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Chapter 102 - Capitulo 102 Capacidades [ 2 ]

—Punto de vista de Asher Frostblade.

Los cadetes estaban formados en filas, en cada fila habían diez cadetes, justamente enfrente de ellos estaban algunos profesores.

Asher miro que cada profesor que sostenía una esfera blanca sin nada relevante, un total de tres esferas que los profesores sostenían.

Cada una de las esferas tenía un solo propósito.

La primera esfera, conocida como la Esfera de Medición, es crucial para evaluar la cantidad total de maná que cada cadete posee. Al colocar su mano sobre esta esfera, el cadete permite que su maná fluya libremente hacia ella. La esfera, equipada con sensores mágicos avanzados, es capaz de detectar y registrar la cantidad total de maná acumulada en el cuerpo del cadete. Este paso es fundamental, ya que la cantidad de maná que una persona posee es un indicador clave de su potencial en el manejo de la magia.

La segunda esfera, denominada Esfera de Capacidad, tiene la función de determinar la resistencia mágica de cada cadete al medir cuánta energía pueden liberar antes de agotarse por completo. En este proceso, los cadetes deben canalizar su maná hacia la esfera hasta que sus reservas se agoten. La esfera no solo mide la cantidad de maná liberado, sino también la rapidez con la que se consume, lo que da una idea de la eficiencia y el control del cadete sobre su maná. Esta prueba es especialmente importante, ya que un alto rendimiento en este aspecto sugiere que el cadete puede mantenerse activo durante largos combates prolongados.

La tercera y última esfera, llamada Esfera de Flujo, está diseñada para evaluar la precisión y estabilidad con la que el cadete puede manipular el maná. Aquí, los cadetes deben verter su maná en la esfera de manera constante, y la esfera mide la suavidad y el ritmo del flujo de maná. Cualquier fluctuación en el flujo de maná se refleja inmediatamente, permitiendo a los evaluadores identificar posibles problemas en el control mágico del cadete. Un flujo de maná constante y uniforme es vital para la ejecución de hechizos complejos y para mantener la efectividad en situaciones de alta presión.

Cada cadete entendía claramente lo que hacía cada esfera; los profesores que las sostenían eran los evaluadores.

La primera etapa consistía en la evaluación mágica, donde se medían los aspectos más importantes del estado mágico de cada cadete. Esta evaluación no solo ayudaba a determinar si los cadetes estaban mejorando, sino que también era la segunda etapa más importante del proceso.

Asher observó detenidamente cada esfera.

Aunque todas eran del mismo color, una vez que comenzara la evaluación, cambiarían de tonalidad.

La primera esfera, encargada de medir la cantidad de maná, estaba dividida en niveles, comenzando desde el nivel 1 en adelante.

Las demás esferas seguían un patrón similar.

Después de unos minutos de espera, la evaluación finalmente comenzó.

El primer cadete dio un paso al frente y se colocó frente al profesor que sostenía la primera esfera. El profesor habló:

"Coloca tu mano en la esfera y deja que tu maná fluya naturalmente."

El cadete siguió las instrucciones.

Asher observó fijamente, y en ese momento, la esfera brilló.

Las esferas tenían tres colores distintivos: el primero, blanco, indicaba que no había maná; el segundo, rojo, señalaba la presencia de maná; y el último, un púrpura oscuro, significaba que, aunque el cadete era de primer círculo, su maná era considerablemente grande para esa etapa, lo que indicaba que estaba cerca de alcanzar el segundo círculo.

El color que emanó de la esfera fue rojo, lo que indicaba que el cadete tenía una cantidad de maná normal. Nadie se sorprendió ni comentó al respecto.

De hecho, la mayoría de los cadetes sabía que su maná solo alcanzaría el color rojo durante la evaluación.

Sin embargo, algunos cadetes podrían tener grandes cantidades de maná, aunque eso no necesariamente significaba que estuvieran cerca del segundo círculo; no siempre era así.

"Estás en un 78.86% de avanzar al segundo círculo," evaluó el profesor.

Aún le faltaba bastante, pero el cadete no se desanimó; era normal que estuvieran lejos de alcanzar el segundo círculo a tan temprana edad.

