Volvimos como si nada hubiera sucedido donde Vanessa, ella nos esperaba mientras tenia la boca llena de dulces, algo tierno en realidad, pero desde que vi el libro que estaba leyendo, algo me decía que debía tener algo de cuidado.
-Volvieron... ignoren lo que vieron, es vergonzoso.
Vanessa se limpiaba la boca con una servilleta quitándose la azúcar polvoreada que tenia en sus labios.
-¿Todo bien entre ustedes?
-Si querida, ya solucionamos nuestro mal entendido con Sir Gran.
-Anamaría basta con que me digas solo Gran, el titulo no es necesario.
-Como prefieras entonces Gran.
Vanessa se levanto abrió un cajón y trajo una especie de carta.
-Gran el motivo de mi invitación es para agradecerte lo que hiciste por mi, es por eso que quería invitarte a la fiesta que harán en nombre del Rey Eduardo.
Recibí la carta viéndolo.
-Tendrás que venir como mi invitado... no te confundas, si quieres puedes traer a tu pareja, pero quería agradecerte de una forma.
-No soy mucho de fiestas... y no se si a Helen le gustara ir... supongo...
-¿Te gusta la musica Gran?
-Si como a todos, pero no es algo que me mate.
-Mmm ya veo, es que asistirá la organista real, es una como una maga con la musica.
-La chica enmascara, ¿la organista personal del rey?
Vanessa me miro asombrada.
-Correcto ¿la conoces?
-Un amigo me dijo que tocaba muy bien, he tenido ganas de escucharla desde entonces, asistiré, ¿Cuándo es?
-Hoy cuando se deje caer la noche en le castillo del Justicar, tendrás que presentar esta invitación en la puerta, luego búscame adentro, te podre presentar gente importante que te podría beneficiar en el futuro, para que administre tus tierras.
Mire algo extrañado a Vanessa, mencionaba mi futuro como si supiera lo que quisiera hacer.
-Si me gustaría, iré... a todo esto no le molesta que me dieran las tierras que les pertenecían a ustedes.
-De por si me molestan que las tierra se la dieron a los Lancaster, pero no Gran no estoy molesta contigo.
Mire a Vanessa buscando una reacción de lo que habia dicho Anamaría, pero parecía yo más preocupado que las chicas, lo que me daba a entender que al menos Iris era un poco más abierta con las cosas que le decía a la pequeña primera de la cabeza de los Lancaster.
-A mi no me molesta, para que quiero más tierras de lo que tenemos, yo estare conforme conque pueda hacer las cosas que quiero con las personas que quiero, un montón de terrenos no me pueden importar mucho.
Me estire para poder relajarme un poco, luego tome un dulce a lo que Vanessa me miro como diciendo ese no, es mío, así que tome unos dátiles, y ella volvio a sonreír.
Ya no se si me ocultaba cosas o era tan infantil como un niña pequeña.
-Me alegra que aceptes la invitación Gran, les parece si vamos un poco al Jardín, quiero tomar un poco de sol, antes de que se ponga a llover.
-¿Llover?, hace un día precioso.
-Si Vanessa dice que lloverá, lo hará, no se como lo hace, pero siempre que dice eso pasara.
-Eso es sorprendente, bastante útil que quieres que te diga.
Entonces Roja, ¿Cómo te fue hoy?
-Como sabes que soy yo Lay...
-Tus pasos, la manera en que te apoyas, tu cogerá y esa mezcla de olor entre lilias y sudor. - Dije sin pensar.
Ella se acerco sobre mi hombros y me abrazo, algo que fue dulce, pero no pude evitar empujarla, provocando su caída.
Ella no me miraba a los ojos se quedo unos segundos en silencio, hasta que reaccione lo que habia hecho, le pedí disculpas a Roja, diciéndole que no me gustaban que me toquen y lo que hice fue un acto reflejo, le tendí mi mano, a lo que ella no la ocupo para levantarse.
-Eso dolió, aunque me digas que no te gustan que te toquen, no te veo muy molesta cuando Gran te abraza o duermen juntos, ya dime la verdad, te gusta el ¿cierto?
Me sentí algo mal porque Roja no quiso tomar mi mano, que mierda me estaba pasando, porque últimamente me ponía muy nerviosa cuando estaba junto con Amelia.
-No, te equivocas, yo te lo dije Roja, no siento amor hacia Gran... no amor como pareja al menos, es complicado, pero si te sirve no amo a Gran, y el tampoco me ama a él, de hecho me siento bien porque este saliendo con Helen, tiene mucho mejor semblante que antes.
-Si tu lo dices Lay, a todo esto me dijeron que estabas con Willfest, donde esta él.
-Mi padre... él esta más cerca de la finca, prefiere estarlo por si sucede algo.
