La boda de la princesa Zaya con el rey Rowan ocurrió seis meses después de que el rey resolviera los problemas dentro de su corte.
En este momento, Zander estaba a bordo con Amanecer y el pequeño Zade. El niño estaba tan emocionado de ver el inmenso mar y la hermosa puesta de sol. Se aferraba a Zander para que lo llevara a un lugar más alto, para que pudiera verlo todo.
El pequeño aún no tenía dos años, pero ya era capaz de comunicarse perfectamente con su entorno.
Zander debe estar parcializado, pero pensó que este bebé era el bebé más inteligente que había encontrado jamás.
—Lo consientes demasiado —se quejó Amanecer, le lanzó a Zander una mirada de desaprobación cuando Zade, una vez más, quería ir a ver la puesta de sol.
—¿Por qué no? —Zander levantó a Zade y el niño rodeó su cuello con los brazos, señalando con el dedo hacia la puerta, instándolo a ir—. ¡Él es el amor de mi vida! —Zander besó su mejilla regordeta, pero Zade apartó su cara.