De hecho, es bastante raro ver a niños de apenas 11 o 12 años que sean magos del primer círculo, aunque las familias nobles de alto rango suelen ayudar a sus hijos a alcanzar ese nivel a los 12 o incluso a los 15 años.

Sin embargo, aquellos con un talento excepcional podrían convertirse en magos a los 11 o 12 años; por supuesto, esos casos eran extremadamente raros, y en la academia, la mayoría de los cadetes tenían alrededor de 12 o 13 años y eran magos del primer círculo.

El cadete se desplazó al siguiente profesor.

Como indicaba la segunda parte de la evaluación, la segunda esfera evaluaba el rendimiento, es decir, cuánto maná podía utilizar un cadete y durante cuánto tiempo, hasta agotar sus reservas.

Esta parte de la evaluación determinaba cuánto tiempo podían resistir en una situación de desgaste de maná.

"Coloca tu mano en la esfera y deja salir el maná hasta que se agote."

El cadete siguió las instrucciones y comenzó a liberar su maná.

Observó cómo la esfera se llenaba de maná, pero su rostro se arrugó.

Parecía cansado y pálido, pero continuó vertiendo más maná en la esfera.

Un minuto pasó, y el cadete seguía adelante.

Dos minutos, tres, cuatro...

"Haa... Haa... Haa..."

El cadete retrocedió, y la voz del profesor resonó:

"4 minutos con 27 segundos."

Esa fue su evaluación.

"Descansa un momento, recupera un poco de maná y luego procede a la tercera parte."

El cadete asintió y se dirigió hacia el último profesor.

Después de unos minutos de recuperación, el cadete se acercó al profesor, quien habló:

"Coloca tu mano en la esfera y deja que el maná fluya de la forma más suave posible."

"Entendido."

El cadete puso su mano sobre la esfera, concentró su maná y lo dejó fluir lentamente hacia ella.

"Suficiente."

El profesor indicó, y el cadete retiró su mano.

"Fluidez: 38.77%, velocidad de salida: 26.96%."

El profesor dio su evaluación.

Luego, Oriana se acercó al cadete y le habló:

"Obtuviste 38/100. Buen trabajo, cadete. Sigue así y mejora para la siguiente evaluación."

El resultado final de la primera etapa de la evaluación se medía de 0 a 100 puntos. Si un cadete obtenía menos de 30 puntos, no pasaría la evaluación, y si su puntuación no mejoraba, podría reprobar el primer año.

Asher observó detenidamente todo lo que sucedía antes de que llegara su turno. Aunque estaba pensando en cada esfera, al ver cómo funcionaban y qué debía hacer, se acercó rápidamente a la primera esfera.

"Ya sabes cómo funciona, así que coloca tu mano en la esfera, cadete," dijo el profesor.

Asher obedeció y colocó su mano sobre la esfera.

La primera esfera servía para medir la cantidad de maná que tenía el cadete, con una evaluación representada por tres colores codificados.

Asher comenzó a liberar su maná.

La esfera brilló y rápidamente cambió de color, alcanzando el rojo. Sin embargo, Asher continuó. Después de unos segundos, la esfera comenzó a oscurecerse y el color rojo se desvaneció lentamente. Luego, la esfera empezó a cambiar a un púrpura claro que gradualmente se volvía más oscuro.

Asher vertió aún más maná, y el color de la esfera se oscureció gradualmente hasta volverse completamente negro.

"¿Qué sucede? ¿No se suponía que la esfera solo alcanzaba el púrpura?"

"¿Cómo es posible que sea negra?"

Asher escuchó los murmullos de los cadetes, y no solo ellos, también los profesores lo miraban sorprendidos.

Asher continuó, y la esfera se volvió completamente negra, emanando grandes cantidades de maná.

Finalmente, Asher retiró su mano de la esfera y miró al profesor.

"100% para el tercer círculo."

Eso significaba que Asher podía avanzar al tercer círculo en cualquier momento, aunque él sabía que aún le faltaba un poco más para lograrlo. No era el momento adecuado todavía.

Después de la primera parte, Asher se dirigió rápidamente al segundo profesor y colocó sus manos sobre la siguiente esfera.

