Selene se retuerce contra la colcha, pareciendo una cachorra regañada. Dice que estos son nuestros dolores de crecimiento y que ya soy demasiado grande para estar montando un berrinche como un cachorro.
Suena tan ofendida que casi me río.
Casi.
Pero puedo sentir la amenaza en su presencia mental. Si me atrevo a reír ahora, nunca escucharé el final de esto.
Así que me concentro en Vanessa, en su lugar.
—Ava, escucha. Un lobo no es humano. Nuestros lobos piensan primero en nosotros mismos y luego en los demás. Están enfocados primero en el poder y segundo en los resultados. No en los sacrificios. Los resultados son los que importan y todo lo demás se acomodará con ellos.
De Selene sale un ladrido quejumbroso, parecido al de un husky. Eso no es cierto.
¿No lo es?
De alguna manera, se siente muy…