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Chapter 143 - El destino

Cuando escuche sobre ese demonio de ojos rojos, el alma me volvio al cuerpo, como un rayo salí por la puerta de la taberna sacando fuerzas de donde básicamente no tenia. La tormenta estaba demasiado fuerte, tanto que cuando salí el viento casi me arrastro. A mis espaldas me siguieren mis acompañantes, gritándome si acaso estaba loco por salir en estas condiciones.

Willfest se acerco agarrándome el brazo con fuerza.

-Muchacho no puedes salir con esta tormenta, ¿que te sucede?

-Los que entraron dijeron que vieron a un demonio con ojos rojos, Will, ella tiene los ojos rojos. - decía riéndome por la ironía de la situación.

Un estruendo me sobresalto, se habia propagado un trueno en los cielos que me hizo recordar el día que llegue a esta época, recordé que habia caído uno también, eso de alguna manera hizo que tuviera mucho miedo.

-Necesito un lugar alto para poder ver todo Will. - Gritaba para que el me escuchara.

-Mierda... Roja, quédate en la taberna, por si viene por acá la mujer que busca Gran, Lay acompáñanos, y Gran sígueme, hay un risco que da al mar donde se puede ver todo, aunque con esta noche no creo que puedas ver mucho.

Roja hizo caso de inmediato, ella se entro a la taberna, pero antes me deseo suerte para que la encontrar y decir que si llegaba a alguien con las caracteristicas de Hero saldría a buscarnos.

Con dificultad y un par de caídas de mi parte logre llegar a la risco, como dijo Willfest no era que se pusiera ver mucho, apenas lograba ver hasta el faro con algo de esfuerzo, pero no habia acceso a él, el agua tuvo que haber subido unos dos metros, y el mar estaba tan bravo como la fuerza de la naturaleza que era.

-¿Gran logras ver algo? - Grito Lay.

-Nada, con lo oscuro que esta y la tormenta no puedo ver nada, todo esto es una mierda.

Perdia las esperanzas entre más fuerte se ponia el viento, pensar que tal vez Hero se encontraba en algun lugar bajo esta tormenta sola me hacia que me entrara el panico, ya a este punto estaba deseando que ese hombre se hubiera equivocado con lo que dijo, que no era ella a la que vio y simplemente hubiera sido una concidencia.

Pero como una ave fénix que revive de las cenizas mis esperanzas volvieron, fue una estupidez, pero una simple cosa me hizo saber donde estaba Hero. La torre que fungía como faro estaba iluminando la zona, alguien habia entrado a ese faro y prendido con fuego el material que ocuparan para encenderlo, al igual que la sacerdotisa prendía la pira de la torre para iluminar el camino de Leandro hacia ella.

No lo pense dos veces, me saque la ropa de la parte superior, y sin que Will y Lay pudieran hacer algo salte hacia el mar, fue un impulso idiota, pero todo mi cuerpo se reactivo de momento, mis ansias me hicieron moverme, habia activado levemente mi mayus sin darme cuenta. Se que por los gritos que oí Lay intento seguirme, pero Will la detuvo.

Yo caí en el agua sin ningun problema comenzó a nadar hacia el faro, pero la mar estaba furiosa, la tormenta empeoraba cada vez más, cada golpe de agua que me daba era lo suficientemente fuerza como para romper un madero, así lo sentía, una furia tremenda del viento y del mar, como si mi mayus me advirtiera que la naturaleza estaba molesta por algo.

Constantemente los choques de las ola, me inundaba haciendo que me sumergiera, cada vez que sucedía yo salía a flote para seguir avanzando, pero las turbulentas aguas que se mecían a mi alrededor me estaban impidiendo avanzar, incluso habia llegado al punto que ni siquiera podía ver el faro por las altas olas, olas que nuevamente me sumergieron a la oscuridad, tenia miedo, ya que, a veces cuando estaba sumergido no sabia hacia donde era arriba y abajo, así que tenia me apanicaba perderme, morir sin siquiera reencontrarme con la única persona que he podido amar, ese pensamiento logro que fuera consiente que tenia mi mayus activo, porque hizo que se desequilibrara, inmediatamente llego un pensamiento sobre Hel, de como la abandonaba, pero debía controlarme si dejaba que mi mayus se descontrolara por mis emociones negativas estaría muerto.

En este punto dependía de mi mayus, mis músculos en una semana no se habían recuperado, era un milagro que estuviera luchando en este momento en estas aguas salvajes, en todo este tiempo habia intentado activar mi mayus, pero siempre fallaba se descontrolaba facilmente por mis emociones, pero ahora volvía a poder controlar casi como si me sanara por dentro, pese a tener a mis demonios en la cabeza, lo controlaba, o tal vez habia dejado que tomara las riendas mientras yo tenia un solo pensamiento que me daba fuerzas en mi cabeza; Hero, y como si de una instructora se tratara Vel diciéndome que hacer, los movimientos que tenia que dar, y como respirar.

