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Chapter 2 - Capítulo I: Mi deseo se hizo realidad

¿Qué pasa, por qué todo está oscuro? ¿Así es la muerte? No, no… espera, espera… siento algo que incomoda mis ojos. ¿Qué? ¿Mis ojos?

No comprendo por qué dije "mis ojos", si estoy en el más allá, y aquí no debería tener un cuerpo que sienta alguna molestia, solo paz.

No entendía muy bien lo que estaba pasando. En eso, siento como si mis ojos se abrieran lentamente, causados por la fuerte luz que cada vez sentía menos intensa.

Al poder adaptarme a esta luz, me encontraba mirando lo que al parecer era un techo; se me hacía muy familiar, como la casa en donde vivía con mi mamá... Mi… mamá, cómo la extraño…

Volteo la mirada hacia la izquierda y logro ver a una mujer, una bonita mujer. Parece muy joven, le calculo unos 26 años; tiene el cabello castaño y unos ojos que parecen almendrados, con una piel trigueña clara. A su lado hay alguien agarrándole del hombro, parece ser un… un… ¿hombre? Sí, un hombre. Mi vista no está tan buena, parece que no he despertado muy bien hoy.

Tiene el cabello oscuro, algo desordenado a mi parecer. Su mirada podría describirse como bastante… Ehm… ¿varonil? Da un poco de miedo. También noto que se ve algo joven; parecen ser… ¿hermanos? De la misma edad. Los dos tienen los ojos puestos en mí.

"¿Quiénes son ustedes y por qué me miran tan raro?"

Les pregunté esperando una respuesta.

Pero lo que logré recibir fue una sonrisa por parte de los dos. Pude notar que la mujer tenía ojeras, como si en estos días no hubiera logrado descansar lo suficiente. ¿Qué habrá pasado?

"Cariño, ¿no crees que es hermoso?"

Pregunta la mujer.

Espera un momento, ¿le acaba de decir "cariño"? Entonces... son pareja y no hermanos, vaya idea más surrealista había pensado, era más que obvio que estaban en una relación.

"Sí, sacó la belleza de su madre"

respondió el hombre, mientras hacía una sonrisa amigable.

"Pero por supuesto, ¿acaso no saben quién es mi mamá?"

Volví a hablarles, esta vez, intentando conseguir una respuesta. A la vez intentaba mover mi cuerpo, pero me di cuenta de que no era capaz de moverlo a voluntad, es como si no tuviera fuerza en los brazos o en las piernas.

Parece una especie de parálisis del sueño; me pasaba mucho por dormir boca arriba. Aún recuerdo que no podía moverme, solo mirar y escuchar los fuertes gritos que se escuchaban por todas partes, muy aterrador.

Eso es, caí en un sueño profundo después de morir, entonces… la muerte no es como los religiosos lo dicen, sino que caemos en una clase de sueño, donde no puedes hacer nada, solo mirar.

Honestamente, esto no se siente bien para mí; tarde o temprano terminaré estresado al no poder moverme.

Solo pasaron unos segundos antes de que el hombre dijera.

"Cariño, creo que debes ir a descansar unas horas, todo esto del parto te quitó mucha energía, no quiero que después te pongas mal"

Espera un momento, ¿acaba de ser mamá? ¡Qué alegría! Los hijos son lo mejor que le puede pasar a una mujer.

El hombre comenzó a ponerme en sus brazos.

Estaba algo… algo… avergonzado. Yo, un adolescente, siendo cargado por un hombre que ni conozco. ¡Vaya locura!

Comenzó a caminar, con la mujer y conmigo en sus brazos. Puedo aprovechar para descubrir más sobre la casa en la que estoy. Está dando muchas vueltas; esta casa parece un laberinto.

Al parecer, ya llegamos a un punto estable; estamos subiendo las escaleras, nos dirigimos al segundo piso. Pude notar que, en la segunda planta, donde ahora mismo estoy, se encuentran las camas, sus muebles y, en la primera, la cocina, la mesa y la sala.

