Mientras el mundo aún luchaba contra los zombis cada vez más fuertes y las turbas más densas, los días pacíficos pasaban para las mujeres embarazadas.
En este momento, Claire y Khalifa estaban haciendo yoga para embarazadas.
La sala estaba inundada con el sol rojizo de la tarde, con esterillas de yoga extendidas en el suelo, rodeadas de almohadas para apoyo.
—Se supone que ayuda con los dolores —dijo Claire, guiando a Khalifa a través de sencillos ejercicios de respiración y poses suaves.
—Tu cuerpo es tu guía. Si algo se siente incómodo, entonces baja la intensidad —dijo Claire, y Khalifa asintió.
Khalifa era muy flexible, y algunas posturas hacían que Cauis, el hombre 'de guardia' en ese momento, se estremeciera.
—No te estires demasiado… por favor…
Khalifa rodó los ojos. —Estoy embarazada, no frágil.