—Punto de vista de Asher Frostblade.
Un silbido resonó cuando las piernas de Asher se tensaron y sus músculos se fortalecieron. Una ráfaga de viento sacudió el entorno y de pronto, apareció justo al lado de Elizabeth.
Sonido sordo.
Su puño se llenó de maná, el cual desbordó hacia su mano, dirigiéndose directamente a la mejilla de Elizabeth. Sin embargo, lo único que golpeó fue el aire. Elizabeth apareció a un metro de distancia, y sin perder tiempo, levantó la mano. Del suelo emergieron cadenas que se enroscaron alrededor de Elizabeth.
Una sonrisa apareció en su rostro y entonces...
Estallido.
Golpeó el suelo con su pie y todo tembló a su alrededor. Las cadenas se hicieron pedazos, volando por los aires mientras desaparecían lentamente, después de todo, estaban hechas de maná.
Con movimientos sombríos, Asher se adelantó y llegó a unos centímetros de Elizabeth. De sus manos surgieron cadenas que se dirigieron hacia ella, pero una vez más, Elizabeth desapareció.
Asher no podía... No podía asestar un solo golpe.
Sabía muy bien que le era imposible siquiera tocarla, pero ese no era su objetivo. Asher no solo había aprendido a luchar; también había dominado la habilidad que las hadas utilizan para dar masa y forma al maná.
De repente, en las manos de Asher aparecieron dos espadas. Estas estaban hechas de maná, al que le había dado forma y sustancia.
El maná fluyó nuevamente hacia sus piernas, tensando los músculos otra vez y entonces...
Swhoss.
Desapareció y balanceó ambas espadas.
Clank.
Simplemente tocaron el suelo al no encontrar a su objetivo, pero sabía que Elizabeth aparecería a su lado. Más espadas se materializaron, llenando sus alrededores. Elizabeth abrió los ojos, pero sin darse cuenta, algunas espadas estaban a centímetros de su cabeza, listas para tocarla.
Miró hacia atrás y vio dos espadas. Sus manos se movieron en un instante y las espadas desaparecieron, pero eso fue tiempo suficiente para que Asher se acercara.
Empuñando con más fuerza, movió la espada hacia el lado izquierdo del brazo de Elizabeth.
El aire silbó y una línea blanca apareció en ese momento, la espada se movió velozmente.
Elizabeth reaccionó, y en un parpadeo, movió su cabeza; la espada de Asher pasó a un milímetro de tocarla.
Elizabeth apareció detrás de Asher.
"Tsk..."
Asher chasqueó la lengua mientras giraba su torso y movía rápidamente ambas espadas hacia atrás, justo donde Elizabeth había aparecido. Sus pies se movieron velozmente, pero Elizabeth volvió a desaparecer.
"Mierda..."
Sin embargo, movió su mano nuevamente y cadenas aparecieron a su alrededor, enroscándose en todo el espacio. Luego, creó un hueco para pasar, y ahí estaba Elizabeth, en medio de todas las cadenas.
Asher entonces concentró el maná en su mano y lo moldeó en forma de flecha. En un instante, lanzó no solo una, sino varias flechas al mismo tiempo mientras se acercaba a Elizabeth con un giro de su espada.
¡Estallido!.
Giró su torso al ver que nuevamente había cortado el aire y las flechas solo habían tocado el suelo.
Entonces, Elizabeth presionó su dedo contra una de las espadas de Asher y...
Crujir.
Pedazos de maná se desprendieron de la espada. Asher balanceó la otra espada, pero nuevamente Elizabeth presionó con su dedo, desintegrando la segunda espada.
Crujir.
Cadenas surgieron de sus manos en ese instante mientras corría a toda velocidad. Apretó el puño y lo dirigió hacia Elizabeth, mientras las cadenas intentaban acorralarla.
Asher se acercó, finalmente logró estar a unos centímetros, su puño se llenó de maná y las cadenas se tensaron. Estaba a punto de dar un golpe.
Sin embargo, de pronto, todo desapareció. Incluso su puño, que se redirigió al suelo, y las cadenas se hicieron pedazos mientras la figura de Elizabeth se volvía borrosa y reaparecía justo detrás de Asher, presionando su dedo contra su cabeza.
¡Estallido!.
En un instante, Asher cayó boca abajo con una presión increíble. Su cabeza se hundió en el suelo, y aunque sus manos seguían apretando, nada fue posible.
Entonces, finalmente, todo terminó.
"Suficiente."
La voz de Encrid llegó a los oídos de todos, y de pronto, todo se detuvo: el sonido y los escombros que caían. El maná dejó de fluir desde Asher.
"Haa..."
Crujir.
Asher se levantó del suelo.
No tenía heridas, pero su rostro, su cuerpo y su cabello estaban sucios.
