—Punto de vista de Freddy Siegfried.
Un doble.
Normalmente es un monstruo, pero también puede ser una ilusión.
Freddy miró al doble frente a él: la misma apariencia y el mismo maná.
Aunque un doble puede copiar todo de una persona, no siempre logra replicar los poderes. Sin embargo, el doble ante Freddy poseía la misma cantidad de maná que él.
Alguien con el poder de un primer círculo en su máximo esplendor.
Pero luchar contra uno mismo es imposible.
No puedes ganar en un combate contra tu propio ser.
En simples palabras, es imposible derrotar a un doble. Posee las mismas habilidades y poderes.
El doble copió a Freddy, y Freddy no puede ganar.
Una desventaja, pero también una ventaja.
No importa cuánto lo intente, Freddy no puede superar a su doble.
"Incluso piensa igual."
Una copia exacta de él.
Luchar contra un doble significa que sus pensamientos y acciones serán los mismos que los tuyos, haciendo imposible vencerlo.
Dobles.
En la mayoría de los casos, la única forma de derrotarlos es que alguien más luche en tu lugar.
Porque solo así se puede matar al doble.
Freddy no tiene a nadie cerca para enfrentarse a su copia, lo que hace imposible ganarle.
Y aunque alguien llegara...
"También será copiado."
Lo supo en cuanto el doble apareció al entrar en esa área del bosque, después de escapar del bucle infinito.
Ambos se miraron fijamente, mientras Freddy pensaba nervioso:
"Es imposible ganarle."
Era inevitable.
Cualquier acción que Freddy intentara, el doble la prevería de inmediato.
Porque el doble piensa igual que Freddy. Es una copia perfecta, el mismo Freddy contra Freddy.
Entonces...
¿Cómo salir de esta situación?
"Haa..."
Suspiró nervioso, mirando al doble con el rostro sombrío.
Sus manos temblaban y su pecho subía y bajaba frenéticamente.
Tenía ante sí a un doble, una copia exacta de sí mismo. Salir de esa situación era imposible: si piensas en algo, el doble lo sabrá; si usas todo tu poder, él lo igualará.
¿Cómo salir de esto?
"Necesito ayuda."
Una ayuda que no sea humana.
Si fuera humana, también sería copiada.
"Una bestia de maná..."
Pero las bestias de maná estaban en el laberinto, y hasta ahora no había visto ninguna.
A menos que un milagro ocurriera y esa ayuda apareciera de la nada.
"Maldita sea."
Freddy frunció el ceño.
Estaba frustrado por tener un doble. Eso le impedía buscar al jefe de la Mazmorra.
La única opción era luchar.
Pero la victoria no era posible contra un doble sin ayuda.
De repente...
Swoosh.
Una ola de hielo golpeó al doble.
Freddy miró sorprendido a la figura que se acercaba.
"Luna."
"¿Qué demonios era eso? ¿Tú mismo, Freddy?"
Luna frunció el ceño, pero la situación solo empeoraba.
Porque Luna también sería copiada.
Entonces, una nueva ola de hielo llegó desde el lugar donde estaba el doble.
"Mierda."
Luna había sido copiada.
Un doble idéntico a Luna emergió entre las sombras de la niebla.
El doble de Freddy también volvió a aparecer, como si el ataque de Luna no le hubiera hecho ningún daño.
Ambos dobles se miraron al igual que lo hicieron Freddy y Luna.
Freddy le explicó rápidamente:
"Son dobles. Pueden copiar todo de ti."
"Entonces, esto es un problema... y uno muy grande."
Pronto se dieron cuenta de que la batalla era imposible de ganar. Los dos sudaban frío, mirando a sus respectivos dobles.
Luna miró nerviosa a su copia y dijo:
"Es molesto, pero... ¿si intercambiamos?"
"No podrás ganarle a mi doble."
"Lo sé, pero solo derrota al mío lo más rápido posible y luego ayúdame."
"No es posible."
"¿Por qué no?"
"Sabes por qué. Me llevaría demasiado tiempo derrotar a tu doble; nuestras fuerzas son casi iguales."
"…"
Freddy, que sabía bastante sobre esto, era consciente de que vencer al doble de Luna en poco tiempo era imposible.
"Me llevaría al menos 20 minutos."
Porque sus fuerzas eran prácticamente idénticas.
