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Chapter 63 - Capitulo 63 Evaluación de habilidades [ 3 ]

—Punto de vista de Asher Frostblade.

Asher miró la arena de combate. Aún miraba con extrañeza a ese tipo llamado Grey, que estaba sentado a su lado. Extrañamente, los dos hablaron al mismo tiempo, lo que tomó a Asher por sorpresa.

Por supuesto, no es que estuvieran pensando lo mismo ni nada por el estilo. Simplemente, ambos hablaron de una manera que parecía como si estuvieran conectados, y sus pensamientos sobre el combate de los cadetes que estaban presenciando fueran algún tipo de vínculo entre ellos. Ambos analizaron los movimientos de los dos cadetes y supusieron que el combate estaba decidido.

Asher pensó eso, pero Grey lo sorprendió al pensar lo mismo que él.

Era algún tipo de conexión entre los dos.

O tal vez ambos piensan igual, al menos en lo relacionado con el combate.

Por otra parte, Grey también pensó lo mismo que Asher.

"¿Qué demonios fue eso?"

Fueron sus pensamientos mientras observaba el combate en la arena.

Llamas llenaron la arena de combate, parecía una inundación de fuego que se expandía por toda la arena. Por otra parte, el otro cadete estaba en gran desventaja debido a su afinidad con el aire.

Es una desventaja tan abismal. El aire sirve como combustible para el fuego, de eso todo el mundo estaba seguro, y Grey y Asher lo sabían a la perfección.

"Ya casi terminan", habló Asher, cruzando sus manos.

"Así es", respondió Grey, sabiendo que Asher tenía razón.

Mientras observaban el combate de esos dos cadetes, Gloriana estaba escuchando atentamente la conversación entre ambos.

"Parecen hermanos", pensó. Fue un pensamiento simple, pero parecía ser la verdad.

"Pero... él se ve lindo..." Otro pensamiento llegó a su cabeza.

Su rostro se tornó rojo como un tomate al pensar para sí misma.

"No, no, ¿por qué digo estas cosas?", se llevó ambas manos a las mejillas mientras entrecerraba los ojos, con el rostro ligeramente enrojecido.

Se sintió avergonzada.

Mirando la arena de combate, Asher pensó para sí mismo.

"Los combates son interesantes, pero no es lo que yo esperaba".

"Eso es obvio, enfrentaste a monstruos poderosos y, aun así, nada de esto te impresionó", dijo Encrid en la cabeza de Asher.

Por otra parte, Isabella habló.

"Ah, eso era más que esperado de ti".

"..."

Simplemente, Asher lo sabía de todos modos.

Sabía que no le impresionarían los combates a menos que fueran de cadetes de tercero a quinto año, que son muy fuertes.

"¿Pero no crees que se está poniendo aburrido ver estos combates?", sugirió Isabella.

Asher estaba muy consciente de eso, pero apenas habían llegado hace más de veinte minutos.

Suspirando, Asher continuó observando los combates durante unos minutos más.

"¿Qué tal si vamos al campus?", Luna sugirió en ese momento a todo el grupo.

"Sí, eso es mejor".

"Pienso lo mismo".

"Yo igual".

"Se está poniendo aburrido, así que vámonos".

Como era de esperar, los cinco aceptaron la oferta de Luna.

Después de varios minutos, combate tras combate, todo el tiempo que Asher pasó en la sección de combate se volvía más aburrido. Eran combates con un nivel de pelea muy bajo, sobre todo porque estaban luchando algunos magos de primer año que apenas podían usar magia.

No es de extrañar que algunas personas que conocen a Asher le pregunten por qué es un mago a una edad tan temprana.

Realmente, es extraño ver a magos de su edad, y Asher lo entendía por completo. Ser un mago joven significa talento, pero también implica ser muy inepto a la hora de usar magia, apenas pudiendo manejar el maná.

***

—Cambio de escena.

Los cinco continuaron caminando hasta que salieron de las instalaciones de la academia y se encontraban ahora en el campus de la misma.

Sus largos caminos adoquinados eran un buen lugar para perder el tiempo en caminatas relajantes.

Asher sentía la brisa fresca del aire recorrer su rostro.

Más allá, se veían muros de ladrillo, y detrás de esos muros, un denso bosque de altos pinos.

Después de todo, la academia estaba en medio del bosque conocido como Laosa.

Más allá de eso, Asher estaba acostumbrado a escuchar nombres extraños.

"¿Qué hora es? ¿Alguien tiene un reloj?", Luna preguntó mientras miraba al resto.