Miró al suelo y observó el pequeño agujero que había dejado tras su impacto anterior.
Luego, Asher miró a Elizabeth, quien simplemente observaba a Encrid.
Pero Asher lo notó.
"Logré rasguñarla."
Vio una pequeña zona dañada en el hombro de la ropa de Elizabeth.
¿En qué momento había ocurrido eso? Casi nunca intentó golpear el hombro de Elizabeth; sus ataques se dirigían más a su torso y rostro, mientras que las cadenas se enfocaban en sus piernas y manos.
Entonces, ¿cómo fue posible ese pequeño rasguño?
"Haaa..."
Suspiró y luego se limpió la ropa. Era el uniforme de la academia, y dado que era de color negro, la suciedad se notaba con claridad.
Volvió su atención a Elizabeth, quien finalmente se percató del pequeño rasguño.
"¿Cómo...?"
Su mirada se dirigió a Asher, y él la devolvió.
"¿Cómo?"
Fue la única palabra que pronunció.
Fue suficiente para que Asher comprendiera la situación. Ella estaba sorprendida.
Aunque ni siquiera él mismo se dio cuenta de en qué momento había golpeado esa parte, solo hubo dos golpes que se dirigieron allí.
"Entonces fue cuando golpeé con toda mi velocidad."
Era una idea, pero la dejó ahí. Lograr rasguñar, aunque sea la ropa de Elizabeth, contaba como un golpe.
***
—Cambio de escena.
De nuevo en la sala, un silencio envolvía el ambiente mientras Asher se limpiaba el rostro y el cabello.
Estaba completamente sucio, al igual que su ropa. Después de unos segundos, miró a los demás.
"¿Cómo lo diremos?"
En ese momento, estaban discutiendo cómo anunciar al reino de las hadas la partida de Elizabeth al mundo de Alpheas.
"Mmm, quizás deberíamos dejar a alguien de confianza."
"Tengo a alguien en mente."
Elizabeth y Eliza eran las que conversaban. Gloriana y Asher estaban sentados, simplemente observando a las dos hermanas, mientras que Encrid estaba en el otro extremo de la sala, perdido en sus pensamientos.
De hecho, habían pasado unas horas desde que Isabella salió de la sala y no había regresado.
Encrid, por supuesto, estaba preocupado, aunque no lo mostraba. Sin embargo, Asher lo sabía.
Fue entonces que se levantó.
"¿Adónde vas?"
Gloriana preguntó, y Asher la miró.
"Volveré en unos minutos."
"Está... bien."
"..."
Asher notó el repentino cambio de actitud de Gloriana.
¿Por qué se puso así de repente solo porque él se va?
Sin embargo, no le prestó atención; sus pensamientos estaban más centrados en saber dónde estaba Isabella.
Salió de la sala y vagó por los pasillos, revisó cada habitación y no estaba, luego se dirigió a los balcones de las habitaciones y tampoco la encontró.
Finalmente, vio una puerta un poco diferente.
Asher, siguiendo sus instintos, caminó hacia la puerta y giró la manija.
"Isabella."
Pronto vio a Isabella sentada en una cama blanda y espaciosa. La habitación estaba decorada con muebles, y un balcón se encontraba justo enfrente. Sin embargo, Asher centró su atención en Isabella.
Ella entonces lo miró y se levantó, dirigiéndose hacia él, pero parecía dispuesta a salir rápidamente de la habitación.
"Espera... ¿Adónde vas?"
Asher extendió su mano e impidió que Isabella saliera. La miró, pero ella evitó hacer contacto visual.
"¿Qué le sucede?"
"¿Por qué actúa de forma tan extraña?"
Encrid tenía razón; Isabella estaba actuando de manera extraña, y no parecía dispuesta a responder.
Asher la miró entonces con ojos fríos e indiferentes.
"..."
Finalmente, ella lo miró. Sus ojos recorrieron rápidamente su rostro, pero pronto desvió la mirada nuevamente. Sin embargo, Asher notó que ella se estaba mordiendo los labios; sus ojos parecían llenos de tristeza.
¿Qué le sucede?
¿Por qué actúa así de repente?
¿Por qué parece que está a punto de llorar?
Era realmente extraño. Asher nunca había visto este lado de ella. Siempre había sido distante y fría, sin emociones. Sin embargo, cuando hablaba, parecía diferente, especialmente con Encrid.
¿Qué le sucede?, pensó Asher rápidamente.
Entonces, Asher recordó algo que una vez en su vida pasada lo había calmado.
Su amiga Amelia siempre estaba a su lado en los momentos difíciles de su vida anterior, y solía hacer algo que, de alguna manera, tranquilizaba a Asher.
Fue entonces cuando decidió rodear a Isabella con sus brazos y la abrazó.