Y para cuando Freddy derrotara al doble de Luna, ella estaría agotada y no podría ayudar, volviendo todo a como estaba antes.
Nada cambiaría.
Salir de esa situación era imposible.
Freddy solo podía esperar a alguien más.
No a un humano.
"Por lo menos que un monstruo interfiera o suceda algún milagro."
"¿Entonces qué hacemos?" preguntó Luna.
"Si esperamos a Asher y a los demás..."
"Estás loco, ¿qué pasa si aparece un doble de Asher?"
"..."
"De todos modos, él no vendrá."
"¿Por qué no vendrá?"
"¿No lo sentiste antes? La niebla provoca ataques mentales, y Asher es demasiado débil para atravesarla."
Era cierto. Freddy recordó la puntuación de Asher en la evaluación mental, y sabía que él no podría pasar por la niebla. Si lo intentaba, algo muy grave ocurriría.
Algo realmente malo.
Sin embargo, los demás sí podrían hacerlo. El problema...
"No sé cuándo llegarán los demás."
Estaban tardando demasiado, y era posible que aún estuvieran atrapados en el laberinto, dando vueltas sin tener idea de la situación actual de Freddy.
Entonces, ¿qué debían hacer en una situación así?, se cuestionó Freddy.
"Necesitamos ayuda de algo que no sea humano."
"¿Un monstruo?" Luna lo miró fijamente.
"Exacto."
Solo necesitaban una variable que alterara la situación con los dobles, y podrían escapar. La única opción era huir de ellos, porque si intentaban luchar, morirían o no lograrían salir.
Por supuesto, también cabía la posibilidad de que el monstruo los atacara a ellos en lugar de a los dobles.
Sin embargo, no tenían nada que perder.
El problema era que no había monstruos cerca. Freddy, que podía sentir el maná a grandes distancias, no percibía la presencia de ningún monstruo en la niebla.
Todos estaban en el laberinto.
Quizá se equivocaba, pero por la cantidad de espectros en el laberinto, esa parecía ser la respuesta correcta.
"Luna."
"Sí."
Ambos asintieron justo cuando los dobles se lanzaron hacia ellos, conjurando varios hechizos.
Freddy y Luna se prepararon para una batalla imposible de ganar.
***
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Julián Reinhard.
Estallido.
Crujir.
Chispas azules volaron por el aire mientras Julián golpeaba al espectro que tenía como oponente.
La criatura lanzó uno de sus brazos hacia Julián, un movimiento rápido y violento que apenas logró esquivar.
"Es rápido"
Pensó Julián mientras sentía el viento cortante pasar cerca de su rostro. Apenas tuvo tiempo de recuperarse cuando otro brazo vino desde su costado, golpeándolo en el hombro y haciéndolo tambalearse.
El impacto lo lanzó hacia una de las rocas cercanas. Julián soltó un quejido de dolor, pero rápidamente levantó la mano, invocando un rayo que chisporroteó en el aire antes de estrellarse contra el Espectro.
El monstruo retrocedió ligeramente, pero no lo suficiente. La electricidad recorrió su cuerpo, sus brazos sacudidos por los espasmos momentáneos, pero la criatura no mostró signos de verdadero daño.
En lugar de retroceder, avanzó más rápido, lanzando varios brazos al mismo tiempo.
Cada golpe era como una tormenta de puños, y aunque Julián intentaba esquivar y bloquear con barreras de magia básica, uno de los brazos lo alcanzó, atrapándolo por el tobillo y levantándolo del suelo.
El Espectro lo lanzó contra una roca con una fuerza brutal, y Julián apenas tuvo tiempo de conjurar una descarga eléctrica para liberarse.
Cayó al suelo, aturdido, sintiendo el frío del suelo bajo sus manos. La criatura se acercaba rápidamente, su boca enorme abriéndose en un gesto grotesco, como si estuviera saboreando el aire antes de devorarlo.
El Espectro lanzó un rugido gutural y comenzó a usar el entorno a su favor. Levantó enormes piedras con sus brazos restantes y las lanzó hacia Julián.
Y Julián apenas tuvo tiempo de reaccionar, conjurando pequeñas barreras de rayo que desviaban algunas de las rocas, pero una de ellas lo golpeó en el costado, haciéndolo caer al suelo.
