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Chapter 27 - Episodio 27: la destrucción masiva (destrucción del universo, planetas, etc)

El viento marciano rugía como un eco de la batalla cósmica que se avecinaba. Karla'k y Victor se enfrentaban, sus miradas chocando en una danza mortal. Las poses de artes marciales se entrelazaban, y el aire vibraba con anticipación.

Una pequeña piedra cayó al suelo, y ambos guerreros se lanzaron como cometas desatados. Los golpes llovían: puños, patadas, codos. Cada movimiento era una sinfonía de dolor y determinación. Esquivaban y contraatacaban, sus cuerpos moviéndose con una agilidad sobrehumana.

Los puntos vitales eran objetivos claros. Karla'k buscaba debilitar a Victor, mientras este último luchaba por vengar a los caídos. Los sonidos de los golpes resonaban en todos los lados posibles, como tambores de guerra en un campo de batalla estelar.

En la desolada superficie de Marte, dos titanes se enfrentaban en un combate feroz. Karla'k, con su agilidad descomunal, lanzaba golpes rápidos como relámpagos, mientras Víctor se esforzaba por bloquearlos, jadeando con cada impacto. Los movimientos de Karla'k eran una danza de destrucción, y aunque Víctor lograba detener la mayoría, uno de los golpes se desvió en un ángulo inesperado. Con instinto afilado, Víctor se lanzó al suelo, esquivando el ataque sorpresa, y desde esa posición, con dos dedos, liberó una ráfaga de presión de aire que envió a Karla'k volando.

Karla'k atraviesa una cadena de montañas con un estruendo atronador, pero no pierde la compostura. Con un grito de poder, corta la montaña en dos con sus manos, haciendo que fragmentos de roca caigan a su alrededor como hojas secas. Víctor aprovecha la oportunidad y se lanza hacia él, su puño envuelto en una fuerza devastadora. Sin embargo, Karla'k no se deja intimidar; levanta una roca enorme y la lanza hacia Víctor mientras este se acerca.

Víctor detiene el puño de Karla'k, pero no puede evitar que la roca impacte, envolviéndolos a ambos en un cráter de polvo y escombros. A través de la nube, los dos guerreros se encuentran de nuevo, sus puños chocando con una explosión que pulveriza la roca y los derriba al suelo.

Víctor se levanta, mirando a Karla'k con incertidumbre y furia. "¡Caos inconmensurable!" grita Karla'k, preparando su técnica devastadora.

"Infernal eterno", replicó Víctor, pero su voz fue un instante más lenta. La técnica de Karla'k prevaleció, y una esfera de energía envolvió a ambos combatientes, encogiéndose hasta atraparlos en su interior. Dentro de esa burbuja, el mundo se convirtió en un vacío oscuro donde cortes invisibles desgarraban todo a su paso.

Un corte silencioso alcanzó el cuello de Víctor, quien se sorprendió por un momento antes de tensar sus músculos, cerrando la herida con una sonrisa desafiante. Sangrando de múltiples heridas invisibles, Víctor resistió, su sangre manchando el suelo. Karla'k sonrió, apreciando la resistencia de su oponente.

Ambos salieron volando de la esfera de energía, y Karla'k se colocó frente a Víctor, lanzando un golpe con toda su fuerza. Víctor esquivó ágilmente y atrapó la mano de Karla'k, tirándolo al suelo. Intentó golpearlo de nuevo, pero Karla'k esquivó con un salto hacia atrás.

Víctor, enojado y frustrado, observó a Karla'k con una mirada que prometía un enfrentamiento aún más brutal por venir.

Antes de que todo esto sucediera:

Rigor, el director de la academia, se inclinó hacia Victor, sus ojos centelleando con sabiduría ancestral. La luz de las constelaciones danzaba en su traje elegante mientras hablaba.

"Victor," comenzó Rigor, "Karla'k es más que un simple adversario. Su poder es inmenso, y su dominio de las energías cósmicas es legendario. Ha luchado en incontables guerras a lo largo de los eones, y su sed de batalla es insaciable."

