Supongo que la energía espiritual es realmente una ventaja en combate. Durante mi entrenamiento físico, descubrí que podía potenciar mis capacidades físicas si rodeaba mi cuerpo con dicha energía. Aun así, es un secreto que he estado guardando, y este es un buen momento para que lo use en todo su esplendor.
Treskir no estaba preparado, al menos no lo suficiente. Antes de que ni siquiera yo me diese cuenta, mi rodilla estaba a punto de impactar justo en su nariz. Mi movimiento había sido muy calculado, primero finté una patada a la boca de su estómago, la cual logró bloquear. Sin embargo, esto era justo lo que quería.
Con mi otra pierna, me impulsé a máxima velocidad, utilizando sus brazos como un trampolín, flexione con fuerza mis rodillas, en un movimiento demasiado familiar, cortesía de las más de diez mil sentadillas que he estado haciendo durante los últimos seis meses.
Justo en el momento que mi rodilla iba a hacer contacto con la nariz desprotegida de Treskir, el tiempo pareció detenerse y un cuadro de texto apareció frente a mí:
"Nueva misión desbloqueada: Logra Impactar un golpe en la cara del temible ogro Treskir"
"Recompensas: Una habilidad desconocida, acceso completo al sistema y 100 puntos de experiencia". "Penalización si la misión fracasa: nunca podrás acceder al sistema"
Vale, esto es nuevo, es la primera vez que recibo una misión del "sistema", todavía no sé cómo funciona exactamente, pero parece salido de un videojuego. No tuve que pensarlo mucho, acepté la misión con facilidad, después de todo obtener una habilidad nueva, por desconocida que fuera, sin duda me parecía interesante. Además, estaba a punto de golpear a Treskir en la nariz, así que técnicamente ya no tenía que hacer nada.
No sé para qué digo nada. El tiempo volvió a la normalidad, y en el momento que mi rodilla pareció hacer contacto con su nariz, Treskir inclinó abruptamente la cabeza hacia atrás. Golpeé el aire y quede en una posición de total vulnerabilidad, había sido demasiado arrogante pensando que lo golpearía tan fácilmente. Si esto fuera un combate real, ahora mismo estaría muerto de nuevo.
Treskir me dio tiempo para recomponerme, pero cuando lo miré pude ver la decepción en sus ojos. Sé que no debería importarme, pero en ese momento me sentí un poco mal.
—Nada mal chico, pero debes ser más cuidadoso. —Mientras decía esto, Treskir relajó un poco su postura, y yo no iba a desaprovecharlo.
—Esta es mi oportunidad. —pensé.
Empecé a concentrar más energía espiritual en mis músculos, esta vez, además de mis piernas, también imbuí mis brazos, hinchándolos en el proceso. Sentí como me volvía más y más fuerte, pero no podía quedarme ahí, quieto.
Volví a lanzarme hacia Treskir, esta vez no le ataque directamente, en cambio, me quedé quieto justo delante de él. Treskir había dicho que no iba a golpearme, así que estaba interesado en saber que iba a hacer ante mi provocación.
—New, eres demasiado arrogante. Nunca te fíes de lo que te diga tu enemigo. — Cuando teskir terminó de hablar me quedé frío, inmediatamente después sentí una pequeña fluctuación de maná en el ambiente y automáticamente salte hacia atrás lo más rápido que pude. Y menos mal que lo hice, de no haberlo hecho ahora mismo tendría un par de quemaduras graves por todo el cuerpo.
El lugar enfrente de Treskir, el lugar que estaba pisando hace escasos segundos, estalló en una explosión fuego.
Treskir, ese cabrón, él realmente está yendo en serio con un niño de 7 años. Me puse serio, eso ya no era un juego, al menos no para mí. Ya había sobrecargado al máximo mis brazos y piernas. No dudé ni un segundo y corrí directo hacia él.
Treskir se sorprendió, lo pude ver claramente en sus ojos. Impacte un puñetazo, pero su guardia estaba alta y logró detener mi golpe con su antebrazo. Para mi sorpresa, retrocede un paso por la fuerza que iba detrás de mi ataque. Supongo que aún no me acostumbro a esto de la superfuerza.
No tuve más tiempo para pensar, cuando Treskir contraatacó, pisando el lugar en el que había estaba, tenía toda la intención de aplastarme. Logré esquivarlo rodando hacia la derecha, momento en el que tuve una gran idea. Me quedé ahí, arrodillado en el suelo, pero miré a Treskir con la cara más arrogante que pude hacer.
