*****[Día 7 de febrero de 2099]
En la oscuridad de la noche, enormes nubes con tintes grises y oscuros se juntaban lentamente de manera siniestra atraídas por un fuerte viento, se rozaban entre sí creando pequeñas descargas eléctricas púrpuras.
Como si de un imán se tratara, mientras los rayos formados por la interacción de las nubes se hacían más evidentes y salvajes, estas mismas nubes atrajeron a más nubes a su oscura formación condensando y formando numerosos copos de nieve, estos copos se transformaron deshaciéndose en pequeñas gotas de agua al descender a un límite de altura, presión y temperatura.
Estas gotas cayeron de manera ligera aumentando su velocidad hasta impactar contra el frío y húmedo suelo, humedeciendo así las hierbas silvestres y salvajes.
Dentro de la lluvia, por debajo de esas nubes oscuras, se vislumbraba una ciudad de cientos de kilómetros rodeada y protegida de manera silenciosa por una alta y robusta muralla llena de armas de fuego de alto calibre, el armamento militar que estaba incrustado en las paredes de la vieja muralla era mayormente automático, ametralladoras pesadas modificadas con tecnología futurista, eran armas preparadas para disparar en ráfaga miles de balas de alto calibre al segundo siguiente de detectar cualquier ser o criatura fuera de la muralla.
Bajo la fuerte lluvia, en lo alto de la muralla también se encontraban varias personas que vigilaban atentamente cualquier movimiento fuera de la muralla.
Estaban compuestos mayormente por soldados de bajo rango y civiles obligados a la fuerza por el gobierno, el resto eran algunos voluntarios desesperados por ganar algo de dinero y no morir de hambre.
Salvo algunos soldados talentosos, esta gente eran solo la clase más baja de la sociedad, utilizados como simples carnes de cañón.
Estas personas que estaban a la intemperie tenían la ropa mojada por la fuerte lluvia y el clima helado. Sus ojos se movían de un lado al otro para detectar cualquier movimiento inusual, haciendo todo lo posible para olvidar o al menos ignorar el temblor en sus cuerpos cada vez que una ráfaga de aire frío impactaba en sus cuerpos.
Cada una de estas personas tenían caras serias o temerosas, vigilando de manera constante cualquier movimiento mientras agarraban con fuerza sus armas de fuego anticuadas obsequiadas de manera temporal por el ejército.
Estas viejas armas aunque de hecho eran mejores y más futuristas que la artillería del antiguo mundo solo funcionaban contra los humanos normales.
En esta época, utilizar estas armas de fuego incluso contra los monstruos mas débiles era tan inútil como ver a un ciudadano normal pelearse con los puños desnudos contra un tigre, las criaturas que acechaban fuera de la muralla podrían aplastar sus cabezas y cortar sus cuerpos en pedazos antes siquiera de poder apuntar sus armas y disparar.
Solo las personas despiertas podrían derrotar a estos poderosos monstruos.
Aunque estas personas lo sabían, solo pudieron apretar los dientes y aguantar hasta que su turno haya terminado, deseando volver a sus hogares y con suerte sin morir en el proceso.
Una vez al mes, alrededor de mil de los ciudadanos mayores de 18 años de edad, fueron elegidos de manera aleatoria por un sistema en la capital de la ciudad para vigilar la muralla durante todo el día.
A menos que fueras un despierto, un funcionario o una persona sumamente rica que done grandes cantidades de dinero al ejército, estaba obligado a obedecer y seguir las normas del sistema.
Estas personas tampoco podían estropear o romper de ninguna manera las armas de fuego y debían proteger estas armas viejas e inútiles de cualquier manera ya que de lo contrario tendrían que pagarlo al ejército.
La atmósfera era fría y silenciosa, salvo por el ruido de la lluvia al impactar en sus cuerpos o algunos gruñidos que salían inconscientemente de sus gargantas.
Nadie estaba interesado en hablar o incluso hacer el mínimo ruido.
Ocasionalmente se podía escuchar desde lejos ráfagas de disparos ocasionados por las armas de fuego pesadas incrustadas en las paredes de la muralla, haciendo que las personas se pusieran más tensas y nerviosas.
Los sonidos de estas ráfagas de fuego se escucharon repentinamente cerca de donde estaban, las personas asustadas y tensas se alejaron apresuradamente del borde de la muralla mientras apuntaban temblorosamente con las viejas armas de fuego en direccion hacia el sonido.
Los soldados de bajo rango aunque estaban igualmente asustados por la situación, a diferencia de los civiles, que solo habían hecho un curso rápido de tres o cuatro horas sobre cómo utilizar y disparar las armas, eran profesionales que estaban entrenados para estos momentos por lo que se obligaron a relajar sus mentes y pensar racionalmente.
Se acercaron de manera silenciosa y pausada al borde de la muralla, sin hacer ningún ruido, algunos de estos soldados incluso aguantaron la respiración, mientras se acercaban lentamente hacia los sonidos de los disparos en ráfaga, las ametralladoras pesadas pararon de disparar de manera repentina.
