—Sí —dijo Amanecer. Su corazón estaba destrozado al ver a Cenit en su forma de bestia. Su mente la llevó de regreso a la noche en que él aniquiló a toda la manada cuando dejó suelta a su bestia.
Era evidente que podría hacer lo mismo justo ahora, porque lo que Jared y esos sucios usuarios de magia negra le habían hecho, solo lo había hecho más fuerte.
—Vamos, no seas tímido, puedes compartirlo conmigo —dijo Rowan con despreocupación, mirando la espada en su mano. No se sentía bien, porque esa no era su espada. Prefería su propia espada —¿Entonces? ¿Cuál es el plan?
—Necesitamos detenerlo —respondió Amanecer, giró su cabeza y luego miró a Rowan.
—Sí, soy consciente de eso. Entonces, ¿cuál es el plan?
—El plan es detenerlo y hacer que vuelva a la normalidad.