Alfa Renard es alguien con quien he tenido pocos encuentros. Ha venido a la casa muchas veces a lo largo de mi vida, pero mis padres siempre me enviaban a mi habitación, no queriendo exhibir su vergüenza frente a él.
Hoy es diferente.
Hoy, él se sienta frente a mí en la mesa del comedor mientras mi madre le sirve, disculpándose por la cena—algo que Phoenix había traído de un restaurante en el pueblo. La mirada de todos parece centrarse en mí.
Puedo decir que Phoenix y papá están furiosos conmigo, pero no tiene sentido mirar en su dirección. No hay punto en arruinar el poco apetito que tengo.
Alfa Renard es una figura imponente, alzándose bien por encima de los seis pies con una constitución musculosa que habla de años de entrenamiento en combate. Su cabello castaño está pulcramente recortado y su rostro afeitado; no creo haberlo visto nunca en un estado de desorden. Le gusta mostrar las profundas cicatrices arañadas a través de su rostro.