-¿Por qué no lo acompañaste entonces?
-Gran me pidió que lo esperara aqui, entonces eso hago, sigo su orden... la ¿pregunta es que haces tú aqui?
-Me aburria sin ustedes y Roy no es muy buena compañía la verdad, se queda en silencio leyendo, además, supongo que te lo puedo decir a ti, estaba perdiendo la cabeza con tanto gemido, si seguía ahí hubiera tenido que ya sabes... eso.
-No te comprendo lo que quieres decirme Roja.
-Masturbarme... no puedo creer que me hayas hecho que te lo diga.
-Ni que te forzara, lo dijiste por tu cuenta, pero me seria dificil comprenderte, no me molestan los gemidos del burdel, tampoco siento la necesidad de complacerme.
Roja me miro directo a la cara acercándoseme mucho a mi rostro, eso hizo que mi corazón se acelerara, por alguna razón quise acercarme al de ella, pero eso significaba que algo estaba mal conmigo, me aleje en el acto.
-¿Qué te sucedió Lay?
-No nada, perdón, a excepción de Gran no estoy acostumbrada a que las personas se me acerquen.
Lo que le decía era mentira, ósea nunca me agradaban cuando lo hacían, solo lo permitía con mi familia y Gran, pero antes con los demás era una molestia, pero con Roja era todo lo contrario, yo quería que lo hiciera, pero eso no es correcto, yo no soy así, no puedo dejar llevarme por esas tonterías.
Dio un paso hacia atrás para mantener distancia con Amelia.
-A todo esto Roja, mi Sir desea hablar contigo.
-Gran quiere hablar conmigo, si cuando quiera, es gracias a el que me dio una oportunidad para ser soldado.
-Si se lo diré, ¿a todo esto como te fue hoy en tu enfrentamiento?
-Sospechosamente fácil, o rompí sus espíritus o planean algo y sospecho que es lo segundo.
Hasta ahora no habia notada, pero Amelia ocultaba su brazo izquierdo. Esta vez me acerque a ella, pero preocupada, deje de lado esos sentimientos extraños que estaba sintiendo.
Ahora ella fue la que se sonrojo y se hecho atrás, pero rápidamente le agarre el brazo para verlo, tenia un corte muy feo, que por lo visto ella mismo se lo habia sanado con unos trapos que olían a ron.
-Idiota, no que muy fácil, debes curar esta herida con conciencia, que piensas hacer si se infecta, maldita idiota.
Roja quito su brazo con fuerza de mi agarre, ella se comenzaba a sobar un poco por mi apretón.
-No te incumbe eso Lay, además estoy bien, he tenido heridas mucho peores que esta...
La agarre de la ropa bruscamente y muy molesta.
-Si me incumbes idiota, Gran quiere hacerte su escudera, lo que significa que debo preocuparme de ti como mi compañera, y no puedo permitir que alguien que no se preocupa por si misma sirva a mi Gran, así que empieza a tener conciencia desde ahora.
-Gran quiere...
Roja habia comenzado a llorar.
-¿Por qué me ayuda?... no lo entiendo... yo ni lo conozco, pero... el...
Roja me abrazo apoyándose sobre mi pecho, ella lloraba como una niña pequeña que habia recibido una reprimenda de sus padres. Comprendí bien, o tal vez me hacia una idea de lo que estaba sintiendo Roja, al menos podía tener empatía con ello, así que la abrace.
-No te puedo decir el porque, porque no tengo idea, pero Gran me a demostrado ser alguien especial, que le importa la felicidad que los rodea, aunque ahora recuerdo que una vez me conto que le hacías recordar a una amiga, puede que lo haga solo por eso. Gran también se siente muy solo, algo que yo comprendo y comporto con él, es por eso que somos muy cercanos, somos parecidos en ciertas cosas, y logramos acompañarnos en nuestra soledad.
Roja me hablaba, pero no se le entendía nada de lo que salía de su boca, era algo inteligible entre su llantos, pero era algo tierno en verdad, me sentía bien con este abrazo, algo que no quería que acabara, pero a la vez habia un sentimiento de rechazo algo que me provocaba pavor al sentir así.
-Roja no quiero detenerte, pero intenta recomponerte ahí viene mi padre con Gran.
Le limpie las lagrimas para que no notaran que estaba llorando, al hacerlo mi respiración se agitaba, me quede viendo sus labios, cosa que quería besarlos, tuve que hacer un esfuerzo y alejar mis pensamientos para soltarla, pero Gran que ya llegaba donde nosotros me sonreía, una sonrisa que por alguna razón quería sacársela de un puñetazo.
-¿Qué haces aqui Roja? - pregunto Gran.
Gran tuvo un pequeño espasmo, miro al cielo. Habia comenzado a llover.