El refugio del alfa es diferente. Ha sido limpiado y fregado y de hecho luce bastante bien.
No creo que ninguno de los muebles sea original.
—Nos tomamos la libertad de reorganizar el lugar —dice Vester, y me doy cuenta de que él y Vanessa están en lados opuestos de nuestro pequeño grupo.
Interesante.
Mirando alrededor de nuevo, sonrío a Vester. —Se ve genial. No parece en nada a como estaba antes.
Vanessa sigue a Selene, que parece estar guiándose por su nariz hacia algún lugar. Las observo irse, pero entonces mi mirada es atraída por la mera opulencia de este lugar.
Es como una mansión sacada de una película antigua, con techos altos y ricos paneles de madera. La entrada se abre a un enorme espacio estilo salón de baile. Candelabros ornamentados cuelgan del techo, emitiendo un brillo cálido. Puedo recordar al Alfa Renard celebrando su corte aquí, todos sus lacayos reunidos a su alrededor y colgando de cada palabra suya.
El pensamiento me hace estremecer.