Miro hacia otro lado, incapaz de sostener la mirada intensa de Lucas. Mi corazón se hunde como una piedra, el peso de los secretos que he guardado me presiona.
No es que los haya estado guardando a propósito, pero me siento como una loba pillada engañando a su compañero.
Y aún así, no importa lo inocente que fuera en aquel momento, no importa en qué estado se encontrara nuestra conexión de compañeros, estos son los tipos de secretos que pueden enterrar nuestra relación antes de que siquiera comience. La honestidad es la mejor política. Mejor sacarlo todo a la luz, incluso si él me rechaza otra vez.
Incluso si me rechaza formalmente.
La última vez, el rechazo fue implícito; esta vez...
Me estremezco ante la idea y respiro hondo, tratando de animarme a mí misma.
Tengo que hablar sobre mi estancia con la manada de Aspen. Sobre Clayton. También tendré que explicar sobre mi celo.