El dolor punzante lo recorrió, pero sabía que rendirse no era una opción. Con una respiración entrecortada, se levantó una vez más, sabiendo que tenía que apostar todo en su próximo movimiento.
La criatura estaba a punto de abalanzarse sobre él, sus brazos estirándose para atraparlo. Julián levantó ambas manos al cielo, invocando todo el maná que pudo en un corto periodo de tiempo.
"¡Maldita sea!"
Frunció el ceño, y entonces un rayo cayó sobre el espectro, causando que la electricidad revoloteara en el aire mientras el espectro se quemaba y convulsionaba, cayendo al suelo ya muerto.
"Haa... Haa... Haa..."
Un espectro de grado 8 era más difícil de tratar que uno de grado 9. Julián, que lo había dado todo, no pensó que sería tan complicado, ya que el espectro contra el que luchó era más fuerte que los demás.
Aun así, fue difícil.
De repente...
Estallido.
Grey, que había acabado de matar a otro espectro de grado 8, también cayó exhausto.
"Aún así, querías luchar contra el rey espectro", Grey levantó el puño y luego sacó el dedo del medio, mostrándoselo a Julián en un gesto burlón.
Sin embargo, pronto dejaron las bromas de lado.
Estallido.
Una explosión resonó a lo lejos, y ambos miraron cómo el rey espectro era devorado por una bestia de maná. Detrás de la bestia, podían ver una figura.
Julián la reconoció al instante y gritó sobresaltado.
"¡Emilia!"
Ella los miró, pero uno de los espectros de grado 8 apareció detrás de ella, lanzando varios ataques hacia su dirección.
Julián y Grey trataron de detenerlo.
Pero...
¡Grrrrraaaarghh-KKRRRRAAAA!
La bestia de maná, que se estaba comiendo al rey espectro ya muerto, rugió y desapareció de repente.
Crack.
En un instante, el espectro fue destrozado, quedando solo la mitad de su cuerpo.
Aunque aliviado, Julián seguía nervioso.
Estaban frente a una bestia de maná que acababa de matar al rey espectro, un monstruo de grado semi 7, y a un espectro de grado 8 en cuestión de segundos.
Sin embargo, la voz de Emilia resonó con fuerza, llamando la atención de Grey y Julián.
"No se preocupen por la bestia de maná."
"¿Qué demonios...?" Grey expresó sus dudas.
Julián entendió la situación.
Si una bestia de maná te ayuda, eso significa que la persona a su lado ha logrado domarla, y por eso no los atacó.
Pero eso era imposible.
Emilia no era domadora, ni tenía conocimiento sobre cómo domar bestias de maná, y mucho menos con esa facilidad. Domar una bestia de maná toma mucho tiempo, incluso para magos veteranos en esa área.
No tenía sentido ver a una bestia de maná ayudando a Emilia y protegiéndola del espectro.
Aun así, mantuvieron la calma y observaron la situación.
"No hay peligro", dijo Emilia mientras llegaba ante ellos. Los dos miraron a su alrededor.
Cadáveres de espectros yacían por todos lados. En el momento en que el rey espectro murió, todos los demás cayeron segundos después.
Porque, si matas al rey, sus súbditos mueren también.
El rey los había creado con su propio maná y carne.
Eran como si fueran uno solo.
"Por cierto, ¿ustedes dos por qué decidieron atacar al rey espectro si sabían que no tenían oportunidad?"
Silbido.
Julián apartó la mirada, evitando el enojado rostro de Emilia, mientras ella los regañaba.
Grey entonces procedió a explicarse.
"Teníamos posibilidades, pero no pensé que habría tantos espectros, y los que protegían al rey eran bastante fuertes."
"¿No crees que eso es normal?"
"..."
"Está bien, dejémoslo así", Grey se rindió, y Emilia miró fijamente a Julián con el ceño fruncido.
"¿Por qué lo seguiste?"
"..."
"Jeje, ¿me creerías si te dijera que lo hice por confianza?"
"Ustedes dos..."
Lo dejó ahí, suspirando.
Sin embargo, tanto Grey como Julián seguían curiosos por algo.
"Oye, Emilia, ¿por qué esa bestia de maná te ayudó y no nos atacó?", preguntó Grey. Sin embargo, la respuesta de Emilia fue inesperada.
"Jeje, yo tampoco estoy segura."