Victor asintió, consciente de la magnitud del desafío que enfrentaba. "¿Crees que puedo vencerlo con mi poder actual?", preguntó, evaluando sus propias habilidades. "Aunque me daría muchos problemas."

Rigor sonrió, sus ojos brillando como estrellas lejanas. "¿Perderías?", inquirió.

Victor se enderezó, una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. "Nah", dijo con confianza. "I'd win."

El director asintió. "Entonces, Victor, prepárate. El destino de mundos enteros pende de un hilo en este duelo."

Y así, con la certeza de la victoria en su corazón, Victor se adentró en la tormenta de poder que se avecinaba.

Victor, sintiendo la intensidad del

combate y consciente de la

amenaza de los cortes invisibles,

decidió que necesitaba una nueva

estrategia. Concentrando su energía

interna, comenzó a canalizarla hacia

el suelo. Con un grito de esfuerzo y

determinación, creó un círculo de

energía luminosa que se extendió

alrededor de él, alcanzando un radio

de 30 metros. Este círculo emitía

una vibración constante, creando

una barrera que desviaba los cortes

invisibles antes de que pudieran

alcanzarlo.

Karla'k, sin inmutarse, observó la

nueva habilidad de Victor con

interés. Con velocidad

impresionante, intentó golpear a

Victor de nuevo, pero este logró

esquivar el ataque con agilidad,

aprovechando la protección de su

círculo energético. Karla'k, frustrad o,

ejecutó un movimiento rápido con

Su mano, alterando el aire a su

alrededor. El aire se volvió más

áspero, generando cortes en el

rostro y los brazos de Victor, a pesar

de la barrera protectora.

Victor gruñó de dolor, pero mantuvo

Su concentración. Sabía que

nueva habilidad no era perfecta,

pero le daba una ventaja crucial en

el combate. Decidido a contraatacar,

Victor lanzó un ataque directo hacia

Karla'k, sus movimientos siendo

más precisos y letales gracias a la

protección del círculo energético.

Karla'k esquivó el ataque con

agilidad, pero Victor no se detuvo.

Con una serie de movimientos

rápidos, Continuó atacando,

forzando a Karla'k a mantenerse a la

defensiva. La arena marciana se

levantaba alrededor de ellos,

formando remolinos de polvo rojo

que añadían una atmósfera aún más

caótica en la batalla.

A medida que el combate se

intensificaba, Victor se dio cuenta

de que necesitaba aprovechar

cualquier oportunidad para superar

a Karla'k. Usando el poder de su

círculo energético, lanzó una serie

de ondas de choque hacia Karla'k,

cada una de ellas destinada a

desestabil izar su equilibrio y abrir

una brecha en su defensa.

Karla'k, aunque sorprendido por la

persistencia de Victor, respondió

con una furia renovada. Canalizando

su propia energía, lanzó un ataque

masivo, combinando la fuerza bruta

con la precisión de sus cortes

invisibles. El impacto fue

devastador, pero Victor, protegido

por su círculo, resistió el embate.

Ambos guerreros estaban ahora en

el límite de sus fuerzas, cada uno

buscando el momento decisivo que

les daría la victoria. Con los ojos

llenos de determinación, Victor

avanzó una vez más, dispuesto a

demostrar que su nueva habilidad

sería la clave para vencer a Karla'k

en esta épica batalla marciana.

Karla'k, Concentrado en mantener la

presión sobre Victor, dejó una

pequeña abertura en su defensa.

Victor, siempre atento, aprovechó el

momento. Se agachó rápidamentey

lanzó un golpe preciso al lado del

riñón izquierdo de Karla'k. EI

impacto fue tan fuerte que Karla'k

escupió saliva, tambaleándose por

el dolor.

Aprovechando la ventaja, Victor

siguió con un ataque de presión de

aire que envió a Karla'k volando,

alejándolo del círculo protector. Sin

embargo, al moverse fuera del

círculo, Victor comenzó a sentir los

cortes invisibles otra vez. A pesar

del dolor, no se detuvo. Utilizando su

energía, salió volando hacia Karla'k,

decidido a acabar con la batalla de

una vez por todas.

