-Podrías dejar de seguirme, llevas diez minutos siguiendo, lárgate a otro lado.
-No me largare hasta que me digas donde encontrar a Gran.
-Desde aqui sigue al sur, me lo tope en un bosque cercano hace una semana atrás, ahora vete mujer.
Honestamente las indicaciones que me daba Velaria me dejaban igual de perdida.
Me acerque a ella y le agarre por el hombro
-Podrías hacer algo más concisa, no entiendo nada de las indicaciones que me dices, además quiero saber más cosas de él.
Velaria me miro de pies a cabezas, examinándome detenidamente.
-Aparte de tu lindo rostro no se que más vio en ti, supongo que tampoco es mi asunto... camina recto desde aqui, llegaras a una de esas asquerosas ciudades en las que viven ustedes, rodéala, y sigue recto hacia al norte, cuando llegues a una intersección, toma el camino de la izquierda te llevara a un bosque... creo que esta a las afueras de Carlow, por ahí una fea construcción humana, tal vez viva ahí, pero no estoy segura de eso, ahí tienes, ahora adiós.
-Puedes detenerte, no lo he visto en más de siete meses, me dijiste que el pensaba que no estaba aqui, y lo viste triste, estoy preocupada por el, necesito saber de el.
Porque esta humana me da la misma tranquilidad que Granet, puedo entender lo de Granet al final se parece un poco a mi padre, pero esta mujer no tiene nada de eso... en que momento me volví tan benevolente con los orcus.
-Voy a detenerme a comer algo, tienes hasta que termine de comer para preguntarme... como se supone que deba nombrarte ¿Hero?
-Alice, no me siento muy cómoda que alguien que no conozca me llame por ese nombre.
-Me quedo con Hero, suena mejor que ese otro nombre.
Ella se sentó en el suelo, de entre de sus capas saco un bulto envuelto en lo que creía que eran hojas de lechuga.
-Si no me vas a decir por el nombre que te digo para que me preguntas.
-Hero suena mucho mejor, que ese feo nombre humano como Alice, a todo esto el tiempo corre, y yo como rapido.
Me senté frente a ella, saque un poco de carne seca para comer.
-Primero que nada, quiero saber ¿Cómo esta él?
-Supongo que bien, cuando lo conocí era como un insecto débil, el me confeso que quería matarse, fue lamentable ver como lloraba como un atika... un niño, después me lo tope un par de veces, no vi mucha mejoría en el, incluso tuve que rescatarlo una vez que se estaba ahogando... después el pago su deuda conmigo, el me salvo a mi, se veía más fuerte, o más confiado, incluso me quiso proteger cuando estaba envenenada, al menos creo que es una buena persona. - dijo con una sonrisa en la boca.
Estuve muy pendientes a cada palabra que salía de su boca, la manera en que hablaba y sus facciones también eran agradable de ver, cuando comenzó a hablar de el, las orejas de ella se pusieron rojas.
Estaba viendo sus ropas que mayormente eran verdes o negras, pero un pedazo de tela que estaba amarrado en su brazo de color rojo destacaba oculta entre su capa.
-Así que lo a estado pasando mal... mi niño, quiero estar con el nuevamente, lo necesito... pero gracias por salvarlo, te lo digo de corazón.
Agarre las manos de Velaria cosa que no le gusto.
-No me gusta que los orcus me toquen, es desagradable.
-Perdón tampoco tenias que ponerte así, hablaba enserio te lo agradezco, que hayas ayudado a Gran, ahora si la pregunta no ofendes, tú eres una de esas que llaman largovivientes, ¿No, es así?
-Si no es obvio...
La oreja de Velaria tirito, ella miro enseguida hacia un lugar.
-Alguien viene por el este, se acabo el tiempo, ve y cuida a Granet, yo debo irme.
-Para odiar a los orcus, ósea nosotros cuando dices su nombre lo dices con bastante cariño.
Nuevamente las orejas de Velaria se ponían coloradas, lo que me dio a entender que es igual a cuando nos avergonzamos.
-Granet no es un orcus como tú, el es un diades, yo misma lo reconocí, por mucho que seas alguien importante para el, no confundas las cosas creyendo que te tratare con el respeto que ahora lo trato.
Me acerque a ella, si era bueno en algo, era saber cuando a otra mujer le gustaba mi Gran, tuve razón con la zorra de su novia, tuve razón con Rury y estoy segura que Velaria se siente atraída a él.
-Oye el te...
-Son seis, no ocho, mierda son más de doce, vienen a caballo.