Por supuesto, nunca antes lo había hecho. Esta era la primera vez que abrazaba a alguien por su cuenta, ya que anteriormente había sido abrazado por Isabella, pero fue ella quien lo abrazó, no él.
Amelia solía hacer esto con Asher, y ahora él pensó que tenía que hacerlo también.
Entonces, Asher escuchó algo...
Goteo, goteo, goteo.
Lágrimas cayeron al suelo, haciendo un pequeño eco en el silencio del lugar mientras él mantenía a Isabella en sus brazos.
Y así continuó.
"Lo siento..."
Sus palabras llegaron a los oídos de Asher.
"..."
"Está bien... No sé qué sucede, pero..."
Sin embargo, sus palabras quedaron ahí. Asher no era del tipo de personas que suelen tener este tipo de sentimientos ni de las que intentan consolar a alguien.
Pero, por supuesto, más o menos sabía qué hacer.
Y eso era mantener a Isabella abrazada por un buen rato, mientras sus lágrimas caían al suelo haciendo eco.
***
—Cambio de escena.
"Huam..."
Finalmente, Asher había dejado el mundo de las hadas. Ahora había regresado a la academia junto con Gloriana y una nueva integrante.
Elizabeth estaba a su lado. Asher la miró; su tamaño era como el de su mano abierta, y notó que Elizabeth estaba sentada en su hombro izquierdo.
"Es extraño."
Simplemente no sabía qué decir. Antes de que regresaran, Elizabeth había dejado el control del reino en manos de Cefir como reina temporal.
Ella, por supuesto, no entendía por qué, pero Elizabeth le explicó la situación, aunque Asher no sabía exactamente de qué situación hablaban; sin embargo, no le prestó mucha atención.
Rápidamente salió de la sala donde estaba la puerta de teletransporte y se dirigió al salón del comité disciplinario.
Al igual que Elizabeth, Eliza también estaba en el hombro de Gloriana; ambas hermanas estaban en los hombros de sus contratistas.
Salieron de la sala y caminaron por los pasillos de la academia. Pronto, Asher y Gloriana salieron de la academia y finalmente llegaron a los dormitorios.
"Hasta mañana."
"Adiós."
Sin más que decir, se despidieron. Era de noche, exactamente la medianoche.
Crujir.
Asher abrió la puerta y finalmente vio su habitación. Encendió las luces y se sentó en su cama. Luego, miró a Elizabeth, que seguía en su hombro.
"¿Por qué no te bajas?"
"..."
Ella lo miró, pero no dijo nada.
Entonces se puso de pie, se elevó en el aire y se colocó justo frente a Asher. Sus ojos oscuros lo observaban fijamente.
"Ejem... No es que me importe, pero estuviste sentada en mi hombro desde que salimos de tu reino."
"¿Y qué?"
"No, nada más."
Ella dejó de mirarlo, observó a su alrededor y habló.
"Eres una persona ordenada."
"Por supuesto, no me gusta el desorden."
"..."
Ella lo miró con el ceño ligeramente fruncido.
"Un humano algo raro."
Murmuró, aunque Asher la escuchó, pero no dijo nada.
Parecía que Elizabeth no estaba del todo de humor en ese momento. Había dejado su reino y su mundo para estar al lado de Asher, pero era necesario.
La Grieta Dimensional se abriría en algunos años, y debía ser de ayuda.
"Te dejaré claro esto."
Ella lo miró entonces fijamente.
"Si te encuentras en peligro o tu vida está en peligro, no te ayudaré. Las hadas no ayudan a los humanos a resolver sus problemas, ¿entendido?"
"Lo entiendo."
Sin embargo, no es que Asher vaya a estar en peligro todo el tiempo... ¿Verdad?
"Haa..."
Suspirando, Asher se tumbó en la cama y miró al techo.
Mañana... Mañana comienzan las verdaderas clases de la academia, y a partir de mañana, se entregarán los puntos de crédito a los cadetes. Por supuesto, eso significa que tendrán que obtener puntos de crédito para hacer sus compras necesarias, como comida u otras cosas.
Sin embargo, también podrán entrar en las mazmorras para conseguir puntos de crédito. Mañana empieza lo verdadero y lo que realmente enseñan los profesores a los cadetes.
Entonces, las luces se apagaron y Asher cerró los ojos...
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Fin del volumen 2.
Finalmente llegué al capítulo 100. Ha pasado bastante tiempo desde que empecé esta historia.
Les digo esta vez que esta historia la tenía pensada simplemente para aprender y mejorar mi escritura en las novelas web.
Les agradecería si dejaran su opinión sobre si realmente mi escritura ha mejorado bastante comparado con el capítulo 1 de la novela, y también qué opinan del segundo volumen, si les gusta o no. Dependiendo de sus respuestas, decidiré si seguiré escribiendo esta historia con Asher.
Les agradecería si dejarán su reseña.