—No puedes estar tan segura de que serás la reina de este reino. El rey aún no ha decidido eso.
—Eso no es lo que él había acordado.
—Incluso si eres la reina, eso no significa que puedas gobernar el reino. Tienes que conocer tu lugar —Katerina se recostó—. No estoy segura de cómo te criaron, pero aquí, la virtud de una mujer es seguir a tu hombre y obedecerlos. Tu acción de interrumpir la reunión no es aceptable.
—En ese caso, el rey puede decírmelo directamente.
Katerina sacudió la cabeza —Eres una forastera. No conoces nuestra tradición y lo que significa convertirse en la mujer de Marca El. Dado que tienes mucha confianza en convertirte en la reina de este reino, necesitas aprender nuestra tradición.
Los ojos de Zaya brillaron con malicia cuando escuchó la palabra 'forastera'. Odiaba tanto esa palabra que apenas podía controlar su ira. Observó de cerca a Katerina cuando habló de nuevo.
—No soy una mujer de Marca El. Aprenderé tu tradición, pero nunca olvidaré mis raíces.