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Chapter 88 - Una verdad que un padre no quiere oir

Me llevaron a otra habitación que arreglaron para mi para que Felia pudiera recuperar su pieza, aun así la nueva habitación era cómoda, y me estaban atendiendo muy bien, me tiraba un poco los puntos que me tuvieron que poner en el costado izquierdo y en la espalda, así que me pidieron que me moviera poco, pero en uno de mis movimientos con Helen en la tinaja se soltó uno, aunque la herida no se abrió, así que cuando se desocupara tenia pensado pedirle que me la sature nuevamente.

-¿Gran podemos hablar?

Lay se asomaba por la puerta algo tímida, cosa que se me hacia inusual.

-Por su puesto Lay, ven acuéstate a mi lado.

Lay sin chistar se sentó a mi lado en la cama.

-Gran yo... no pude agradecerte como corresponde... gracias... gracias... no sabes... lo que significa esto para mi.

Lay me abrazo con mucha fuerza, no lloraba, pero estaba algo afligida.

-No tienes que agradecerme nada, solo te di algo que tuvieron que haberte entregado hace tiempo, y te prometí que te hare Sir con el debido tiempo, pero para eso tengo que sobrevivir primero.

-No digas esa estupidez, vas a descansar ahora, hasta la batalla de la pradera, no entrenaras ni harás ninguna tontería, me encargare de eso Gran.

-Si seria algo bueno Lay... quiero hablar un par de cosas contigo, primero vamos por lo primero, tu eres la única que sabe de donde vengo, la verdad, ¿crees que tu padre y Roy me creerán?

Ella me miro, acerco su mano a mi cara para quitarme el pelo de la cara.

-Creo que debes cortarte el pelo Gran, y para responderte, no lo sé, el capitán ahora no creo que se encuentre muy bien, todo lo que construyo, su nombre se fue a la basura, y Roy, confió en él es mi hermano menor, pero a veces le cuesta guardar secretos, si es que quieres mi opinión yo al menos me esperaría un tiempo.

-Entiendo, guardare mi secreto por ahora entonces, otro punto del que quiero hablar Lay, es que voy a comenzar a mover los hilos, pero para eso necesito mucho más gente, ya prepare algo hace un tiempo, pero si quiero ser el Justicar tengo que moverme ya, tengo pensado hacer a Roja mi escudera, pero antes me gustaria conocerla un poco más, y necesito gente que me informe de las cosas que están sucediendo, creo que un prostíbulo como este seria una buena fuente de información, el asunto es que no se si Felia querrá cooperar, también significa que si quiero llevar las cosas mas serias con Helen tendré que contarle mi plan.

-Mucha información Gran, pero ¿Cómo van las cosas con Helen?

-Bien, de hecho bastante bien, la quiero, me hace feliz.

-Pero...

Me sorprendió lo receptiva que Lay estaba siendo.

-Hero... yo estoy teniendo alucinaciones de ella, la otra ves que estaba besando a Hel la vi de frente a la puerta y cuando fuimos a la forja, tuvimos un momento intimo en la calle... juro que la vi entre el publico corri hacia ella, la tome del brazo pensado que era ella... era otra mujer Lay, es igual cuando veo mis manos con sangre... no se que esta sucediendo dentro de mi cabeza, pero quiero a Hel, eso estoy seguro, aunque tengo miedo de que nunca pueda separar mi corazón de Hero, yo no quiero hacerlo, daría mi vida para estar con ella... soy un desgraciado...

Lay tomo mi mano.

-Yo no entiendo mucho del amor, no tengo experiencia en eso, tal vez porque no me lo he permitido desde que me hicieron eso, aunque desde que me reviviste o me salvaste, siento que podría querer a alguien, es raro... lo que quiero decir, es que inténtalo, al menos siente algo por ella, descubre bien lo que siente tu corazón, si ves que no es amor lo que sientes por ella déjala, para que sea libre... yo tengo que pedirte disculpa por lo que te dije durante tu encuentro, yo lo hice...

-Para hacerme enejo, funciono bastante bien, sin eso no hubiera podido centrarme en mi odio, y soy yo el que debe pedirte disculpa por mi arrebato, te juro que no volverá a suceder Lay.

Ella me abrazo muy sonrientemente cosa que agradecía, tenia cierto miedo que la hubiera lastimado moralmente, por mi estupidez.

-Tomare tu consejo sobre Hel... Lay quiero que en cuatro días me acompañes, no me preguntes donde, pero quiero que intentes algo, tal vez podría ayudarte.

-Si Sir, sabes que te acompañare.

-Lay, entre nosotros no me hagas esto, sin el Sir o el señor, me gusta mi relación cercana contigo, y siento que cuando me llamas por mi titulo, nos distanciamos.

-Entiendo Gran, peor debo llamarte Sir al menos en publico, ese es mi deber.

-Si Willfest me explico de eso... hablando de él necesito que me explique muchas cosas, lo de Velaria cuando lo ataco, lo que oculta de mi apellido, y de su propia familia.

-¿De mi familia?

