Pov Yamilet
Caminaba por un hermoso jardín, desconocía como había llegado ahí, debido que lo último que recuerdo es quedarme dormida en una cueva, seguí caminando hasta que vi a una hermosa mujer, tras acercarme más pude notar su cabello rojo y su delineada figura, corrí hacia ella pues sabía que era mi madre, ella se giró a verme, al estar frente a ella supe que estaba en un sueño ya que era el único lugar donde podía verla.
-Madre- hice una reverencia
-Hola hija mía, veo que has crecido mucho- ella me abrazo, correspondí feliz ya que añoraba un abrazo de ella
-Madre, me alegro de estar contigo- no pude controlar más las lágrimas y empecé a llorar
-Hija mía, ¿Sabes en donde está tu cuerpo en este momento?- me pregunto de repente, me separe de ella y la mire
-Si madre, está en lo profundo del bosque Smert-
-Bien, sabes a quien le pertenece ese bosque-
-Según tengo entendido le pertenece al Duque Zeita, ¿No?- la mire un poco confundida, porque de repente debería interesarme a quien le pertenece este bosque.
-Exactamente, pero si sabias que el Duque Zeita es un Dragón, ¿Verdad?-
-EL ES UN DRAGON?!?!?!?!?!?!-no podría creer que me metí el territorio de un dragón, y no es cualquier dragón es el Gran Duque Zeita, conocido por aniquilar más de 4 reinos con la palma de su mano/garra, en cuanto el me encontrara me regresaría de inmediato al pueblo más cercano o me llevaría a la capital del reino, entre más pienso las posibilidades más me muero del miedo, hasta que siento que me sacuden un poco, era mi madre llamándome.
-Hija, hija, HIJA, YAMILIET- al escuchar que me llama por mi nombre la miro y mis lágrimas que antes eran de felicidad se convierten en lágrimas de miedo.
-Madre que haré, no quiero morir a manos de esa criatura, y no quiero regresar a la capital- mi madre tomo mi rostro en sus manos y me obligo a verla
-Tu no morirás mi niña y tampoco te casaras con Lord Grabber, no sé por qué a tu padre se le ocurrió casarte con ese hombre- la mire con algo de duda pero mis lágrimas no dejaron de caer hasta que sentí una gran brisa en mi rostro, al principio me pareció extraño hasta que caí en cuentas de que mi cuerpo se estaba moviendo, entre más en pánico, tenía ropas ligueras y reveladoras, me sonroje bastante, me alegra que mi cuerpo no reaccione igual a cuando estoy dormida.
-Jajajajaja mi linda pequeña parece que te están rescatando de esa cueva-
-Espero que no sea alguno de esos caballeros o- me recorrió un escalofrió- Lord Grabber-
-Jajá, tranquila no es ese hombre ni los caballeros-la mire confundida.
-Entonces quien es-
-El dueño del bosque- me recorrió un escalofrió tras escuchar eso
-Tranquila hija mía, él no te ara nada malo-
-Como estas tan segura madre- la mire, ella no es de las que suelen confiar en gente desconocida
-Digamos que es mi instinto de madre- sentí como era dejada en un lugar muy suave, supuse que era una cama
-Madre eres increíble, pero no estoy segura de confiar en un- no podría terminar la frase.
-¿En un Asesino??- la mire sorprendida
-Si-
-Hija mía, el hizo algo malo en cuanto de te encontró-
-No-
-Lo ves él no te hizo ningún daño, no debes de ser prejuiciosa con la gente-
-Perdona madre, no volverá a pasar-
-Cambiemos un poco el tema, dime sigues conservando lo que te deje??- la vi algo nerviosa al hacerme esa pregunta
-Sí, las tengo en la bolsa que traje conmigo-
-Eso es bueno, tendrás que leer esos libros-
-Eso no me molesta pero porque es tan importante el que los lea-
-En esos libros se te rebelaran muchas verdades, en el sabrás que tanto tu como yo somos....-ella no pudo terminar de decirme debido a que se escuchó como empezaba a cantar un gallo a lo lejos
-Ya tienes que regresar hija- mi madre se despedía de mi con una bella sonrisa
-Cuando poder verte de nuevo- no quería irme tenía 8 años de no verla, quiera quedarme con ella
-Cuando termines y entiendas los 3 primeros libros vendré de nuevo a visitarte en tus sueños mi linda niña-
-Pero- mi madre me interrumpió
-No, cuando llegue el momento volveré-
En eso me desperté, como suponía estaba en una gran y cómoda cama, me senté y al ver que mi saco no estaba conmigo me altere mucho hasta que lo vi en una silla del cuarto y en un maniquí estaba mi vestido ya seco, en cuanto me levante unas sirvientas entraron, me asuste y retrocedí por reflejo.
-Señorita no tenga miedo, el amo Zeita nos mandó para ver si estaba despierta- me sorprendí al escuchar eso.
-Bueno ya vieron que estoy bien-
-El amo Zeita quiere que lo acompañe a desayunar- esto sí que es nuevo
-En un momento bajo, solo me cambio y listo-
-Le podemos ayudar en eso señorita en- se me quedo viendo queriendo saber mi nombre y mi apellido
-Yamilet Tunali, me llamo Yamilet Tunali- les dije para que se retiraran pero no fue así
-Señorita Tunali, déjenos ayudarla- ya me estaba irritando
-No es necesario lo más probable es que el Duque Zeita las necesite- ellas se miraron entre si y se fueron, suspire aliviada, y me cambie con tranquilidad. Cuando salí del cuarto un mayordomo me estaba esperando.