— ¿Eso es todo? Me esperaba algo más de ti, se supone que los ogros son fuertes, pero tú eres muy lento. — dije, enterrando mi miedo en lo más profundo de mi ser.
Treskir ni siquiera se dignó a responder, en cambio, antes de que me pudiese levantar, ya estaba frente a mí, a punto de golpearme directamente con su puño.
Rápidamente, le lancé un puñado de tierra y piedras que había estado recogiendo justo a su único ojo. Inmediatamente, después, rodé por segunda vez, evitando su puño y aprovechando para ponerme de pie de un salto.
Treskir dejó de prestarme toda la atención que debería en el momento que su ojo se convirtió en un desastre, lleno de tierra que le impedía ver con claridad. Aproveche la oportunidad, y, concentrando toda la energía espiritual que había reunido en mi rodilla, le propiné un golpe espectacular.
Sin embargo, el golpe no le hizo nada. Todo pasó demasiado rápido, de repente, Treskir ya no parecía tener ninguna molestia en el ojo, y lo que es peor, me estaba inmovilizando con uno de sus brazos y usó el otro para mandarme volando.
El dolor fue casi instantáneo, estoy seguro de que tenía un par de costillas rotas, no estoy seguro de cuantos metros volé antes de tocar el suelo, pero cuando lo hice me quedé inconsciente.
Sin embargo, de alguna manera, estaba despierto. No veía nada más que oscuridad, excepto de un ya familiar cuadro de texto.
"Misión completada: Logra Impactar un golpe en la cara del temible ogro Treskir."
"Recompensas: Has obtenido acceso completo al sistema y la habilidad, previsión."
"Has subido de nivel, has ganado 6 puntos de atributo."
Tan pronto como terminé de leerlo, el cuadro desapareció y apareció uno mucho más grande en su lugar.
VENTANA DE ESTADO
Nombre: New
Raza: Desconocida
Clase: Ogro civil
Años: 6
Nivel 2
ESTADÍSTICAS
Puntos de Salud: 50/100
Puntos de Maná: 360/360
Puntos de Shin: 0/0
ATRIBUTOS
Fuerza: 10
Resistencia: 10
Vitalidad: 10
Agilidad: 10
Capacidad Espiritual: 15
Potencia Espiritual: 15
VENTAJAS DEL SISTEMA
Puntos de Atributo: 6
Puntos de experiencia 0/200
Puntos de Energía Espiritual: 50/600
Puntos de Habilidad 0
HABILIDADES
Previsión Nivel 1 (Pasiva)
Estaba sorprendido, realmente es como un sistema sacado de un videojuego RPG. Pero, no hay ninguna explicación, a ver, realmente es bastante intuitivo. Voy a intentar sintetizar la información.
La sección de "Ventana de estado" proporciona mi información básica. Nada realmente interesante, excepto que ni siquiera el sistema sabe a qué raza pertenezco.
Las estadísticas reflejan mis capacidades:
Puntos de Salud 50/100 (PS): Indican la cantidad de daño que puedo recibir antes de morir. Con 50 puntos, debo estar bastante herido, el malnacido de Treskir ha estado aún golpe más de matarme.
Puntos de Maná 360/360 (PM): : Este es el combustible para mis habilidades mágicas. Tengo 360 puntos, lo cual es bastante impresionante para alguien de mi edad. Esto significa que puedo lanzar muchos encantamientos antes de agotarme. Es una pena que aún no sepa como hacerlo.
Puntos de Shin 0/0: Esto es algo nuevo para mí. Shin es una energía utilizada por los guerreros para mejorar sus capacidades físicas; sin embargo, yo utilizo energía espiritual para potenciar mis ataques. Ahora mismo, no tengo ningún punto en esta categoría, pero seguramente aprenderé más sobre esto cuando gane más experiencia en combate.
Mis atributos son como mis características básicas. Aquí es donde se define mi fuerza, resistencia, vitalidad, agilidad y capacidades espirituales.
Fuerza: 10
Resistencia: 15
Vitalidad: 10
Agilidad: 15
Capacidad Espiritual: 15
Potencia Espiritual: 15
Fuerza: Esto mide mi capacidad para infligir daño físico y hacer cosas que requieren fuerza bruta. Con 10 puntos, estoy en un nivel promedio entre los humanos adultos.
Resistencia: Esto determina cuánto daño puedo recibir y cuánto puedo soportar antes de cansarme. Con 15 puntos mi resistencia debe ser la de un atleta profesional.