Velaria me agarro la mano, y tiro de ella, haciéndonos que me perdiera más por el bosque, nos llevo por una parte bastante frondosa, hasta que no oculto entre los arbustos.
Un grupo montado a caballo paso muy cerca de nosotros.
-No hay nada por aqui señor.
-Sigan buscando sepárense en cuatro grupos, peinen todo el bosque si es necesario... maldita sea Yume, donde demonios te metiste.
Habia reconocida esa voz envejecida, era Argus, que por lo visto habia creado un grupo de búsqueda para ubicarme después de que me fugara del castillo. Velaria me mantuvo todo el rato con la boca tapada para que no emitirá ruido, ella espero un montón de tiempo hasta que decidió soltarme.
-Mierda, ese maldito hombre esta en este lugar, lo que no entiendo es como se enteraron de que estoy aqui, estaba segura que habia ocultado mi rastro.
-No te buscan a ti, Velaria, Yume soy yo, es mi nombre de nacimiento, después... no importa, no se porque te cuento esto, el asunto es que Argus sabe donde hay más de los tuyos y le pago a alguien para que los matara un tal Arcker, no se si te suena.
-Arcker, en mi vida he escuchado un nombre de orcus tan asqueroso, pero el de Argus, si que lo conosco bien, ¿por qué te escapas de él?
-El quiere enfrentarse a Gran, planea algo de lo que no tengo mucha idea, pero creo que ya se le fue la poca cordura que tenia, a mencionado a Morrigan como si existiera, y a hablado de profecías, pero lo importante aqui es Gran.
Velaria me miraba con detenimiento.
-Tu no amas a Granet estas obsecionada con el...
Agarre a Velaria por el cuello.
-Nunca digas que no lo amo, el para mi es lo más importante en mi vida, no sabes como me quema por dentro no estar con el.
Velaria me agarro del brazo, me comenzó aplastar con una fuerza que estaba segura que si apretaba un poco más me lo haría pedazos, pero aun así no la solté, la miraba totalmente enojada.
-Que mirada tan siniestra, para alguien tan joven, me gusta, pero...
Yo estaba aguantando todo lo que podía, incluso me mordía el labio que me estaba sangrando para aguantarme el dolor, cosa que estaba segura que Velaria se daba cuenta.
Ella me soltó el brazo, y luego hizo algo que no supe como interpretar; me abrazo, de manera tierna.
-Esos fríos ojos rojos, ocultan mucha pena y tristeza, la as pasado muy mal ¿no es así?
Yo solté a Velaria, su abrazo se sentía cálido, no sabia que pensar.
-¿Sabes?, no considero que tu amor sea muy sano, pero es amor supongo, no se mucho de estos temas, tu gente me arrebato todo eso Hero... yo ni siquiera se porque te tengo lastima debería matarte, pero porque me pasa lo mismo que me sucede con Gran contigo... acaso Dagda se ríe en mi cara.
-No te entiendo para nada Velaria.
-Ni yo me entiendo, no me entiendo hace un tiempo, no me siento yo, hace meses que siento que me perdí en un punto... como sea, ven vamos te llevare hasta el linde, para que puedas escapar, luego yo seguiré con mi viaje.
Ella se levanto y tendió mi mano, no entendí nada de lo que sucedió hasta hace poco estaba siendo muy hostil con ella, y de pronto como si no hubiera pasado nada.
El maldito beso que le di a Gran como reconocimiento activo mi quirilan, un humano, me dices que mi corazón le pertenece a... y que se supone que me pasa con esta chica, me provoca los mismos sentimientos que Gran y la acabo de conocer otra orcus más... que frustrante.
Seguí a Velaria, ella no quiso hablar más durante el camino, parecía desanimada por algo, yo quería que me hablara más sobre Gran, porque estaba segura que a ella le gustaba y por alguna razón no me molestaba la idea como fue en su ocasión cuando a Rury le gusto él.
Estaba cansada de tanto caminar, me llevo por dos horas hasta que estábamos llegando al linde del bosque.
-Si sigues por recto por ahí llegaras a uno de esas cominos que hizo tu gente síguelo recto, y después solo recuerda las indicaciones que te dije.
-Gracias Velaria te lo agradezco, ¿no quieres venir conmigo?
-No, yo tengo otro camino que recorrer, dale mis saludos a ese idiota de mi parte, y tú cuídate, no confíes ni siquiera en los tuyos, ten buen viaje.
-Buen viaje, dime querida Yume a donde iras. - Dijo Argus que apareció de la nada.
¿Cómo es posible que ni siquiera los escuche u oí?