-Bu buenos días Señor-
-Buenos días Señorita Tunali, mi señor lo está esperando en el comedor, por favor sígame- decidí seguirlo y pude notar la gran mansión en la que estaba, las paredes tenían unas bellas tonalidades con detalles negros, dorados y rojos era una exótica combinación hasta estaba viendo la decoración hasta que me hablo el mayordomo.
-Señorita Tunali ya estamos en el comedor- vi el hermoso comedor hecho de Caoba, era hermoso, pero una voz ronca, profunda con un toque dulce me hablo.
-Buenos días Señorita Tunali, venga a desayunar, la estoy esperando- camine hasta el lugar que se me asigno, me senté en silencio, no me atrevía a ver al Duque Zeita, todos los rumores e historias que escuche sobre él, mire hacia el suelo todo el rato hasta que volví a escuchar su voz.
-Señorita Tunali por que mantiene la mirada abajo, me gustaría hacerle unas preguntas- reuní todo mi valor y lo mire directo a su rostro, me quede en shock, pensé que sería alguien muy aterrador, cuan equivocada estaba, es un hombre muy apuesto, alto, su piel era un poco blanca con varias partes color canela lo cual resaltaban varios de sus tatuajes, tenía cicatrices en sus brazos marcados, su cabello y ojos de color negro, me empezaba a perder en esos hermosos ojos negros.
-Señorita Tunali, ¿se encuentra bien?- me miro confundido y rápidamente recupere la conciencia, mire a otro lado por la vergüenza.
-Sí, estoy bien Duque Zeita- Por todos los Dioses que vergüenza.
Nos trajeron el desayuno, era muy rico, no deje nada.
-Parece que tenía hambre-
-Perdone por eso- en eso recuerdo en el lugar donde estoy. El duque me guio hasta una gran sala parecía curioso así que decidí actuar primero
-Duque está bien si le hago unas preguntas- el me vio sorprendido y sonrió de forma sutil.
-Claro, pero con cada pregunta yo te haré otra, te parece-
-Claro Duque Zeita, quisiera saber cómo termine en su hogar- lo mire esperando una excusa o que evadiera la pregunta.
-Yo la traje a mi hogar, la encontré en la cueva que conecta con mi hogar, aclaro que solo la gente que ha entrado por ella puede encontrar el camino a esta casa- él fue sincero y directo, lo cual no esperaba.
-Ahora me toca preguntarle señorita Tunali, ¿porque estaba en esa cueva?- lo mire por unos segundos pero decidí responder.
-Escape, no quería estar en casa- mira abajo, no quería decir más de la cuenta.
-Entiendo- el no insistió, lo cual agradezco.
-Por qué me trajo con usted- esa era una pregunta que me estaba rondando por la cabeza.
-No es normal ver a una señorita dormir en una cueva, si la dejaba ahí probablemente un animal salvaje la habría atacado-
-Le agradezco Duque Zeita- el me miro con amabilidad
-Puede quedarse el tiempo que guste- recordé un rumor que decía que el Duque Zeita no tolera a los humanos y a los extraños, me arme de nuevo de valor para preguntar.
-¿No le molesta mi presencia?- el me miro sorprendido
-Para nada, usted es mi invitada señorita- me levante e hice una reverencia
-Estoy en deuda con usted Duque Zeita- él se levantó y acaricio mi cabeza como si fuera una niña, después se fue y dejo al cuidado de 2 sirvientas, las mismas que vi cuando desperté, espero no hacerlo enojar.
Pov Ryu
Me levante con un gran ánimo, a pesar de tener siempre las pesadillas del pasado, esta noche no fue así, gracias a la Señorita que encontré en la cueva, me aliste rápido y fui directo al comedor, en el camino me encontré a lux y a Dea 2 de mis mejores sirvientas, les encomendé la tarea de atender a la Señorita que traje ayer, al llegar y sentarme se me acerco Lux, la vi sorprendida y algo nerviosa así que le di la orden de hablar.
-Mi señor, la señorita ya está despierta, en un momento se unirá a usted-
-¿Sabes su nombre?-
-Si mi señor ella dijo que se llama Yamilet Tunali- me sorprendió escuchar ese apellido, ella es la hija de mi viejo amigo Voin Tunali, esta mañana se puso mucho más interesante de lo que esperaba, llame al mayordomo y le dije que el la escoltara personalmente, tras 5 minutos ella llego y seguía hermosa como cuando la encontré en esa cueva. Tras varios minutos de comer la escolte a una pequeña sala donde ella quería hacerme preguntas, me agrade el valor y confianza que tiene es de admirar, tras varias preguntas soltó una que nunca esperaba.
-¿No le molesta mi presencia?- no podría creer lo que decía, porque pensaría que me molesta su presencia.
-Para nada, usted es mi invitada señorita- se levantó e hizo una reverencia
-Estoy en deuda con usted Duque Zeita- acaricie su cabeza y me dirigía Lux y a Dea, les di instrucciones de que la cuidaran y le mostraran la mansión, ella vivirá aquí un largo tiempo, me gustaría saber más de el por qué se escapó, pero no era bueno insistir, decidí salir a ver como iban las cosas en mi territorio.