—Una guerra diezmaría nuestro mundo —dice Kellan—. Los vampiros no van a tomar ese riesgo. Están en desventaja numérica frente a nuestras manadas.
—En desventaja numérica, pero entran en nuestras tierras como les da la gana y ¿cuántas de nuestras vidas jóvenes han tomado? —replica Jericho—. ¿Acaso sabes cuántos vampiros están detrás de esto? ¿Es uno? ¿Varios? ¿Y qué esperas que sea la respuesta?
—Uno, por supuesto
—¿Y qué harás cuando solo un vampiro puede burlar tus defensas tan fácilmente? Imagina cuando veinte de ellos se unan.
La boca de Kellan se cierra de golpe y Lucas gruñe de frustración —Tienes algo que decir, viejo. Escúpelo.
—Has menospreciado demasiado esta amenaza. Demasiado centrado en tu compañera para ver el bosque en vez de los árboles. Ningún vampiro haría esto por un simple esclavo. ¿Qué esperan ganar al antagonizar a nuestra manada? —dijo.
—Están trabajando con Renard. Siempre ha buscado aumentar sus tierras y poder.