Esta casa, al parecer, fue construida con una madera muy gastada. No me imagino qué pasaría si hubiera un huracán o una tormenta ahora mismo, se llevaría todo.

Uno, dos y… ¿dos? Solo dos camas y un mueble; es todo lo que tienen. Al parecer, en este sueño seguiré viviendo como en mi vida pasada. Esto me seguirá toda mi vida…

"Muy bien, cariño, descansa lo suficiente para que vengas con nosotros, ¿está bien?"

"Sí, mi vida, no te preocupes"

Al parecer, esta mujer estaba muy exhausta; con solo cerrar los ojos ya estaba quedando profundamente dormida.

Ahora solo me... ¿menea? Pues, ¿Cuántos años cree que tengo o, mejor dicho, cuántos meses? Qué vergonzoso... Ahora me lleva a un mueble que tiene un espejo rajado a la mitad, pero bueno, de lejos se veía que... ¿aaaaah?

Esto es un sueño, sí, totalmente.

"¿No te ves hermoso?, hijo mío"

Me decía el hombre.

No, no, no, no, no. Esto no puede estar pasando, no, en verdad esto no PUEDE ESTAR PASANDO. Lo que tanto anhelaba, vivir mi vida nuevamente desde el principio, se hizo… REALIDAD.

"¡Waaah waaah waaah!"

Empecé a gritar como loco, no podía creer lo que estaba viendo.

Sin duda… me volví hijo de estas personas, ¡nooooo! Yo quería vivir esta vida con mi mamá, ¡con la verdaderaaaaaa!

"¡Waaah waaah waaah!"

"¿Qué tienes, hijo? ¿Por qué estás llorando? Papá está aquí contigo"

 ****

Han pasado exactamente cuatro meses.

No sé si reír o llorar, pero una cosa es segura: he reencarnado. Sí, reencarné, pero, en lugar de convertirme en un héroe con poderes increíbles y una vida llena de aventuras y fama, me convertí en… lo diré rápido porque me cuesta admitirlo… ¡me convertí en un bebé! Sí, un bebé. Eso es lo que me ha tocado.

En este tiempo, mi mentalidad ha cambiado bastante. ¿Engreído? Tal vez un poco, pero es inevitable. Sin embargo, algo me preocupa más, estoy empezando a olvidar mi vida pasada, poco a poco, como si fuera humo desvaneciéndose. Por ahora, son recuerdos sin importancia, pero el solo pensar en olvidar a mi mamá... me destroza. A veces lloro sin parar, aunque ya se supone que los bebés hacen eso, ¿no?

Ah, y tengo un hermano. Por primera vez en mi vida, ¡un hermano mayor! Es raro, me dan celos, lo admito. Pero este niño no es como esos que arman berrinches por tonterías. No, él es diferente. Es educado, atento, y cada vez que me cuida, me da una fruta extraña que parece un durazno, pero mucho más dulce.

Y este mundo… vaya, este mundo. ¡Aquí todo es magia! Literalmente, usan magia hasta para prender fuego. La primera vez que lo vi, me quedé boquiabierto... bueno, mojé los pañales también, pero eso no es importante.

Es increíble, como sacado de las novelas que solía leer. Aquí, la magia lo gobierna todo, y no puedo esperar para aprender a usarla.

Podría guiarme un poco de lo que sé para poder explotar todo mi potencial en este mundo y ser el mago más fuerte en toda la historia.

Me imagino ya, en un futuro no muy lejano…

"¡Denle la bienvenida al mago más poderoso de todos, al incomparable… Ars Génesis Slith!"

Uf, se me pone la piel de gallina solo de pensarlo.

Otra cosa, el nombre que me dieron mis padres, es Ars Génesis Slith.

Mi papá se llama Dan Génesis, mi mamá Diana Slith, y, por último, mi hermano mayor, Harold Génesis Slith.