Vitalidad: Afecta mi salud y mi capacidad de recuperación. También tengo 10 puntos aquí, supongo que de esta estadística dependen mis puntos de salud.
Agilidad: Esto mide mi velocidad y capacidad para reaccionar rápidamente. Con 15 puntos, soy bastante ágil.
Capacidad Espiritual: Esto está relacionado con cuánta energía mágica puedo almacenar, es decir, con mis reservas de maná. Tengo 15 puntos, lo cual es bastante alto, eso explica lo sorprendido que estaba Treskir cuando lo conocí.
Potencia Espiritual: Afecta la fuerza de mis habilidades mágicas. También tengo 15 puntos aquí, lo que significa que mis hechizos son bastante poderosos para mi nivel, aunque no tengo forma de comprobarlo.
Aquí es donde se muestran los puntos que puedo usar para mejorar mis atributos, mi experiencia y mi energía espiritual.
Puntos de Atributo: Tengo 6 puntos que puedo distribuir para mejorar cualquiera de mis atributos. Esto me permite personalizar mi crecimiento y fortalecerme en las áreas que considero más importantes. Además de qué si mi teoría es correcta, obtengo 6 puntos de estos cada vez que subo de nivel, 1 para cada estadística.
Puntos de experiencia: Necesito 200 puntos de experiencia para subir al siguiente nivel. Actualmente, tengo 0, pero creo que cada vez que complete misiones o enfrente desafíos, ganaré más experiencia.
Puntos de Energía Espiritual: Tengo 50 puntos de energía espíritu, pero eso es porque estoy agotado después de mi batalla con Treskir, en condiciones normales deberia tener 600 puntos, lo cual es una cantidad bastante exagerada. Esto es como una reserva especial de energía que puedo usar para habilidades especiales. Todavía no estoy seguro de cómo usarla completamente, pero parece muy prometedora. Y parece que solo yo poseo este tipo de energía, o al menos el único que es consciente de ella.
Puntos de Habilidad: No tengo muy claro que son, pero supongo que funcionarán para mejorar las habilidades que obtenga mientras me hago más fuerte.
Respecto a mi nueva habilidad previsión, aún no estoy seguro de cómo funciona, pero, puesto que es una pasiva, no necesito activarla conscientemente, en cambio, estará activada todo el tiempo. Supongo que experimentaré un poco con ella cuando despierte.
Sinceramente, toda esto me está abrumando un poco. Y no, no me refiero a lo del sistema. No sé quién soy, o sea, soy new, pero ni siquiera sé por qué soy como soy. Lo peor es que por más preguntas que tengo, ninguna tiene respuesta.
Bueno, no voy a pensar más en eso, al menos no por ahora. A todo esto, ni siquiera te he dicho donde estoy, de hecho, ni siquiera te he descrito mi apariencia.
Muy bien, seré breve, tengo el cabello plateado, los ojos rojos y mi tez de piel es clara. Soy bastante alto para mi edad, visto una camiseta de tirantes hecha de cuero, unos pantalones negros de tela bastante cómodos y unas sandalias. En general tengo la apariencia de un puto vampiro, vestido con ropas medievales. Pero no me quejo, de momento soy bastante adorable, aunque eso a Treskir le da igual.
Hablando de Treskir, él es mi tío y es un comandante ogro que destinaron como guardián a la tierra calavera, donde vivía con su esposa, Dea. Al parecer, un día, mi madre llegó repentinamente a su casa, y encima estaba a punto dar a luz a un niño. Ese niño fui yo, y desgraciadamente, mi madre, Trarah murió en el parto.
Desde entonces Treskir y Dea me han criado. Si te soy sincero, les he cogido bastante cariño. Dea siempre ha actuado como si fuese mi madre, es muy atenta y discute a menudo con Treskir sobre mi entrenamiento. Muchas veces, cuando llegaba a mi límite corriendo y me desmayaba, lo primero que veía al despertar eran sus ojos llenos de preocupación.
Treskir, por el contrario, siempre ha sido bastante duro conmigo, pero aun así, he podido ver su lado amable. Normalmente, hablamos cuando terminó el entrenamiento, y es gracias a él que sé un poco más de este mundo.
Ahora mismo estoy en la tierra skull, tierra de ogros grises. Treskir pertenece a la tierra quemada, tierra de ogros de fuego. Por eso su piel es roja. Dea también es de ahí. Nuestra casa está a las afueras de la aldea, de hecho todavía no la he visitado.
