Capítulo 26: Lucas: Observando
Lucas
Su aroma me envuelve. Cada aliento que tomo llena mis pulmones con las dulces notas de miel y vainilla que han perseguido mis sueños desde aquella fatídica noche en la Gala Lunar. Ava. Solo pensar en su nombre me manda un escalofrío por la espina dorsal.
Durante semanas, la he estado observando desde las sombras, incapaz de resistir la atracción de su presencia. La necesidad de estar cerca de ella me ha consumido, llevándome a entrar a su apartamento solo para deleitarme en los vestigios persistentes de su esencia. Soy un hombre desesperado, perdido en los agites de una obsesión que no puedo explicar ni controlar.
Ahora que estoy frente a ella, mi lobo aúlla con alegría desenfrenada en mi interior, regocijándose en su proximidad. Una parte de mí había esperado que el hecho de que ella no huyera cuando se dio cuenta de que la había encontrado significara algo más. Un reconocimiento de la conexión que nos une.