Apropiadamente dicho, somos la Familia Génesis Slith.

También, casi acierto con las edades, mi papá tiene veinticinco y mi mamá también, jaja.

Y, por último, mi hermano mayor, Harold, tiene 4 años.

Por lo poco que he escuchado y observado, papá es un granjero que, además, es bastante habilidoso con la espada. Lo he visto entrenar a Harold en el patio trasero, y la forma en que fusiona magia con su espada es fascinante. Mi hermano… bueno, es un prodigio. Aunque me cueste admitirlo, lo es. A los cuatro años ya maneja la espada como si hubiera nacido con ella en las manos. A su edad, yo… ¿Qué hacía yo? Bah, da igual.

Realmente, puedo decir, que este niño, mi hermano, es el protagonista de esta vida, o sea de la mía, no me gusta, siento un poco de celos, a decir verdad, pero aún no vemos como peleo. Cuando empiece a caminar, y a 'poder hablar', iniciaré con entrenamiento, yo solo. Lo primero que haré, será alimentarme de pura teoría, agarraré los libros antiguos que tiene mamá en sus muebles, para que así pueda conocer a profundidad todo sobre este mundo, me haré el más poderoso. ¿Pueden imaginarlo? Yo, un mago capaz de destruir montañas con un solo hechizo... jeje, es emocionante.

Aaaaah, no puedo esperar que los años pasen, estoy muy excitado por todo esto.

Mi madre, Diana Slith, no es cualquier persona tampoco. Es una curandera, lo cual, para ser sincero, es como el soporte de todo grupo de aventureros. Curiosamente, la magia de curación está en el sexto lugar de mi top diez de magias favoritas. Mamá también formaba parte de un equipo de cacería, o eso escuché. Papá, en una de sus historias, mencionó que cazaban monstruos juntos. Tres espadachines y dos magas: una de curación (mamá) y otra de fuego. Espero encontrarme un equipo así en el futuro.

Sería un mago espadachín, no, no, no… mejor un mago con hechizos que puedan destruir poblaciones enteras, ja.

Tranquilos, no piensen mal de mí, solo estoy divagando, no soy tan enfermo.

Probablemente, use todo el poder que logre alcanzar para salir de esta vida, porque esta nueva familia que tengo, tampoco es que goce del dinero, como lo mencioné momentos atrás, es una casa hecha de madera muy gastada, todas las cosas que tienen, están a las últimas.

Otro punto importante que logre notar, es que la granja no es muy buena generando ingresos, no he salido mucho, solo me limito a donde me lleve mi mamá, pero lo máximo que salí fue al patio de atrás, donde se realizan los entrenamientos, y no es como si hubiera personas viviendo cerca de nosotros, a las cuales se les pueda ofrecer algunos productos, como la leche, huevos, etc.

Aun así, no me quejo. El paisaje es precioso: árboles por doquier, cultivos que rodean nuestro hogar... todo es tan pacífico que me hace olvidar, por momentos, lo difícil que es todo. Pero créanme, voy a cambiar las cosas. Este mundo aún no sabe lo que le espera.

 ****

Han pasado seis meses desde que reencarné en este cuerpo.

Acabo de cumplir mi primer año de vida, y durante este tiempo ya aprendí a caminar. Honestamente, me hace gracia... y también me emociona un poco, ja.

"Harold, recoge tus cosas y ve con tu papá, que te está esperando afuera"

Le dice mi mamá a mi hermano mientras me tiene en brazos.

"¡Ay, mi pequeño bebito de mamá, qué bonito te estás volviendo! ¿Quién es el hijo de mami? ¿Quién es el hijo de mamita?"

"Jijiji"

Me sale sin pensarlo.

Siempre tan cariñosa... No lo voy a negar, me encanta y lo disfruto. Pero, por favor, no piensen mal de mí. Sé que tengo la mente de un adolescente de 19 años atrapada en el cuerpo de un bebé. Solo me adapto a esta nueva vida.