El paisaje es desértico, pero la arena es roja, y aun así, hay un pequeño lago justo al lado de mi casa. Es el lugar en el que me aseo normalmente, casi siempre después de entrenar.
La razón por la que estamos a las afueras es porque mi padre es el encargado de proteger la entrada trasera. Normalmente, pasa algún comerciante de otras tierras y no hay problemas. Pero, por lo que he escuchado a escondidas, la tensión con los gigantes de hielo no para de aumentar.
Por eso mismo se espera que empiece una nueva guerra entre los ogros y los gigantes. Este es el motivo oculto por el cual Treskir me entrena tan duro, quiere que esté preparado y sea capaz de proteger nuestro hogar. Ya que si la guerra comienza, Treskir será movilizado a un asentamiento ogro en el frente de batalla y nos dejará solos hasta que termine la guerra. El índice de criminalidad durante las guerras debería ser mucho más alto, o, al menos, esa es mi suposición.
Cambiando de tema, existen un total de 12 reinos, pero yo de momento solo conozco 3:
"Britannia" Reino de los Humanos: Dominado por humanos, conocidos por su versatilidad, adaptabilidad, y sus grandes conocimientos. Actualmente, son la raza con la magia elemental más poderosa. También es el lugar al que pertenezco de alguna manera.
"Zustand" Reino de los Ogros: Mi tierra natal. Habitada por ogros, una raza guerrera conocida por su fuerza y habilidades en el combate cuerpo a cuerpo. Sus poderosos encantamientos de fuego y grandes reservas de shin los convierte en un enemigo temible. Hay tres tipos de ogros: ogros de fuego, ogros oscuros y ogros grises.
"Tartarus" Reino de los Gigantes: Hogar de gigantes, seres enormes conocidos por su fuerza bruta y naturaleza solitaria. Existen dos tipos de gigante: gigantes y gigante de hielo. Estos últimos son más frágiles, pero son capaces de usar mana y conjurar magia de hielo.
Supongo que aún tenemos mucho que aprender y descubrir sobre este increíble mundo. No puedo explicarte más, creo que estoy a punto de despertar.
Y así fue, abrí los ojos, y como de costumbre, ahí estaba ella. Dea me miraba con preocupación, pero en cuanto noto que estaba despierto me dio una cálida sonrisa.
—Me alegro de que despiertes, el idiota de Treskir te rompió más de una costilla. — la voz de Dea era delicada, como si tuviese miedo de impedirme descansar cómodamente si hablaba más fuerte.
Mi mirada se dirige a mi torso, ahí cubierto por unos vendajes levemente ensangrentados, sentía un dolor punzante. Intente recostarme, pero al hacerlo jadeé, cuando una oleada de dolor sacudió todo mi cuerpo.
Dea se acercó rápidamente a mí y me ayudo a acostarme de nuevo. —No deberías hacer eso, debes descansar, quédate ahí y no te muevas. —Sus palabras llenas de cariño me llegaron al corazón, así que solo asentí y le di las gracias.
—Gracias—no puedo creer que aún haya personas tan buenas como ella.
— No hay nada que agradecer, eres mi responsabilidad. Ahora, descansa. —Dijo eso y salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí.
Espera. La puerta se ha cerrado, pero no ha hecho ruido. Estaba confundido, porque lo que veía no concordaba con el resto de mis sentidos y entonces.
Dea salió de la habitación y cerró la puerta. Esta vez el sonido de la puerta chocando con el marco de madera fue bastante claro para mis oídos.
¿Acaso me estoy volviendo loco? Juraría que he visto lo mismo dos veces. Y entonces mi cerebro hizo clic y no pude evitar sonreír. Incluso solté una pequeña risita. Justo en ese momento me pasó de nuevo, vi que Dea abría la puerta y me preguntaba algo que no podía escuchar. Y un segundo después, Dea abrió la puerta.
— ¿Prefieres que te haga sopa para comer? Tu estómago te agradecerá si le quitas un poco de trabajo de antemano. —Su pregunta esta vez sí que la podía escuchar.
— Sí, por favor— luego de eso Dea me sonrió y cerró la puerta.
Quizás estás un poco confundido, pero esto es cosa de mi nueva habilidad: Previsión. Creo que ya sé como funciona, creo que me permite ver las cosas antes de que pasen, un segundo antes para ser precisos. Lo mejor de todo es que ni siquiera consume maná.
