—¿Qué pasó? —Piros observó lo mismo, estaba atónito... veía lo salvaje que era la bestia negra y por lo que parecía, Cenit ni siquiera se daba cuenta de lo que estaba haciendo. Continuaba atacando a todas las personas que podía alcanzar, ni siquiera un escudo podía detenerlo.
Se había vuelto ridículamente fuerte.
—¿Qué sucede aquí? —Addie también se acercó.
Mientras tanto, Zaya aún intentaba absorber toda la magia negra de Cenit, pero si observabas de cerca, sabrías que era ella la que estaba siendo absorbida por la magia negra.
Ya no podían ver su cuerpo, ya que estaba envuelta por la bruma negra. Era como un ominoso capullo.
—¿Qué más recordaste de tu vida anterior, Amanecer? Estoy seguro de que debe haber una pieza faltante en alguna parte! —Piros preguntó en voz alta a pesar del viento fuerte. El viento estaba muy caliente, sentían como si los fuera a quemar.