Pese que ya llevaba un buen rato nadando ni siquiera podía saber si me faltaba mucho o no, las malditas olas como ya habia dicho, me impedían ver, aun así yo luchaba contra el mar, tenia que seguir adelante como de lugar, eso pensaba, hasta que finalmente una hola reventó en mi cara arrastrándome a las profundidades, el golpe me habia dejado medio inconsciente, e iba sintiendo como mi mayus iba apagándose de apoco.

En un intento exprimí las ultimas reservas de mi alma y logres salir a la superficie, nuevamente escuchaba el estruendo de un trueno, el sonido que desgarraba el viento al pasar, el fuerte ruido que producían las olas al chocar, pero solo eso escuchaba porque ver, no lograba ver nada, tal vez esta iba a se mi tumba, a lo mejor me rencontraría con ella en el más allá.

Mis ojos se apagaban lentamente mientras me dejaba mover por el oleaje, mi conciencia se apagaba de a poco, el frio que no estaba sintiendo por mi mayus ahora se hacia presente calándome por dentro, y cuando iba a cerrar los ojos para la eternidad, esperando llegar a los brazos de Morrigan.

Una luz blanquecina hizo que abriera los ojos.

-Aun no es tu tiempo cariño, ella te espera, ahí más allá de la penumbra, don la luz se alza Gran.

-Hel...

-Cariño no te culpes... gracias por darme felicidad cuando pense que nunca más la iba a sentir, ahora ve levántate, yo te guiare.

Cuando volví a cerrar los ojos, un graznido hizo que lo volviera abrir en el acto, había cuervo sobrevolaba muy cerca de mi, lo veía a los ojos incitándome a que la siguiera y de algún lado volvieron mis fuerzas, me abrí paso siguiendo al cuervo que me guiaba en este iracundo mar.

-Hel... ¿realmente eres tú?... - dije sin tener respuesta alguna, le hablaba a un cuervo en medio de una tormenta así que no se que esperaba.

Despues de luchar por varios minutos al fin habia llegado al faro, mi respiración estaba agitadísima, a penas podía respirar por todo el esfuerzo que tuve que hacer.

Nuevamente el cuervo grazno, estaba parado sobre el pomo de la puerta mirándome, como si me digiera apúrate.

Me levante corriendo, abrí la puerto de golpe, subí por los escalones sin importar las veces que me caí porque las piernas no me reaccionaban bien, aun así no me iba a rendir cuando ya habia llegado tan lejos, abrí la trampilla y entre a lo alto del faro, lo primero que me sucedió es que medio me cegué por la luz que emitía el fuego, pero una vez pude enfocar, todos mis miedos desaparecieron.

Ahí estaba ella, desnutrida, con alguna que otra herida, mirándome como si fuera un recuerdo de una vida pasada, aun así ahí estaba ella junto al titilante fuego, tan hermosa como el día en que nos separamos.

-Al menos te vuelvo a ver en mi imaginación mi amor, Gran...

Camine hacia ella sin poder evitar llorar, al fin despues de tanto tiempo, incluso habiendo perdido la esperanza de volverla haber, puedo reencontrarme con mi Hero, mi Alice.

La abrace con fuerza.

-Hero, Hero, Hero te tengo, al fin estoy contigo.

-Esta alucinación se ve tan real...

Hero me tocaba la mejilla con su mano, a la que me apretuje cuando sentí su dulce calor.

-No estas alucinando mi vida, realmente soy yo Hero, realmente estoy aqui abrazándote.

-¿Gran?

Los ojos de Hero se empañaron con lagrimas, muy débilmente se aferro a mi, intentando abrazarme con todas las fuerzas que tenia.

-¿Esto no es un sueño Gran?

-No, Hero, realmente soy yo, realmente estamos juntos nuevamente... discúlpame nunca tuve que haberme separado de ti en la niebla, fue un idiota, y yo no...

Nuestras bocas se habian unido, su beso me envolvía como un pañuelo de seda que hacia olvidar todos mis problemas, me perdí en ese momento dejándome llevar por lo que dictaba mi corazón sin escuchar al fin mi mente; habia encontrado mi verdadera paz.

-Si eres tú... besas mejor de lo que recordaba... déjame dormir en tus brazos Gran, déjame hacer eso...

Hero cerro sus ojos, la ternura del momento se convirtió en terror, toque a Hero y tenia fiebre, pero de momento solo fue eso, un susto, ya que, ella realmente si se habia quedado dormida, lo que puso una leve sonrisa en mi rostro.