Los soldados que estaban casi al borde de la muralla se sorprendieron cuando dejaron de escuchar los disparos, pero se concentraron nuevamente moviéndose de nuevo y llegando al borde de la muralla.
Mientras apuntaban con sus armas en dirección hacia el exterior de la muralla no observaron nada inusual, por lo que después de unos cuantos segundos soltaron ligeramente el agarre de sus armas y al mismo tiempo relajando sus cuerpos al soltar un suspiro, creyendo que sea lo que sea que estuviera fuera de las murallas habían sido eliminadas por las torretas.
Algunos de los soldados hicieron señales con las manos haciendo que los demás soldados y personas detrás de ellos se relajaran visiblemente.
Crunch, Crunch!, se escucharon unos sonidos de alguien masticando algo duro y a la vez fibroso.
El sonido del masticar al principio fue ligero, pero poco a poco fue incrementando su intensidad hasta llegar al oído de las personas a su alrededor.
Cuando las personas de alrededor, incluidos los soldados escucharon este extraño sonido fruncieron el ceño y giraron sus cabezas para ver quien era el atrevido de comer en esta situación, otros lo hicieron por simple curiosidad, algunos incluso se enfadaron bastante por eso, listos para reprenderlo.
Pero sus caras y cuerpos se congelaron de terror al momento siguiente de observar a la persona o mejor dicho, al ser que provocaba esos ruidos al masticar.
Aunque por la fuerte lluvia no se podía ver muy bien su figura, su gran presencia no podría pasar desapercibida a los ojos de estas personas.
No se parecía a ninguna de las criaturas o bestias que vivían en el antiguo mundo, su enorme cuerpo musculoso era la de una bestia con tres brazos enormes y anormalmente musculosos junto con dos piernas musculosas de igual magnitud, su piel estaba podrida y llena de pus que soltaba un olor terrible y maloliente, haciendo que cualquier persona quisiera vomitar en el acto.
Esta piel carecía de pelo, mostrando músculos y venas visibles en su cuerpo podrido que se retorcían como si fueran miles de gusanos deseando salir de su interior.
Por lo contrario, su cabeza era solo una masa retorcida de carne podrida de tentáculos con espinas y bocas llenas de dientes afilados abriendo y cerrando sus mandíbulas de manera constante.
Este ser era enorme, tendría más de tres metros de altura si estuviera completamente de pie.
Estaba de espaldas y sus piernas en cuclillas, erguido en una posición algo similar al de un gorila.
Su primera y segunda mano estaban agarrando con fuerza el armamento pesado que todavía estaba al rojo vivo y emitía sonidos de chisporroteo cada vez que las gotas impactaban en su cuerpo metálico y caliente, estas armas eran tan grandes como una persona normal y pesaban más de mil kilos, pero las manos de esta bestia lo trataban como si fuera de papel, arrugando y retorciendo de maneras que serían imposibles de imaginar para la mente de un simple humano.
El horror y miedo que sentían estas personas se intensificaron cuando vieron que la mano restante de la criatura estaba sujetando el cuerpo frío y muerto de lo que antes era una mujer.
El cadáver, antes completo y vivo, ahora le faltaba parte de su tripa y cabeza causada por una gran mordedura enorme y bestial y pequeñas mordeduras repartidas alrededor de su cuerpo.
La mitad superior de su cuerpo estaba colgando, sujeto solo por una fina capa de piel y tela ensangrentada junto con algunos huesos que todavía estaban intactos.
Los órganos restantes y huesos partidos se mostraban fuera de su cuerpo, colgando y moviéndose de manera irregular.
Su cabeza ahora deforme estaba partida por la mitad, le faltaba el ojo derecho y parte de su cerebro derecho, haciendo que la sangre y materia cerebral se cayera al suelo, haciendo pequeños ruidos al impactar contra el suelo lleno de agua roja, tornada así por los chorros de sangre que salían del cadáver de la mujer.
La siniestra criatura dió otro mordisco al cadáver de la mujer, devorando casi toda la mitad superior, haciendo que la mitad inferior del cadáver se caiga al suelo impactando con un ¡chop! sonoro.
Cuando las personas, que todavía estaban aterrorizadas por esta vista escucharon el sonido del cuerpo al caer al suelo, tuvieron reacciones diferentes y variadas.
Algunos, la mayoría de los soldados, se despertaron un poco del miedo, agarrando sus armas con fuerza, apuntaron a la bestia temblorosamente y dispararon ráfagas de balas.
Otros, por desgracia hicieron todo lo contrario, se volvieron locos por el miedo, soltando sus armas mientras gritaban estridentemente y corrían por todas partes, intentando alejarse de la enorme criatura.
Esto, por supuesto hizo que la bestia girara en dirección hacia ellos, levantándose pesadamente mientras hacia un rugido gutural y salvaje que hizo vibrar el suelo de la muralla.
