una pregunta de la cual Rhys quizás no quería escuchar.

 —Rhys... Eso que dijiste hoy —quiso empezar, pero antes de seguir, tragó un poco de saliva, preparándose para la pregunta.

 —¿Lo de Rygal, o lo de mamá? —preguntó Rhys, adelantándose, con curiosidad.

 —Lo de Rygal —indicó Vlas.

 —Bueno, eso ya lo sabías, ¿Cierto? Te lo he dicho varias veces, en Remia, y aquí... Sabes lo que pienso de Rygal, y lo que significaría para mí y para mi vida que él desapareciera —respondió Rhys.

 —O sea, sí, me dejaste entrever algo de eso... Pero, ¿Por qué tan resignado a qué puedes hacerlo? ¿Es una condición para que sigas adelante, o qué? —indagó su hermano.

 Rhys siguió su camino en silencio, algunos segundos, con una sonrisa en su rostro, sabiendo que esa pregunta llegaría un día, pero lo suficientemente preparado para responderla, ya que luego de lo que decidió días atrás en esa charla con Lara muchas cosas se le estaban tornando fáciles, como expresar sus sentimientos o aceptar sus errores, ser honesto en base a sus pensamientos, y permitirse compartir con ellos parte de su carga.

 —Quiero vivir en paz, Vlas... Luego de que mi bebé nazca quiero encargarme de mi familia, de Lara y el bebé, de Leah, de ti... De mamá... Quiero que estén en paz, porque ustedes no merecen seguir sufriendo por algo de lo que nunca tuvieron la culpa, de mis errores o de mis responsabilidades... Dejaré que vivan la vida que quieren vivir, sin nada que les impida elegir su camino, el que quieran... Y para eso debo hacerme cargo de lo más importante, del último obstáculo en mi camino... Del que comenzó todo... Porque si todo comenzó con él, todo debe terminar con él... De una vez por todas. —Su mirada se dirigió a su hermano, y en un ligero encuentro de estas, la complicidad se volvió parte de ambos, y lo que ellos pensaban el uno del otro ya estaba todo dicho.

 —Rhys... No me quedaré atrás, sabes... Todavía tengo que conseguir mi propósito, todavía tengo que encontrar mi camino... Y por eso te seguiré hasta el fin del mundo —con su determinación más fuerte que nunca, Vlas jamás pensó que diría algo así. Su hermano menos, tal vez por eso rio.

 —Volveremos a Remia, Vlas... Acabaré con Rygal, erradicaremos el Scire del mundo, y nuestro viaje finalizará... Pero sabes que todavía falta mucho tiempo para eso, por ahora sólo debemos prepararnos, hacernos fuertes, luchar contra nosotros mismos, y esos fantasmas del pasado... Y más que nada, proteger lo que más queremos... Eso que nos hace seguir adelante... ¿Estamos en esto juntos, Vlas? —preguntó Rhys, estirando su mano con su puño cerrado.

 —Estamos en esto juntos, Rhys... Siempre lo estuvimos —aseguró Vlas, haciendo el mismo movimiento, hasta que su puño tocó el de su hermano.

 —Por Demian y por Zenda.

 —Por Lara y por Leah.

 —Por mamá y por Kora.

 —Por ti y por mí —repitieron ambos al final, mezclando sus sonrisas, mezclando su amor, uniendo sus almas... Con un deseo compartido, lo suficientemente fuerte como para ir contra el mundo... Contra todo.

 «Así es... Este es el camino que quiero seguir».

Con la sonrisa de Vlas al final, la tarde ya había caído en Pines. La única testigo de esa promesa entre hermanos. La única testigo... De un compromiso eterno, porque ambos sabían que eso era la base de su camino... Aquel todavía no tenía final.

Aquel que no lo iba a tener jamás.