Esta habilidad es increíble, y eso que solo está a nivel uno. No puedo esperar para saber qué efectos tendrá al subir de nivel. Sin duda estas costillas rotas han merecido la pena, con esto tendré una ligera ventaja en cualquier combate.
El sol apenas comenzaba a despuntar en el horizonte, proyectando sus primeros rayos sobre el campamento ogro. Los días habían pasado rápidamente. Y tras una semana que pasé recuperándome, por fin había llegado el momento de volver al entrenamiento. Y sinceramente tenía muchas ganas de usar mi nueva habilidad en combate y acostumbrarme a ella.
—Vamos, Treskir. Estoy listo para más —dije, tratando de ocultar mi emoción.
Treskir asintió y adoptó una postura de combate más relajada. Sabía que no iba a ir tan fuerte como la otra vez, Dea se había asegurado de eso, pero aun así debía estar preparado para cualquier cosa.
—Hoy comenzaremos tu verdadero entrenamiento de combate —anunció Treskir, cruzando sus musculosos brazos frente a su pecho—. Hasta ahora, solo hemos trabajado tu resistencia y fuerza, pero un guerrero necesita más que eso para sobrevivir.
Asentí con la cabeza, mis ojos brillando con determinación. Sabía que el camino por delante sería arduo, pero rendirme no era una opción.
—Primero, aprenderás a manejar la espada —continuó Treskir, señalando una serie de armas dispuestas en el suelo—. Elige una que te resulte cómoda.
Me acerqué a las espadas y observé cada una detenidamente. Mis manos, instintivamente, se movieron con precisión a una espada corta perfecta para mi estilo de combate. La espada no era muy llamativa, la hoja de la misma era negra y la empuñadura era dorada con pequeños detalles rojos inscritos en ella.
La levanté y sentí el peso del arma en mi mano, apreciando la sensación de tener una espada entre mis dedos. Miré a Treskir, quien asintió en aprobación.
—Buena elección. Ahora, comencemos con los fundamentos básicos del manejo de la espada—dijo Treskir, acercándose y colocándose frente a mí—. La postura es crucial. Debes mantener los pies separados, uno delante y otro detrás, con las rodillas ligeramente flexionadas. Sostén la espada con firmeza en tu mano dominante, mientras que la otra mano actúa como apoyo y equilibrio.
Seguí atentamente las indicaciones de Treskir, ajustando mi postura y apretando la espada con fuerza. Me sentía emocionado y nervioso al mismo tiempo. El arte de la espada sería fundamental en mi estilo de combate.
—Muy bien, ahora practiquemos los movimientos básicos de ataque y defensa —continuó Treskir, mostrando los gestos con su propia espada—. Recuerda, la clave está en la precisión y la fluidez de tus movimientos. No te preocupes por ser rápido al principio, eso vendrá con la práctica.
Comencé a imitar los movimientos de Treskir, sintiendo cómo el acero cortaba el aire a medida que realizaba los cortes y paradas. Aunque al principio me sentía torpe y descoordinado, poco a poco fui adquiriendo más destreza y confianza. La espada se convirtió en una extensión de mi cuerpo, y cada vez los movimientos me resultaban más naturales.
Las horas pasaron rápidamente mientras continuaba perfeccionando mis habilidades con la espada. Treskir se mostraba exigente pero paciente, corrigiendo cada uno de mis errores.
Entonces Treskir, al ver como ya dominaba los movimientos básicos, propuso un nuevo tipo de práctica, en la cual debía desviar sus ataques. Obviamente, él no usaría apenas fuerza y aumentaría la velocidad de manera gradual, de esta manera podríamos medir mis avances con mayor precisión.
Al principio me resultó fácil hasta que paso un tiempo y la velocidad había aumentado considerablemente, dejándome apenas margen para desviar y contraatacar. Cuando parecía que ya no podía seguir el ritmo, empecé a aplicar mi habilidad de previsión durante el entrenamiento.
Antes de cada movimiento de Treskir, podía visualizarlo en mi mente un segundo antes de que ocurriera. Esto me permitía reaccionar con mayor rapidez y anticiparme a sus movimientos. La combinación de mi destreza física y mi capacidad de prever los ataques me otorgaba una ventaja significativa en la práctica.
Treskir, impresionado por mis avances, decidió llevar mi entrenamiento al siguiente nivel. Introdujo ejercicios más intensos y desafiantes, simulando situaciones de combate realistas. Me enfrentaba a múltiples oponentes imaginarios, practicando mis movimientos y estrategias de defensa. La adrenalina fluía por mis venas mientras me sumergía en la intensidad del combate.