-Si Lay, su apellido es Marshall o sea tu familia sirve a la corana desde hace mucho tiempo, lo que quiero saber es que cambio, porque oculto su apellido.

-Si hay algo que oculta de mi origen me gustaria saberlo Gran.

-Entonces si me entero de algo te lo contare Lay, quiero pedirte una cosa a ti y a Roy, necesito encontrar a la chica, la asesina, quiero brindarle una vida mejor ahora que puedo... verla me rompió el alma honestamente, así que quiero encontrarla y ver que puedo hacer con ella.

-Si la guardia se entera que resguardas a una asesina será un problema Gran, uno enorme.

Me reacomode en la cama.

-Si, pero me entere que no saben que es una niña, así que seria más fácil, además me pregunto que casa de por aquí me darán.

Sentí una risa en el lindel de la puerta.

-Ninguna de hecho, te darán algunos acres de terreno con alguna casa si tienes suerte, si no tendrás que construirlas, y si escuche bien contándome a mi, Roy, Lay, Mirian, a ti, a Helen si se llegan a formalizar y a esa criminal, necesitaras criados, tendrás que pagarle a Lay, a Roy y a mi, por suerte te darán un salario con el que deberías cubrir esos gastos, y talvez te alcance para tener uno que otro criado.

-Tendré en cuenta eso Willfest, me alegra verte mejor cascarrabias.

-Tenle al menos algo de respeto a este viejo.

-Es raro verte sin tu armadura Willfest.

-Oficialmente ya no soy un Sir, así que no tiene mucho caso que la porte.

-No te acostumbres viejo, te necesito para que me entrenes y que entrenes a la gente que necesito, además ya te conté, voy a ser le Justicar así que cuando eso suceda volverás a tener tu titulo.

-Rebobina un poca Gran, ¿como que entrenar a la gente que necesitas? - Pregunto Willfest.

-Necesito reclutar gente, tener hombres dispuesto a luchar en lo que creo, Willfest, iré contra la corana, quiero liberar a Irlanda de del yugo Ingles, y para eso necesito tu ayuda, la de todos, lo primero que debo hacer es frenar al que mueve los hilos, y ese es el Duke Argus, el responsable de la batalla que tendremos que asistir en unas semanas.

Willfest se acerco a mi cama.

-Primero ir contra la corana es una estupidez, un suicidio, segundo de donde sacaras a esos hombres y como sabes que es el Argus el lobo viejo el que tiene que ver con el ataque a esas mierdas de los Mons.

-Lay me dejarías a solas con Willfest.

-Si Gran, gracias por todo mi Sir.

-Ridícula.

-Le tome la mano y se la bese, descansa amiga mía.

Ella salió de la sala dejándonos solos mientras se acaricio la mano donde la habia besado con una cariñosa en su rostro.

-Gran no me hagas ir contra la corona que tanto e defendido.

-Cierra la puerta por favor.

Willfest hizo eso en el acto.

-Y si te doy un motivo para ir contra la corona que tanto aprecias.

-Gran no habría motivo en el mundo que me convenza de hacer eso.

-Lo siguiente que te diré no podrás decírselo a nadie, ni volver a repetirlo fuera de esta habitación, júralo.

Willfest me miraba algo desafiante, ya que, sabia que era una orden.

-Lo juro.

-El motivo del porque Lay logro ser soldado, fue un favor del príncipe Eduardo, sabes que le hizo a Lay ese hijo de perra, la violo, hizo que sus hombres la violaran a la fuerza, mientras el pendejo a su corta edad también lo hizo con ella, yo voy a matarlos Willfest, te lo digo enserio voy a matar a ese pendejo y luego entregárselo de papel de regalo a su padre, que oculta todas las barbaridades que haces ese pendejo.

Willfest me miraba con horror, ni siquiera salía una palabra de su boca.

-Si Willfest, esa mierda le hicieron a mi Lay... a tu hija, ella lo oculto todo este tiempo, por eso se volvio tan fría, esos monstruos la rompieron, yo les voy a devolver el favor con creces, la pregunta es después de lo que te acabo de decir, ¿vas a defender la corona?

Willfest se sentó en la cama, le sangraba la boca porque se estaba mordiendo para retener su ira.

-Yo... necesito que me digas como sabes eso.

-Lay me lo conto, ella me lo dijo cuando nos quedamos en el ringfrost.

-Lo as sabido todo este tiempo y no me dijiste nada Gran. - dijo con enojo.

-No te enojes conmigo, yo soy el que quiere una vida feliz para Lay, no el que le hizo esa atrocidad, así que te vuelvo a preguntar de manera diferente ¿ayudaras, o debo ordenártelo?, y créeme no quiero hacer eso.

Willfest se levanto asqueado camino en círculos como un perro que perseguía su cola molesto.

-Yo te ayudare Gran, solo déjame a Eduardo y a su hijo.

-El rey es todo tuyo, pero Eduardo segundo es mío y de Lay, es ella el que debe matarlo, eso es todo por hoy Willfest quiero descansar, mañana si puedo levantarme necesito hablar de cosas contigo, cosas que me ocultas.