—Me importa un carajo, Kellan —gruño, cortando su protesta—. No voy a dejar Washington en los próximos tres días, así que ni se te ocurra pensar en llamarme de vuelta allá.
—Lucas, vamos. Los Blackwoods
—No van a hacer nada primero —mi mandíbula se tensa al tomar una curva cerrada, los neumáticos chillando—. Sabes que están tratando de provocarnos a dar el primer paso. No tenemos pruebas de que los Blackwoods lo mataron. Hasta que no las tengamos, no podemos hacer una mierda. Y como no podemos hacer una mierda, necesito ver a Ava.
—Estás jugando un juego peligroso, Alpha —el suspiro de Kellan cruje a través del altavoz—. Si Blackwood descubre que estás rondando a la hija de Grey...
—¿Qué hará? ¿Empezar una guerra? —suelto una risa áspera—. No va a alienar a sus aliados. Espera que le ayuden cuando llegue la guerra. Él no dará el primer paso.