—Punto de vista de Freddy Siegfried
El privilegio de estar en esta Mazmorra era bastante bueno debido al maná abundante en ciertas zonas.
Una de ellas estaba en el segundo bioma, después de cruzar el bosque. Era justamente otro bosque, pero este era una mezcla entre sabana y pantano.
En una cueva, el maná era bastante denso, concentrado únicamente por algunas piedras de maná que estaban en alguna parte. Sin embargo, no me molesté en buscarlas.
No es necesario buscar las piedras de maná si ya estás donde ellas están. En este caso, Freddy estaba dentro de una cueva.
Un gran privilegio era el maná dentro de la cueva, justamente en lo más profundo, en la parte donde Freddy pensaba que las piedras de maná estaban más cerca.
Encontrar lugares lujosos como este era bastante difícil en Mazmorras de grado 5, debido a la escasez de maná y porque era una Mazmorra de tipo abierto por su gran tamaño. El maná era bajo.
Si encuentras una cueva con piedras de maná, lo mejor era absorber todo ese maná y avanzar en fuerza.
"Con la cantidad de maná, podría llegar al tercer círculo en dos días", pensé.
Tenía tiempo y no hacía falta ir al templo de inmediato. De todos modos, sabía que estaba más adelantado que los demás cadetes. Pasar la zona del bosque del primer bioma había sido largo.
Me tomé la tarea de llegar a este lugar lo más rápido posible, y de paso encontré esta cueva con maná concentrado en ella.
Mis pensamientos estaban en silencio cuando el maná entraba en mi cuerpo como si fuera una cascada, lujosamente rebosante de energía.
Una sensación cálida y refrescante entraba lentamente, a una velocidad que se podría describir como entre rápida y moderada.
Según los estándares del talento, tener una absorción de maná rápida significaba ser un genio. Si era intermedia, era un talento poco común. Si era lenta, solo un talento común, algo que se podía ver en todas partes.
Por eso, aumenté la velocidad.
"Mi talento está en los estándares más altos de entre los altos", me dije.
Si los talentos tuvieran rangos, el mío sería el máximo. El alto entre los altos estaría justo detrás del máximo.
Por ello, absorber maná durante una hora significaba un aumento del 20% en mi capacidad. Tener un gran talento hacía más rápido el avance en los círculos a través de la meditación.
"Haaa... Descansaré por el momento", decidí.
Me puse de pie y salí de la cueva, mirando el cielo lleno de estrellas. Esta Mazmorra se parecía mucho a la realidad exterior. Era como estar en el mundo normal y no dentro de una Mazmorra.
"Oh, es medianoche", pensé, mientras sacaba una botella de agua y bebía un poco.
Antes del comienzo del semestre, a todos los cadetes se les había entregado una botella con una capacidad de dos litros de agua. En cuanto a la comida, los cadetes debían encontrarla matando monstruos comestibles.
Freddy había estudiado todos los libros posibles sobre los monstruos comestibles y los que no lo eran. Entre ellos, había varios monstruos marinos.
"Una lástima que el lago más cercano esté a diez kilómetros", me dije. Estaba bastante lejos y no tenía tiempo para ir hasta allí, sobre todo porque los cadetes en grupo probablemente estaban luchando en el lago justo en ese momento.
"El lago tiene la mayor cantidad de recursos para sobrevivir una semana, pero...", me detuve. Permanecer demasiado tiempo allí retrasaría el tiempo para llegar a la meta: el templo en el centro de la Mazmorra.
Miles de cadetes estaban en esta Mazmorra, todos con el objetivo de sobrevivir dos semanas y llegar al templo.
¡Sonido sordo!
Entonces lo escuché.
"..."
Crujidos de ramas rotas a unos metros de distancia. Eran pasos, pero no de monstruos.
Por esto, Freddy se puso en guardia. Aunque si era un cadete, no sería un problema; él estaba en el segundo círculo, mientras que los demás aún estaban en el primero.
Sin embargo...
"..."
Me sorprendió cuando sentí el maná de un segundo círculo. ¿Quién podría tener ese poder justo ahora?
"Es imposible que un cadete tenga ese nivel", pensé.
Un segundo círculo en su mitad de poder. Al principio, nadie tenía el poder de un segundo círculo, y era imposible que alguien hubiera avanzado tanto en tan poco tiempo.
"Ah", exclamé cuando vi a la persona salir de su escondite, aunque no era exactamente un escondite, sino que se reveló su figura.
Su cabello blanco ondeaba libremente con la brisa del aire. Sus ojos grises como ceniza reflejaban su belleza y su piel blanca contrastaba con su cabello. Luna apareció de repente, y Freddy la miró.
