Marzo - 2016
Yo soy pablo, vivo al norte de Alemania y tengo 15 años, tengo una buena vida a pesar de todo, únicamente me preocupa que se diga que pronto empezará una guerra.
Mi madre y mi padre son agentes del ejército, sé que su trabajo se vera afectado si empieza una guerra pero no hay nada que ellos no puedan arreglar.
Mi padre dice que está orgulloso de mí y quiere que me una al ejército el año entrante aunque mi mamá se opone a ello, espero que no se enfrenten por mi culpa; en realidad yo preferiría ser médico, creo que es el único trabajo en el que las personas son realmente útiles.
8 años después...
La guerra lleva 35 días, mis padres se despidieron de mi hace 35 días y no sé nada de ellos, algunos oficiales volvieron pero ellos no; la guerra no terminará pronto por lo que dicen... Espero que estén bien
3 meses después....
Estoy sentado en el sillón del fuerte que construyeron mis padres para mi, pocas personas tienen su ubicación entre ellos el tío Shawn.
Desde el megáfono del exterior se escucha:
/Ojo de Águila tuerta y patas de cabra/
Esa es la contraseña que mis padres me dijeron que utilizarían al volver, me apresuró a abrir la puerta pero me encuentro con Shawn, quien me mira serio y me pregunta si puede entrar.
Shawn: Pablo, ¿como estás?
Pablo: Estoy esperando noticias de mamá y papá; pero aún no se sabe nada
Shawn: Por eso estoy aquí, ellos han sido capturados por el enemigo y llevados a su territorio, la ubicación es desconocida y a estas alturas sospechamos que están muertos, lo siento mucho.
Pablo: eso es imposible, ellos prometieron volver a salvo, es imposible
Shawn: No es tiempo de lamentos, sabes que el deseo de tu padre es que te unas al ejército, he venido para que juntes tus cosas y vengas conmigo, sé que el te entrenó y que juraras lealtad a nuestra bandera.
Pablo: No juro lealtad a la bandera, juro que contrare a mis padres y cobraré venganza contra los responsables.