En el inicio de los tiempos, mucho antes de que los humanos pudieran caminar por primera vez, mucho antes de que el planeta albergara vida, mucho antes del nacimiento de las estrellas, estaba la nada.
La nada era el vacío infinito donde no existía nada y a la vez existía todo.
No se sabe exactamente como se creó, sin embargo, un día la nada se convirtió en espacio/tiempo y con el espacio tiempo se creo la forma de vida mas grande que se conocía hasta ese momento.
Se trataba de los dioses o mas específicamente, el dios todo poderoso que se conoce.
Ha este dios, solo se sabe que se le conoce con el nombre de Abyss
Realmente se sabe poco del nacimiento del universo, sin embargo, se sabe que el dios creo cuatro reinos primordiales.
El cielo, el infierno, el Reino de los mortales y el reino espiritual.
Se sabe que cada uno de estos reinos tienen su propósito, sin embargo, solo el mismo Abyss sabe lo que cada uno significa.
Abyss era alguien misterioso, había cosas que no se entendían por que se hacían, había cosas que no parecían tener sentido, sin embargo, nadie lo cuestionaba ya que pensaban que Abyss era la ley absoluta, seguían sus ordenes tal como él les dijo que lo hicieran.
Para los seres primordiales, la lealtad a Abyss lo era todo, los primero seres, denominados como Arcángeles, fueron sumamente leales a Abyss.
Los Arcángeles se postraban ante Abyss y obedecían todas las ordenes que él les daba, así fueran malas ordenes, así fueran una basura de ordenes, ellos no cuestionaban su veredicto y acataban las ordenes de Abyss.
Los Arcángeles enseñaban a los Ángeles y los Ángeles enseñaban a todos a como adorar a su honorable Dios.
Nadie desobedecía su veredicto.
Nadie refutaba sus palabras.
Todos agachaban la cabeza y aceptaban lo que Abyss decía.
Estaba contento con sus creaciones, eran todo lo que él quería que fueran, leales soldados que hicieran todo lo que él quería.
Eran perfectos, sin embargo, fue un error del cual se iba a arrepentir en algún momento o quizás era parte de lo que ya tenia planeado, ya que uno de ellos no era como los demás que había creado, era alguien único y diferente...
Contento con sus creaciones, Abyss siguio creando mas y mas proyectos.
Unas cosas llamadas dragones, elfos, elfos oscuros entre otro sin fin de razas que denomino como mortales.
Todas eran interesantes, sin embargo, los humanos fueron aquellos que cambiarían para siempre su forma de ver el universo ya que ellos desarrollaron diferencias comparado con las creaciones anteriores.
Inteligentes, con gran instintito, desleales pero a la vez sumamente leales.
Los humanos eran libres en lo que querían hacer, no tenían magia o poder como un celestial pero tenían su inteligencia y libertad que los hacia mas fuerte que nunca, algunos se volvieron como sus otras creaciones, sin embargo, otra gran mayoría, seguía sus propios ideales y su propias convicciones lo cual sorprendió a la vez que intereso demasiado a Abyss.
Abyss tomo cierto amor por los humanos ya que ellos eran completamente diferentes a cualquier cosa que Abyss hubiera visto en su existencia.
Para Abyss era interesante el actuar de los humanos, pero para los Arcángeles, su actuar era simplemente repudiable y algo completamente inaceptable para los estándares que Abyss les habia enseñado.
Los Arcángeles fuero criados para la lealtad y para vivir honrando a Abyss, por ello, trabajaron arduamente para esparcir la palabra de su señor.
Todos eran leales, todos vivían para Abyss, sin embargo, estos miserables humanos solo vivían para ellos lo que era un acto de pecado imperdonable para los Arcángeles.
Por primera vez en sus vidas, los Arcángeles estuvieron en contra de los deseos de su padre, estos humanos no merecían vivir por que no honraban a su señor, por ello los Arcángeles intentaron hacerle ver a su señor lo equivocado que estaba con esas criaturas.