"..."

Como era de esperar, Asher estaba desinformado sobre este asunto. Todo este tiempo había leído la hora mediante la posición del sol, sin saber que existían relojes en este mundo.

Su rostro quedó en blanco.

Grey, en ese momento, se apartó un poco la manga larga que le llegaba hasta la muñeca del traje de la academia, de color negro.

Dejó ver un espléndido reloj dorado que rodeaba su muñeca.

"Son las 9:38", respondió Grey a la pregunta de Luna.

Fue extraño para Asher; parecían ser más de las diez. Quizás era por el clima o por sus pensamientos.

En fin, los cinco caminaron por los caminos del campus, observando cada parte de este en su trayecto, encontrándose con varios cadetes, algunos saludando a Gloriana, Luna, Emilia y, extrañamente, a Grey.

"Es alguien famoso."

"Pero, ¿por qué no me suena su nombre?"

Pensando para sí mismo, Asher le echó un vistazo a Grey.

"No me suena su nombre, entonces, ¿su apellido?"

Quizás la única forma de saber quién es sería a través de su apellido; tal vez es de una familia famosa y muy reconocida, o incluso un miembro de las diez grandes familias.

"Disculpa por preguntar, ¿cuál es tu apellido?", preguntó Asher sin rodeos a Grey.

"Grey Elaris", respondió él al instante, sin mirar a Asher.

"Entonces es de la familia Elaris, magos del elemento tierra, eh", pensó Asher mientras se frotaba la barbilla.

En ese momento, Asher estaba rodeado de personas importantes: una de la realeza, y los demás, miembros de las diez grandes familias.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Asher. Era curioso ver que tenía amigos con estatus tan alto, aunque eso no lo podía decir de Grey; apenas lo conocía y ni siquiera se llevaban la palabra entre ellos.

Era algo innegable para Asher.

"Mmm, ¿cuál será la prueba, ustedes qué creen?", habló Emilia.

Luna respondió al instante.

"Quizás sea para demostrar nuestras habilidades."

"Como mostrar lo que somos capaces de hacer con el maná y cómo lo usamos", añadió Gloriana tras las palabras de Luna.

"Tiene sentido, no sería raro que la prueba fuera esa", dijo Emilia, mirando a Gloriana.

De hecho, las tres chicas estaban en lo cierto. La prueba sería, en esencia, una demostración de la competencia y talento de los nuevos cadetes de primer año.

"Por supuesto que será una prueba de habilidades."

En ese momento, Grey habló.

"Eso es verdad. Normalmente, sería una prueba para que los profesores sepan qué cadete es el más adecuado y talentoso."

Asher habló, sabiendo más o menos lo obvio que sería la prueba. Después de todo, en la sección de reuniones se había hablado un poco sobre ella, aunque no especificaron de qué trataría, pero era más que obvio que sería de habilidades.

"Sí, pero, ¿por qué una prueba difícil? Apenas somos unos magos recién despertados", dijo Luna.

De hecho, para ellos es así, pero yo tengo casi un año de experiencia en el combate mágico, aunque pasé más tiempo usando la espada que la magia durante seis meses.

"Miren, ahí podemos sentarnos un rato", sugirió Emilia, señalando un lugar con asientos espaciosos justo frente a un jardín de flores, cerca de una fuente de agua.

Rápidamente, todo el grupo de cinco se sentó y contempló las maravillosas flores. Algunas eran rosas, otras grandes, había algunas moradas, amarillas y violetas, cada flor colocada en un lugar especial, creando una hermosa combinación. La fuente de agua, situada en el centro del jardín, dejaba caer gotas que alcanzaban los pétalos de las flores, creando un pequeño arco iris.

Asher miró con una sonrisa el jardín frente a él, pensando para sí mismo:

"Creo que es la primera vez que me gusta un jardín así."

"Genial, tenemos los mismos gustos, pequeño", dijo Isabella al instante.

De hecho, es molesto para Asher que Encrid e Isabella puedan escuchar sus pensamientos.

Es molesto, y mucho.

"No le veo ningún sentido a eso."

"Eso lo dice un idiota como tú, me lo esperaba."

"Eh, no, eso no es lo que piensas, sé que son las flores, es en verdad..."

"Sí, sí... Te creo, maldito imbécil."

"..."

Al escuchar a Encrid e Isabella discutiendo por algo relativamente estúpido, Asher sonrió alegremente por lo sucedido. Es gracioso, en cierto sentido.

En ese momento, Luna se levantó y se colocó frente al grupo, con los labios fruncidos.