Victor apuntó un golpe directo al

rostro de Karla'k, pero Karla'k logró

esquivar en el último segundo. Sin

perder un segundo, Victor utilizó sus

piernas para envolver la cintura de

Karla'k, girando hacia atrás con

agilidad. Con sus cuatro dedos

extendidos, simulando una pistola,

concentró su energía y lanzó un

poderoso ataque directo al rostro de

Karla'k.

La explosión de energía fue

devastadora, desintegrando el

ataque de "Caos inconmensurable"

de Karla'k y envolviéndolo en una luz

cegadora. La fuerza del ataque

destrozó el entorno, levantando una

nube de polvo rojo que cubrió todo

el campo de batalla.

Cuando el polvo comenzó a

asentarse, Victor se levantó

lentamente, jadeando pero

triunfante. Karla'k, debilitado por el

ataque, yacía en el suelo,

claramente derrotado. La técnica de

Victor había prevalecido, y la batalla

en Marte llegaba a su fin, dejando al

guerrero victorioso pero exhausto,

listo para enfrentar cualquier nuevo

desafío que el universo le

presentara.

A pesar de la devastadora explosión

y la aparente derrota, Karla'k no

estaba dispuesto a rendirse. Desde

el suelo, comenzó a regenerarse, su

cuerpo curándose rápidamente

gracias a una habilidad oculta que

hasta ahora no había mostrado: una

combinación de regeneración

acelerada y una fuente

aparentemente infinita de

adrenalina.

Victor observó con asombro

mientras Karla'k se levantaba, sus

heridas cerrándose y su energía

volviendo a niveles máximos. La

batalla no había terminado; de

hecho, Karla'k estaba preparado

para contraatacar con una fuerza

renovada.

"Pensaste que habías ganado,

Victor,' dijo Karla'k, su voz más

fuerte y desafiante. "Pero aún tengo

una carta bajo la manga."

La energía alrededor de Karla'k

comenzó a intensificarse, sus ojos

brillaban con una ferocidad

renovada. Con una velocidad

inhumana, se lanzó hacia Victor, sus

movimientos ahora más rápidos y

precisos debido a la adrenalina que corría por sus venas.

Victor apenas tuvo tiempo de

reaccionar antes de recibir un golpe

devastador en el pecho que lo lanzó

varios metros hacia atrás. A pesar

del dolor, Victor se levantó, sabiendo

que debía adaptarse rápidamente

para tener una oportunidad.

Karla'k, ahora una fuerza imparable,

se movió con una agilidad

sobrehumana, atacando a Victor con

una serie de golpes rápidos y

poderosos. Cada movimiento estaba

cargado de una energía brutal,

forzando a Victor a retroceder y

defenderse con todas sus fuerzas.

Victor, en un intento desesperado

por mantener la ventaja, reactivó su

círculo protector, pero Karla'k ya

había aprendido a anticipar sus

movimientos. Con una combinación

de ataques físicos y cortes de aire,

Karla'k presionó a Victor, buscando

cualquier debilidad en su defensa.

Los dos combatientes estaban

envueltos en un torbellino de

energía y movimiento. El terreno

marciano se transformaba con cada

golpe y explosión, mientras las

fuerzas de ambos guerreros

chocaban con una intensidad

abrumadora. La regeneración

continua de Karla'k y su suministro

inagotable de adrenalina lo

mantenían en una lucha feroz, pero

Victor, con su determinación y

habilidades estratégicas, no se

dejaba vencer.

Victor, decidido a terminar el

combate, concentró toda su energía

en un último ataque. Con una

mirada de acero, dirigió su poder

hacia Karla'k, esperando que esta

vez fuera suficiente para superar las

increíbles habilidades de su

enemigo. La batalla alcanzaba su

punto culminante, y ambos sabían

que solo uno saldría victorioso de

este enfrentamiento épico en Marte.

La distracción momentánea de

Karla'k fue todo lo que Victor

necesitó. Con una rapidez

fulminante, Victor gritó: ";lnfernal

Eternal!" Apenas un segundo

después, Karla'k intentó

contraatacar con ";Caos

Inconmensurable!", pero esta vez,

Victor fue más rápido.