Y así estuve entrenando durante días que pronto se convirtieron en semanas. Experimentaba un crecimiento tanto físico como mental. Mi cuerpo se fortalecía, mis reflejos se agudizaron y mi habilidad previsión no paró de subir de nivel. Pero también me daba cuenta de que el entrenamiento no solo se trataba de la fuerza física, sino también de la estrategia para abordar diversas situaciones inesperadas. Como la última en la que tenía que proteger a Dea de las embestidas alocadas de Treskir.
Un día, después de una sesión de entrenamiento especialmente agotadora, me encontraba descansando junto al lago cerca de mi casa. La brisa suave acariciaba mi rostro mientras contemplaba el reflejo del sol en el agua. Estaba inmerso en mis pensamientos cuando Dea se acercó a mí, con una mirada de orgullo en sus ojos.
—Has avanzado mucho en poco tiempo —dijo Dea con una sonrisa, observando cómo el sol poniente teñía el paisaje de tonos dorados y rosados sobre el lago sereno.
Yo simplemente asentí, disfrutando de la hermosa escena que tenía lugar frente a mis ojos.
—Tienes un talento innato para esto —prosiguió Dea, rompiendo un poco el silencio contemplativo que se había instalado entre nosotros—. No solo en lo físico, sino también en cómo anticipas los movimientos de Treskir. Él no para de decir que tienes un don. "Es como si nuestro pudiera ver el futuro antes de que ocurra. Es antinatural" Esas fueron sus palabras, nunca antes lo había escuchado hablar tan bien de alguien que no fuera él mismo.
Una brisa suave movió las hojas de los árboles cercanos, creando un murmullo reconfortante. La serenidad del lugar contrastaba con la tensión del combate a la que me había acostumbrado. Por fin podía relajarme un poco
— Si te soy sincero, yo tampoco lo entiendo, es como si por un instante todo se detuviera para permitirme pensar cuál es el mejor movimiento— le estaba mintiendo, pero no podía decirle que tenía una habilidad especial o algo así.
— Ya veo, eso es muy interesante— Dea hizo una pausa pensativa, antes de continuar— ¿Sabes? Eres un niño muy maduro, los demás chicos de tu edad solo piensan en jugar y correr. Lo normal es comenzar el entrenamiento en la sala de formación a los 8 años. Pero tú ya eres todo un pequeño guerrero.
— Bueno, ya sabes, no soy como los demás.— literalmente ni física ni mentalmente lo era, ellos eran ogros y yo un humano que no debería haber nacido. — Además, tengo que estar a la altura de la sala de formación de elite—
— Tienes razón, tú eres especial, ya verás como arrasas con todos en tu primer año— Dea me dio una sonrisa antes levantarse. —Bueno, es hora de que vaya preparando la cena. No tardes en venir— Dijo eso y se fue sin esperar que le respondiera.
Me quedé un momento más junto al lago, dejando que Las palabras de Dea resonaban en mi mente: "un pequeño guerrero". Aunque me sentía diferente a los demás, aquel elogio me hacía sentir bien, como si finalmente estuviera encontrando mi lugar en un mundo donde no parecía encajar del todo.
Cerré los ojos y dejé que el viento jugara con mi cabello mientras reflexionaba sobre todo lo que había experimentado desde que empecé mi entrenamiento con Treskir.
Después de un rato, decidí regresar a casa. Dea ya estaría preparando la cena, y no quería hacerla esperar más. Me levanté del suelo, sacudiendo la hierba que se había pegado a mis ropas durante mi momento de reflexión. Caminé lentamente por el sendero que llevaba de vuelta a nuestra modesta casa, con el sol poniente iluminando el camino.
Al entrar, el aroma de la comida recién preparada llenó mis sentidos. Dea había hecho uno de mis platos favoritos: estofado de carne con verduras.
—Huele delicioso, Dea —comenté mientras me acercaba a la mesa, donde ya había preparado los platos y los cubiertos.
Ella se volvió hacia mí con una sonrisa cálida. —Espero que te guste.
Y así llegó el día siguiente y el siguiente, y el siguiente, hasta que llegó hoy, el día que cumplo 7 años. Solo me quedaba un año para hacerme más fuerte y tener unas pocas más posibilidades de sobrevivir en la sala de formación de élite.
FIN DEL CAPÍTULO