Había pasado una semana desde que Amanecer regresó al norte, dejando la ciudad capital.
El enemigo se había ido, su espíritu de lobo se había ido, la capacidad del cambiaformas para transformarse en su bestia se había ido y… Cenit también se había ido, pero la vida continuaba.
Era insoportable.
Zaya observaba cómo Zander se lanzaba literalmente a las pilas de trabajo. Trabajaba por la mañana, por la tarde, por la noche, incluso durante la noche...
Parecía no afectado por el fallecimiento de Cenit, pero Zaya sabía que así era como él enfrentaba la muerte de Cenit. Después de todo, habían estado muy unidos. Solo se tenían el uno al otro por mucho tiempo.
Conspiraban juntos contra su enemigo, creaban tramas tras tramas y luchaban el uno al lado del otro. Debía haber muchos momentos en que solo se tenían el uno al otro. Cuidándose las espaldas mutuamente.
Zander había perdido a su hermano, su gemelo, su confidente...