Ambos se observaron sin decir nada ante esta aparición repentina.
"..."
"..."
Ni una sola palabra, hasta que Luna rompió el silencio poco después.
"¿Cuándo llegaste aquí?", preguntó.
"Ah... Creo que fueron dos horas", respondí.
"Mmm, vine porque sentí el maná más denso. Es esa cueva, ¿verdad?"
"Sí".
"Entonces supongo que serás mi compañero temporal", dijo.
"Eso parece. De todos modos, lo habíamos acordado ayer por la noche".
"Tienes razón".
Luna entonces entró en la cueva, justo en la entrada. Se paró al lado de Freddy y de pronto se sentó en el suelo.
"Siéntate", ordenó.
"..."
Aunque confundido, Freddy obedeció, y los dos empezaron a hablar.
"¿Cuándo llegaste al segundo círculo?", preguntó Freddy, quien al ver la gran cantidad de maná de Luna, sabía que había llegado al segundo círculo recientemente.
"Mmm, hace dos horas".
"..."
¿Era acaso una broma?
"Pero ya estás a la mitad. Eso significa que eres un 50% más fuerte que yo", observé.
"Tienes razón. Además, me encontré con un monstruo de una aldea y tenía una piedra de maná roja".
"..."
Todo tenía sentido ahora. Para avanzar al segundo círculo, el cuerpo utiliza la mitad del maná para dar ese avance. Luego, el maná restante se conserva, dependiendo del punto en el que se esté en el segundo círculo.
Es por eso que Luna estaba a medio camino del tercer círculo, porque al absorber una piedra de maná roja había tenido suficiente para llegar al segundo círculo y avanzar hasta la mitad de este.
Ahora todo tenía sentido con esa explicación.
"Tuviste suerte", comenté.
"Supongo que se podría decir que sí", respondió Luna.
"Aun así, podrías llegar al tercer círculo antes de que terminen las dos semanas, ¿verdad?"
"Sí, y la respuesta está justo detrás de mí", dijo sonriendo, como si pensara en algo.
Entendí de inmediato a qué se refería, por lo que no dudé en responder.
"Yo la encontré primero".
"¡Wow! Eso fue increíble. ¿No la puedes compartir con tu mejor amigo?" dijo Luna con una sonrisa burlona.
"..."
¿Se estaba riendo de mí? Eso no fue gracioso en absoluto.
Freddy frunció el ceño ligeramente, pero no dijo nada y suspiró poco después. Asintió y finalmente habló.
"Está bien".
"¿Ves? Todo se resuelve con unas pocas palabras", dijo ella.
"Si hablas más, no te dejaré entrar a la cueva", advertí.
"..."
Luna guardó silencio y suspiró.
"Oye", dijo de repente.
La miré.
Su expresión cambió. Parecía... ¿feliz o alegre por algo? Mientras la observaba, noté que estaba ligeramente sonrojada, como si estuviera pensando en alguien. Una sonrisa apareció en su rostro.
Fue extraño, pero no le di demasiada importancia.
"¿Qué pasa?", le pregunté.
Luna tardó unos minutos en responder, pero finalmente lo hizo.
"Creo que... me gusta Asher".
"..."
¿¡Qué demonios!?
Abrí los ojos completamente, tratando de procesar las palabras que acababa de decir. Me sorprendió tanto que, si hubiera estado bebiendo agua, la habría escupido.
¿Le gusta Asher? No es algo que realmente me importara, pero igual me desconcertó. No sé mucho sobre esos temas, y menos cómo dar consejos al respecto.
Como si leyera mis pensamientos, Luna habló nuevamente.
"Solo lo dije porque necesitaba sacarlo", explicó.
"Entiendo", respondí sin dudar, aunque todavía estaba sorprendido.
Asher... parece tener bastantes admiradoras en la academia. No lo había notado hasta ahora, pero es verdad.
Entonces hablé.
"¿Por qué te gusta?"
"Mmm", murmuró Luna, como si estuviera pensando. Guardó silencio unos minutos.
Yo solo me hacía una pregunta. Asher es distante, distraído, sin emociones, y frío. Además, parece reacio a temas como el amor o algo similar.
Entiendo más o menos su personalidad. No es exactamente así, pero es verdad que su aspecto podría volver locas a muchas. Sin embargo, su forma de ser cambiaría eso para la mayoría.
"No lo sé. Tal vez porque lo conozco lo suficiente como para que me guste", dijo finalmente.
"Ya veo", respondí.
Y la conversación terminó ahí. Poco después, Luna y yo entramos a la cueva para meditar y tratar de alcanzar el tercer círculo lo más rápido posible...