El campo de batalla se oscureció

instantáneamente, envuelto en una

energía negra y fuego infernal que

se expandía en todas direcciones.

La técnica de Victor, "Infernal

Eternal," había atrapado a Karla'k en

un espacio infinito donde el fuego y

la oscuridad reinaban, impidiendo

cualquier entrada o salida.

Victor, como maestro de esta

técnica infinita, se movió a la

velocidad de la luz, resistiendo la

presión de una velocidad tan

extrema. Con precisión letal,

atravesó el pecho de Karla'k con un

golpe, dejando un rastro de sangre

en su piel antes de retroceder. EI

dolor y la sorpresa se reflejaron en

el rostro de Karla'k mientras

intentaba recuperarse.

Sin embargo, antes de que Victor

pudiera celebrar su éxito, un portal

se abrió en medio del "Infernal

Eternal." Una mano salió del portal,

lanzando un ataque que destruyó la

técnica de Victor. El fuego y la

oscuridad se disiparon en un

instante, dejando a ambos

combatientes de nuevo en el terreno

marciano.

Victor retrocedió, sus ojos llenos de

incertidumbre y enojo. A pesar de

haber usado su técnica más

poderosa, Karla'k ya se estaba

moviendo libremente otra vez,

recuperando su posición en el

combate.

Karla'k sonrió, su regeneración en

pleno efecto. "Pensaste que podrías

derrotarme con eso," dijo, su voz

llena de desafío. "Pero no puedes

detener el Caos Inconmensurable."

Victor, sabiendo que la batalla aún

no había terminado, se preparó para

el próximo asalto. Con ambos

guerreros al límite de sus fuerzas y

habilidades, el enfrentamiento

continuaba, con la victoria aún al

alcance de cualquiera de los dos. La

intensidad de la batalla en Marte

seguía aumentando, cada

movimiento y cada técnica llevando

a los combatientes más cerca de la

conclusión de su épica lucha.

Victor, decidido a usar "Infernal Eternal" una vez más, colocó dos dedos en su frente. Sin embargo, antes de que pudiera pronunciar las palabras, un leve sangrado comenzó a brotar de su nariz. El desgaste de la técnica no era solo físico, sino también mental, y el uso repetido había dejado su cerebro gravemente dañado. Con un suspiro agitado, se arrodilló, sintiendo la desesperación y el agotamiento que lo envolvían.

Karla'k, observando la vulnerabilidad de Victor, sonrió con desprecio. "Eres un estúpido pensando que podrías ganarme," dijo, su voz cargada de arrogancia. "Pensé que una técnica como esa podría aguantar, pero ahora es mi turno." Justo cuando iba a invocar "Caos Inconmensurable," un sangrado profuso comenzó a salir de sus ojos y nariz. Karla'k también había llevado sus habilidades al límite, y su cerebro sufría las consecuencias.

Victor, a pesar de su propio estado debilitado, se rió con burla. "Ahora, ¿quién es el estúpido?" señaló detrás de Karla'k. Allí, en un resplandor divino, se veían a Jehová y el arcángel Miguel observando la batalla. "Me tengo que lucir un poco," añadió Victor con determinación renovada.

Aprovechando la oportunidad, Victor lanzó un ataque de aire que atrajo a Karla'k hacia él. Con precisión y fuerza, lo golpeó directamente en el rostro, aprovechando la parálisis momentánea de Karla'k debido a su cerebro dañado. Sin darle tiempo a recuperarse, Victor agarró a Karla'k por la cara y comenzó a arrastrarlo por toda la superficie marciana, dejando un rastro de polvo y rocas a su paso.

La dureza del terreno marciano se sentía en cada movimiento, pero Victor no se detenía. Con cada metro que avanzaba, sentía la ira y la determinación arder dentro de él. Karla'k, aún paralizado y debilitado, solo podía soportar el castigo mientras su mente intentaba recuperarse de los daños sufridos.