Le intentar hacerle creer que estas criaturas eran inferiores y que no merecían vivir en el glorioso universo que habían creado, sin embargo, fue la primera vez que enfrentaron la furia de su señor.
"¡Nadie me ordena absolutamente nada!"
"¡!"
Temblaron de terror al sentir como su poder infinito se filtraba atreves del infinito cosmos, por primera vez en sus vidas sintieron el terror de estar al borde de la muerte.
Sin embargo, eso desencadeno que mas y mas sentimientos, comenzaran a brotar de estos Arcángeles.
Lentamente, el papel de los Arcángeles fue completamente desplazado y sin rumbo, ocasionado que ellos fueran ahora herramientas sin utilidad.
Sus trabajos habían terminado y eso ocasiono diversos sentimientos negativos en cada uno de ellos.
Algunos de los Arcángeles se unieron para traer de vuelta a su amo, sin embargo, pronto se iban a arrepentir de ello y es que su amo ya no era el mismo de antes.
Estos Arcángeles intentaron lastimar a los humanos que tanto amaba su señor, sin embargo, él los descubrió y les dio el peor de los finales que uno puede imaginar.
Al final, todos notaron lo peligroso que era su señor, ya no era el mismo de antes y eso ocasiono el final de su lealtad.
Abyss ya no era el mismo de antes y este no era aquel que conocían, por ello, algunos de los Arcángeles tuvieron una misma ida entre ellos.
"Necesitamos un nuevo Abyss" y así fue como inicio el inicio del fin del creador...
Algunos cuantos querían al viejo Abyss, querían a aquel al que le fueron leal, sin embargo, había unas cuantas excepciones que fueron descubriendo lo increíble que era la libertad y entre ese mar de Seres que deseaban la libertad se encontraba un Arcángel que disfrutaba de la libertad.
Su nombre era Ryujin, el devorador.
Ryujin era uno de los 5 Arcángeles mas fuertes del universo, era parte esencial del poder del creador y uno de los seres mas temidos del universo.
Sin embargo, desde un inicio fue alguien diferente al resto, era mas similar a los humanos de lo que uno podia imaginar.
Ryujin era alguien muy diferente a sus hermanos.
No era tan leal a Abyss y era alguien que se cuestionaba si de verdad era correcto seguir las ordenes de su creador.
Las obedecía por que no había de otra que hacerlo, pero muy en su interior pensaba que sus decisiones no eran las correctas, por ello, Ryujin fue alguien que disfruto la nueva personalidad de su padre ya que ahora si podia ser libre y hacer lo que él deseaba.
O eso era lo que pensaba, pero su padre se interpuso en su camino.
De vez en cuando lo llamaba para que viera los humanos con él, a él verdaderamente no le interesaban, pero como seguía siendo su padre, Ryujin no tenia de otra que obedecer las ordenes de Abyss.
Generalmente no hablaban, si hablaban era de cosas muy cortas como por ejemplo de lo que pensaba de los humanos, de lo que pensaba de su propósito de vida y sobre que pensaba sobre el mismo.
Eran preguntas incomodas que Ryujin tenia que responder de una u otra forma, sin embargo, realmente no disfrutaba pasar el tiempo con su padre.
Así fue su relación, no era hermosa pero tampoco era tan mala como la relación de sus hermanos con Abyss.
No era tan malo estar así aunque no le agradaba pasar el tiempo con su viejo.
No entendía por que tenia que estar aquí aunque quizás el tiempo respondería sus preguntas.
"Ryujin ven aquí. Quiero hablar contigo"
"Esta bien..."
"..."
"¿Sabes por que te llame?"
"N-No..."
"..."
"Ya veo... Solo quiero que sepas algo que nadie mas puede saber...."
"¿Que es....?"
"Cuida bien de los humanos...."
"¿Eh...?"
"Y por cierto...."
"Perdón por todo lo que hice..."
"¡!"
