—¿Qué quieres decir con gente muerta? —preguntó Addie a Rowan cuando regresó con Piros con una expresión cenicienta, sabía que algo estaba sucediendo—. No quiero luchar contra personas muertas. ¡No quiero luchar en absoluto!
Addie se estremeció con la idea de que la gente muerta trepaba por las paredes del cráter e intentaba volver al mundo de los vivos.
—¿Qué es eso?
—Puertas del infierno —respondió Piros. Él revisó a Amanecer y a Darío.
—¿Qué es eso? ¿Es como una puerta a un inframundo o algo así? —A Addie no le gustó nada esta explicación, le revolvió el estómago.
—Puedes decir que sí.
—Yo solo he luchado contra una criatura viva, no una muerta.
—Desafortunadamente, no tienes el privilegio de elegir a tu enemigo —Piros hizo una mueca cuando vio que todos los cambiadores se retorcían de dolor.
—¿Y ahora qué? —preguntó Addie. Se estremeció cuando vio que algo salía trepando de los cráteres. El beta real tenía razón. Los muertos volvían del inframundo.