Jehová y el arcángel Miguel observaban desde la distancia, sus miradas llenas de interés y aprobación por la lucha de Victor. Este, sintiendo su presencia, encontró la fuerza para continuar, sabiendo que debía terminar la batalla de una vez por todas.

Finalmente, con un último esfuerzo, Victor lanzó a Karla'k al aire, preparando un ataque final. Concentró toda su energía en un solo punto, decidido a acabar con su enemigo de una vez por todas, mientras la épica batalla en Marte alcanzaba su clímax definitivo.

Victor, con la determinación ardiente en sus ojos, lanzó un ataque al cielo, creando un blaster solar que flotaba en el aire, justo en la posición de Karla'k. La brillante luz del sol hacía que el blaster se camuflara perfectamente, y Karla'k, concentrado en la lucha, no se dio cuenta de la trampa que le esperaba.

Victor sonrió, creyendo que tenía la ventaja. Sin embargo, su alegría se desvaneció rápidamente cuando sintió un dolor intenso y vio su propio brazo volar por el aire. Dos clones de Karla'k lo habían sorprendido, atacándolo sin piedad. Los golpes eran rápidos y contundentes, forzando a Victor a retroceder y defenderse.

La ira de Victor aumentó, despertando una fuerza latente en su interior. La adrenalina se disparó, sus músculos se tensaron y se volvió más consciente de cada movimiento. Al ver una de las copias acercarse, Victor actuó instintivamente. Con una patada precisa, golpeó a la copia en el cuello, seguido de un movimiento rápido que envolvió su cuello con las piernas y giró violentamente, lanzándola al suelo.

En ese momento, Victor canalizó su energía restante y disparó otro blaster solar directamente a la copia. El ataque de energía fue tan poderoso que explotó en todo el cuerpo de la copia, enviándola volando hacia arriba. El ataque comenzó a girar alrededor del primer blaster solar, creando un doble anillo de energía brillante justo al lado del sol.

Karla'k, aún recuperándose de los daños, finalmente notó la peligrosa configuración de energía en el cielo. Los dos blasters solares giraban con una intensidad creciente, amenazando con desatar un poder devastador. Victor, a pesar de estar gravemente herido, se levantó con una determinación feroz.

"¡Es hora de terminar esto!" gritó Victor, concentrando toda su energía en controlar los blasters solares. Los clones de Karla'k se desintegraban, incapaces de resistir la energía desatada por Victor.

Con un último grito de esfuerzo, Victor fusionó los dos blasters solares en un solo ataque devastador. La explosión fue cegadora, enviando ondas de choque por toda la superficie marciana. Karla'k, atrapado en la explosión, gritó en agonía mientras su cuerpo era desintegrado por la energía abrumadora.

Cuando el polvo se asentó, Victor cayó de rodillas, agotado pero victorioso. El campo de batalla estaba en silencio, la figura de Jehová y el arcángel Miguel observando desde la distancia. La épica batalla en Marte había llegado a su fin, con Victor como el vencedor, habiendo superado los límites de su poder y enfrentado a su enemigo con una valentía inquebrantable.

Victor, agotado y herido, decidió que era hora de terminar la batalla de una vez por todas. Con su último aliento, reunió todas sus fuerzas y concentró su energía restante. Mientras Karla'k se regeneraba y se lanzaba hacia él con velocidad increíble, Victor gritó su ataque final: "¡Solar Striker!"

Los dos guerreros chocaron sus puños con una fuerza inimaginable. El impacto no solo destruyó la superficie de Marte, sino que desató una explosión tan colosal que comenzó a desintegrar el planeta entero. La devastación se extendió rápidamente, alcanzando todo el sistema solar y más allá, afectando incluso a galaxias distantes. La energía liberada fue tan abrumadora que todo a su paso fue destruido.

Jehová y el arcángel Miguel, presenciando el cataclismo, rápidamente crearon un campo de fuerza a su alrededor para protegerse de la devastación total. La explosión resultante fue más grande de lo que cualquier ser pudiera imaginar, borrando la existencia de múltiples sistemas estelares en un instante.