Ahora bien, les cuento un poco por qué Harold está saliendo con sus cosas. Hace unos tres meses, mi hermano se volvió prácticamente un experto con la espada. Hasta parece uno con ella, y ni qué decir de su habilidad con los hechizos... el típico protagonista con poderes rotos. Ja, no.

Papá comenzó a llevarlo al bosque para cazar bestias mágicas. Según él, para que aprenda a pelear en condiciones reales. Vuelven justo antes de la cena, siempre sudados y sucios, pero al menos traen carne. Al principio pensé que sabría horrible, pero no, es deliciosa. Son como osos pardos gigantes, pero su carne sabe como si comieras pollo... multiplicado por mil.

"Hijo, te dejaré aquí en la sala. Sigue practicando tu caminata, ¿de acuerdo?"

me dice mamá mientras me baja y me da un beso en la frente.

"¿Practicar? Ya lo tengo dominado"

Aún no tengo mucha fuerza en las piernas para caminar grandes distancias, pero para lo que quiero hacer no necesito gastar tanta energía. Mi objetivo era claro: subir al segundo piso y echarle un ojo a los libros de magia que mamá guarda. Quiero leer hasta no poder más... y quizás esconder alguno para estudiarlo solo yo. Je.

Es hora de ponerme manos a la obra.

Primera misión: subir las escaleras.

Izquierda, derecha, izquierda, derecha... Esto es pan comido. Soy un genio. Aunque estos crujidos que hacen las escaleras dan un poco de escalofríos... parecen a punto de colapsar.

Al fin, misión cumplida: he llegado al segundo piso. Ahora... ¿Dónde están los libros?

Giro la cabeza de un lado a otro, pero no los encuentro. ¡Espera! Ahí están, sobre ese mueble donde mamá guarda la ropa. Me siento agotado, como si hubiera subido 20 metros... aunque solo fueron siete escalones.

Hora de pasar al plan B.

"Magia especial: gateo masivo"

De inmediato, fui gateando a toda velocidad hacia el mueble.

Pero justo antes de llegar, me detuve.

… Espera un momento. ¿Cómo se supone que voy a alcanzar los libros si están, literalmente, a un metro por encima de mí?

Fabuloso. Eres un verdadero genio, Ars. No hay tiempo que perder. Hora de activar el plan C: tambalear el mueble. Está tan viejo que seguro se cae. Vamos, baby, tú sabes que quieres caerme encima. Solo déjate llevar...

¡Lo logré! Los libros son míos. Pero... oh no. Ahora vienen DIRECTO HACIA MÍ.

"¡Wuaaaaaah, wuaaaaaah, wuaaaah!"

Estos libros pesan más de lo que esperaba.

"¡¿ARS?! ¿¡DÓNDE ESTÁS?! ¡¿QUÉ FUE ESE RUIDO?!"

Mamá sube las escaleras a toda velocidad, y cuando llega, me encuentra bajo una pila de libros. Sus ojos se abren como platos.

Corrió para levantarme.

"¡Mi bebé! ¡Mi pobre bebé! Perdón... perdóname, tu mamá es una inepta que no puede cuidarte bien"

Ups. No debí hacerlo así... Ahora la hice llorar, y eso no me gusta nada.

Puedo sentir su ansiedad mientras comienza a conjurar un hechizo para curarme y quitarme el dolor.

"Magia de curación: Sol radiante. Todo va a estar bien, hijo, mamá te curará los dolores"

Dice con voz tranquila, pero sus manos temblaban un poco.

Entiendo su desesperación... y, honestamente, sí que me dolió. Tal vez tuve suerte de que no fuera más grave. Se siente increíble ser curado por mamá; es una sensación indescriptible. Mi cuerpo se relaja de una forma que nunca antes había experimentado.