No entendía el significado de sus palabras hasta ese momento, sin embargo, de un momento a otro se sintió un frio que no podia explicar, no entendía a Abyss, sin embargo, se podia decir que algo muy malo iba a pasar pronto.
Ese día Ryujin volvio a su hogar.
Sin embargo de un momento a otro alguien llego a su casa y le hablo con bastante histeria.
"¡Hermano!"
"¡¿Que sucede?!"
"¡¡Abyss!!"
Al escuchar eso, un escalofrió recorrió su espalda, inmediatamente fue al trono de Abyss donde siempre solía sentarse mientras dormía.
Ryujin tenia un mal presentimiento, sin embargo, no sabia por que lo sentia de esa manera.
Él voló inmediatamente hasta su trono esperando que no pasara lo que tenia en mente.
Sin embargo, al llegar, pudo notarlo. Pudo notar lo inevitable del asunto.
"...."
La lluvia caía, los truenos se escuchaban, el infierno, el cielo y la existencia en si lo sabia.
Abyss, había muerto.
O mas precisamente, había sido asesinado.
Ryujin hizo de todo para poder salvarlo.
Magia, su propio conocimiento e incluso intento darle su esencia de vida para intentar revivir al señor.
Sin embargo, nada pudo hacer para devolverlo a la vida, Ryujin suplicaba que volviera, sin embargo, su cuerpo yacente sin vida decía que era imposible que pudiera revivir., eso y el hoyo en su estomago indicaban que él señor había sido asesinado a sangre fría.
No entendía como, pero Abyss, un ser que tenia un poder infinito en su interior, un ser que era denominado como el mismismo creador de la existencia, un ser que era catalogado como el gobernante supremo del cielo, Ryujin no podia entender como este Ser tan poderoso había sido asesinado de esa manera, no entendía él por que había sucedido eso.
No tenia sentido nada, todos le eran leal a Abyss, todos alababan su imponente figura, todos rendían tributos a su amado señor, pero ahora al parecer habían olvidado todo eso y fue aniquilado sin piedad alguna.
Ryujin pudo ver una daga enterrada en su estomago y al ver la daga este quedo conmocionado ya que reconocía perfectamente esa daga.
"¡¿Imposible?!"
Impactado con lo sucedido, Ryujin saco la daga para corroborar si era lo que pensaba y al hacerlo pudo saber algo que lo conmociono aun mas
"¡N-No...!"
Ryujin no lo entendía en ese momento, pero pronto se iba a enterar de la verdadera naturaleza del poder.
El poder lo es todo y una vez te corrompe es imposible que vuelvas al camino correcto...
"¡¿Ryujin?!"
"¡!"
Con la daga en la mano Ryujin miro en la entrada del trono donde se encontraba uno de sus tantos hermanos.
"¡Iris.. y-yo-!"
No pudo terminar cuando su hermano grito con fuerza.
"¡¡Traidor!!"
Él apunto su espada contra su cuello impidiendo que Ryujin pudiera moverse, solo lo miro con ira mientras brotaban lagrimas de sus ojos.
"¡¿Por que?!"
"¡¿Por que lo hiciste?!"
"...."
Ryujin no pudo decir absolutamente nada, solo se quedo en silencio con diferentes pensamientos en su cabeza.
No quiera refutar por que había algo que no se podia negar.
El arma que mato a su padre era un arma de Ryujin.
¿Cómo llego hasta ahí?.
Él no lo sabe, sin embargo, las pruebas eran irrefutables.
Todos llegaron y vieron la horrible escena frente a sus ojos.
Algunos lloraron, otros gritaron de ira y algunos simplemente tenían ojos fríos y despiadados.
Un Arcángel, el cual parecia ser el mas fuerte de todos, se acerco, tomo su espada y con voz fría y furiosa dijo unas palabras irrefutables para el momento.
"¡Yo. El Arcángel numero 1, Gael, condena al Arcángel numero 6 a la pena máxima de todas!"
"...."
"Te condeno a la muerte...."