—GRRW...,GRRWEEEEECH!!— La bestia rugió a las personas mientras ignoraba las balas que impactaban en su piel podrida y rebotaban al momento siguiente, deformándose y cayendo al suelo, haciendo ruidos sordos al caer.
Como si fuera una pequeña ramita, la bestia levanto el arma de mas mil kilos lanzándolo con una velocidad impresionante a uno de los soldados que seguía disparando.
—N-no, porfavor!— El soldado al ver esto, aterrorizado intento salir del sitio, pero antes siquiera de poder mover su cuerpo fue alcanzado por la gran ametralladora pesada, atravesando su cuerpo como si fuera mantequilla y partiéndolo por la mitad.
Los órganos y huesos de su cuerpo salieron disparado por todas partes, manchando con sangre y trozos de carne a los soldados que se encontraban cerca.
La criatura siniestra aulló de nuevo y salio disparada hacia las personas, alcanzando una velocidad inimaginable para su gran tamaño, como si fuera una mancha borrosa a los ojos de las personas.
Alcanzando a un hombre moribundo, la bestia lo agarro con sus podridas manos, sujetando fuertemente el brazo y pierna izquierda del hombre, levantándolo en el aire y arrancando de un mordisco bestial la cabeza del hombre que todavía seguía gritando por ayuda, matándolo en el acto.
Cuando la bestia arrebató la vida del humano arrancándole la cabeza, dejó el cadáver tirado en el suelo lleno de agua y su cuerpo salio disparado con un ardiente odio hacia su siguiente presa.
Aunque su cabeza llena de tentáculos no tenía ojos, nunca fallaba en alcanzar y agarrar a las personas, destripando y retorciendo sus cuerpos para luego devorar sus cabezas de un mordisco.
Al parecer la bestia tenia un gusto particular por las cabezas de la gente.
Las personas que vieron esto estaban desesperadas ante esta situación, pero no tenían la capacidad de defenderse y solo podían correr y esperar a la muerte.
Cuando el monstruo estaba apunto de agarrar a otra persona, una mancha borrosa se interpuso en su camino, al momento siguiente de eso, se escucho un sonido estridente de dos cuerpos metalicos chocando entre si.
La lluvia a su alrededor se disperso momentáneamente por todas partes salpicando y echando para atrás a las personas que estaban cerca.
El sonido fue tan fuerte que las personas tuvieron que taparse sus oídos para no marearse y caerse.
—Bestia, muere— se escuchó la voz fría de un hombre.
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RIIINGG!,..... RIIIIIIIIIIIINGG!!
—Aaargh!— en una pequeña habitacion, una persona abrió sus ojos y se levantó repentinamente de su cama desecha con un grito, esta persona era un hombre joven, su cuerpo estaba sudando y su respiración estaba agitada.
—Una pesadilla, ...otra vez— el joven hombre habló en voz baja mientras intentaba tranquilizarse respirando más lentamente.
RIIIIN...!— Apagó el ruidoso despertador que le hacia vibrar la cabeza con un manotazo.
Sacudió la cabeza despejando de manera leve su sueño, quitando la manta vieja alrededor de su cuerpo sudado, se levanto de su cama hacia el baño para lavarse la cara.
Después de lavarse la cara en el pequeño lavabo y despejar su mente, sus ojos se posaron en un espejo pequeño.
Su cara aunque era algo superior a la media, seguía siendo bastante normal, ni muy fea ni muy bonita, si no fuera por sus ojos dorados algo peculiares, pasaría desapercibido por la gente.
Mirando su cara, por el rabillo de sus ojos vio el horario en su despertador, sus cejas se fruncieron un poco, un momento después, como si fuera un maremoto su mente dejo de funcionar y al momento siguiente la preocupación inundó su cuerpo y cerebro, alejándose del espejo rápidamente y tropezándose el pie con un cable que estaba suelto en el suelo, cayendo al suelo con el culo.
—Voy a llegar tarde a la escuela!— levantándose de nuevo, ignoró el dolor que sufría su trasero y se fue a su cuarto nuevamente a cambiarse por el uniforme de su instituto.
Después de eso, corrió a la pequeña cocina y preparó un desayuno simple con la comida que le sobró ayer, metiendo la comida en su boca apresuradamente.
BZZZ! BIZZZ!
Sonidos estáticos se escuchaban en su habitación mientras alguien con voz estática informaba continuamente las noticias
— Un trágico evento a ocurrido ayer por la noche, en las murallas de Reickool más de doscientas personas han muerto asesinadas por el Blaser de Tres Brazos, un criatura de nivel bajo máximo, afortunadamente un despertado de nivel medio llego justo a tiempo, salvan...— El joven al escuchar esto se dio cuenta de que había dejado su televisión vieja encendida toda la noche, por lo que rápidamente entró a su habitación y la apagó con un click de su mando.
Mirando la hora en su móvil viejo se dio cuenta de que todavía tenia algo de tiempo.
Después de ir al baño y lavarse rápidamente los dientes, cerro la puerta de su hogar con llave y se fue corriendo hacia su escuela.
—Mierda, Mierda, el despertar comienza hoy!—