"Jijijiji"

"Parece que te gusta la magia de mamá. Te amo, mi pequeño"

Cuando termina, me siento como nuevo. Toda la energía regresa, y el dolor desaparece por completo.

"…Ahora sí, dime, ¿por qué subiste hasta aquí?"

Me pregunta, con ese tono que sé que significa que viene un buen regaño.

Uy, esto se va a poner feo. Pero, bueno, lo merezco por todo el susto que le di.

"Te dije que practicaras, no que vinieras hasta acá..."

Antes de que siga con el sermón, le señalo los libros, tratando de desviar la atención para salir rápido de esta.

"¿Qué pasa? Ah... querías los libros de mamá, ¿eh? ¿Tú también has sacado el gusto por la lectura? Claro, debí imaginarlo. Eres mi hijo, después de todo"

"Ma… má"

Digo sin pensarlo, mi primera palabra.

Su reacción fue tan graciosa... Sus ojos se abrieron de par en par, como si acabara de presenciar un milagro.

"¿Dijiste... mamá? ¡Mi bebé dijo mamá! ¡Ay, qué emoción!"

Su cara se ilumina por completo, como si hubiera ganado un premio.

Me levanta en el aire, girando emocionada. Yo, por otro lado, solo puedo reírme internamente. ¿Realmente esta es mi vida ahora?

"Mamá, mamá, mamá"

Empieza a repetirme, como si quisiera asegurarse de que entendí lo que acabo de decir.

"Sí, sí, lo dije, no hace falta que lo repitas tanto…"

Pienso.

Pero solo logro balbucear un "ma-ma" de nuevo, lo cual solo aviva más su entusiasmo.

"Mira qué listo eres, ¡tan pequeño y ya hablando! Sabía que serías un genio como tu hermano"

Ah, claro, Harold, el prodigio. Ni siquiera tengo un año y ya siento que vivo a la sombra de mi propio hermano. Pero bueno, no es su culpa, él es el típico héroe invencible... y yo soy solo un bebé. Un bebé con una mente de 19 años, claro, pero eso nadie lo sabe.

"Está bien, está bien, tranquilo mi amor. Si querías los libros de magia, podías pedírmelo. Aunque, bueno... no sé si estás listo para esto todavía. Eres solo un bebé, después de todo."

Mamá, por favor… Pero antes de que pueda pensar en alguna excusa, noto que me sonríe de una manera que me da un poco de miedo.

"Pero ya que estás aquí… y ya que te interesan los libros de magia..."

Dice mientras se inclina y toma uno de los libros del mueble.

Oh, no, esa mirada no presagia nada bueno.

"¡Vamos a empezar con lo básico!"

Proclama con entusiasmo.

¿Qué? ¡Espera, no!

De repente, me siento en sus brazos, mirando el enorme libro que abre frente a mí. Las letras brillan con un suave resplandor. Oh no, ya sé a dónde va esto.

"Lección uno: ¡los encantamientos más simples!"

Dice, emocionada.

¡Mamá, soy un bebé! No tengo ni dientes, mucho menos la capacidad de conjurar un hechizo en serio. Pero claro, como siempre, no tengo elección.

"Mamá, creo que deberíamos tomarnos esto con calma…"

Pienso mientras ella empieza a recitar palabras mágicas, probablemente esperando que las repita.

"Vamos, hijo, repite después de mí: ¡Sol... Radiante...!"

"So… ra… waaaaa…"

"¡Eso es! ¡Muy bien! ¡Lo hiciste excelente!"

Grita, como si acabara de lanzar una bola de fuego.

Me sonríe con tanto orgullo que casi me siento culpable de ser incapaz de hacer nada.

"Está bien, creo que por ahora es suficiente. Ya te he hecho trabajar mucho. Vamos a dejar los libros por hoy, mi pequeño genio"

Dice, mientras cierra el libro suavemente.

¿Dejarlo? ¿Ahora? Pero si recién estamos empezando. No puedo quedarme así sin hacer nada. Tengo que idear algo rápido para que me deje solo con el libro… Piénsalo, Ars, rápido.

