Después de ir al baño se sintió un poco más refrescada viendo la hora en su reloj de pulsera comprobó que desde hace varias horas no comía nada y todavía le faltaban unas tres horas y media de servicio, podría hacer unos cafés y algo de comer para llevarlo a la sala para compartirlo con su compañera.
Conociendo al director del hospital y sabiendo lo estricto que era con todo el personal que iba a trabajar a esa área sabía que la alacena y refrigerador estarían generosamente abastecidos para que no tuvieran la necesidad de ir al comedor o los restaurantes del primer piso del hospital, así la seguridad se maximizaba y las rondas solo se hacían con personal de confianza del Director del Hospital.
No era un secreto que esa área era totalmente exclusiva, por eso siempre elegían el personal más discreto y confiable para estar ahí, sin dudarlo prefirió antes de ir a la sala de descanso revisar rápidamente la tarjeta del horario y vio que faltaba una hora para que las doctoras llamaran para preguntar sobre las ingresadas, si estaban dormidas no vendrían hasta el horario estipulado
Bueno sin perder tiempo salió de la sala donde estaba el baño para ingresar a la de descanso, cuando abrió la puerta noto una sombra asustada cerro y abrió los ojos para ver a su compañera desconcertada viéndola.
Estaba tan distraída haciendo los bocadillos y el café que no escucho el sonido de la puerta al abrirse hasta el momento que choco con la pared, volvió a ver para comprobar que había sido su compañera, se le comenzó a dibujar una sonrisa de burla al verla abrir los ojos despacio.
–¿Qué te pasa? ¿Te asustaste por lo silencioso del lugar?
–No molestes, estabas dormitando cuando salí al baño dijo con cara de enfado.
–Sí, pero me desperté con hambre comprobé a las muchachas, pero no dieron señal de reaccionar, además bloqué la puerta por aquello que despierten…Bueno abría un problema que tu no la andarás tu tarjeta. Sin decir palabra saque la tarjeta y se la enseñe al verla sonrió.
–Mira ya está la comida lista comamos y tomemos el café tranquilas después volvemos, pero primero mientras están los bocadillos calientes ayúdame a guardar el resto. Tranquila entre las dos lo haremos más rápido.
–Pero…
–Tranquila el sedante que le dieron a ambas es tan fuerte que se estima que hasta mañana van a comenzar a reaccionar porque creer que las doctoras no están acá, mira mientras discutimos ya abríamos terminado dejamos las cosas después arreglamos.
–Bueno, tienes razón si aseguraste la puerta no saldrán sabes que a veces estas pacientes se despiertan muy asustadas y pueden ser agresivas.
Tomamos asiento en la pequeña mesa del salón cuando sentí que mi audífono se había apagado, comencé a revisar y me di cuenta que había dejado el celular en el salón de las pacientes.
Dejando escapar un suspiro, me levante para ir por el celular…
Volviéndola a ver le dije –Ahora que pasa porque suspiras.
–Deje el celular en la sala voy a buscarlo.
–Ah no seas tonta lo dejaste con sonido.
–No en vibrador y ¿qué diferencia tiene eso?
–Mucha no las va a molestar, lo más seguro es que te quedaste sin batería y por eso se te desconecto el audífono, no perdamos tiempo comamos rápido.
Al volver la vista a la comida y oler los deliciosos panecillos calientes me decidí tienes razón comamos antes que esto se enfrié, pero rápido para volver con ellas.
En silencio comimos hasta acabar con todo lo que teníamos al frente, de repente ella se levanta y me dice espera voy al baño.
La vi como salió y se detenía con la puerta en las manos –¿Qué pasa? Sin volverme a ver me dice –¿Te recuerdas si cerramos las cortinas? Pienso un momento, pero no podía recordar –No, lo recuerdo.
–Yo tampoco puede que no sea nada, intenta de limpiar un poco mientras voy al baño.
–No cierres las puertas para ver si vemos alguna luz u oír algún ruido. Sin contestar detuvo la puerta ahí y fue al baño rápidamente comencé a meter todas las cosas al lavavajillas de vez en cuando veía hacia la habitación, pero nada.
Sin previo aviso escuche la voz de mi compañera decir –Listo vamos, ya estamos listas para aguantar unas cuatro horas.
Pero de repente sonó el teléfono del hospital, nos miramos y sin perder tiempo corrimos al que estaba frente al costado de la sala especial, –Buenas noches
Una voz seria y sin emoción nos indica –Porque contestan de ahí afuera.
–Doctor Ajax, lo que sucede es que las pacientes estaban dormidas y salimos un momento para ir al baño.
De repente dijo mi compañera –No deseábamos hacer bulla para no alterarlas.
–Okey, estoy con los demás doctores en la línea nos pueden informar por favor.
–Sí, doctor las pacientes están con signos vitales estables a la paciente embarazada le tomamos hace cuarenta y cinco minutos la frecuencia fetal también es normal.
–Además hace unos veinticinco minutos verificamos que la maquina les diera una pequeña dosis de tranquilizante a ambas.
–Perfecto. Se oyó la voz de la doctora decir –Nos veremos a la hora programada.
Conjuntamente respondimos –Si doctor.
Terminamos la llamada e ingresamos a la habitación colocando las dos tarjetas en las ranuras, escuchamos como se abría y cuando entramos oí que me susurraban cerca del oído –Que oscuro da un poco de miedo.
Sonriendo un poco moví la cabeza ella era muy buena pero no había estado en esta ala del hospital, pero era refrescante con cada ocurrencia que tenía con facilidad encontré el interruptor y abrí las ventanas entonces unas lámparas estratégicamente puestas en la habitación se encendieron tenuemente.
–Mucho mejor, rápidamente coloco las tazas de café en la mesa…te parece si las revisamos de nuevo.
Tomando con calma las tablas de nuestras pacientes verifique que hace 28 minutos habíamos chequeado me arrime a los pies de la cama y al verlas dormidas plácidamente negué.
–No déjalas dormir, no sabes desde cuando no lo han podido hacer escuche como una de ellas exhalaba entonces simplemente le indique que nos alejáramos para volver a sentarnos y de ese modo no interrumpir su descanso.
–Okey…viendo la tabla de su paciente noto que debería revisarla cada hora…
Entonces nos alejamos de ella y viendo las tablas ambas vimos que cada hora teníamos que chequear sus signos vitales, pero todo estaba bien no habían reaccionado sería una hermosa noche tranquila.
Pero ninguna de ellas noto, que el monitor de pulsaciones cardiacas estaba silenciado y menos que ambas jóvenes estaban sujetando fuertemente las sabanas rezando en no ser descubiertas porque las dos tenían la certeza de haber respirado muy fuerte.
Al oír que los pasos se alejaban supieron que las personas habían creído que eran sonidos que hacían mientras dormían se tranquilizaron y dejaron que sus mentes descasaran o era algo en el suero, pero eso ya no importaba ¡IBAN A SALVARLAS!
Sentándose en sus respectivos sillones y tomando sus libros observaron por última vez a las jóvenes para percibir cualquier movimiento que les dijera que iban a reaccionar…Sin tener ninguna señal prosiguieron a entretenerse para no caer dormidas.