—¿¡Por qué estás enojada conmigo?! —respondió Aurel al usuario de magia, mientras avanzaba y revisaba a Zander de nuevo. Por cómo se veía, el dolor se había vuelto más insoportable ahora. Había estado así durante dos horas seguidas, pero el rey empezó a sentir el malestar desde anoche—. ¡Antes confiabas en su juicio, deberías pedirle ayuda ahora!
—¡Deja de ser ridículo! ¡La vida del rey está en juego ahora mismo! —le espetó Piros a Aurel, mientras Lanza intentaba desescalar la situación.
—Llamaré a Celline para que revise a Zander —dijo Lanza.
—No hay necesidad de eso, ella solo sabía tratamientos básicos, ¿realmente crees que puede manejar esto? —Aurel estaba siendo un poco grosera ahí.
De todos modos, Lanza eligió contener su lengua, porque solo empeoraría la situación si le respondiera y defendiera a su pareja.