En el centro de esta inmensa destrucción, los cuerpos de Victor y Karla'k fueron llevados al límite. Karla'k, sin embargo, fue enviado por Jehová a una dimensión creada exclusivamente para él, un lugar donde quedaría eternamente encerrado, incapaz de causar más destrucción.

Victor, flotando en el vacío del espacio, estaba desmayado, su cuerpo exhausto y al borde de la muerte. La batalla épica había llegado a su fin, y aunque el costo había sido enorme, Victor había logrado derrotar a Karla'k. La inmensidad del espacio lo rodeaba, silenciosa y fría, mientras flotaba inconsciente, habiendo salvado el universo a un precio incalculable.

Jehová, observando el estado crítico de Victor, decidió intervenir para salvar al valiente guerrero. Con un gesto de su mano, creó un campo de fuerza alrededor de Victor, dotado de una atmósfera especial que le permitiría respirar y recuperarse.

El campo de fuerza brillaba con una luz divina, envolviendo a Victor en un aura protectora. La atmósfera dentro del campo de fuerza era cálida y revitalizante, proporcionan el oxígeno necesario y curando lentamente las heridas de Victor. Su respiración, inicialmente débil y errática, comenzó a estabilizarse.

Jehová y el arcángel Miguel flotaban cerca, vigilando a Victor mientras se recuperaba. La paz en el espacio contrastaba con la destrucción masiva que había ocurrido momentos antes. Con la amenaza de Karla'k neutralizada y el universo a salvo de la devastación, había un sentido de serenidad en el aire.

"Tu valentía y sacrificio no serán olvidados," dijo Jehová, su voz resonando con poder y compasión. "Descansa ahora, guerrero. Has hecho más de lo que cualquiera podría haber esperado."

Victor, aunque inconsciente, parecía responder a las palabras de Jehová. Poco a poco, sus fuerzas comenzaron a regresar, protegido y revitalizado por el campo de fuerza divino. La batalla había terminado, pero la historia de Victor se convertiría en una leyenda, recordada por eones como el guerrero que salvó al universo a costa de su propio ser.

Victor, lentamente abriendo los ojos, vio el vasto vacío del espacio salpicado de restos de planetas y estrellas. Aún aturdido por la inmensidad de la destrucción, se levantó dentro del campo de fuerza que Jehová había creado para él. Sentía una mezcla de alivio y dolor; sus amigos y su amada Luci eran lo primero que venía a su mente.

"Luci..." murmuró, su voz quebrada por la tristeza y la incertidumbre.

Jehová y el arcángel Miguel lo observaban en silencio, comprendiendo la magnitud de su sacrificio y el peso de su pérdida.

"Victor," dijo Jehová con una voz profunda y serena, "tu valor ha salvado incontables vidas y ha prevenido una destrucción aún mayor. Sin embargo, somos conscientes del precio que has pagado."

El arcángel Miguel dio un paso adelante, sus alas resplandeciendo con luz divina. "Tu sacrificio no será en vano, Victor. El amor y el recuerdo de aquellos que has perdido vivirán eternamente en tu corazón y en la historia del universo."

Victor, aún procesando todo lo que había sucedido, cerró los ojos un momento, dejando que las palabras de Jehová y Miguel calmaran su espíritu. La mención de Luci y sus amigos lo llenó de una tristeza profunda, pero también de una determinación renovada.

"No puedo cambiar lo que ha pasado," dijo finalmente, con una voz más firme. "Pero puedo honrar sus memorias, y asegurarme de que sus sacrificios no hayan sido en vano."

Jehová asintió, y con un gesto, extendió una mano hacia Victor. "Ven, Victor. Hay mucho por hacer y muchas vidas que aún necesitan protección. Tu misión no ha terminado."

Con una nueva resolución, Victor aceptó la mano extendida. Sabía que su viaje estaba lejos de concluir, pero también sabía que no estaba solo. Jehová, Miguel y las memorias de sus seres queridos le darían la fuerza para seguir adelante, enfrentando cualquier desafío que el universo le presentara.

Aún así Jehová le tiene una sorpresa.

Fin.