De pronto, justo cuando mamá se inclina para dejar el libro en su lugar, se oye un fuerte TOC TOC en la puerta.

"Diana, necesito tu ayuda afuera"

Grita papá desde el piso de abajo.

Los ojos de mi mamá se ensanchan. Claramente no esperaba esto. Mira el libro, luego me mira a mí, dudando por un segundo. Yo, por supuesto, trato de parecer lo más inocente posible, casi como si no tuviera ningún interés en esos libros. Vamos, mamá, sabes que tienes que ir…

"Ya voy, cariño"

Responde mamá, con una leve pizca de preocupación en su voz. Parece que algo serio está pasando afuera.

Me acaricia la cabeza suavemente y se levanta, pero antes de salir, me observa con una mirada que podría congelar a cualquiera.

"Ars, quédate aquí y no toques nada. Volveré en unos minutos"

Asiento con mi mejor cara de niño obediente, como si fuera el bebé más inocente del mundo. Claro, mamá, no voy a hacer nada… al menos nada que no involucre leer esos libros de magia.

Tan pronto como sale por la puerta y escucho los pasos de ambos alejándose, mi sonrisa interna florece. Esta es mi oportunidad.

Miro el libro, ahora tirado sobre el suelo, a mi alcance. Con esfuerzo, me arrastro hacia él, agradeciendo que mi cuerpo de bebé al menos me permite moverme bastante rápido. Lo agarro con ambas manos y lo acerco a mí. Finalmente... es todo mío.

El libro es pesado, más de lo que había anticipado, pero no me importa. Mi cerebro adulto está hambriento de conocimiento, y este es mi banquete. Lo abro con cuidado, y las páginas crujen mientras lo hago. Los símbolos arcanos y las palabras antiguas brillan ante mis ojos.

Esto es perfecto. Esto es exactamente lo que estaba buscando.

Empiezo a leerlo, intentando descifrar los complejos símbolos de magia básica que mamá estaba tratando de enseñarme antes. Y, para mi sorpresa, las palabras comienzan a tener sentido, como si una parte de mi mente, enterrada en algún rincón profundo, estuviera despertando.

"Sol... Radiante..."

Susurro de nuevo, tratando de canalizar la energía mágica como había visto a mi mamá hacerlo antes.

Siento un leve cosquilleo en la punta de mis dedos. Nada grande, pero... ¿Acabo de hacer magia?

"¡JA!"

suelto una risita de satisfacción.

Este es solo el principio. Voy a dominar esto, lo sé. Tal vez no sea tan rápido como Harold, pero ya me estoy haciendo con mi propio ritmo.

Mientras me sumerjo en las palabras arcanas, el tiempo parece detenerse. Las palabras fluyen, y yo las absorbo como una esponja. Tal vez en este cuerpo no puedo hacer mucho físicamente todavía, pero mi mente sigue funcionando al máximo. Y la magia... bueno, es solo cuestión de tiempo antes de que yo también sea capaz de grandes cosas.

De repente, escucho el sonido de pasos rápidos subiendo las escaleras. Mierda.

Cierro el libro de golpe y lo empujo detrás de un cojín justo cuando la puerta se abre y mamá entra, visiblemente agitada.

"Lo siento, Ars, había algo que tu papá necesitaba afuera"

Me observa por un segundo.

"¿Todo bien aquí?"

Le sonrío inocentemente y balbuceo un "ma-ma" en mi mejor intento de distracción.

"Qué bebé tan bueno"

Dice con una sonrisa, claramente aliviada.

"No te preocupes, cariño, mamá está aquí. Vamos abajo, te prepararé algo rico."

Asiento de nuevo mientras me levanta en sus brazos. Pero antes de salir de la habitación, lanzo una rápida mirada al cojín donde escondí el libro. Te veré más tarde, mi querido compañero de hechizos.