Esta vez, Asher debía liberar todo su maná hasta no dejar ni una sola gota.

Con la experiencia de la primera etapa, Asher tenía un mejor control de su maná, lo que significaba que no lo liberaría descontroladamente ni a una velocidad absurda. Esto le permitiría mantener un flujo constante de maná durante un tiempo prolongado.

"Coloca la mano en la esfera y deja salir todo tu maná," indicó el profesor.

Asher obedeció de inmediato y comenzó a liberar su maná.

Estaba acostumbrado a la sensación de su maná fluyendo fuera de su cuerpo; era bastante relajante. Dejó que el maná saliera a gran velocidad, manteniendo una fluidez constante sin liberar todo de golpe.

Asher continuó.

Un minuto, tres minutos, seis minutos, veinte minutos, cincuenta minutos, noventa minutos...

Comenzó a sudar frío y su cuerpo se sentía increíblemente cansado, apenas podía mantenerse en pie.

Finalmente, Asher alcanzó los cien minutos, casi dos horas vertiendo su maná.

"Una hora y 40 minutos."

El rostro del profesor palideció al ver la enorme cantidad de maná de Asher.

En primer lugar, Asher era un segundo círculo muy cerca de convertirse en un tercer círculo.

Este simple hecho dejó a todos más que sorprendidos, sin palabras para describir la increíble cantidad de maná y el asombroso crecimiento de Asher... Ya estaba previsto desde el inicio de la evaluación.

Varios cadetes ya lo sabían.

"¿Ves? Te lo dije, ahora me debes diez puntos de crédito."

A pesar de que aún no se habían entregado los puntos de crédito, varios cadetes ya habían hecho sus apuestas.

Esto dejó a Asher un poco incrédulo, pero pronto dejó de pensar en ello y se dirigió al siguiente profesor.

Después de un minuto recuperando la mayor cantidad de maná posible, Asher miró la esfera del profesor.

Era la última parte de la primera etapa de la evaluación. En esta parte, simplemente debía dejar salir un poco de maná para evaluar qué tan perfecto era su flujo de maná y cuán rápido podía liberarlo.

Por supuesto, esto podría agotar aún más a varios cadetes, por lo que se les daba diez minutos de descanso. Sin embargo, Asher solo necesitó un minuto para recuperarse y recuperar gran parte de su maná.

Este era el resultado del control de maná de un mago de sexto círculo y del avance hacia la primera etapa de la magia oscura.

Ciertamente, cualquiera diría que era increíble, pero Asher no prestó demasiada atención y rápidamente miró al profesor, quien estaba más que sorprendido por la rápida recuperación de maná de Asher.

Entonces, la voz del profesor llegó a los oídos de Asher una vez que estuvo frente a él.

"Deja salir el maná naturalmente y hazlo lo más preciso posible para que fluya rápidamente sin alterar su fluidez."

"Entendido."

Asher colocó su mano en la esfera y rápidamente liberó su maná.

Sin embargo, este era el verdadero potencial de Asher.

La primera etapa de la magia oscura que Asher había obtenido le permitió un control absoluto sobre su maná, lo que significaba que podía liberarlo lo más rápido posible sin alterar su fluidez.

Hizo lo que el profesor le indicó y dejó salir su maná a una velocidad increíble sin alterar su flujo.

El profesor abrió los ojos con asombro y, unos segundos después, Asher retiró la mano y miró al profesor, que simplemente estaba en shock.

Después de todo, este era el potencial en el que Asher destacaba en ese momento.

"Fluidez: 100%, velocidad de salida: 100%."

Entonces, cada cadete quedó sin palabras. Oriana se acercó a Asher, tan sorprendida como los demás, y dio la puntuación final.

"Obtuviste 100/100, cadete Asher, buen trabajo, sigue así."

Asher simplemente miró a Oriana con una amplia sonrisa y los ojos entrecerrados.

Sin embargo, Oriana interpretó esa sonrisa como si Asher estuviera preguntando: "¿Es suficiente para que me llames maestro, o no?"

Oriana solo pudo sonreír con amargura, sabiendo lo que Asher intentaba decirle...