LUCAS
Su columna se endereza en un instante y su rostro se vuelve inexpresivo.
—Por supuesto que no, alfa. Solo me preocupa que esta obsesión con la chica Blackwood te distraiga de lo que realmente importa.
Me levanto de un salto, la silla raspando contra el suelo. Una rabia inexplicable aviva las llamas de meses de irritación y frustración.
—Lo que importa es la seguridad de nuestra manada. Si el alfa de Blackwood conspira contra nosotros, si están usando a Ava como peón en su retorcido juego, entonces es mi deber descubrir la verdad. ¿No crees?
Él da un paso atrás, con la cabeza inclinada en sumisión.
—Entiendo, Alfa. Perdóname por excederme.
Respiro hondo, tratando de controlar mi temperamento.
—Tu preocupación está anotada, Delta. Pero necesito que confíes en mí en esto. Sé lo que estoy haciendo.
Él asiente, su expresión aún inexpresiva.
—Por supuesto, Alfa. Te dejo con tu trabajo.