Todos observaban a la distancia como lentamente la policía comenzaba a retirarse dejando a pocas personas para custodiar mientras los demás se apresuraban a las delegaciones a realizar informes o entregar algunas cosas para irse a descansar.
Una sonrisa se les dibuja en el rostro se estaba aproximando el tiempo para ir a buscar lo que tenían guardado antes de que alguien curioso lo encontrara estaban tranquilos porque era difícil encontrarlo.
En ese momento vieron que de repente los policías comenzaban a retrasar su partida, de repente escucharon como uno de ellos chasqueaba la lengua indicador de que algo andaba mal, volvieron a ver hacia donde estaba sentado en ese preciso momento giro el monitor de la laptop enseñándoles que por medio de unas cámaras ocultas que habían instalado en algunos perímetros se mostraba como policías en moto y automóvil daban vueltas haciendo círculos pequeños y grandes.
Mierda qué diablos estaba pasando y como si fuera una plegaria que habían dicho vibro un celular, el dueño de este lo observo formándosele una sonrisa de medio lado los Axtalaxs habían escuchado su grito agonizante.
Los presentes entendieron que algo bueno había pasado viéndolo fijamente para no perderse ningún detalle lo observaron unos segundos hasta que él dijo –Iré a ver cómo está la situación desde adentro mi jefe me escribió para que ayudara a cuidar una de las zonas.
Ninguno pudo evitar sonreír todo se estaba alineando él podría hacer las cosas mucho más fáciles, vieron como salió corriendo del edificio para ir al lugar de los hechos…Antes de irse saco una billetera de la guantera donde tenía sus identificaciones.
Mientras lo veían partir uno de ellos negó con la cabeza esto se estaba complicando cada vez más, al ver que tomaba un taxi a dos cuadras de donde estaba y se alejaba sintió una sensación de malestar sabia con total certeza que trabaja con una organización especial de investigación de crímenes sin resolver o especiales.
Ahí solo ingresaba la elite de la elite, hubo un grupo famoso de ellos, pero se habían disuelto o retirado, pero otros pensaban que se habían infiltrado dentro de la misma institución para sacar los corruptos que se encontraban escondidos adentro.
Pero hasta el momento parecía que eran solo rumores, nadie había sido echado porque el primero hubiera sido él que se acababa de ir y únicamente lo habían subido de rango logrando entrar al tercer equipo de la organización era lo mejor de lo mejor solo los otros dos se comparaban a ellos y los catalogaban por rangos no porque no fueran igual de capaces sino porque tenían habilidades únicas en cada unidad.
Vio, como se detenía el taxi delante de las patrullas en ese momento enseño las credenciales pregunto por el encargado, logro ver como con paso firme se acercó a él. Con un movimiento disimulado al enseñar las credenciales activo el micrófono oculto que tenía en ella para que ellos pudieran escuchar claramente.
–Soy de la unidad tres necesito que despejen el área mi gente se encargara cuando lleguen, en ese momento se oyó el sonido simultaneo de dos celulares.
El policía reviso el mensaje comprobando que le solicitaban no retirar unidades, órdenes del Jefe Marsharll y cualquier cambio tenían que notificarlo ante él.
Al sacar su celular notó que su Jefe le solicitaba que reforzara la seguridad, en ese momento inclino la cabeza tocando su oreja y tosió dos veces aclarándose la garganta al oír esto el policía hizo señas a uno de sus compañeros para que trajera agua.
Pero, aunque para algunos esto era una acción normal, para los que escuchaban sabían que indicaba que hicieran algo, rápidamente ingresaron a otro dispositivo y vieron el msj. Entonces lo eliminaron para que de esa manera pareciera que nunca lo había recibido.
Desde hace bastante tiempo lo estaban usando era un dispositivo viejo que utilizo algún familiar que parecía que se había descompuesto pero lo lograron activar y como no estaba registrado en la organización de crímenes lo podían utilizar para desaparecer textos, otros trucos bien divertidos.
Tomo la botella de agua dando un sorbo de ella volvió a ver la pantalla del celular, al ver que no había nada sonrió satisfecho.
–Bueno, por favor hagan lo que les digo Oficial…
–Teniente Marshall, lo interrumpió rápidamente sin perder tiempo dijo –Lo siento no puedo dar esa orden, mis superiores me indican lo contrario.
–Obedezca o le abriré un expediente disciplinario sino me encargare de removerlo de su puesto por obstruir nuestra operación le queda claro.
Dijo con un tono lleno de amenaza casi violento acercándose un paso al Teniente Marshall pero este era un hombre que había tenido una vida lleno de retos que no se dejaba intimidar fácilmente.
–Sabe conozco los tipos de tu clase, no me importa quien seas o el cargo que lleves, pero las ordenes de mis jefes son ley que están escritas en piedra…hizo una pausa y dando otro paso hacia el frente para quedar cara a cara, bajando el tono de voz dijo – hare lo que me ordenan y tú tienes dos malditas opciones esperar que yo confirme tu orden con mis superiores o irte y traérmela escrita…Achicando los ojos apretó la radio y dijo chicos quiero que intensifiquen la seguridad no se muevan o cambien de rumbo sin mi autorización.
De repente todos alrededor quedaron atentos al ver que tomaban a su jefe de la camisa con violencia –No me provoques y sigue mis órdenes no eres nadie para oponerte.
–Eres sordo o idiota, te di las dos opciones elije una y vete a la mierda nadie te obedecerá sin antes tener mi permiso… y con rudeza quito las manos de su atacante con violencia –No te atrevas a volver a tocarme o iremos a la policía ambos por agresión a oficiales.
Los presentes vieron como el lanzaba violentamente la botella al suelo y apretando el puño lo levanto para golpearlo, pero en ese momento escucharon la voz de una mujer que decía – La testosterona está demasiado alta aquí dijo en un tono jocoso, pero de repente cambio a un tono cortante –Detente o yo misma te detendré por violencia e insubordinación a las órdenes de los superiores.
Todos volvieron a ver hacia dónde provenía la voz y se sorprendieron al ver que la dueña era una mujer de estatura baja con unos impresionantes ojos negros que con un ágil movimiento saco sus credenciales enseñándosela al Teniente Marshall los separo a los dos con fuerza.
–Ahora quien me va a explicar, dijo en un tono que parecía dulce pero no dejaba duda de que no soportaría estupideces.