"Hay una tienda de bebidas, ¿quieren algo?"

"Eh, bueno, me gustaría un batido de fresa."

"Lo mismo para mí."

"A mí igual."

Las tres chicas pidieron lo mismo.

"Yo... Solo agua."

"Y para mí, un café."

"..."

"..."

"..."

Mirando la expresión de las tres chicas, Asher se quedó en blanco, sin poder entender por qué ellas tres lo miraron a él y a Grey de esa manera.

"Pft."

"Prf..."

"..."

"..."

Grey y Asher observaron a las tres chicas que se tapaban la boca cuando un sonido salió de ellas. Fue claramente una pequeña risa por parte de las tres.

"¿Qué fue eso?"

"No lo sé."

Grey y Asher intercambiaron palabras ante la reacción de las tres chicas. Fue muy extraño para ambos.

Relativamente extraño.

***

—Cambio de escena.

—Punto de vista de Oriana Mengral.

Caminando por los pasillos después de terminar una reunión con los profesores de la academia, los pasos de Oriana resonaban mientras avanzaba sin rumbo por los pasillos.

Había sido un día muy ajetreado para ella: reuniones, trabajo en su oficina, organización de la prueba, etcétera.

Con los ojos medio cerrados, Oriana caminó hasta detenerse en una tienda. Algo le llamó la atención; no, de hecho, era algo que le encantaba comer a diario.

Al entrar en la tienda, miró fijamente un dulce de menta.

"Me llevaré cinco... no, mejor que sean veinte", dijo con una sonrisa mientras miraba al hombre de la tienda.

"..."

El hombre miró a Oriana de forma extraña.

¿Quién en su sano juicio come tantos dulces de menta? Ni siquiera un niño lo haría, pero Oriana tiene un problema con los dulces. Por supuesto, es su hábito comerlos en cada momento que puede.

"E-Está bien..."

Luego de unos segundos, el hombre le entregó los dulces de menta a Oriana.

"Son 25 puntos de crédito."

"..."

Ella no pensó que sería tan caro, en realidad.

Después de pagar los 25 puntos, Oriana continuó caminando.

Se metió un dulce de menta de color azul claro en la boca. En ese momento, una sensación helada y refrescante recorrió cada parte de su boca mientras lo saboreaba lentamente.

"Es tranquilizante."

Era un hábito comer dulces de menta solo para relajarse de todo el estrés en el trabajo. Los dulces de menta son sus favoritos, y lo han sido desde que era niña.

En cuanto terminaba un dulce, rápidamente le quitaba el envoltorio a otro y se lo llevaba a la boca al instante.

"Mmm..." Mientras miraba por la ventana, Oriana observó a un grupo de cadetes que conversaban entre ellos.

"Je", una pequeña risita escapó de sus labios cuando vio a un cadete en especial.

"Te ves como un tonto."

Definitivamente, lo pensó cuando observó al cadete. Los demás se estaban burlando de él. Quién sabe de qué hablaban, pero por la reacción del cadete, Oriana tenía una vaga idea de por qué se burlaban de él.

"Tiene un hábito extraño de beber café..."

De hecho, ella misma no debería decir eso. Igual que el cadete, también tiene su hábito extraño de comer muchos dulces al día.

"No debería decirlo", reflexionó sobre sus palabras al ver la bolsa de plástico llena de dulces de menta que sostenía en sus manos.

"Jeje..."

Pero es gracioso; no, de hecho, era tan gracioso que no podía contener su risa.

"Pft... No... No debo reírme."

Se detuvo y luego regresó a su estado normal. Por algo tan simple estaba a punto de perder el control de sus emociones.

No, decidió dejarlo, y entonces apartó la mirada del grupo de cadetes y siguió caminando.

Al entrar por unas puertas, vio que del otro lado varios cadetes deambulaban por todas partes.

Se encontraba en los pasillos de los salones donde, a partir de ahora, daría clases de magia.

Al entrar en uno de los salones, se paró en medio del podio.

Justo frente a ella, los asientos subían en gradas, y los últimos ofrecían una gran vista hacia el podio donde Oriana estaba.

El área del podio era espaciosa, con el tamaño suficiente para hacer demostraciones y otras actividades.

"Será interesante."

Un pensamiento sobre un cadete cruzó por su mente.

"¿Qué tan bueno serás?"

Pensó en el cadete, sabiendo que él tenía un talento incomparable, y una sonrisa apareció en su rostro mientras observaba todo el salón antes de salir...

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